NECESIDAD DE UNA RED DE LABORATORIOS DEDIAGNÓSTICO VETERINARIO PARA APOYAR LA PRODUCCIÓN PECUARIA EN EL PERÚ Clive B. Woodhamª y Raúl H. Rosadiob
ABSTRACT. The publication emphasizes the need to establish a network of Veterinary Diagnostic Laboratories to support livestock production in Peru. The network should have a Central Reference Laboratory that fulfills the requirements recommended by international animal health organizations and the capacity to coordinate the diagnostic activities of other Veterinary Laboratories in Peru. A Regional Laboratory should execute diagnostic work in Parasitology, Bacteriology, Virology, Pathology, Serology and Biochemistry, where as Primary Laboratories operate as collection centers of pathological specimens and provide basic services in Pathology, Bacteriology, Serology and Parasitology. Peru actually has 25 laboratories of which only 4 cover the requirements of Regional Laboratories. There is no Central Reference Laboratory which is operating efficiently and many of the Primary Laboratories have insufficient infrastructure and trained professionals to provideeven basic diagnostic services. The proposed network must be aware that 80% of the livestock farmers of Peru live in conditions of extreme poverty which prevent their access to both public and private animal health services. Unfortunately it is this sector which suffers the highest levels of livestock morbidity and mortality. In a similar manner the network should stimulate the development of a career in Diagnostic Pathology which will train Veterinarians and other professionals so that the nation will have highly qualified specialized Technicians in all areas of Veterinary Diagnostic Medicine. The participation of public institutions is also of primary importance sothat it will be possible to define the precise responsabilities of the Ministries of Agriculture and Health in the control and the epidemiological surveillance of diseases including Foot and Mouth, Brucellosis, Rabies, Salmonellosis and Parasitosis. Also a system of state financial assistance should be considered so that the Laboratories can provide diagnostic services to the poor livestock producers. Finally the network Laboratories in Peru should examine the experiences of industrialized as well as some Latin American countries that have developed efficient networks of Laboratories in order to eradicate the diseases previously mentioned and increase livestock production and productivity. Key words: Diagnostic veterinary, laboratory, network, Peru.
RESUMEN. Se plantea la necesidad de establecerce una red de laboratorios de diagnóstico veterinario para apoyar la producción pecuaria en el Perú. La red deberá contar con un laboratorio de referencia central que cumpla con los requerimientos exigidos por organismos internacionales y con capacidad de coordinar las actividades diagnósticos de los laboratorios integrantes de la red. Laboratorios regionales que realicen diagnósticos parasitólogicos, bacteriológicos, virológicos, patológicos, serológicos y bioquímicos. Así mismo con laboratorios primarios que funcionen como centros de acopios de material diagnóstico y realicen actividades mínimas de patología, bacteriología, parasitología y serologia. Actualmente el país cuenta con alrededor de 25 laboratorios, cuatro de los cuales logran cumplir con los requisitos de laboratorios regionales. No existe, operativamente, un laboratorio de referencia central y muchos de los laboratorios primarios carecen de adecuada implementación y/o profesionales capacitados en las tareas diagnósticas. El sistema de red requerido tiene que considerar que el 80 % de los productores pecuarios en el país no tiene recursos económicos y viven en condiciones sociales precarias que no les permitirá tener acceso a los servicios de salud animal. Son estas ganaderías marginales las que experimentan elevadas tasas de morbilidad y mortalidad. El sistema igualmente deberá estimular una carrera de patología diagnóstica que involucre a médicos veterinarios y profesionales afines a fin de contar con técnicos altamente especializados en las tareas diagnósticas. La participación de las instituciones del estado será primordial para que se deslinde responsabilidades de los Ministerios de Agricultura y de Salud en la vigilancia y control de enfermedades incluyendo fiebre aftosa, brucelosis, tuberculosis, rabia, salmonelosis y parasitosis. Se debe considerar un subsidio a los laboratorios de diagnóstico para poder servir especialmente a los productores marginales. La red de laboratorios en el Perú, deberá tener en cuenta las experiencias de los países desarrollados y de algunos latino americanos que mantienen una eficiente red de laboratorios necesarios para erradicar muchas de las enfermedades mencionadas y una adecuada producción y productividad pecuaria. Palabras clave: Diagnóstico veterinario, Red de laboratorio, Perú.
La comunidad veterinaria peruana se encuentra sumamente preocupada por el deterioro en que ha devenido la salud animal desde los últimos veinte años. Esta situación está elevando los índices por pérdidas relacionados a enfermedades infectocontagiosas. El poco interés es evidente fundamentalmente en las enfermedades zoonóticas tales como rabia canina, lalmonelosis y cisticercosis entre muchas otras, que han reaparecido con índices alarmantes.1,2 El Perú es uno de los pocos países de la Región que no ha cumplido con la recomendación de la 31 Reunión Interamericana de Directores en Salud Animal (Buenos Aires, Argentina, 1981) para establecer redes de laboratorios de diagnóticos en los Países Latinoamericanos y del Caribe3 La necesidad de asegurar la salud a la población animal y prevenir la introducción de enfermedades exóticas demandan que las autoridades gubernamentales acepten la recomendación y destinen parte de la ayuda internacional e iniciar la implementación de una red de laboratorios de diagnóstico que sirvan de apoyo a los programas de salud pública y salud animal. La creación de la red de laboratorios permitirá, a la industria pecuaria, los productores y los médicos veterinarios tener acceso a los servicios de diagnósticos en virología, bacteriología, parasitología, serología, histopatología, toxicología y determinaciones de enfermedades carenciales y metábolicas que afectan a las especies de animales. El sistema de red de laboratorios de diagnóstico a establecerse en el país deberá contar con laboratorios a tres diferentes niveles: de referencia central, laboratorios regionales, y los denominados laboratorios primarios. En esta línea, el laboratorio central deberá controlar las diferentes tecnologías diagnósticas utilizadas por lo, laboratorios componentes de la red, producir los reactivos biológicos, y fundamentalmente estandarizar las técnicas a utilizarse en la red siguiendo las normas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), de la Oficina Internacional de Epizootias (OIE) e Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura GICA). El laboratorio Central tendrá, además, que identificar las enfermedades emergentes, sobre todo las exóticas, y realizar el control de calidad de los productos biológicos veterinarios.3 Contar con un servicio eficiente de laboratorios es esencial para garantizar el bienestar de la industria ganadera del Perú. La creación del sistema de red de laboratorios en el país deberá tener en cuenta los avances de la medicina veterinaria preventiva durante las décadas del 40-60s observadas en países corno los Estados Unidos y algunos estados europeos después de introducir programas de control Y erradicación de enfermedades zoonóticas e infecto contagiosas tales como fiebre af`tosa, rabia, cólera porcina entre muchas otras. Los logros en estos países se sustentaron gracias a una buena infraestructura de laboratorios de diagnósticos, excelente servicio de campo, creación de Facultades de Medicina Veterinaria, educación de los productores y sobre todo promulgación de adecuadas legislaciones necesarias para que los veterinarios tengan las condiciones jurídicas y financieras a fin de ejecutar los programas de control.3 Para cumplir estos objetivos se controló la importación de animales mediante reglamentos sanitarios especiales, se evitó la difusión de enfermedades dentro del país regulando el comercio interno y vigilando los productos de origen animal. El programa contempló, además, controles sanitarios mediante obligatoriedad del uso de cuarentenas, decomisos, sacrificios de animales enfermos, emisión de permisos, licencias, e inspección de animales y sus productos. En todo este proceso la ayuda de los laboratorios de diagnósticos fue fundamental, con labores inicialmente dedicadas para confirmar los diagnósticos clínicos de campo y sobre todo para sustentar los decomisos de órganos y/o sacrificios de animales enfermos.4 Hoy en día, las actividades de estos laboratorios se han fortalecido para ser piezas fundamentales y apoyar el desarrollo de las industrias pecuarias realizando las siguientes funciones: 1) colaboran con los Ministerios de Agricultura y de Salud en la realización de las campañas de fiebre aftosa, brucelosis, tuberculosis, salmonelosis, anemia infecciosa equina, etc.; 2) realizan vigilancia epidemiológica de enfermedades en todas las especies de animales domésticos y silvestres, especialmente aquellas de importancia para la salud humana; 3)confirman el diagnóstico clínico de los veterinarios de campo principalmente las enfermedades de importancia económicas tales como la parasitosis, clostridiosis, leptospirosis, enfermedades virales en aves, porcinos, entre muchas otras; 4) apoyan a los gremios ganaderos en la implementación de programas de medicina preventiva que incluyen control de mastitis, parasitosis, fertilidad en ganado lechero, así como monitoreo de la respuesta inmune postvacunales en aves, y controlar el dopping y el sobre esfuerzo físico observados en las carreras de caballos.3,5 Es así que la principal justificación económica para la existencia de redes de laboratorios diagnósticos en las Américas radica en la necesidad de proteger enormes poblaciones pecuarias existentes en este Continente. En el año 1990, con excepción de Estados Unidos de Norteamérica y el Canadá, los países de las américas tenían 313.5 millones de bovinos, 119.7 millones de ovinos, 80 millones de porcinos, 35.5 millones de caprinos, 2 billones de aves y 7.4 millones de camélidos sudamericanos.6 Si esto se traduce en valores monetarios y se considera la diversidad de precios y los diferentes ciclos en los distintos países, solamente el inventario bovino representa una inversión estimada en 7.8 billones de dólares.7,8 Esta enorme inversión pecuaria se ve constantemente amenazada por las diversas enfermedades que sin lugar a dudas representan uno de los mayores obstáculos para alcanzar óptima productividad pecuaria en Latino América. Estas pérdidas son mucha más significativas en países sudamericanos, en donde a pesar de los esfuerzos y avances alcanzados en algunos de estos países, los problemas de salud animal todavía representan serias limitaciones para el desarrollo de la ganadería de la región. Estudios realizados por el IICA en la década de los 80s estiman que las enfermedades redujeron en un 33 % la productividad ganadera en estos países, con pérdidas anuales estimadas en 87 millones de dólares por tuberculosis bovina, 50 millones en rabia, 230 millones en brucelosis y 400 millones en fiebre aftosa.1,9,10 Todos los expertos en salud animal coinciden que para disminuir las pérdidas económicas en la mayoría de los países americanos se tiene que implementar programas de salud animal tendientes a disminuir, controlar y en lo posible erradicar las principales enfermedades infecto contagiosas. Se debe continuar los excelentes logros en sanidad animal observadas en la América Latina durante las décadas del 50-80s. Periodos en que programas estrictos permitieron a Chile y México erradicar la fiebre aftosa; a Brazil, Haití, República Dominicana erradicar la peste porcina africana; y a México el gusano barrenador.11,12,13 Estos logros sanitarios deben estimulara otros países sudamericanos principalmente al Perú, a fin de fortalecer la sanidad animal. Dentro de este contexto, los países latino americanos han recibido inmensas inversiones provenientes principalmente del sistema financiero internacional, estimada en 500 millones de dólares, los cuales fueron fundamentalmente destinados para: 1) implementar medidas a mediano y largo plazo para el control y erradicación de las principales enfermedades económicas y de salud pública; 2) establecer infraestructura para laboratorios de diagnósticos con fines de vigilancia y sobre todo para apoyar y conducir programas de control y/o erradicación; 3) proporcionar entrenamiento y capacitación al personal; 4) integrar y coordinar los recursos técnicos, físicos, institucionales y legales a nivel nacional e internacional para el control de enfermedades.6,14,15 El Perú, a pesar de contar con una población de 4 millones de bovinos, 12.8 millones de ovinos, 4.5 millones de camélidos sudamericanos, 2.4 millones de cerdos y 59 millones de aves, posee una precaria infraestructura de laboratorios de diagnósticos.' No existe a nivel central un laboratorio de referencia que reúna los requisitos descritos y muy pocos laboratorios tiene la categoría de regionales? Se estima la existencia de 25 laboratorios a nivel nacional, cuatro de los cuales son potencialmente regionales con capacidad de realizar diagnósticos bacteriológicos, virológicos, serológicos, histopatológicos, parasitológicos, bromatológicos y control de calidad de alimentos. El resto de los laboratorios carecen de adecuada implementación, brindan servicios muy limitados y muchas veces no cuentan con profesionales capacitados en las tareas diagnósticas.5 (Cuadro 1).
ªModificado del SENASA, Ministerio de
Agricultura. La carencia de los servicios de una red de laboratorios diagnósticos en el país ha sido cubierta en parte por las universidades y laboratorios privados quienes han intentado desarrollar servicios eficientes dirigidos principalmente a cubrir las necesidades de las empresas avícolas, porcinas y a los criadores de caballos. Sin embargo, estos servicios no han alcanzado a la mayoría de la población pecuaria que se mantienen en las comunidades campesinas y/o pequeños productores. A pesar de esta deficiencia, agudizada durante los últimos 20 años, la vigilancia de la salud animal se ha sustentado en la escasa infraestructura diagnóstica distribuida en las diversas Facultades de Medicina Veterinaria (FMV) en las distintas regiones pecuarias del país. Razón por la cual, la implementación de la red de laboratorios no debe desperdiciar esta infraestructura existente ni tampoco el personal profesional tan necesario para las tareas diagnósticas. Fundamentalmente, se debe tener en cuenta las experiencias de la FMV de la Universidad de San Marcos en el establecimiento de laboratorios diagnósticos en el país. Esta entidad, a través de su Centro de Investigación IVITA, mantiene un conjunto de laboratorios de diagnósticos con infraestructura a nivel de laboratorio regional. Durante estos 20 años, el IVITA ha cumplido con alertar a las autoridades sanitarias sobre prevalencia de principales enfermedades infectocontagiosas a nivel nacional y principalmente reportado nuevas enfermedades emergentes o exóticas introducidas al país con importaciones de animales con fines de mejoramiento genético (Cuadro 2). La red de laboratorios, también, debe tener en cuenta a los laboratorios regionales apoyados por el Ministerio de Desarrollo Ultramar del Reino Unido en las principales cuencas lecheras de Arequipa (LABVETSUR) y Cajamarca (LABRENOR) (Cuadro 1). Los laboratorios LABVETSUR y LABRENOR cuentan con servicios, equipos y personal altamente capacitado para suministrar servicios de diagnóstico a las explotaciones bovinas, ovinas, camélidos sudamericanos, aves, cerdos y mascotas domésticas en el sur y norte del país.16 Tampoco se debe olvidar a los laboratorios privados formados para cubrir las necesidades de los avicultores y porcinocultores instalados principalmente en la costa peruana. El sistema diagnóstico veterinario a formarse en el país deberá fundamentalmente tener en cuenta la experiencia de los técnicos nacionales altamente especializados en diferentes áreas diagnósticas. Son éstos los que, con apoyo internacional, deberán encargarse inicialmente de reactivar las actividades diagnósticas a nivel nacional, transferir la tecnología existente en el país y los provenientes del extranjero, asegurar que la red de laboratorios sea una herramienta efectiva para confirmar los diagnósticos de campo, y sobre todo alertar a las autoridades nacionales sobre enfermedades emergentes y/o exóticas.
B = bovino, O = ovino, C =
caprino, CS = camelidos sudamericanos, A = aves, P = procino, Can = canino, F = felino. En este contexto, el gran vacío en este esquema es la falta de un laboratorio, operativo, de referencia central en Lima. El actual laboratorio del Ministerio de Salud se encuentra sin los medios técnicos, económicos y personal calificado para mantener la categoría de central, por lo que no es una herramienta efectiva para apoyar los laboratorios regionales, privados, producir biológicos, capacitar técnicos y profesionales, ni apoyar registros de productos de uso veterinario. Estas deficiencias han producido limitaciones en mantener programas tan críticos como el de la fiebre aftosa. Situación reflejada en la incapacidad, por falta de apoyo técnico-científico, de conocer a tiempo el comportamiento biológico del virus aftoso y controlar la epizootia de la enfermedad durante 1993-1994 (Comunicación personal de Ana María Espinoza) No es nuestra intención cuestionar la política de privatización de los servicios veterinarios de diagnóstico y de campo en el país. Sin embargo, el Colegio Médico Veterinario, Universidades, Ministerio de Agricultura y las Asociaciones de Ganaderos tienen la responsabilidad de examinar el futuro desarrollo de las actividades diagnósticas y poner en operación una red de laboratorios a la brevedad posible y así asegurar el desarrollo pecuario del país. El sistema de red requerido tiene que considerar lo siguiente: 1) el 80% de los productores pecuarios en el Perú no tienen recursos económicos y viven en condiciones sociales precarias que no les permitiría tener acceso a los servicios privados propuestos; 2) las tasas de morbilidad y mortalidad en la mayoría de las explotaciones pecuarias del país son más elevadas en las ganaderías marginales; 3) no existe una adecuada proporción de veterinarios y/o técnicos pecuarios preparados para utilizar los servicios diagnósticos; 4) se carece de una política para estimular a profesionales para dedicarse a la actividad diagnóstica patológica y otros afines; 5) falta de una adecuada política del Ministerio de Agricultura respecto a la ejecución de las campañas sanitarias sobre enfermedades tales como cisticercosis, brucelosis, tuberculosis, cólera porcina y salmonelosis para nombrar algunas. Razones por la que el desarrollo de la red de laboratorios de diagnóstico en el Perú debe considerar: 1) subsidiar los servicios de diagnósticos para poder servir especialmente a los productores marginales; 2) crear a la brevedad posible un laboratorio central adecuado a las normas establecidas en este informe; 3) definir el rol del Técnico calificado en el funcionamiento de los laboratorios; 4) proveer incentivos económicos y técnicos para promover la formación de profesionales altamente especializado en el diagnóstico veterinario; 5) modificar el Curriculum de estudios para la formación de Médicos Veterinarios con énfasis en Medicina Preventiva y uso de laboratorio de diagnóstico; 6) deslindar y/o delimitar responsabilidades de los Ministerios de Agricultura y de Salud en la vigilancia y control de enfermedades tales como fiebre aftosa, brucelosis, tuberculosis, rabia, salinonelosis y parasitosis. La base fundamental para el adecuado funcionamiento de la red nacional de laboratorios será contar con personal de diversos niveles de preparación técnica y profesional, por lo que es necesario conocer el potencial humano especializada en el país. Para resolver estos u otros problemas es imprescindible tornar acciones coordinadas y colaborativas entre el Ministerio de Agricultura e instituciones y/o asociaciones relacionadas con el sector pecuario y así asegurar el establecimiento de la tan ansiada red nacional de laboratorios diagnósticos veterinarios en el Perú. Al mismo tiempo, los usuarios de estos servicios deberán entender que éstos tendrán, en adición al eventual subsidio del estado, un costo, por lo que el programa deberá contemplar la educación del sector pecuario quienes deberán estar preparado no solamente para exigir calidad de servicio sino perennizarlo. Cuando el ganadero y los grupos inversionistas en el sistema pecuario experimenten que los servicios diagnóstico tiene un real beneficio, estos se sentirán obligados a perpetuarlos. Para cumplir con el objetivo de promover el desarrollo de la ganadería nacional y apoyar programas oficiales de control y/o erradicación de enfermedades se tiene que establecer una red de laboratorios de diagnóstico veterinario altamente eficiente. El trabajo colaborativo de todas las instituciones involucradas con la producción pecuaria será fundamental para iniciar esta nueva experiencia en el Perú en donde la participación de los beneficiarios del servicio (ganaderos) es por demás crítico. Suponer que la industria pecuaria en el país puede prosperar sin programas adecuados de salud animal sustentadas por un buen servicio diagnóstico es un error que el país no debe cometer.
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