Boletín de la Sociedad Peruana de Medicina Interna - Vol.14 Nº 1 - 2001

REVISIONES

CAMBIOS FISIOLÓGICOS DEL ENVEJECIMIENTO

María del Pilar Gamarra Samaniego (*)

(*) Médico Internista y Geriatra

Con el pasar de los años los diferentes órganos y sistemas van a sufrir alteraciones, sin embargo todas las personas no envejecemos igual: hay personas que a los 80-90 años se encuentran en un estado saludable, sin mayores enfermedades crónicas, y con una capacidad funcional adecuada, esto es lo que se denomina el envejecimiento exitoso; en cambio, va a haber otro grupo, portadores de múltiples enfermedades crónicas, muchas veces con gran discapacidad: eso es lo que se denomina el envejecimiento patológico, y el tercer grupo lo constituyen aquellas personas que tienen alguna que otra enfermedad crónica con menor o mayor grado de discapacidad, y esto es lo que se denomina el envejecimiento normal, en el cual están la mayoría de las personas que envejecen.

En la actualidad no se sabe con certeza que es el envejecimiento normal. Gran parte de la información proviene de comparar dos poblaciones, una joven con otra mayor, y hay que tomar en cuenta que si nosotros comparamos estos dos tipos de poblaciones, son poblaciones distintas que han estado influenciadas por diferentes factores ambientales. Es por eso que últimamente se están revisando estos cambios llamados fisiológicos, ya que muchos de ellos son producto de diversas patologías. En los estudios longitudinales realizados últimamente, donde se siguió una población desde joven hasta que envejeció, se han visto que estos cambios son muy diferentes en las personas, dependiendo de los factores ambientales y la calidad de vida que hayan llevado; y es así, por ejemplo, va a ser muy diferente un anciano atleta de 80 años y un médico sedentario de 50 años.

COMPOSICIÓN CORPORAL

Uno de los parámetros que más se altera en el envejecimiento es la composición corporal; a los 25 años el porcentaje de grasa corporal es de 15%, y esto va aumentando con la edad, a los 75 años es el doble con respecto a los 25 años. Esta acumulación de grasa se localiza principalmente al nivel del abdomen en el varón y en la pelvis y mamas en la mujer, en cambio el tejido celular subcutáneo disminuye. Igualmente, el agua corporal total disminuye con el envejecimiento, sobre todo a expensas del agua intracelular; de ahí que tengamos una disminución de la turgencia de la piel.

Igualmente la mayoría de nuestros tejidos van a disminuir en el número de células, por consiguiente va a haber una disminución de su peso; eso sucede también en la masa ósea, que se va perdiendo progresivamente, y esto es más acelerado aún en las mujeres, llegando a una pérdida del 20%, en las mujeres ancianas.

Estos cambios corporales tienen implicancia clínica; así la disminución de agua corporal conjuntamente con la disminución de la sensación de sed, debido a la disminución de numerosas células en el centro de la sed y la disminución del sistema renina-angiotensina, hace que la persona anciana se encuentre en un estado de deshidratación latente, por eso es muy importante hacer recordar a las personas mayores que tengan que mejorar su ingesta de líquido a pesar de que aparente -o realmente- no tengan sed.

El aumento de la grasa corporal tiene implicancia en la farmacodinamia de los medicamentos; los fármacos liposolubles, como las benzodiacepinas, van a tener un mayor volumen de distribución y una mayor concentración en el tejido adiposo, con consiguiente mayor tiempo de liberación de la droga; así el diacepam, que en una persona joven tiene una vida media de 24 horas, en el anciano llega hasta 72 horas, con la consiguiente acumulación del fármaco.

Igualmente en el caso de los fármacos hidrosolubles, como hay disminución del agua, hay un menor volumen de distribución, lo que va ha hacer que su concentración plasmática sea mayor. Esto quiere decir que a igual dosis de fármaco vamos a encontrar una mayor concentración en el sitio de acción; por eso, estos fármacos en dosis mucho más reducidas que en los jóvenes pueden tener los mismos efecto; ejemplo los tiazídicos.

También hay una disminución del peso y de la talla, esto se debe a que mayoría de los órganos van a disminuir de peso, igualmente disminuye la masa ósea, aumenta la grasa, disminuye el agua, y todo esto, hace que en el envejecimiento haya una disminución de peso. Se dice que generalmente desde la cuarta década se disminuye por década uno a dos kilos. La talla igualmente va a disminuir progresivamente y es proporcional a la disminución del peso, es decir uno a dos centímetros por cada década, a partir de los cuarenta años; de la misma manera, la circunferencia torácica también disminuye.

Los diferentes órganos, alcanzan su mayor peso a los 20 - 30 años, pero, a partir de los 40, la mayoría van a disminuir: el cerebro, el riñón, el hígado, el páncreas, excepto el corazón que, por la hipertrofia de las fibras musculares va a aumentar su peso ligeramente. Igualmente, el metabolismo basal va a sufrir una disminución con los años, tanto que en los 70-80 años va disminuir el 20% respecto a menor edad. Uno de los parámetros que menos altera con el envejecimiento, es la glicemia en ayunas, en cambio otras funciones como la función nerviosa, la función renal, la función respiratoria, todas ellas van a disminuir progresivamente con la edad.

Generalmente, se dice que la mayoría de nuestros órganos decaen su función 1 % al año, a partir de los 30 a 40 años, existiendo sin embargo gran individualidad.

APARATO DIGESTIVO

A lo largo del tubo digestivo, desde la boca hasta el recto, se producen una serie de cambios que favorecen a la aparición de patologías propias de los ancianos.

Hay pérdida progresiva de la piezas dentales, así como una serie de alteraciones en los dientes. Las glándulas salivales también se atrofian, es muy común en esta edad la xerostomía, muchos pacientes ancianos, se quejan de sequedad de la boca, lo que contribuye conjuntamente con la disminución del gusto, debido a la disminución de los botones gustativos, a la disminución del apetito.

En el esófago hay disminución de las neuronas del plexo mientérico, lo que va a traer trastornos de motilidad, que se conoce con el nombre de presbiesófago, produciendo espasmos dolorosos retroesternales, que muchas veces es confundido con un infarto de miocardio, o puede producir regurgitación con consiguiente aspiración, y neumonía.

En el estómago encontramos una disminución del epitelio y atrofia de la submucosa y la muscular; la secreción de ácido disminuye así como las diferentes enzimas: tripsina, amilasa, Hay una mayor aparición de la atrofia gástrica, y esta va acompañada muchas veces de anemia perniciosa. Todas estas alteraciones contribuyen a la disminución del apetito, que es una queja frecuente de las personas mayores, y que parte es una compensación a la disminución del peso y de la talla. En el intestino la capacidad de absorción mayormente no se altera, solamente las de aquellas sustancias que signifiquen un transporte activo, como ciertas vitaminas y medicamentos; eso sí, vamos a encontrar, sobre todo en el intestino grueso, una disminución de la velocidad de tránsito intestinal. Igualmente encontramos atrofia de las fibras mientéricas, una disminución de la motilidad, sobre todo esto va ser más intenso en aquellas personas que han usado laxantes por muchos años tipo fenoltaleína, y no es poco común encontrar un intestino grueso en auténtico "tubo de plomo", totalmente sin austras, sin movimiento, con una gran tendencia a hacer impactaciones fecales.

La pared muscular del tubo digestivo se debilita con el paso del tiempo favoreciendo a la aparición de dilataciones en todo su trayecto produciendo la enfermedad diverticular y no solamente en el colon, que puede ser la causa de las llamadas apendicitis izquierdas y también de sangrados gastrointestinales; sino también estos divertículos pueden localizarse a nivel del esófago, y producir aspiraciones; también pueden localizarse a nivel del duodeno y producir un síndrome de asa ciega, con consiguientes problemas de malabsorción. Las estructuras vasculares también se degeneran y aparecen los "lagos" venosos en la submucosa que constituyen la angiodisplasia intestinal, que es la segunda causa de anemia ferropénica crónica por micropérdidas digestivas después de la hernia de hiato.

El páncreas también va a disminuir su función exocrina; el hígado disminuye de tamaño y en el número de los hepatocitos; la vesícula es un órgano que menos sufre alteraciones.

APARATO RESPIRATORIO

Se produce una disminución de la fuerza de los músculos respiratorios, y calcificación de las articulaciones externo costales, lo que conduce a que toda la motilidad de la caja torácica disminuya. Esto muchas veces va a ocasionar que un simple resfrío o gripe que produce secreciones, como la pared del tórax está rígida como una jaula, va a impedir que pueda movilizar con facilidad estas secreciones y desencadenar una insuficiencia respiratoria aguda con retención de secreciones o "broncoplejía" que puede conllevar a un curso fatal.

No es infrecuente el hallazgo de crepitantes basales a la auscultación, como manifestación de una fibrosis pulmonar, que no justifica mayor agresividad diagnóstica.
Igualmente hay una disminución de la reacción de los quimiorreceptores tanto centrales como periféricos a las variaciones del PH, del C02, y del oxígeno; el epitelio de las arterias pulmonares va a sufrir un engrosamiento; todas estas alteraciones hacen que el volumen residual aumente, siendo mayor en el paciente postrado.

Estas alteraciones morfológicas también se van a traducir en las diferentes pruebas de función pulmonar, hay una disminución del volumen ventilatorio máximo, de la capacidad vital y otras pruebas de función pulmonar.

Respecto a la gasometría arterial el PH no sufre modificaciones, igualmente que el CO2, en cambio la presión parcial, de oxígeno (PO2) sí disminuye. Existen diversas fórmulas para encontrar la PO2 de acuerdo a la edad, como la fórmula de Sorbini (PO2 = 109 - 0.43 x edad).

Lo importante es reconocer que las personas ancianas pueden tener un menor nivel de PO2 en sangre, pero esto hace también que pequeñas disminuciones de 5 u 8 mmHg del PO2 traigan mayores alteraciones, como la aparición e delirio etc. En cuanto a la capacidad de difusión del oxígeno o del CO2 hay un leve disminución, con un aumento del gradiente alveolocapilar.

SISTEMA CARDIOVASCULAR

El envejecimiento del sistema cardiovascular tiene una importancia extraordinaria como responsable de las enfermedades que la afectan. Hay que recordar que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte de las personas mayores.

El corazón va a ser otro de los órganos que va a sufrir una serie de alteraciones con el envejecimiento; se ha encontrado con bastante frecuencia engrosamiento del ventrículo izquierdo, probablemente esto se deba a una respuesta a la mayor rigidez de las arterias, aunque en personas que realizan poco ejercicio físico, puede estar ausente; en el corazón también va haber una pérdida progresiva de las células musculares y esto sobre todo se manifiesta en el tejido de conducción, tanto así por ejemplo que en el nódulo sinusal también llamado marcapaso del corazón, a los 75 años solamente encontramos el 10% de las células, con respecto a los más jóvenes. Esto hace que los trastornos de ritmo como la fibrilación auricular, los bloqueos aurículo-ventriculares, sean mucho más frecuentes en esta edad.

Los miocitos que quedan generalmente están hipertrofiados como un proceso compensatorio. -También hay procesos degenerativos, mayor depósito de colágeno, de lipofuccina a nivel del corazón, y alteración de los procesos de oxidación. Las válvulas también van a sufrir alteraciones, va a haber mayor fibrosis, depósito de calcio, sobre todo en la válvula mitral. Estos cambios se traduce en las diferentes funciones del corazón, y lo que más va a alterar es la función diastólica; la función sistólica generalmente va a estar conservada, sobre todo en pacientes normotensos y en reposo, la fase sistólica suele prolongarse, lo que es importante porque repercute en la fase de relajación, lo que impide el llenado rápido en la fase inicial de la diástole. Esto en parte las aurículas lo compensan con su contracción, de ahí tan importante aquellos procesos como fibrilación auricular donde esta ayuda de la aurícula está ausente, y por consiguiente puede precipitar la insuficiencia cardiaca. La adaptación al ejercicio va a disminuir, tanto la frecuencia cardiaca máxima como el llenado ventricular no aumenta como en individuos jóvenes, también la respuesta vasodilatadora de las arterias es menor, con lo que durante el ejercicio aumenta la postcarga.

También hay una reducción de los baroreceptores carotídeos y aórticos, que hace que se adapte menos a las diferencias de presión arterial y volumen, y es por eso, ante pequeñas variaciones del volumen y de la presión arterial, va a aparecer con más frecuencia la hipotensión ortostática y el síncope.

En cuanto a las alteraciones electrocardiográficas, son muy comunes en las personas mayores, a los 40 años el 70% de las personas tienen un electrocardiograma normal, mientras que a los 80 solamente el 201%, las alteraciones más frecuentes, son el aumento de la incidencia de la onda Q, la desviación del eje a la izquierda, el aumento del voltaje de las derivaciones izquierdas, alteraciones del segmento ST, los bloqueos de primer grado, y sobre todo lo que es bastante frecuente la fibrilación auricular; hay que recordar que el infarto de miocardio es una causa importante del fallecimiento de las personas, y en todas las necropsias vamos a encontrar hasta el 20% de personas con infartos de miocardio, y muchas veces silentes, debido a la disminución del umbral del dolor en las personas mayores. En cuanto a los principales tipos de arritmias, son las más frecuentes las extrasístoles supraventriculares, luego la fibrilación auricular, los bloqueos AV de primer grado.

Las arterias también van a sufrir cambios morfológicos y funcionales. Se observa un aumento del diámetro de la luz, un aumento de la longitud de la mayoría de las arterias, sobre todo de las arterias grandes, con un engrosamiento de su pared muscular, lo que va también a traer una mayor rigidez; éstos cambios son similares a los que encontramos en las arteriosclerosis pero hay unas pequeñas diferencias. Mientras que en el envejecimiento estos cambios más se manifiestan al nivel de las arterias elásticas y compromete mayormente la capa media, y la aorta torácica; en los procesos donde la arteriosclerosis es mayor, esto se ve sobre todo en las arterias musculares, la capa más comprometida es la íntima, y las alteraciones se ven mayormente en la aorta abdominal, pero muchas veces tantos estos procesos degenerativos del envejecimiento, como la arteriosclerosis se superponen, y también estos cambios van a predisponer a que la arteriosclerosis suceda con mayor facilidad.

La íntima de las arterias también sufre modificaciones, hay alteración en la forma, tamaño, orientación de las células, el espacio subendotelial se engruesa, hay alteraciones en la lámina elástica interna, y también hay alteraciones de la respuesta vasodilatadora mediada por el endotelio. La capa media también sufre alteraciones, hay un aumento de las células musculares lisas, de los depósitos de calcio y colágeno, disminución de la elastina, y formación de productos de glucación que tiene que ver mucho con la rigidez de la arterias.

Esto trae cambios funcionales de las arterias: vamos a encontrar un aumento de la velocidad de ondas de pulso, una mayor turbulencia de flujo sanguíneo que va a condicionar a la arteriosclerosis; también hay una disminución de la sensibilidad al cambio brusco de volumen, por eso las pequeñas pérdidas de volumen pueden ocasionar hipotensión y síncope, y pequeños aumentos de volumen pueden ocasionar hipertensión. Finalmente, todos estos cambios hacen que haya un aumento de la presión arterial sistólica y también de la media, mientras hay una disminución de la presión arterial diastólica, aumentando así el número de personas con hipertensión arterial sistólica aislada.

SISTEMA GENITOURINARIO

El riñón es otro de los órganos que va a sufrir alteraciones con el envejecimiento, hay disminución del número de glomérulos, y en el intersticio mayor fibrosis y depósito de colágeno, esto se traduce igualmente en la función del riñón, presentando una disminución del flujo plasmático renal, tanto que a los 80 años, es el 50%, aproximadamente, la filtración glomerular también disminuye en similar proporción. Esto hace que haya una disminución del clearence de la creatinina, a los 80 años llega a ser 20-40 mililitros por minuto, y muchas veces a pesar de esta marcada disminución, los niveles de creatinina en sangre permanecen normales; esto se debe a que con el envejecimiento hay una disminución de la masa muscular.

De ahí es importante cuando se usen medicamentos de metabolismo renal hacer un cálculo de depuración de creatinina con la siguiente fórmula:

DC = 140 - edad x peso
          72 x creatinina

En el caso de las mujeres debe multiplicarse por 0.85.

Las funciones tubulares también disminuyen, hay una menor capacidad de reabsorción y secreción tubular. Hay una disminución de la renina plasmática y de la actividad de la aldosterona plasmática. Esto se traduce en una disminución de la capacidad de concentración y dilución del riñón, y por eso, en los procesos de deshidratación, como el riñón ha perdido su capacidad de concentración, se hacen más severos, más manifiestos rápidamente; debido a la disminución de la capacidad de dilución, y sobre todo por la alteración del sistema renina-angiotensina, cuando hay sobrecarga de volumen puede aparecer rápidamente la insuficiencia cardiaca, ya que el riñón no es capaz de eliminar este líquido sobrante tan rápidamente como los jóvenes, esto hace también que en situaciones como neumonías, accidentes cerebro-vasculares, fármacos favorezcan la aparición de la secreción inadecuada de hormona antidiurética con frecuente intoxicación acuosa.

SISTEMA NERVIOSO

El encéfalo es otro de los órganos que va a sufrir muchas alteraciones: hay una reducción del tamaño y del número de células, pero no todas disminuyen en igual proporción, esto se hace más evidente en las células de la sustancia nigra, las células de Purkinge, del asta anterior de la médula, del locus ceruleus, en el hipocampus, de ahí que son comunes, las alteraciones extrapiramidales y de la memoria, también hay una disminución de las diferentes dendritas y sinapsis, hay acumulo de pigmentos, amiloides y neurofibrilas, muy similar a lo que podemos apreciar en la enfermedad del Alzheimer, solo que la frecuencia y distribución de éstas alteraciones va a ser diferente que la enfermedad de Alzheimer.

Es importante también la disminución de los agentes neurotrasmisores, sobre todo los colinérgicos, y también los monoaminérgicos; esto hace que ante cualquier medicamento anticolinérgico que puede disminuir aún más los niveles de acetilcolina cerebral, se presenten con frecuencia problemas de delirio en pacientes ancianos.

En la tomografía es muy frecuente encontrar atrofia cerebral y dilatación ventricular, sin que esto signifique que éstas personas tengan alterada su función cognoscitiva, solo la demostración de atrofia rápidamente progresiva en tomografías seriadas puede apoyar el diagnóstico de demencia. También es frecuente encontrar alteraciones en la sustancia blanca llamada leucoacariosis; en la resonancia a veces se encuentra hasta 20 o 40%, y esto se ha asociado a depresiones y trastornos cognitivos en el anciano. También hay una disminución del metabolismo cerebral, de la oxigenación cerebral, y del flujo sanguíneo, que es mucho mayor en fumadores.

Hay una asociación entre el hematocrito y el flujo cerebral, cuando mayor es el hematocrito, hay disminución del flujo cerebral, lo que también es importante cuando consideremos las transfusiones, ya que las transfusiones puedan producir una rápida elevación del hematocrito, con una disminución de flujo cerebral.

Las funciones cerebrales también se van a ver alteradas, el lenguaje generalmente no se altera, las habilidades visuoespaciales disminuyen sobre todo la construcción tridimensional; la solución de problemas también puede disminuir, hay una menor habilidad de planificación y de conceptos abstractos. Esto sobre todo se ve cuando hay daño de los lóbulos frontales.

La atención centrada y dividida suele disminuir, de ahí que la persona anciana se distrae muy fácilmente; por eso cuando al confeccionar la historia clínica tiene que estar en un ambiente tranquilo, para evitar que se distraiga.

Con el envejecimiento se dan cambios en el control postural y en la marcha. La velocidad psicomotora decrece, en edades avanzadas pueden aparecer bradicinesia, discinesias. Hay un enlentecimiento del procesamiento de la información sensorial tanto visual como auditiva.

Respecto a la memoria, el recuerdo sin pistas declinan, mientras que la memoria por reconocimiento se conserva. Se conserva también la memoria a corto plazo y a largo plazo, el aprendizaje es similar también al joven aunque mucho más lento en el anciano, para aprender va a necesitar mayor tiempo y mayor repeticiones. El envejecimiento produce déficit en lo que se llama memoria directa o explícita cuando deben recuperar información concientemente del almacén de memoria a largo plazo, en contraste las tareas que implican memoria implícita o indirecta rinden igual que los jóvenes, es decir la memoria de los acontecimientos bien aprendidos y que han permanecido por muchos años. En contraste la memoria asociativa se refiere a la memoria de asociaciones recientemente aprendidas entre palabras sin relación previa y por lo tanto sin representación preexistente, presenta mayores dificultades en el envejecimiento.

La inteligencia fluida, que es la capacidad de realizar diferentes funciones manipulativas generalmente disminuye, mientras que las actividades verbales que se le conoce como inteligencia cristalizada y que también es producto de la experiencia del individuo, ésta si se conserva. En cuanto al desempeño de las diferentes pruebas de inteligencia, estas tienen muchos conceptos abstractos, a los 30 años se alcanza el máximo rendimiento disminuyendo progresivamente.

El sistema nervioso periférico, también sufre alteraciones, hay una disminución de diferentes reflejos, un aumento del tiempo de latencia; el umbral del dolor disminuye y también los puntos dolorosos, lo que tiene implicancia en la identificación de diversas enfermedades, como el infarto de miocardio y en el abdomen agudo. Hay un aumento del tiempo de latencia estímulo-respuesta, lo que es importante, cuando queremos aconsejar a los mayores sobre si pueden manejar o no, a una velocidad a 100 kilómetros por hora, una disminución de uno o dos segundos, en la reacción estímulo-respuesta, puede significar la vida o la muerte, por eso es preferible aconsejarle no manejar a altas velocidades, ni de noche, por la disminución de la visión.

Los órganos de los sentidos también se alteran, la visión disminuye, así como la acomodación visual a partir de los 40 años, esto se debe a que el cristalino ya no puede acomodarse. En la audición también hay una pérdida progresiva, aumenta la presencia de ruidos y voces. El gusto disminuye principalmente para lo dulce y lo salado, aumenta el umbral gustativo, por eso muchas veces, personas mayores se echan mayor cantidad de azúcar o sal; para el ácido, el amargo permanece igual. También en el olfato disminuye la capacidad de distinguir los olores.

SISTEMA ENDOCRINO

El sistema endocrino también sufre alteraciones; respecto a la función tiroidea, normalmente no hay variación del TSH, ni el T4, el T3 si sufre una ligera disminución; algo importante recordar que el 5 al 10% de las personas mayores pueden tener un problema de hipotiroidismo, y que muchas veces no es diagnosticado, es por eso que muchos consideran como una prueba de screening la determinación del TSH. También hay un síndrome frecuente en los ancianos: el síndrome de eutirodeo enfermo, donde a pesar de haber una disminución del T3 y T4, el TSH está normal; esto no requiere tratamiento, pero generalmente es asociado a enfermedades crónicas severas.

El páncreas también sufre alteraciones en su función endocrina, aumenta la intolerancia a la glucosa, tanto que a los 80 años tienen diabetes o intolerancia a la glucosa hasta el 50%. La curva de tolerancia de la glucosa va aumentando, sí 200 es el máximo a los 20 años, a los 60 años, 70 años, la mayoría ya encontrarnos un 220 o 240.

Las alteraciones en el eje hipotálamo-hipófisisario-gonadal son responsables de la menopausia con consiguiente disminución de estrógenos. También en el varón se produce una disminución progresiva de la testosterona, y también del FSH y la LH.

La impotencia aumenta con la edad, tanto que a los 60 - 70 años el 50% ya tiene problemas de impotencia y a los 80 años el 80-90 %.

El eje corticosuprarrenal responde con una secreción de ACTH y cortisol elevada y persistente, y a una menor inhibición por la dexametasona, probablemente se deba a alteraciones de niveles del hipocampo y tiene que ver con las situaciones de estrés.

Muchas de las alteraciones que encontramos en el envejecimiento como la disminución de la inmunidad, la osteoporosis, la disminución de la masa muscular, podrían estar explicados por esta secreción continua y persistente de la ACTH. La dihidroepiandrosterona, considerada por muchos, la hormona de la juventud, también disminuye; en algunos se está utilizando esta hormona, sobre todo en aquellos pacientes muy debilitados, con una masa muscular muy deficiente, con algunos resultados.

La hormona del crecimiento y su mediador periférico, el factor de crecimiento similar a la insulina disminuyen hasta en el 50%, en los mayores de 80 años, y se habla en estos pacientes, de una somatopausia, y a veces se ha utilizado en estos pacientes la hormona de crecimiento, viéndose que puede mejorar la masa muscular, la sensación de bienestar, sin olvidar que tiene también sus efectos secundarios, como intolerancia a la glucosa, síndrome del túnel carpiano, etc. La paratohormona aumenta, y la calcitonina y el metabolito activo de la vitamina D disminuyen.

SISTEMA INMUNOLÓGICO

Respecto al sistema inmunológico, hay una disminución de la inmunidad, sobre todo celular debida a la involución tímica, una disminución de la función de las células killer o asesinas, y también alteraciones de las interleucinas; en cambio vamos a encontrar aumentos de anticuerpos, de gamapatias monoclonales que nos indica que hay una hiperactividad de las células linfoides, sobre todo en los muy ancianos. La presencia de enfermedades autoinmunes no es mayor, pero puede mayor ser el número de neoplasias y las infecciones, aunque no solamente la inmunidad tiene que ver en este aumento, si no también las diversas alteraciones que van a sufrir los diferentes órganos.

En cuanto a las pruebas de laboratorio, también, la mayoría de pruebas de laboratorio no se alteran, hay una discreta disminución de la hemoglobina, pero no hay que olvidar también que la frecuencia de anemia es mucho mayor en esta población. Hay una ligera disminución de los leucocitos; los niveles de lípidos sanguíneos sufren una leve elevación hasta los 60 años, pero desde ahí permanecen iguales, no siendo significativa. En cuanto a la presencia de auto-anticuerpos, factor reumatoideo, células LE podemos encontrar positivas hasta en un tercio de los mayores de 85 años.

Para finalizar, hay que recordar que todos no envejecemos de igual forma, hay una gran individualidad, los cambios que ocurren con el envejecimiento van a estar influenciados por muchos factores ambientales, genéticos y que dependen también del modo que tenemos de vivir; y que cultivando hábitos adecuados podernos retardar muchos de estos procesos que por el momento, aún se denominan fisiológicos. Espero que con la nuevas investigaciones, con los nuevos progresos de la ciencia, podamos detener muchos de estos procesos y poder así llegar todos a una vejez satisfactoria.

 

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