Boletín de la Sociedad Peruana de Medicina Interna - Vol.5 Nº 3 - 1992

CARTAS AL EDITOR

Lima, 20 de agosto de 1992

Dr. Pamo:

En relación a su nota editorial "¿Quo vadis medicina peruana?" (Bol Soc Per Med Inter 1992: 5: l), me dirijo a Ud. para alcanzarle una reflexión que como muchas, estoy seguro, habrá despertado.

Es común escuchar en un país como el nuestro que el subdesarrollo nos alcanza en todos los niveles. Premisa harto generalizada que, si bien es cierto, tiene objetiva y concreta validez en muchos aspectos de nuestra realidad, no tiene porqué utilizarse para justificar la inercia, el desgano y el conformismo que campea en muchos sectores de nuestra población.

Cierto es que la medicina traída por los españoles no fue la mejor, pero al fin y al cabo sólo les servía a ellos porque la población indígena (esclava) no tenía más recursos que acudir a la práctica curanderil. Al inicio de la República la medicina tuvo un efimero auge debido a la franca influencia extranjera y por una especial política universitaria, pero desgraciadamente, con el correr del tiempo el sector salud y la universidad han ocupado un ínfimo porcentaje del presupuesto nacional y han quedado relegados a planos tan inferiores que, prácticamente, en muchos niveles caminan a la buena de Dios y por el interés particular de quienes quieren hacer las cosas bien. Aún así, sostengo que ello no justifica la persistencia de métodos de enseñanza anacrónicos y desaforados. Las currículas universitarias, por lo general copias de modelos extranjeros, no permiten la formación integral y adecuada, en nuestra realidad, de un médico desde que por primera vez pisa un aula, y se piensa erróneamente que el alumno de medicina debe esperar hasta los últimos años o al internado para conciliar una personalidad médica con aquello que recibió durante casi 10 años. Nada más absurdo. El estudiante de medicina de nuestro medio está reducido a un apurado copista de "slides", es un consumidor de libros foráneos (aún cuando la clase sea de una patología común y predominante en nuestro país), es un saco al que hay que meter, saturar y desbordar con teoría tras teoría hasta concluir un syllabus a como dé  lugar, para beneplácito del jefe de curso que sólo quedará satisfecho con la conclusión del mismo en el tiempo previsto y mejor aún si media promoción quedó desaprobada. "¡Qué buen jefe de curso!", "¡Qué curso tan dificil!"... ¿Eso es todo para formar un médico en la universidad? Qué lejos de lo que realmente se necesita.

¿Quo vadis medicina peruana, Dr. Pamo? Si al alumno de medicina no se le enseña a razonar y termina los estudios sabiendo todo y nada, si muchos ven a internos y residentes como mano de obra barata, sin incentivos para la investigación y aprendiendo las cosas por "ósmosis", bajo la tutoría de asistentes que a veces ni conocen pero que cobran cheques mensuales indefinidamente; si hay "serumistas" perdidos en provincias sin condiciones de trabajo y compitiendo con naturistas y comadronas... ¿La culpa es de los españoles que llegaron hace 500 años?, ¿es siempre culpa de los malos gobiernos y de los bajos sueldos?, o ¿también nosotros somos los culpables?... Factor humano Dr. Pamo, el factor humano pesa mucho. Queremos recibir todo sin dar nada. ¿A dónde vas medicina peruana?: si no tenemos conciencia de lo que somos, de lo que hacemos y de donde estamos, nadie podrá responder esa pregunta porque sencillamente si todos persiguen intereses propios, sin conciencia de un desarrollo colectivo, a nadie le interesa.

   Dr. Aland Bisso Andrade. Médico Internista del Hospital Central de Sanidad de la Policia Nacional del Perú y de la Clínica Maison de Santé

* Dr. Bisso. El editorial ¿Quo vadis medicina peruana? es un llamado a la reflexión con motivo del V Centenario del Encuentro de Dos Mundos. En él no le echamos la culpa a nadie sino analizamos el estado en que nos encontramos como médicos en esta parte del tiempo y de la historia. Concordamos, eso sí, con algunas de las crudezas que Ud. denuncia. Atentamente,

El Editor