Sistema de Bibliotecas de la UNMSM

 Inicio > Colección digital > Revistas 

Portada | Volúmenes anteriores | Listado por Títulos

PAEDIATRICA
© Asociación de Médicos Residentes  del  Instituto Especializado de Salud del Niño
ISSN versión electrónica 1728-2403

Paediatrica 2001 4(1): 50 - 51

CINCUENTA AÑOS DE "LA FLOR DE LA CANELA" : 1950 - 2000

Dr. Jorge Berrios R. (*)


El Centro cultural de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, atento a los acontecimientos Importantes de nuestra cultura, realizó el 4 de diciembre del 2000 un homenaje por los cincuenta años del estreno de "LA FLOR DE LA CANELA",

considerando que es una canción que ha devenido en auténtica representación nacional, convirtiéndose en un verdadero himno del Perú, de la que podemos afirmar, que es a nuestra música popular, lo que Macchu Picchu es al turismo peruano.

Constituye una de las obras más representativas de nuestra compositora CHABUCA GRANDA, a quien Dios prodigó de una sensibilidad especial para apreciar el mundo que la rodeaba, dotándola además del talento necesario para transformar sus sentimientos en versos y melodías que conforman su trascendental obra, en la que es posible apreciar como su inspiración se nutrió de dos vertientes que muchas veces confluyeron: de un lado están los personajes de su entorno que conformaron parte de su vida; y del otro, como un elemento casi dominante, el ambiente donde discurrió su quehacer, como la lima que tanto amó ya la que siempre evoca en sus cantares.


"LA FLOR DE LA CANELA" fue una de las primeras obras de esa antología que la gran Chabuca dedicó a sus amigos, a gente que admiró y quiso, a quienes enmarcó y estampó en su lima tradicional. La propia Chabuca nos dice que esta composición la fue creando en forma progresiva, poco a poco, día a día, hilvanando ideas que surgieron de un continuo desarrollo de ocurrencias.

Cuenta que por ese entonces, tras recibir un premio por una de sus canciones, durante el almuerzo que siguió a la premiación hizo uso de la palabra el prominente historiador y también vecino barranquino, el Dr. Raúl Porras Barrenechea, quien durante su alocución pidió : "Piedad para el río, el puente y la alameda". Esa frase impactó profundamente a nuestra autora, quien confiesa que se convirtió en un estribillo, transformado luego en verdadero reto, que fue el punto de partida para la creación de "LA FLOR DE LA CANELA".

Un día de ese 1949, cuando se encontraba trabajando como demostradora de los productos "Helena Rubinstein" en la antigua Botica Francesa del jirón de la Unión, recibió la visita de su amiga de la infancia Doña Victoria Angulo Castillo de Loyola, apuesta morena de abolengo, pues era nada menos que la "Madrina de la Primera Cuadrilla de Cargadores del Señor de los Milagros", lo que constituye alcurnia negra en Lima.

Pensó en dedicarle una canción, y al evidenciar que en su cabellera ya peinaba canas, pudo captar un rubor en las mejillas de aquel fino rostro, surgiendo así los versos de "jazmines en el pelo" y "rosas en la cara"; al momento que la musa se despedía diciéndole "Niña, me voy caminando a mi casa", lo que indujo a la artista a imaginar su andar garboso y elegante "por la vereda que se estremece al ritmo de su cadera" para dirigirse a su barrio en el Rímac, cruzando el río Hablador por el viejo Puente de Palo a fin de llegar a la Alameda del Tajamar, en la zona donde hoy se levanta el moderno puente de Santa Rosa, al final de la avenida Tacna.

Este recorrido imaginario lo enlazó con el estribillo motivador del Dr. Porras Barrenechea que sin cesar bullía febrilmente en su mente creadora. Aquella noche, su inspirada pluma compuso la mayor parte de la famosa canción, que fue afinando en los días posteriores.


El gran toque final de la obra, surgió ya en 1950, cuando invitada por el maestro Oscar Aviles acudió a una serenata por el cumpleaños de Don José Moreno Alarcón en su departamento de la Plaza Dos de Mayo, donde en plena tertulia al abrir la ventana del balcón y contemplar desde allí el cielo, extendió sus brazos y exclamó estentóreamente "¡Déjame que te cuente limeño!", descubriendo emocionada lo que tanto buscaba, para inmediatamente añadir "esta es la frase que le faltaba a mi vals para que quedara terminado".

Durante una entrevista realizada por Marina Navasal en Santiago de Chile en 1959, la propia Chabuca se refirió a su composición diciendo: "En cuanto al comienzo, la frase "¡Déjame que te cuente limeño!", es una expresión muy nuestra que se usa en todos los diálogos. El "¡Déjame que te cuente!", es una llamada impaciente al interlocutor que no deja de hablar, porque todos los limeños hablamos al mismo tiempo".

Y en otra parte señaló :"Yo escribí un llamado al limeño moderno para que proteja lo que queda de la capital, para que no permita que se destruyan sus puentes, sus casas, sus recuerdos; que atesore lo antiguo y lo respete".

Ella consignó como fecha final de su obra el 7 de enero de 1950 y se la cantó por primera vez a Victoria Angulo el día de su cumpleaños, el 21 de julio de ese año. Chabuca Granda nunca dio oficialmente a cantar su obra "LA FLOR DE LA CANELA", sino que entre quienes acudían a su casa y tuvieron oportunidad de escucharla, aquellos que la aprendieron fueron difundiéndola de boca en boca.

Existe controversia sobre si fue estrenada por "Los Morochucos" o por "Los Trovadores del Perú". A ellos les correspondió llevarla al disco, pero no alcanzó mucho éxito, quizás, porque aquella grabación inicial no fue de las mejores y no permitió entender muy bien la letra. El propio Alejandro Cortez, primera voz de "Los Morochucos" en cierta ocasión que se encontraba internado en el Hospital Dos de Mayo, recibió la visita de "Los Chamas" y fue en ese nosocomio donde les enseñó la letra y la música. Ellos se interesaron en la canción y la volvieron a llevar al disco en 1956, convirtiéndola en uno de sus éxitos y logrando popularizarla.

Cuando vino a Lima un dúo chileno con arpa y guitarra que se llamaba "Rey Silva", la incorporó a su repertorio, llevándola a Chile y a otros países. Su éxito fue grandioso en el vecino país del sur, parece ser que "Los Huasos Quinteros" fueron los primeros en grabarla. Luego, Antonio Prieto la llevó a Colombia, Sonia y Miriam a México, el maestro Bianchi hizo una orquestación elegantísima y Anibal Troilo la introdujo en Argentina.

"LA FLOR DE LA CANELA" se internacionalizó, recorrió América, llegó a Europa y se conoció en lodo el orbe. Alcanzó lugar de privilegio se convirtió en la representante obligada del Perú, como lo son "Alma Llanera" para Venezuela, "Recuerdos de Ipacarai" para Paraguay, "Si vas para Chile" para los hermanos del sur y algunas mas que alcanzaron el privilegio de simbolizar a su país de origen. Cuando regresó a Perú desde otros confines, ratificó su éxito indiscutible y es reconocida como uno de los orgullos nacionales de interpretación obligada de nuestro acervo popular.

"LA FLOR DE LA CANELA" incluso ha sido traducida a varios idiomas y su versión lírica interpretada por grandes divos de la ópera, como Placido Domingo y el peruano Ernesto Palacios.

Preguntada sobre a qué atribuía el éxito mundial de "LA FLOR DE LA CANELA", nuestra genial compositora contestó. "Los gitanos del mundo entero tienen culto supersticioso por la canela y es posible que ella haya dado suerte a mi canción. Además en todas las ciudades hay un puente, un río y una alameda. Pero, si la explicación anterior no le satisface, debo confesar que a mí tampoco lo hace".

Aún cuando "LA FLOR DE LA CANELA" constituye uno de los más grandes éxitos de Chabuca Granda, alguna vez ella la tildó de "adefesiera", pero siempre reconoció que gracias a ella consiguió entrar en la historia.

Cuando el 29 de enero de 1976 la Municipalidad de Lima le concedió un diploma, se apresuró a acudir a la casa de Victoria Angulo Castillo de Loyola y se lo entregó junto con un ramo de flores y una tarjeta escrita de su puño y letra en que le decía : "Victoria queridísima, yo soy la popular, pero tú eres la importante".

Y en una entrevista televisada en 1983 para el canal 4 en Lima, declaró :"Esta canción a la que todo debo, la hice para Victoria Angulo, señora limeña de fina raza negra, por quien lima tendría que alfombrarse para que ella la paseara de nuevo. A ella y desde ella, esta canción como un ínfimo homenaje a esta admirable raza que nos devuelve con ritmo, con sonrisa y con bondad, los hasta ahora incomprensibles años de injuria de la esclavitud, lo que la historia aún no ha calificado. Esta es mi Flor de la Canela".

Para finalizar, queremos expresar nuestro agradecimiento a la Sra. Teresa Fuller, hija de Chabuca Granda, por habernos facilitado la información que hemos tratado de recopilar en esta modesta nota dedicada a los CINCUENTA AÑOS DE "LA FLOR DE LA CANELA". 

________________________

arriba

* Médico cirujano, director del centro cultural y académico upch.


Tabla de contenido