MICHAEL HAGNER: Homo cerebralis.
Der Wandel vom Seelenorgan zum Gehirn (El hombre cerebral. La transformation del
(5rgano del alma al cerebro).- Un volumen de 385 paginas.- Insel Verlag,
Frankfurt am Main y Leipzig, 2000.
Michael Hagner, en la actualidad ubicado
en el Max Planck Institut für Wissenschaftsgeschichte (Berlín, Alemania Federal), nos
entrega con este fascinante y al mismo tiempo riguroso libro, un estudio histórico de las
ideas acerca del cerebro y su funcionamiento, iniciando con René Descartes.
La perspectiva de este libro es amplia; no se limita a un recuento de carácter
cronológico de la marcha de la ciencia en el conocimiento del cerebro. Por el contrario,
el autor enmarca el interés por el cerebro y su significado para la vida psicológica en
el contexto filosófico y cultural de cada época. Se trata, no es exagerado decirlo, de
una historia cultural de la neurología y de la neuropsicología con énfasis en lo
ocurrido en Francia y en Alemania, que fueron los escenarios del origen de ambas
especialidades.
Dividido en ocho capítulos, Homo cerebralis comienza con uno dedicado a la historia de la
sede del alma ("Zur Geschichte des Seelenorgans im 17. und 18. Jahrhunderts"),
que va desde mediados del siglo XVII hasta fines del XVIII. En el comienzo de este periodo
Hagner escribe: "está el dualismo cuepo-alma de Descartes, el cual a pesar de los
numerosos cuestionamientos permanece como el irreductible marco de referencia para toda
esta época; al final se encuentra una concepción más bien vaga, expresada por
diferentes formas, de la sede del alma, cuya única fortaleza estriba aún hoy en haber
dado un punto de referencia común para la medicina y la filosofía".
En esa época, los anatomistas llevaron a cabo preparados de una gran cantidad de
estructuras cerebrales, que creían que podían ser consideradas como el órgano del alma.
Contribuyó a esto el establecimiento de las disecciones de los animales.
Sin embargo, sería Franz Joseph Gall quien habría de desarrollar todo un nuevo programa
de investigación, basado en la suposición que en la corteza cerebral existían órganos
diferentes, autónomos pero funcionalmente vinculados. Lo que le ha valido ser considerado
como el fundador de la teoría de las localizaciones de la moderna investigación
cerebral. El descrédito de Gall provino de su teoría, que planteaba que a través de las
anfractuosidades cerebrales se podían ubicar áreas responsables de funciones
específicas, una teoría que después se desvinculó con su creador, pero que dañó su
prestigio.
Hagner avanza en su obra tratando acerca de la reacción de la comunidad científica
europea a las ideas de Gall. "Antes que Gall publicara en absoluto su primer gran
trabajo, ya se encontraba en el medio de una gran polémica. Esto se debió en buena
medida al hecho de que él hizo de su doctrina un acontecimiento público. En lugar de
publicar un libro, Gall dictó clases en Viena, dirigidas no sólo a los estudiantes y
médicos, sino también a la nobleza y a la burguesía educada. La prohibición de dar
clases y el viaje de demostración a través de Alemania entre 1805 y 1807, que lo
llevaron - entre otras ciudades - a Berlín, Gottinga, Jena, Halle y Heidelberg. Las
conferencias, para las cuales se cobró entrada, eran todo un espectáculo, en el cual
Gall hacía cortes de cerebros, tocando además la cabeza de los asistentes. El cerebro se
convirtió así en el objeto de discusión pública, que no era tratado de modo exclusivo
en libros o detrás de las puertas cerradas de una academia o de un salón de clase
universitaria.
Obviamente, no sólo Gall es tratado en Homo cerebralis. Flourens, Magendie, Broca,
Griesinger, Müller, entre otros, reciben adecuada mención, siempre ponderada y enterada
a la vez.
El libro de Hagner a mi parecer es fascinante y es de esperar una traducción castellana
de él.
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