Discusión
...cuando estemos acostumbrados a temer como el mayor deshonor, el reproche de haber
alterado un poco, aun inocentemente, nuestros resultados... Se seleccionó a
propósito esta postura de Poincaré4 como summa de este experimento, que se
halla inscrito en su obra intitulada La morale et la science que apareció en el mercado
en 1910. Allí, donde, además advirtió categóricamente que si se dejara actuar a los
sabios, pronto desaparecería la moral. Con esta actitud se comprende ahora el
comportamiento de Poincaré con respecto a favorecer en 1904, con su voto, el premio
Leconte a René Blodlot, descubridor de los supuestos rayos N. No obstante, Poincaré,
expresó Trocchio3, con extrema prudencia, volvió a escribir la declaración
oficial del premio, reduciendo a unas pocas líneas lo referente a los rayos N. Logrando
así, en parte, evitar que la ciencia francesa hiciera el ridículo. Así, lo expuesto por
Poincaré en relación con que a menudo, sin que lo sepamos, nuestras aspiraciones más
nobles se encuentran así ligadas a los principios más rancios y ridículos, logró
justificar la inclinación de la balanza para Blodlot, y no únicamente por ser ambos
originarios de Nancy, como lo marcó Trocchio3, sino que también pudo haber
reconocido en Blodlot algo de adivinador, al referirse que detrás de lo que la ciencia
nos muestra de grande, nos hace adivinar algo más grandioso todavía y esa ilusión es
demasiado tenaz para ser disipada por algunos razonamientos, terminó, así, reflexionando
Poincaré, después de haber firmado su decisión.
La farragosa narración relacionada con la distimia, concierne a la pugna que existe tanto
entre los psiquiatras, como dentro de la psiquiatría misma. Considerando el primer
aspecto, Paykel21, inició su disertación afirmando que en la medicina
general, las alteraciones pueden ser definidas a dos niveles: 1. El síndrome, o
constelación de síntomas con un núcleo fisiopatológico común. 2. La enfermedad, con
una sola causa predominante, se halla ligada a otros factores predisponentes y
participantes. En la medicina general cada padecimiento es considerado como si tuviera una
especifica y bien definida etiología, patología, cuadro clínico y tratamiento. Para
aislar los padecimientos se procede, primero, separando los síndromes con base en los
hechos clínicos, para luego indagar acerca de los mecanismos patológicos y las causas
subyacentes. Una vez diagnosticado en forma correcta el paciente, es factible envolverlo
con mayor información proveniente del cuerpo general del conocimiento de la medicina, que
se halla relacionado con la causa, pronóstico y tratamiento.
Ahora bien, la psiquiatría como una rama de la medicina general, en contraste con
aquella, únicamente logra satisfacer en forma limitada los requerimientos de los modelos
de la medicina general para desarrollar su nosología. Esto se debe a que ha sido muy
difícil aislar en forma precisa los padecimientos mediante una unificada etiología,
patología, manifestaciones clínicas y tratamiento. Verbigracia, los linderos entre y
dentro de los padecimientos psiquiátricos, por ejemplo, son tenues y los casos mixtos son
comunes. Por lo que, la distimia como entidad nosológica, no es sostenible, ya que las
alteraciones psiquiátricas tienen una mayor correspondencia con los síndromes, definidos
en términos de síntomas - o traducidos como ítems de algún instrumento diagnostico -
con etiologías múltiples, que con las enfermedades. Así, las categorías diagnósticas
más finas expresadas como subtipos psicopatológicos - o modalidades diagnósticas -,
como por ejemplo del alcoholismo, han emergido sin una división clara y precisa. Este
problema se halla circunscrito en separar los grupos con base en un único criterio de
división claro y a partir de aquel, demostrar otras diferencias entre esos grupos. Sin
embargo, en la psiquiatría no se cuenta con ese único criterio claro de división.
Posiblemente, ni exista un único criterio, debido a que en la psiquiatría la etiología
multifactorial es lo común, hasta en cada uno de los casos individuales. Por lo tanto,
sugirió Paykel21, que sería necesario implantar las técnicas estadísticas
multivariadas. Debido a las dificultades de establecer una taxonomía psiquiátrica clara,
existen dos escuelas psiquiátricas, que carecen de cualquier vínculo de comunicación
entre ellas: la psiquiatría estadística y la clínica. Esta incomunicación concierne a
dos diferencias básicas. Por ejemplo, mientras que la psiquiatría estadística se basa
en las relaciones lineales multifactoriales, la psiquiatría clínica se fundamenta en la
integración dinámica de los síntomas para constituir las entidades diagnósticas. Esta
última inspiró a Kraepelin81 para desarrollar la taxonomía psiquiátrica.
Luego entonces, la distimia, al parecer, es un padecimiento estadístico y no clínico,
por lo que los fármacos indicados deberán ser administrados a aquél y no a ése.
Lo descrito en 1981 por Paykel21, a propósito de las
"psiquiatrías", corresponde a una posición obsoleta, debido a que desde 1973
Shainberg58 arguyó que la enfermedad mental, que aparece como caótica era,
desde esa época, lo opuesto. Por ejemplo, desde 1986, los padecimientos mentales como la
esquizofrenia82 y la enfermedad maníaco depresiva58, especialmente
aquella con ciclos rápidos83 fueron considerados como padecimientos
dinámicos, rescatando con ello, la esencia de la psiquiatría clínica. Por ello, los
fisiólogos empezaron a concebir el caos como la salud. Verbigracia, un organismo
saludable posee un atractor extraño y es un atractor extraño58.
Formalmente, tanto el sistema taxonómico médico como el psiquiátrico descrito por
Paykel21 usan ecuaciones resolutivas, donde los signos y síntomas son simple y
directamente relacionadas82. Se trata de un sistema en el cual las alteraciones
en un estado inicial de la clasificación estarían sujetas a alteraciones proporcionales
en cualquier situación taxonómica subsecuente84. Este sistema taxonómico
propuesto por Paykel21 tiene la virtud de que las relaciones entre los signos y
síntomas pueden representarse con una línea recta en la representación gráfica del
diagnóstico. Este sistema también permite separar los elementos de la taxa y
posteriormente juntarlos nuevamente, los elementos de la taxa se vuelven a sumar
sencillamente82. La linealidad del sistema taxonómico diagnóstico o
estadístico se halla, asimismo, directamente asociado con el determinismo, doctrina que
sostiene que la taxa diagnóstica está totalmente determinada por las causas previas
antes que ser influenciado por factores azarosos e inclusive hasta por la intervención
del libre deseo85, como, por ejemplo, la libertad de consumir o no bebidas
alcohólicas. Esto indica que la taxonomía diagnóstica esta gobernada por un cúmulo de
reglas lineales, por lo que desde cualquier estado inicial particular de la taxonomía,
únicamente es capaz de generar una y sólo una secuencia de estados de clasificación
futuros86. En consecuencia, mediante la taxonomía es imposible predecir el
comportamiento del taxón dentro de la taxa84. La linealidad y el determinismo
se encuentran estrechamente ligados al reduccionismo, donde el diagnóstico como un todo
es precisamente igual a la suma o ensamble de las partes87. Verbigracia, a
través de la propuesta taxonómica reduccionista, las clasificaciones complejas, como la
de los padecimientos mentales21, son examinadas con respecto a sus componentes
más simples, que además son vinculados con la aplicación de simples reglas-leyes88.
La interacción de estos tres componentes, señala que este tipo de sistema taxonómico,
al operar a través de la confabulación y el automatismo, evidentemente no es una taxa
abierta82 en el sentido impregnado por von Bertalanffy89 y
Gutiérrez90.
Con el propósito de ilustrar lo previamente descrito, decidí traducir al español el
efecto que presentó la aplicación de los principios de la taxonomía numérica53
sobre la escala diagnóstica del Test de Alcoholismo Chiba (TACH)91, que fue
examinado, bajo la tutela de González y Arce92, mediante la adaptación de la
ecuación diferencial no lineal de segundo orden de Duffing93. La Figura 3 fue
diseñada para demostrar el aspecto dinámico del diagnóstico que se halla oculto por el
esquema rígido de la formación de grupos diagnósticos.
FIGURA 3
REPRESENTACIÓN LINEAL Y NO LINEAL DE LAS TRES MODALIDADES DIAGNÓSTICAS DEL TEST DE
ALCOHOLISMO CHIBA (TACH) |
Análisis cluster (AC)77,94-101 |
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Ecuación de Duffing (DE)88,93,102 |
|
Imágenes de control |
Figura 3a. Estructura típica
de la taxonomia lineal |
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Figura 3b. Esquema típico de
la fase y mapa de Duffing, cuando g=0.3; r=1.0; w=2.0102 |
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Comportamiento dinámico de
las distancias entre los tres centros finales de los tres taxón (figura 3a) |
Figura 3c.
Mapa de Poincaré |
|
Figura 3d.
Clusters I
II
II
I
g=1.296 r=1.878
II
w=1.222 |
|
La recomendación de Paykel21
de implantar los procedimientos multivariados en el acto de clasificar las entidades
diagnósticas, en este caso, la integración de las n taxa comprendidas en la escala de
rangos del diagnóstico lineal del TACH91 fue integrada con base en los
principios de la taxonomía numérica22. No obstante, para demostrar la
diferencia cualitativa entre una taxonomía lineal y dinámica, la Figura 3 corresponde
únicamente al segundo de los cinco pasos que integran la taxonomía escalonada propuesta
por Sokal y Sneath22 debido a que esta parte de la discusión relacionada con
la supuesta distimia como entidad nosológica independiente, está focalizada a demostrar
que las múltiples clasificaciones estadísticas de los padecimientos mentales18,19
corresponden también a un fraude científico. La Figura 3, por lo tanto, demuestra la
presencia de la incomunicación planteada por Paykel21 entre la psiquiatría
estadística y clínica. Sin embargo, se demostró que esta diferencia es cualitativa a
través de la siguiente interpretación. Los 89 japoneses medidos con los seis ítems del
TACH91 fueron clasificados únicamente en tres taxón diagnósticos, que fueron
diferenciados mediante el algoritmo de Ward99: El taxón 1, expuesto en la
Figura 3a, agrupó a 45 pacientes como no alcohólicos, el taxón 2 abarcó a 29
sospechosos de alcoholismo, mientras que 15 alcohólicos integraron el tercer taxón.
Con el propósito de examinar el comportamiento taxonómico, exhibido en la Figura 3a, a
través de un retrato de la fase para un plano con tres taxa, se adaptó la vibración
mecánica de la ecuación de Duffing88,93,102. Cada taxón o cluster fue
operacionalizado66 como un parámetro de bifurcación (Figura 3, columna (DE))
y las distancias entre los centros de los taxón finales fueron operacionalizadas66
considerando la fuerza de la clasificación (Cf. Vx en Figura 3 (DE)). Para
demostrar el comportamiento típico que emerge de la ecuación de Duffing88,93,102,
la Figura 1b corresponde a los parámetros dados por el programa desarrollado por Harold102
y representa el retrato de un oscilador inarmónico102 o un caso de
integración vigorosa, debido a que la acción de Vx>0 produjo una compacta
fase de trayectorias concéntricas. Mientras que la Figura 3d presenta el caso de una
integración suave de taxón diagnósticos, debido al impacto de Vx<021
por lo que la respuesta de x es también reducida. Este efecto corresponde a la linealidad
subyacente a la medición de las distancias entre los centros de los grupos diagnósticos104.
La diferencia se hace ostensible, cuando se compara la Figura 3d con la Figura 3a, que se
originó con los parámetros originales implantados en el programa respectivo104,
se observan amplitudes r de gran tamaño, la presencia del término Vx en la
ecuación diferencial de segundo orden se hace significativa y la respectiva curva de
respuesta desarrolla una asimetría pronunciada104. Esta deformación no puede
observarse en las trayectorias simétricas de la Figura 3d. Sin embargo, cuando se usó la
representación gráfica para hacer un mapa de las condiciones iniciales para establecer
la convergencia de cada atractor de los tres taxón, la Figura 3c representa un aspecto
similar al de un mapa poincariano con un oscilador inarmónico103 pero
introducido al procedimiento lineal taxonómico22. Por ejemplo, las regiones
amarillas, azul obscuras y claras en la Figura 3c tienen una correspondencia con aquellos
valores que muestran un comportamiento taxonómico estable, mientras que las regiones
rojas están señalando la formación de un agrupamiento caótico105. La Figura
3c también es un ejemplo de bordes diagnósticos complejos, probablemente fractales,
entre las bases de atracción de los tres atractores diagnósticos en competencia106.
La región amarilla esta compuesta por un cúmulo de puntos que atracan en el atractor
sano, que se halla representada en la Figura 3a como el primer taxón del no-alcoholismo.
Las regiones azul obscuras y claras, que representan los diagnósticos de sospecha de
alcoholismo y alcoholismo respectivamente (Cf. taxón 2 y 3 en la Figura 3a), perdieron su
capacidad de atracar, presentando, por ello, un comportamiento más o menos lineal. En un
cierto instante, los elementos fronterizos entre el no-alcoholismo, sospecha de
alcoholismo y alcoholismo, debido a los inadecuados hábitos de ingerir bebidas
alcohólicas, tienden a hacer contacto con el atractor sano - no-alcoholismo -, e
inclusive a invadirlo106. Considerando que los bordes diagnósticos
fundamentales entre las regiones amarilla, azul oscura y clara llegan a tal complejidad
que no es posible realizar una predicción detallada, especialmente en aquellos pacientes
japoneses que buscaron su salida a través de las trayectorias marcadas por la sospecha de
alcoholismo y alcoholismo. Esta descripción traducida al lenguaje médico llano señala,
en forma semejante como lo haría un psiquiatra clínico, que no existen fronteras
precisas entre el no-alcoholismo, la sospecha y el alcoholismo, lo que impide establecer
alguna predicción precisa, debido a que se trata de un padecimiento altamente azaroso. La
insistencia en este ejemplo se debe a que mediante el apoyo de las matemáticas fractales107
es factible rescatar el ser-ó estar-enfermo-en-el-mundo68.
Por lo tanto, los psiquiatras estadísticos están corrompidos por la linealidad,
determinismo y reduccionismo, ya que desde el inicio de la década de los ochenta se
había demostrado lo incorrecto de la descripción exponencial estándar de los aparatos y
sistemas corporales82,107. Además de que los modelos fisiológicos
convencionales de la contracción, absorción, excreción habían efectuado
generalizaciones erróneas, por lo que fueron sustituidos por las matemáticas no
lineales, debido a que los objetos dinámicos, como el diagnóstico, son generalmente
contraintuitivos y topológicamente dinámicos (Figuras 3b-c). La literatura examinada
señala que los aparatos y sistemas se hallan controladas por una extensa organización
fractal, como por ejemplo, el sistema nervioso, biliar, bronquial, circulatorio,
linfático, muscular y urinario así como la red neuronal, la de His-Purkinje y de los
vasos sanguíneos82-84,87,105,107-109. Acheson104 también
desarrolló un modelo epidémico no lineal. La Figura 3a, asimismo, demostró que la
descripción taxonómica estándar de los rangos concernientes a la escala diagnóstica
del TACH93 es totalmente falsa; debido a que la descripción fractal adecuó
los datos hacia el diagnóstico de tipo clínico (Figura 3b-c)82.
Con el afán de sintetizar el florido contenido del Cuadro 1, se utilizó el estudio de la
"Lebenswelt"74, que permitió establecer que el ente o el "ser
ahí" como "engañótico" es, también, aquello que somos nosotros mismos y
la manera de serlo, ya que la verdad es quien hace posible toda "suposición"110.
Por lo que la conciencia moral se manifiesta en forma individual y única y para la
psiquiatría, es siempre personal y subjetiva68. Es aquí, en este preciso
punto de atracción, que se puede detectar el atractor de la conciencia moral sana o al
menos que se da en un científico sano, que supone siempre la libre decisión. Por lo que
al ser ésta, la única conciencia moral genuina, las figuras tipificadas en el Cuadro 1
como de fraude, falsificación y plagio, deberán abandonar el terreno original
concerniente a la conciencia moral colectiva, y entrar en el contexto de la conciencia
moral afectada patológicamente, por lo que esas conductas suponen siempre una
"decisión" patológica. Es decir, hablando en el plan personal, el científico
tiene que enfrentarse a una decisión. Esta decisión es con frecuencia una elección
entre dos o más deberes en conflicto. A veces, el conflicto se resolverá en una acción
bien definida y bien conciente; a veces, será una omisión, un dejar de actuar o de
hacer, lo que cuente68. Y cuando se ha escogido -decidido por- uno, no existe
la seguridad de que la conciencia moral no sufra en nombre del que ha sido sacrificado2.
Se descubre aquí, que los términos de fraude, falsificación y plagio (Cf. Cuadro 1) se
habían confabulado para ocultar el eidos110 concerniente al conflicto de la
conciencia moral con los demás elementos de la personalidad2. Luego entonces,
bajo el amparo de la psiquiatría clínica, este experimento, al abandonar aquí el
terreno de la estadística, se convirtió en la epidemiología del drama bíblico de la
lucha de Jacob con el ángel, ya que a esos científicos exhibidos en el Cuadro 1 nada se
les impuso desde el exterior, los reglamentos sociales no aparecieron en este drama
interno poderoso en que se enfrentan las fuerzas gigantescas de la naturaleza. Y para que
la generosidad y la conciencia moral venzan se requiere casi un milagro2.
Sin embargo, la información dispuesta en el Cuadro 1 se halla muy distante de reflejar
ese "¡sufrimiento moral terrible!" esperado por Baruk2. No, el
contenido del Cuadro 1 es plano y sencillo. Sin embargo, estadísticamente hablando, la
cuarta columna contiene una figura interesante, la del "fraudbuster", que
aparece en escena al inicio de la década de los ochenta con las diversas acciones
promovidas por Ned Feder y Walter Stewart3, cobrando vigencia el sesgo
implícito en la conciencia moral colectiva. Este sesgo se implantó en 1620 por los
colonizadores Mayflower que se establecieron en la colonia de Plymounth111.
Esta moral "pilgrim" fue actualizada en 1876 por Félix Adler, alegando que la
moral colectiva no requiere estar fundamentada por dogmas religiosos o filosóficos, sino
por la cultura ética que buscaría promover el bienestar social a través del esfuerzo
comunitario111. Considerando que toda moral colectiva trae consigo una
ideología, la cual condiciona las actitudes de sus practicantes e influye en su
comportamiento112, entonces se comprende la inflación de eventos de esta
naturaleza y el riesgo de summum moralis, summa amoralia, es decir, que se conjure el
drama, donde los que más hablan de moral son los más inmorales2.
La tendencia de los aspectos meramente numéricos de la engañótica se inclinan por
exhibir una epidemia, precisamente allí, donde se originó esa singular moral colectiva
puritana. De ahí la utilidad de este experimento, porque funge como agente preventivo
para que los científicos hispanoamericanos restrinjan su casi incondicionalidad por ese
mercado de resultados, ya que se eleva el riesgo de la complicidad con la engañótica.
El Cuadro 1, dispuesto en el Anexo, debe de considerarse como un sistema abierto89,90,
con el propósito de permitir tanto la exclusión de engañóticos erróneamente
clasificados, como la ampliación u otra modificación en el fondo y la forma,
gestálticamente hablando6, por parte de los lectores, que podrán enviar la
documentación correspondiente a la dirección del autor con el propósito de incluirlos
en alguna próxima publicación, obviamente con el crédito académico correspondiente.
Conclusión
Lo denso del texto, afortunadamente se complementó con una resolución bastante útil
para el libre desarrollo de la ciencia y anexas. Salvo tres científicos - Vishwa Jit
Gupta (Cuadro 1, supraíndices102,110, John Roland Darsee (Cuadro 1,
supraíndice81) y Roberto Gallo (Cuadro 1) - que mostraron un comportamiento
francamente patológico, en los restantes 48 únicamente se detectó una derrota durante
la lucha de Jacob con el ángel. Se demostró que los diversos procedimientos lineales
empleados para examinar las diferentes expresiones numéricas de la engañótica
sugirieron la presencia de un complejo comportamiento de los actores, que deberá ser
desenmascarado mediante la implantación de las matemáticas fractales. Y se supone, bajo
ese paradigma, que una moral individual sana tendría el comportamiento de un atractor,
mientras que las trayectorias de esta en los tres científicos mencionados, habrían
perdido la capacidad de atractar.
Zusammenfassung
Die Ausprägungen des Wissenchaftsbetruges wurde mittelns eines Zeitreihenansatzes vom
Jahr 346 v.u.Z. bis zum Jahr 1990 n.u.Z. gemessen. Mit die Literaturangaben wurde es
möglich die Vorhersage, ernstens bis zum Jahre 2000 und später bis zum Jahre 2025 zu
erreichen. Während dieses Zeitraumes von 2,336 Jahren konnten 51 Wisseschaftsbetruge
festgestellt wurden. Das entsprechende Risiko erreichte 2.2 Wisseschaftsbetruge auf jede
100 Jahre und erlitt einen Zuwachs bis auf 10.9, nachdem diese Zeitspanne in fünf
geschichtliche Zeitabschnitte aufgespaltet wurde. Um die Zerstreuung dieser Erscheinung
einzuschränken, wurde nur ein Zufallsjahr ausgewählt. Während 1974, begangen fünf
Wissenchftler einen Betrug, was ein Auftretten von 2.7/100,000 Wissenschaftler ausmacht.
Dieses Risiko zeigte eine exponentielle Erhöhung bis zu 21/ 100,000 Wissenchaftler,
nachdem in dieser Schätzung die Betrugssversuche sowie die zutreffende Dukelziffern
miteinbezogen wurden. Diese Hinzufügungen wurden anhand der Verstellungs- bzw.
Ähnlichkeitsgrundregeln berechnet. Nachdem diese zutreffende Bestimmungsgrösse
festgehalten wurden, erhöhte sich diese Betrugsinzidenz bis auf 140/100,000
Spitzenwissenchaftler. Festgestellt wurde es auch, dass für jede Betrugsentdeckung, drei
unbekannt blieben. Diese Zeitspanne zeigte eine allmähliche Betrugszunahme, die sich bis
zum Jahre 2000 beständigt hat und nachdem zeigte sich einen beständigen Abstieg bis zum
Jahre 2025. In der sogennaten Gruppe der Sieben, erwies sich auch einen gerade
verhältnismässigen Zusammenhang zwischen der Verdoppelung des Indikators für
Wissenchaftstragungen und Erprobensentwicklung und eine Verdoppelung der allgemeinen
Wissenchaftsbevölkerung, sowie eine Verdopplung der Wissenschftsbetruge und Betrugsjäger
-fraudbusters-. Darum zeigte die Betrugsgliedrung eine enge Korrelation zwischen den
verschiedenen Wissenschaftsschauspielern. Diese Ergebnisse verleihen, erstens, eine
empirische Unterstützung zu solchen Verfassern, die dieses betrügerisches Verhalten mit
der Diktatur der mittelmässigen Wissenschaftler zusammengesetzt haben. Zweitens, auch zu
diejenigen, die dieses Verhalten mit der bedeutsame Begenheit des eigentümlich sittliches
Gewissen zusammengestellt haben. Um dieses Verhalten einzuschränken, wurden einige ganz
einfältige anwendbare Verhütungsmassnahmen vorgeschlagen.
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