Aplicaciones de los hidroxiácidos en dermatología cosmética Betty Sandoval (1) (1) Servicio de Dermatología del Hospital de Emergencia Grau Essalud
Los hidroxiácidos, incorporados en una serie de productos para el cuidado de la piel, son una familia de compuestos constituidos por: Alfahidroxiácidos (AHA)
Son los más representativos dentro de los hidroxiácidos. Son ácidos carboxílicos orgánicos, constituidos por un grupo hidróxido en la posición alfa. La naturaleza linear alifática de la estructura de los AHA influye en su solubilidad en el agua dándoles la característica hidrofílica. Dentro de los alfahidroxiácidos tenemos: Ac. glicólico, monocarboxílico
presente en la caña de azúcar. Los de mayor uso en dermatología son el ácido láctico y el ácido glicólico. Los alfahidroxiácidos no pueden exfoliar en las áreas aceitosas de la cara, como el centro de la frente, nariz y barbilla, su actividad en el tratamiento del acné no es tan grande y cuando lo utilizamos, como en el peeling, en individuos con piel muy grasosa es importante desengrasar la piel completamente para obtener beneficios óptimos. En el tratamiento del acné lo usamos en concentraciones al 2% o menos y, recientemente, en altas concentraciones lo utilizamos para peeling químico por su acción exfoliante.
LOS BETAHIDROXIÁCIDOS El único representante de los betahidroxiácidos es el ácido salicílico, que es un ácido carboxílico aromático orgánico con un grupo hidróxido en la posición Beta. El ácido salicílico es único entre los hidroxiácidos ya que puede ingresar en el medio de la unidad sebácea, induciendo la exfoliación en las áreas grasosas de la cara. Por esta razón se ha recomendado durante años, por los dermatólogos, como un comedolítico. También es un excelente queratolítico cuando se usa a altas concentraciones. LOS HIDROXIÁCIDOS EN COMBINACIÓN Se ha observado que si se mezcla los hidroxiácidos (AHA y BHA) no ofrecen los beneficios máximos esperados, en relación a si se usan solos. Actualmente se está combinando 3 hidroxiácidos, creándose los trihidroxiácidos (THA) o ácidos de fruta triples. Por ejemplo, el ácido glicólico (monocarboxílico) se combina con el ácido málico (dicarboxílico) y el ácido cítrico (tricarboxílico). Mientras estas combinaciones parecen buenas, no hay datos disponibles para demostrar el valor de los cócteles de ácidos alfahidroxiácidos. LOS POLIHIDROXIÁCIDOS Son químicamente similares a los AHA, pero son de peso molecular más grande, limitando su penetración dérmica, por lo que exfolian sólo en la superficie, resultando menor la picazón, la quemadura y la irritación. Son recomendados para pacientes con rosácea o dermatitis atópica. Dentro de los polihidroxiácidos tenemos al ácido 2-hidroxioctanoico. Dentro de los hidroxiácidos, los alfahidroxiácidos tienen mayor aplicación en dermatología y el más representativo es el Ac. glicólico, al que me dedicaré con más detalle. Los AHA difieren en su estructura molecular (tabla II).
EL ÁCIDO GLICÓLICO Es un ácido orgánico natural no tóxico, no teratogénico, no fotosensibilizante, que se extrae de la caña de azúcar y cuyas características y beneficios para la piel están ampliamente demostrados. Su tamaño permite una mejor penetración en la piel. No se conoce toxicidad sistémica por absorción cutánea del ácido glicólico. Acciones del ácido glicólico En epidermis: penetra a través del estrato córneo y en el nivel de formación del mismo, compite con los enlaces iónicos que unen los corneocitos, disminuyendo su cohesión y originando un nuevo estrato córneo, una piel más saludable, elástica y flexible. A concentraciones altas produce epidermolisis, por lo que se utiliza para peeling químico cutáneo. En dermis: interviene en la biosíntesis de glicosaminoglicanos dérmicos y síntesis de colágeno, lo que explicaría la disminución de las arrugas finas. Uso clínico: Se emplea en piel seca, ictiosis, acné, manchas seniles, arrugas, psoriasis y otras condiciones que se acompañan de hiperqueratosis (verrugas planas, queratosis solares/seborreicas, etc.) El Ac. glicólico ha sido estudiado tanto en sus efectos clínicos como histológicos, y es importante que, para el buen uso del Ac. glicólico, debemos hacer un buen diagnóstico de la piel en la cual se va a utilizar (tipo, zona, patología, sensibilidad, etc.) para poder elegir el pH, la concentración, la base, las asociaciones, la frecuencia, la duración, etc., y así ofrecer el mejor tratamiento a nuestro paciente. Finalmente, creo que si no es la droga que soluciona todos los problemas dermatológicos, tampoco es un cosmético pasajero o de moda, más bien es un producto cosmecéutico y a veces médico, que los dermatólogos debemos manejar adecuadamente.
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