Folia Dermatológica
Peruana. Vol. 13 Nº 1
2002 |
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Dermofarmacia
EL AGUA: HIDRATACIÓN Y
HUMECTACIÓN DE LA PIEL REVISIÓN
Bertha Pareja (1)
(1)Farmacéutica Clínica- Profesora Emérita de la UNMSM
El agua es un componente normal del organismo de todos los seres vivos; está presente en la composición de todo lo que existe en la Naturaleza donde la encontramos bajo tres formas: el agua de constitución, la de humedad y la de cristalización en los sólidos. En referencia a la piel, nos interesa el agua de constitución, la cual conforme su nombre lo indica, es parte de la composición de todo el organismo; y, el agua de humedad, que es la que absorbe del medio que la rodea y cuyas variaciones en su contenido se reflejan de manera marcada en su aspecto exterior. Una piel hidratada e intacta es de aspecto juvenil, tersa, flexible y suave al tacto, ya que la buena apariencia está directamente relacionada con el grado de hidratación del estrato córneo (1).
De otro lado, la absorción de los principios activos administrados por la vía tópica, crece de manera significativa cuando aumenta la hidratación del estrato córneo, ya que el flujo de un gran número de éstos también aumenta. Sin embargo, en los sistemas de administración transepidermal, como por ejemplo los utilizados para la administración de algunos principios activos, como las hormonas, la insulina y otros, el control de la absorción se realiza por el mismo sistema, debido a que es un hecho conocido que, el estrato córneo, en condiciones normales, es una importante barrera para la permeación de ciertos medicamentos y otros xenobióticos (2).
De manera general las personas clasifican su piel en seca y grasosa, debido a que la eliminación de la grasa de la piel resulta en una sensación de sequedad. La sequedad de la piel es una condición que se observa aún en personas normales o saludables, debido a múltiples factores, tales como el régimen de vida, la alimentación y las actividades de trabajo. El contacto constante con detergentes o solventes orgánicos elimina los componentes lipídicos intercelulares, facilitando la pérdida del agua y todas las moléculas hidrosolubles que existen en condiciones normales, tornando la piel en áspera, escamosa y poco estética en su aspecto.
La cantidad de agua y grasa de la piel varía, también, debido a factores fisiológicos y patológicos.
Así, en condiciones normales, la edad y el sexo presentan diferencias significativas. En las mujeres, a partir de los 25 años, es muy frecuente la sequedad de la piel, especialmente en las extremidades inferiores, debido a la disminución de la excreción del sebo y del contenido de agua. La llamada xerosis senil es una manifestación de la pérdida de agua del estrato córneo y, consiguientemente, de los aminoácidos hidrosolubles. De otro lado, el tamaño de los corneositos aumenta a medida que disminuye su renovación, la cual está en función de la edad (2).
En condiciones normales, la pérdida de agua por evaporación a través del estrato córneo es significativamente menor en las personas de más edad que en las jóvenes, debido al menor funcionamiento de la piel envejecida. La disminución, tanto de la cantidad de sustancias hidrofílicas como del agua de tejido vivo, hidratado subyacente, da origen al resecamiento de la porción superficial de estrato córneo cuando éste está expuesto a un medio ambiente adverso, como es el caso de la calefacción o el aire acondicionado, que hacen que disminuya en forma significativa la humedad ambiental, la cual debe mantenerse, como mínimo, entre 20 % - 25 %. En ciertos casos patológicos, como en la dermatitis atópica, la piel se presenta seca aún en los pacientes que se recuperan, en los que se observa una significativa pérdida de agua por evaporación, debida al deficiente funcionamiento del estrato córneo como barrera, ya que éste contiene cantidades significativamente menores de aminoácidos y ceramidas hidrosolubles, por lo que no consigue retener el agua a pesar del aumento del aporte hídrico subyacente. En estas circunstancias, los corneocitos son de tamaño menor y el tiempo de renovación del estrato córneo en la xerosis atópica es mucho más corto que en las personas normales; así, en éstas es de solamente siete días, mientras que una de piel normal, es de catorce días (2). Cálculos simples demuestran que cerca de tres capas de corneocitos se descaman diariamente de la superficie de la piel afectada de xerosis atópica, mientras que en la piel normal de una sola capa, éstas tienden a desprenderse en bloques y no en células aisladas.
HIDRATACION Y HUMECTACION
Los conceptos de humectante e hidratante frecuentemente se confunden, por lo que algunos autores, como Maison de Navarre han revisado las publicaciones al respecto y presentan una definición bastante clara, la cual según el autor, fue establecida por Jacobi y está incluida en varios diccionarios como el Random House Dictionary, la cual es como sigue :
Humectante : Sustancia que absorbe o ayuda a otra a retener la humedad, por ejemplo la glicerina.
Hidratante: Sustancia que imparte o restaura el agua de la piel.
Según este autor el humectante juega un rol pasivo, mientras que el hidratante tiene un rol activo. Otros autores definen la humectación como un fenómeno externo, es decir, que se concreta al estrato córneo, mientras (4) que la hidratación restituirá el agua a las capas más profundas, es decir, el agua de constitución. Esto explica porqué en los casos severos de hidratación, como en ciertos casos patológicos, donde hay vómitos y diarreas, de manera particular en los niños, se administran sueros y soluciones de electrolitos, tanto por la vía inyectable como por la per- oral para restablecer el balance electrolítico normal (3).
En la hiperhidrosis generalizada, frecuente en un clima como el que tenemos en nuestro país, que se caracteriza por variaciones de temperatura que en verano puede llegar hasta los 35ºC y una humedad de 94% o más, se presenta sudoración intensa preferentemente en las palmas de las manos, la planta de los pies y las axilas. La hiperhidrosis también es habitual durante el embarazo y la menopausia, en síndromes endocrino metabólicos (3). Sus causas han sido explicadas de diferentes maneras. Algunos autores opinan que la sudoración intensa es una alteración del centro hipotalámico de regulación térmica; otros consideran que se debe a factores emocionales o a una hiperactividad del sistema nervioso central. También los ejercicios muy intensos y agotadores provocan una intensa sudoración.
En el tratamiento médico de la hiperhidrosis se utilizan varios medicamentos de acción local tales como el cloruro de aluminio, el permanganato de potasio, el formaldehído, el glutaraldehido y una serie de principios anticolinérgicos.
Contrariamente a lo que se cree, el sebo de la piel u otros elementos grasos que existen en ésta no son los responsables de su suavidad y flexibilidad sino otros factores como su contenido de agua. Blank y otros investigadores determinaron que en ese fenómeno están comprometidos un grupo de sustancias hidrosolubles e hidrofílicas a las que designaron como NMF (Natural Moisturizing Factor). Posteriormente, Jacobi patentó el método para purificarlo y Laden estableció la composición que hoy conocemos y que está en la mayoría de las publicaciones de la especialidad (Gráfico 1)(4)
:
GRÁFICO 1(5)(6) |
COMPOSICIÓN
DEL NMF
Aminoácidos
Ácido Pirrolidin Carboxílico
Lactato
Urea
NH3 (ácido úrico y otros)
Citrato
Na, K, Mg, PO4, Cl
Azúcares, ácidos orgánicos y meterial no identificado |
(%)
40.00
12.00
12.00
7.00
7.50
0.50
18.50
8.50 |
En cuanto al empleo de los humectantes e hidratantes, los primeros son productos que se pueden emplear de rutina para proteger la piel de los agresores externos y mantener la humedad del estrato córneo, de manera particular en países como el nuestro donde las variaciones del clima son marcadas y abundan los agresores externos. En cambio, los hidratantes necesitan la orientación del profesional especialista para determinar el grado de sequedad, sus causas y posibles consecuencias, para así establecer el tratamiento adecuado, el cual casi siempre implica el empleo de preparados de administración tópica, como cremas, pomadas o lociones, así como de medicamentos por otras vías como la inyectable o per-oral, así como un régimen alimenticio especial.
En lo referente a su composición, las preparaciones humectantes e hidratantes presentan diferencias significativas que es interesante conocer para orientar al paciente. Así por ejemplo, en las preparaciones humectantes siempre está presente un agente higroscópico como la glicerina o el propilenglicol u otros similares, mientras que en los hidratantes los principios activos incluidos son complejos, que se comercializan con nombres de patente como Hidroviton, Higroplex y varios otros, o de asociaciones de aminoácidos especiales, de lactato de sodio tamponado, úrea, alantoina, etc.
En cuanto al efecto de éstos, a veces se describe a los hidratantes como "emolientes"; sin embargo, los especialistas establecen diferencias entre estos dos, considerando como emolientes a los preparados que devuelven la flexibilidad a la piel, mientras que los hidratantes restituyen el agua de constitución perdida por diferentes causas
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