Alma Mater
2001; (20) : 57-70
COMPARACIÓN DE LÉXICO
TARASCO-QUECHUA
Stefen Liedtke*
DEFECTOS DE UNA FONOLOGÍA HISTÓRICA
Olmsted (1961) señala que Swadesh ha planteado la necesaria consecución de una fonología histórica que proporcione los presupuestos básicos para la demostración de una relación genética en la comparación de lenguas. Hay que apoyarse en el material de base, para así no basarse más en correspondencias fonéticas regulares sino en una "regla de semejanza" (crítica a esto, por
ej., en Dyen 1960). Evaluando las semejanzas formales nos basamos, consecuentemente, en la intuición, no en la reconstrucción
(cf. Bynon 1981: 259). De modo semejante, Key (1979: 15) califica de "simple inspección" al método de comparación léxica de Swadesh y
Greenberg.
[Swadesh] clings to the notion that statistical procedures can somewhat compensate for the omission of historical analysis ...
En cualquier caso, vale:
no statistical results deriving from a procedure that uses cognates as data
can be any more accurate than the method of judging cognacy (Olmsted 1961:
10).
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Ejemplo:
Investigación del material de base de la comparación léxico-estadística
entre el tarasco y el quechua
La datación léxico-estadística (glotocronología) entre dos o más
lenguas y las conclusiones etno-gráficas derivadas son en el mejor de los
casos tan buenas como el material comparado que le sirve de base. En lo que
sigue, el material de base que Swadesh (1967) escogió para calcular la
distancia cronológica entre dos lenguas del hipotético filum Macroquechua
(que está en el tronco Macropenu) será sometido a un análisis exacto. Sus
resultados, que tocan a más lenguas de este fílum (y que son publicados en
el HMAI, utilizado por etnólogos como obra básica de consulta), resume él
de la siguiente manera:
Lexicostatistics confirms the isolated status of Tarasco, for counts
attempted with various other languages have shown no affinity at less than
about 45 mc. of divergence, the figure found with relation to Zuni to the
north and with Quechua to the south. These more distant relationships place
Tarasco in the phylum we have called Macroquechua...
The affinity of Tarasco with Quechua and Aymara is reflected also in
structure, since all of them show pronounced development of suffixing and some agreement in the kind of suffixes
used. In the field of phonetics, it is interesting to note tha Zuni has glottalized stops alongside the simple, Tarasco has
aspirates, whereas Keresan, Quechua and Aymara use all three. Presumably the triple contrast is
archaic, whereas Tarasco and Zuni have each eliminated one of the types...
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The closest affinity so far observed between Tarasco and Macromayan languages is that of
Tarasco-Matlatzinca, with a count of 57 mc. If this is at least approximately
correct, the inference is that Tarasco anciently was in less intimate contact with Otopamean languages than with Zuni and Quechua...
Esto da un cuadro poco coherente de las relaciones de parentesco lingüístico y de la cronología relativa.
Observamos el material original de Swadesh, empleado en su comparación Tarasco-Quechua, a la que añade cifras porcentuales precisas en lo concerniente a la relación de las correspondencias que se puede encontrar, especialmente entre los idiomas tarasco, quechua y
zuni:
We list below the words of Quechua and Tarasco which were counted cognate in obtaining the index of
divergence. Zuni forms (marked Z.) are given, where they appear to be also
cognate.
It is interesting to note the proportion of threeway agreements, which come to 7 per
cent. With about a fourth cognates Quechua-Tarasco and the same amount of
Tarasco-Zuni, one would expect one-sixteenth to agree in all three, and the actual amount practically coincides with the expectable
(Swadesh 1967: 93).
N.o Glosa Quechua Tarasco
01
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qué
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ima
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emánka
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02
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no
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mana
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ámpi
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03
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muchos
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as-kha
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kani-
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04
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mujer
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war-mi
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walí
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05
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raíz
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saphi
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s'ránka
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(Z. lakwimo)
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06
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pequeño
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h'u
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sapí
(c'a-)
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07
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piel
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qara
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s'-kwiri
(c'ikkwa)
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08
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sangre
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yawar
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yulí-ri
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09
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grasa
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tika
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tepári
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10
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cuerno
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waqra
|
s'-wangkwa
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11
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cola
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upa
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chéti
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12
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pluma
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pura
|
phunkwári
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13
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boca
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simi
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pen-cúmi-
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14
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lengua
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qalu
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katámpa
(Z. honni)
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15
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teta (?)
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k'in-u
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icu-
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16
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morir
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wañu-
|
wáli-
|
17
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matar
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wañu-i
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wán-ti-ku-
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18
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venir
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hamu-
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hula (Z.
'i)
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19
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decir
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ni-
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alí-
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20
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luna
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kila
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kukála
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21
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estrella
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quylur
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hós-kwa
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22
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caliente
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q'uñi
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holé- (Z.
k'ali-)
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23
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quemar
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kana
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kulí
(cf. Tar. khali-,
Z. k'usa 'seco')
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24
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camino
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ñan (*šnan)
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šangáru (Z.
'ona-)
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25
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blanco
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yura
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urá
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26
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noche
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tuta
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cúri (Z. tehli-)
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27
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frío
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iri
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cira- (Z. tec'e)
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El siguiente análisis crítico de este material presentado por Swadesh se refiere solamente al quechua y al tarasco, y deja sin examinar al zuni (lo mismo que el
keresa, aimara y otopame, para las cuales Swadesh no aporta material).
Inexactitudes
Las formas aducidas contienen algunas inexactitudes: continuamente aparecen que. /l/ en lugar de / l /,
tar. / l / en lugar de la /r/ correcta, para hacer "comparables" las formas correspondientes.
N.o 12 que. pura en lugar de la correcta puru.
N.o 20 tar. kukála no aparece por ningún lado en la literatura.
"Luna" se dice kuci (que contiene -ci 'arriba' o, reduplicado,
kuku-ti (donde ti es sufijo nominal)).
Segmentaciones
No se realiza la reconstrucción interna. Ante todo, no ha de desconocerse o ignorar elementales reglas de formación de palabras:
a) En tarasco:
N.o 07: s'-kwiri (correcto: s'kwi-ri).
N.o 10: s'-wangkwa (correcto: s'wang-kwa), donde los sufijos nominales
-ri- (vide supra) y -kwa- son arbitrariamente analizados de una manera del todo falsa. Se trata de segmentaciones ad hoc a las que se recurre para poder comparar la correspondiente segunda parte (de los vocablos tarascos) con las voces quechuas qara y waqra (la primera parte [de los vocablos tarascos] queda en ambos casos sin esclarecimiento). Incluso así no se puede en todo eso reconocer ninguna correspondencia fonética plausible o regular.
N.o 11: chéti, por el contrario, sí debe segmentarse: ché-ti (cf. con
kuku-ti, líneas arriba).
N.o 13: pen-cúmi- es arbitrariamente analizado de una manera del todo falsa: se puede analizar solamente como
penu-me-kwa (-me-, -mi- 'boca').
N.o 17: wán-ti-ku se analiza falsamente. Correcto: wa-ndi-ku (derivado de
wa- 'golpear' (Friedrich 1971: 301)).
N.o 20: kukála. Aunque no la segmentan, aquí, propiamente escribiendo, debe ser
ku-kala (análogo a los N.os 07 y 10) para poder comparar con el que.
kila. Sin embargo, la raíz tar. es *ku- (véase líneas arriba).
N.o 23: kuri- nada tiene que hacer con khari-. El cambio u>a en esta posición (como vocal de raíz) no está atestiguado en ninguna parte.
b) en quechua
N.o 03: as-kha se analiza arbitrariamente; el presunto compuesto permanece inexplicado. Por cierto que falta una explicación correspondiente, pero, evidentemente, debió compararse -kha con el tarasco
-kani. Sin embargo, la parte portadora de significado podría ser únicamente as-, en caso de una correcta
segmentación2.
N.o 04: se analiza arbitrariamente warmi. No hay ningún indicio interno (por lo demás, tampoco ninguno externo) que respalde aquella segmentación.
N.o 15: k'in-u podría analizarse así correctamente (sobre la base de un correspondiente paralelo interno), pero la raíz
*k'in- nada tiene que hacer con el tar. icu-.
Lo restante de la comparación debe tratarse aquí sólo de una manera breve. Incluso si el N.o 06
hu-u estuviese correctamente analizado, diríamos que *hu- nada tiene que hacer con
sapi. De modo semejante, se carece de fundamento científico para comparar palabras quechuas como quylur y tarasco
hos, quechua hamu y tarasco hura-, o quechua askha y kani- (también con
wani-), sobre todo cuando tampoco se ve indicación de la regularidad de las correspondencias fonéticas.
Swadesh no da a su procedimiento ningún esclarecimiento respaldado por la reconstrucción. Olmsted (1961: 12) hace la observación a otra comparación semejante de Swadesh entre lenguas
"Macromangue" de que se podría aceptar las poco probables correspondencias de los cognados si aquéllas fueran regulares, pero no está totalmente claro que lo sean. En esto nos hallamos en un terreno completamente no científico.) Por qué -podríamos preguntarnos- no se analizó en nuestro ejemplo el N.o 05
tar. s'-rangka como se hizo con los N.os 07 y 11?
Una vez más Olmsted se ocupa de las lenguas "Macromangue" mangue y
subtiaba:
If ña and isi are taken to be cognates what could conceivable [sic] have been the reason for excluding the other 61
pairs? (1961: 12).
Son necesarias un par de palabras para la comprensión de esta
catastrófica3 comparación desde el punto de vista metodológico. Swadesh representa la hipótesis (que aquí no se puede poner en tela de juicio) de que todas las lenguas
ame-rindias tienen un origen común. Partiendo de esto llega a la conclusión:
If this is correct, there can be no problem as to whether the languages in question are interrelated but only as to degrees of relationship among them
(Swadesh 1960: 79).
A esto se añade además la opinión, pertinente también en otro campo, de que no tiene mucho sentido establecer leyes fonéticas porque idiomas lejanamente emparentados pueden haber experimentado bruscas variaciones fonéticas.
Por tanto, no es engañosa la impresión de que estas clasificaciones se hicieron ad hoc para "demostrar" en círculo vicioso una relación genética preconcebida.
Se evidencia como muy negativo el insuficiente conocimiento de las lenguas. Esto se nota especialmente, en nuestro caso, en la arbitraria división de morfemas.
Además, se percibe muy claramente que, pese a la riqueza disponible de materiales, la búsqueda de correspondencias léxicas se emprendió de modo muy asistemático. En efecto, del vocabulario de base se pasó por alto incluso
corres-pondencias posibles (véase infra: Comparación léxica...).
Hay ésta: solamente dos de las presuntas correspondencias aducidas por Swadesh entre el quechua y el tarasco pueden rersponder a criterios de plausibilidad: N.o 01: ima ('¿qué?', '¿qué cosa?') / emanka ('¿qué?' de ema ('eso') + enka ('¿cuál?'), cf. Friedrich 1971: 313)) y N.o 27 cira / ciri ('frío').
Esto significa, por otra parte, que tanto los cálculos de distancia cronológica como la ubicación relativa de las lenguas y también los cálculos de porcentajes de las correspondencias entre el tarasco y el quechua (y entre tarasco, quechua y
zuni) son completamente no pertinentes, al tiempo que evidentemente les son quitados los fundamentos de argumentación y cálculo en aras de un método comparativo realístico (esto es, con criterios más estrictos de los fundamentos de los principios genrales del método comparativo, pero también ya solamente la consideración de las realidades de las lenguas correspondientes).
Se puede extraer conclusiones solamente si el material de base cuadra. Aplicando esto a nuestro caso tenemos que juntamente para los
et-nólogos e historiadores las conclusiones importantes son, por el falso punto de partida, no pertinentes. Se cae en pedazos el cuadro aparentemente tan coherente.
Por supuesto que las dos presuntas coincidencias N.os 01 y 27 por sí mismas no pueden sugerir -y menos todavía demostrar- alguna relación histórica, ya que por su escaso número podrían provenir de la casualidad.
Con una investigación sólo a medias sistemáticamente realizada del léxico de las variedades del tarasco y del quechua se puede destacar curiosamente que es muy posible hallar en mayor número correspondencias casi idénticas y regulares entre el tarasco y el quechua.
Una parte de este material se debe presentar aquí brevemente. Todavía presupone ocurrencias de cambios fonéticos importantes. Incluso allí donde se presentan irregularidades (que, por lo demás, no son más importantes que las conocidas irregularidades internas entre las variedades del quechua y entre los dialectos del tarasco), deberá corresponder, de entrada, una mayor plausibilidad a esta comparación.
Es evidente que la cuantía de este material (se debe poner de relieve con investigaciones sistemáticas que ha sido correctamente comparado) ofrece ya fundamentos completamente diferentes y, con ello, posibles conclusiones, totalmente diferentes.
Además aquí todavía no se trata, como ya se mencionó, de casos complicados de cambios fonéticos, de modo que con una correspondiente teoría el material pueda ampliarse a casos que sin ella hoy no son concebibles
todavía.
Tarasco 4
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1 caka-pu ('piedra'), caka-caka-ra-nto 'pedregoso', 'lugar rocoso' (red.)
2 ar-a ('hendidura o ruptura en la superficie, generalm. por un golpe').
3 ciki- ('engordar', 'crecer (plantas)', 'crecer nuevam.') (-nta);
ciki-ciki-hku-ra-ni ('tener buena mano (porque las ramas recrecen después de la poda)'). Opuesto: warihkurani ('tener mano pesada (porque las ramas no crecen ya después de la poda)').
4 cir-a ('enfriarse (por ej., una tortilla)'). Junto a esto, con /ch/:
chir-a ('estar frío', 'hacer más fresco (por la brisa de la tarde)', 'enfriar', 'enfriarse');
cir-i ('congelarse', 'coagularse'), chiri-chiri-ngari ('temblar todo el cuerpo (por
ej., de frío)').
5 cur-a-, cur-e-, cor-a- ('rezumar', 'gotear'); con /ch/: chor-e- ('rezumar', 'gotear'),
cure-n-cure-ru ('tener resfriado') (de -ru- 'nariz').
6 uri-ngari ('congelado de frío'). (ngari ('rostro').)
7 ut-i- ('agachado', 'encogido', 'con piernas recogidas'), ot-o- ('faltar una prominencia normal').
8 tiri-tiri-ndi ('crepúsculo amarillo que se extiende sobre el terreno', 'hacerse tarde en la tarde', 'hora del
crepúsculo'),
tiri-pu-ra- ('madu
Quechua
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SPC. aqa ('pedregoso', 'rocoso', 'lugar pedregoso en el terreno'; aqa-aqa ('piedras dispersas' (red.)). (Las siglas
"SPC" aluden a la variedad quechua de San Pedro de Cajas, Tarma.)
Aya. a-u5 ('rajado', 'hecho trizas'), a-u ('rajarse', 'hacerse trizas').
Huaylas: ca-u ('hacerse trizas'), Cuzco: a-u ('destrozar completamente').
Aya.: ik-i ('brotar después de haber sido cortado').
Aya.: ir-i ('frío', 'estar frío', 'sentir frío'), iri-ya ('enfriarse', 'enfriarse de miedo'); Imbabura: iri ('frío'), iri alpa ('sierra'); Bolivia: iri ('frío').
Aya.: ui ('resfriado', 'catarro'), u-u ('li-cuarse', 'disolverse'),
uu-u-u ('hacer brotar agua en varios lugares', 'extenderse (heridas)'; Tarma:
u-ba ('lavar', 'enjuagar', 'mojarse la cara'), u-u ('gotear', 'sudar'); Cuzco:
u-i ('resfriado', 'catarro').
Bolivia: ulu ('hielo'), uu- ('estar congelándose'); SPC: uru ('hielo'),
uru- ('estar congelado', 'congelarse').
Aya.: utu ('corto', 'bajo').
SPC: tiri ('amarillo').
rar (maíz)'), tiri-pu ('una hierba amarilla'), tiri-pe-ti ('oro'),
tiru-ngari ('con el rostro amarillo' (ver 6)).
9 tir-i-ma ('sacar agua de un manantial'); con /h/: thir-a-ta- ('demorar').
10 tis-i ('tener cabello escaso'), tisi-me ('ser barbudo'); tisi-mi-ku,
tisi-me-kwa ('barba'), tisi-ru-kwa ('pelo de las fosas nasales'), tisi-tisi-ra-s ('peludo', 'lanudo').
11 tuku- ('cesar', 'poner fin').
12 tukuri, tukuru ('búho').
13 thuru-me ('ensuciarse'), thuru-me-nte-ni ('charco', 'lugar sucio'),
thuru-me-nto ('lugar de suelo esponjoso o flojo').
14 phaka-a- ('ocultar'). (-a- ('que va al centro', 'básico'). (Friedrich, p. 15.)
15 phuku ('crecer', 'madurar'; 'gordo', 'hinchado').
16 phar-a ('enrollar', 'torcer', 'enroscar (se)'), phara-ku ('torcer o enrollar apretadamente').
17 patu-hku ('tener una rajadura en la mano'), pat-u-ndu ('tener una rajadura en el pie'),
pat-ašu-ku ('rascar el brazo de otro'), pat-u-h-ci-ku-ni ('rascarse la rodilla'); con
/ph/: phat-u-ngari-ku-ni ('rascar').
18 piu- ('derrumbarse').
SPC: tira- ('arrancar'); Cuzco-Collao: t'ira- ('sacar de raíz').
Aya.: tis-a- ('cardar lana'), Ecuador: tisa- ('cardar lana').
Aya.: tuku- ('finalizar', 'dar fin' (v. t.)); 'terminar', 'acabarse' (v.
i.); tuku-q ('que termina', 'final'); Bolivia: tuku- 'finalizar', 'dar fin' (v. t.); 'terminar', 'acabarse' (v.
i.)).
Aya.: tuku ('variedad de búho grande'). Junto a esto, la antigua forma
tukuru, de la provincia del Cuzco (Kelm 1968: 1167).
Cuzco: t'uru ('barro', 'lodo', 'suciedad').
Ecuador: paka ('secreto', 'oculto'); Aya.: paka-, SPC: paka- ('ocultar'); Bolivia:
paka- ('ocultar', 'esconder'); SPC: paka ('tesoro', 'dinero oculto').
Aya.: puqu ('maduro'), puqu-y ('maduración', 'estación lluviosa'),
puquy-puquy ('bien maduro', 'robusto'); SPC: puqri ('pasarse de maduro').
Bolivia: phar-i- ('enrollar hilo', 'enroscar', 'hilar (con rueca)').
La Paz: phat-a- ('reventar', 'estallar', 'rajarse'), phata ('reventado', 'rajado').
19 phir-i ('voltearse'), phiri-tku-ni ('voltear algo'), phiri-kwa-ri-ni ('voltearse', 'volcarse'); junto con
phiru-a-ni ('girar', 'enhebrar'). (-a- ('que va al centro', 'básico').
20 pis-pis-a-ngari ('ser muy débil, sólo hueso y pellejo').
21 pure- ('ir a alguna parte'), pure-waku-ra ('viajar por el país'),
pure-ra-ma- ('salir por la puerta'); con /ph/: phure-, phore- ('ir de visita').
22 puru-a- ('hervir').
23 puru ('calabaza (de variedad pequeña)' (cucurbita pepo L.)).
24 kara-h-pi-ngari-ni ('estar inflamado o infectado (por ej., la cara)'),
kara-h-pi-ni ('estar o ponerse inflamado (por ej., de quemadura con agua caliente)'),
kara-mi-ku ('savia de un cactus, que causa considerable escozor').
25 kaka- ('romper'), kaka-ta ('romper la tierra con Tarma: picu- ('desmoronarse', 'derrumbarse', 'descomponerse').
Tarma: pil-ta ('trenzar'), pil-ašta ('caerse de cara'); SPC: pil-qu ('acurrucarse', 'hacerse un ovillo');
pilu-tu ('correr en círculos (como un perro)', 'revolcarse'), pilu- ('enrollar'),
piru-ru ('rueca'); Huanca: pilu-lu; Cuzco: phiru-ru ('espiral'); Ecuador: piu ('envolver'),
piu-ri ('enroscarse').
Aya.: pisi- ('disminuir', 'acabarse'), pisi-sqa ('acabado', 'agotado'),
pisi-pa ('cansado'), pisipay ('muy cansado', 'exhausto').
Aya., Bolivia: puri- ('caminar', 'viajar', 'recorrer', 'vagabundear'),
Áncash-Huailas: puri- ('caminar'), pure-q ('el que camina'); Junín-Huanca:
puli- ('ir'), Tarma: puri- ('caminar (por ahí)'); Tarma, SPC: puri-šga ('que se ha ido'); Tarma: puriš
cagi, pui caki ('ambulatorio') (de caki ('pie')).
Aya.: pu-pu-ya ('sonar (el hervor)'), Tarma: pul-ya ('borbotear (agua hirviente)').
Cuzco-Collao: poro ('planta cucurbitácea de fruto pequeño' (lagenaria), 'mate (vasija hecha de un tipo de calabaza)'); Tarma,
SPC: ('calabaza poro', 'calabaza'); SPC: puru-kšu ('una planta comestible
(Passifora mollissima)'); Imbabura: išpa puru ('vejiga' (de išpa ('orina')));
Áncash-Huailas: puru ('un tipo de recipiente de calabaza'), puru-puru,
puru-š ('granadilla'); Aya.: puru ('calabaza poro'), ispay puru ('vejiga'),
puru-puru ('granadilla (una planta trepadora y su fruto (passifora))'), pulu ('un plato preparado con calabaza').
Cuzco: k'ara ('sentir o causar dolor ardiente'), k'ara-q ('ardiente', 'doloroso', 'mordiente').
arado'), kaka-r-pi-ku ('dar a luz' (aludiendo a la "partición" que ocurre)),
kaka-ngari-ku-ni ('romper hueso de la mejilla').
26 kara-ce-ti ('tranquilo'), kara-kara-ru-pa ('caer rendido por el sueño', 'estar agotado').
27 karo-hpa ('deshierbar'), karo-hpa-ti ('deshier-bador').
28 karu- ('romper', 'rasgar', 'ruptura (de cosas bidimensionales)'). También aru ('dividir', 'partición').
29 kaca ('estar picado de viruela').
30 kaca- ('morder (en general)').
31 kit-i ('frotar fuerte, como se hace al frotar ropa por medio o masajear').
32 kumpu ('colina'; 'hinchazón', 'chichón').
33 khunu ('retorcido', 'torcido'). También khunci ('estar desalineado o torcido', 'ir en zigzag').
34 kuruhku ('manco') (de -hku- ('mano', 'muñeca', 'dedo')), kuru-ndu ('de una sola pierna') (de
-ndu- ('pierna', 'pie')).
35 kuru-kwa-ro ('terreno baldío', 'terreno de barbecho'). (De ro ('lugar').)
36 kuru ('torcido').
37 kuna- ('tragar'), kuna-kwa ('garganta').
SPC: kaka- ('degollar gallina recientemente matada').
Cuzco: kari- y qari- ('estar cansado').
Bolivia: karu- ('cavar', 'excavar').
Aya.: qaru- ('romper (utensilios)').
Aya. qaa ('sucio', 'desaliñado', 'costroso'), qaa-u ('costra').
Tarma, SPC: kac-u- ('masticar', 'morder'), Aya.: ka-u ('morder', 'masticar (persona)');
Cuzco-Collao: kha-u ('comer o morder frutos semiduros').
Cuzco: qhit-u- ('rozarse (objetos)', 'frotar o fregar con algo').
Bolivia: qhompo ('colina'; 'chichón').
Aya.: uñu ('contraer los miembros', 'ponerse en cuclillas', 'caminar torpemente').
Aya.: quru ('mutilado', 'con el extremo cortado'), Bolivia: qhoro ('mutilado').
Bolivia: k'ur-pa ('terrón'), Aya.: kur-pa ('terrón'); Tarma: kur-ba ('terrón'),
kur-ba-ku ('formarse terrones'); SPC: kur-pa ('tierra barbechada'), kur-pa ('barbechar'), kurpa maki ('ocioso o
incapaz6 de trabajar'). (De maki ('mano').)
Aya.: kuru- ('enrollar (hilo)'), kuru-ra ('formar ovillo'), kuru-r ('ovillo').
38 kutu ('volverse nudoso', 'aparecer protuberancia (a tallo)'),
kutu-kwa ('nudo', 'engrosamiento', 'protuberancia').
39 kutu- ('cortar (espigas de trigo o maíz, etc.)').
40 nini- ('quemar' (v. t.)).
41 siri-ku-ni ('coser'), sir-a ('estar unido o encuadernado uno con otro');
siri-a-ni (-a ('central', 'básico')), sir-i-ma ('urdir un tejido'), sir-u-ce ('encuadernar').
42 s'pi- ('heder', 'apestar'; 'oler' (v. t.)). (Sobre la alternancia '/u cfr.
'ru- uru- ('deslizarse').)
43 šu- ('verde' (especialm. en šu-nga-pi-ti ('verde')); redupl.: šušung
-hasi ('muy verde'), šušuha -ngarini ('verde en toda la cara'), šu-nga-mara-ni ('tener sabor desagradable (frutas u hortalizas no maduras)'). También
šušu-ra-ni ('hacer que el brazo (šu) se adormezca'), šu-hku-ra-ni ('tener la mano
(-hku-) tiesa o adormecida').
44 šuku- ('ponerse (prenda)').
45 war-u-, war-o- ('cortar').
46 waša ('estar sentado', 'sentarse'), waša-nci-ku
Bolivia, Aya.: kun-ka ('cuello', 'garganta').
Cuzco: q'oto ('abultamiento en el cuello', 'bocio', 'inflamación en los ganglios linfáticos', 'buche'); Aya.:
qutu- ('reforzar con tierra los tallos'); SPC: qutu ('tumor en el cuello', 'bocio', 'ruma'), qutu ('arrumar', 'formar montón'); Imbabura: kutu ('bocado de Adán').
Bolivia: k'utu- ('cortar (con tijera o guadaña)'), La Paz: k'utu- ('cortar (árbol)'); Tarma: kutu ('cortar'), Aya.: kutu ('cortar en la base', 'cortar eliminando lo que sobresale', 'reducir el tamaño cortando').
Cuzco: nina ('fuego', 'llama').
Cuzco: sira- ('coser'), Aya.: sira- ('coser').
Aya., Áncash: supi ('peer', 'pedo').
Aya.: susu-n ('no maduro', 'verde'; 'ser cosechado para que madure en casa'). Claramente, es una formación reduplicada. De acá:
susun-ka ('adormecer parte del cuerpo' (v. t.)7 . (Parker 1969a: 199; sobre -ka: 98-101.)
Aya.: suku- ('cubrir'), suku-ta ('velo'); SPC: šuku-pa ('capucha'),
šuku-ta ('pañuelo de cabeza'), šuku-ku ('cubrirse la cabeza'); Tarma:
šugu-ta ('pañuelo de cabeza', 'pañuelo'), šugu-i- ('cubrir la cabeza de un muerto').
Tarma: wala- ('cortar en rodajas'); Cuzco: wau- ('cortar', 'cortar en pedazos', 'cercenar').
('asiento', 'silla').
47 wikišu ('zurdo' (de šu ('brazo')).
48 hawa ('levantarse', 'elevarse', 'ser empinado').
49 hata ('montar').
50 huka-mbi-ta ('acompañar a otro').
51 upa-ce, upa-ci ('zambullirse', 'sumergirse'). También upi-upi-kwa-ma-ni ('meter al agua y sacar').
52 ure-, ore- ('ir delante'), ure-ta ('anteriormente', 'hace tiempo', 'al comienzo'),
ure-pa ('adelantarse'), ure-ti ('el mayor de todos (hermano)').
53 mara ('gusto', 'tener un sabor'), mari ('actividades orales (hablar, tener la boca abierta, husmear (perros))').
54 mati ('pellizcar').
55 -mu. Frecuentemente este sufijo nominal va con fitónimos: phacimu ('junco'), phatamu ('caña'), pamu ('planta acuática comestible'), pikwaremu ('var. de caña'), tarimu ('sauce'). Quizá fue originalmente idéntico con mu ('boca', 'capullo (?)', 'vulva', 'labio')
(Friedrich 1971: 15).
56 muru-muru-mi ('masticar haciendo ruido' (m
Aya.: wasi ('casa' (cf. alemán Wohnsitz ('vivienda'8 )); Ecuador: wasi ('casa', 'vivienda'),
Áncash-Huailas: wasi ('casa').
Aya.: wik-su ('torcido', 'chueco', 'doblado', 'inclinado'; 'inclinar', 'ladear'), wiqru ('cojear'); Tarma:
wiq-lu-š ('torcido', 'deforme (mano)'), wik-a ('torcido o chueco (brazo)'),
wik-su ('torcido'; 'no confiable'), wiksu-wiksu ('ignorante'); SPC: wik-ru,
wiq-ru ('torcido', 'retorcido'), wiqru canka ('pierna torcida').
Aya.: hawa ('arriba', 'parte superior'), hawa-man ('hacia arriba'),
hawa-pi ('encima').
Aya.: hata-ri- ('levantarse', 'elevarse'). (Aquí -ri- es incoativo; compárese con
hata-ykaa- ('tratar de levantarse').)
Aya.: huk ('uno', 'otro'), huk-ni-n ('otro', 'el otro'); Tarma:
huk-ni-ki ('tu compañero'), huk-la-pa ('unirse').
Aya.: upa-ku ('lavarse la cara').
Cuzco: uri ('prematuro', 'anticipado', 'que se da antes de tiempo'). (Se podría añadir también del Cuzco ura ('anterior',
'pasado')9 .)
Aya.: mai- ('probar (sabor)'); Ecuador: mai- ('probar un bocado').
Bolivia: mat'i ('tenso', 'apretado'), Cuzco: mat'i ('aplastar', 'presionar', 'pellizcar').
Aya.: mut-mu ('botón', 'capullo'). A partir de aquí se puede segmentar en Tarma y
SPC: mutu ('botón', 'capullo'), mutu- ('brotar capullo o botón', 'formarse capullo o
botón').i
('boca')), muru-ki ('algo tostado' (ki es diminutivo)).
57 a- ('comer'), a-ku ('comer granos frescos, frutas u hortalizas'),
aku-a-aku ('comer el interior de un fruto'), aku-nga-nta ('comer directamente de la olla'), akuhku ('llevar algo para comer en la mano'
(hku ('mano'))).
58 aša- ('partirse', 'abrirse', 'abrir'); aša-ndu-ni ('separar los dedos de los pies'),
aša-ndi-ku-ni ('arrancar una rama'), aša-mi ('tenedor', 'trinche').
Imbabura: murru-s murru-s ('onom. del ruido de masticar grano tostado o cualquier alimento duro').
Aya.: aku- ('masticar (generalm.)', 'masticar coca'), Áncash: aku- ('comer machka (trigo o cebada molida o tostada)'). A esto eventualmente añádase Aya.: amu ('tener en la boca'),
Áncash: amu- ('tener en la boca'). En caso de que provenga de *a + *mu, véase 55.)
Tarma, SPC: a:ša- ('abrir bien grande la boca', 'bostezar'),
a:ša-ka ('con la boca abierta'); a:ša-ba-ku (SPC: a:ša-pa-ku) ('bostezar'),
a:ša-ri-ta (SPC: a:ša-li-ta) ('mujer con la boca abierta'). La /a:/ y la
/i:/ aparecen en Tarma/SPC sólo muy aisladamente: fuera de préstamos del español, sólo en interjecciones y en algunos casos más, como aquí, que se trata de un alargamiento estilístico.
Esta revisión filológica de las relaciones entre el tarasco y el quechua nos muestra que fuera de las dos inicialmente mencionadas comparaciones aceptables de la lista de Swadesh que tomadas como están ciertamente nada significan, existen numerosos pares cognados posibles y, por cierto, muy diferentes de los aducidos por Swadesh y más del doble de numerosos (en total 58).
En primer lugar está claro que a partir de esta base completamente diferente son posibles otras eventuales conclusiones, totalmente diferentes. Así, este resultado es un claro respaldo a Bartholomew (1969: 81), quien opina que las dataciones de lenguas lejanamente emparentadas se fijan a menudo atribuyéndoles mucha antigüedad, y así muchos cognados no son reconocidos en la evaluación de la lista de vocablos.
En segundo lugar, es claro que en los casos aquí no verificados no se puede resolver o aclarar un presunto parentesco, y que las correspondientes conclusiones son nulas.
Por otra parte, aun cuando existiesen correspondencias regulares en abundante número, y se excluyesen otras posibilidades de explicación como las formaciones onomatopéyicas y la coincidencia por azar, el parentesco genético no estaría demostrado, sino que en primer lugar [se estaría demostrando] solamente una relación histórica, que también puede provenir de la difusión.
En el caso tarasco-quechua, tal posibilidad (la difusión) es más bien improbable por razones geográficas, tanto más cuanto que tanto el tarasco como el quechua dan además indicios de relaciones con las mismas correspondientes familias de lenguas de América del Norte
(Liedtke 1988, inéd.).
NOTAS
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1. El material de las variedades del quechua viene de Parker 1969a, 1969b, Adelaar 1977, Bills /Vallejo/ Troike 1969, Middendorf 1890, 1892, Cole 1982 y Mugica s/f. El material del dialecto tarasco proviene de Friedrich 1971, Foster 1969, Velásquez Gallardo 1978, Bouda 1963. En estas fuentes se encuentran mayores detalles sobre la segmentación, que es segura en el caso de la clara construcción del tarasco.
2. Acierta, si se tiene en cuenta que as- viene de ach- (Ayacucho
achka), que es raíz de una forma con t, como ati 'muchos(as)' del aimara de
Bertonio, de donde derivan el jacaru atrhi 'muchos(as)', el quechua áchica (Domingo de Santo
Thomás), y las formas modernas achka ~ achkha ~ askha. Nota del traductor.
3. "Increíble", en el verdadero sentido de la palabra.
4. Compárese la Nota 1 con las fuentes. En cuanto a segmentación: las vocales de la segunda sílaba fueron separadas por el autor y no se las consideró parte de la raíz, lo cual tiene respaldo en la lengua real tanto en el tarasco como en las variedades del quechua
(Foster 1969: 155). En el quechua compárese casos como wata 'atar' y watu 'cuerda para atar', que son muy numerosos. Sobre la separación de elementos constitutivos de las palabras, los sincrónicos no son más productivos: Foster (1969: 89), y Parker (1969b: 126). Aquí tenemos, por ejemplo lado a lado (con significados aproximados a la raíz
*law): law-sa, law-a, law-q'a, law-t'i, law-sa, law-ta y law-ti, sin que se pueda dar el significado del segundo elemento.
Los ideófomos (N.o 49 de la lista) constituyen una clase de palabras cuyos miembros, a diferencia de lo que ocurre con habituales formaciones onomatopéyicas, están
gramaticalizados.
Esencial en algunos casos de la lista, que podrían estar en el campo icónico del vocabulario: Langdon (1979: 639) establece respecto de las palabras en que desempaña un papel la imitación de sonidos: "... it does not necessarily invalidate the possibility of these forms to be
cognate". Por cierto que esto es así, naturalmente: cuanto más material descriptivo se aduzca para una demostración de parentesco, mayor será la posibilidad de que se presenten semejanzas casuales. A esto se debe prestar atención incondicional. Si no es así, se puede pasar por alto el hecho de que también la onomatopeya está específicamente determinada por cada lengua, se torna convencional (compárese el inglés to neigh ('relinchar') con el alemán wiehern ('relinchar')) y es tan arbitraria como el material léxico no descriptivo.
En quechua frecuentemente se intercambian k y q (Ayacucho uki ~ oqe, siksi- ~
siqsi-, ankas ~ anqas, qayra ~ kayra, qiu ~ kiu, qinwa ~ kinwa, etc.)
En posición inicial de palabra, tanto en tarasco como en quechua k, kh y q pueden desaparecer: tarasco kira ~ ira, karu ~
aru; quechua quru 'gusano' frente a uru 'gusano', 'bicho'; khiwa ~ qiwa ~ iwa 'forraje'.
5. En esta comparación 2, en 5, en 22 y en 53 se observa que a un elemento con r en tarasco corresponde otro con l~ en quechua. Es una variación fonética frecuente en quechua y lenguas aimaras. Entre muchos otros ejemplos, citamos de Ayacucho muru ('moteado', 'de diferentes colores'), que en Áncash se realiza como
mullu; de Ayacucho y Cuzco puriy ('caminar'), que en Áncash se presenta como puriy o
pulliy; en aimara kukatari ('servilleta de lana (para guardar coca)') tiene una forma alterna
kukatalli.
6. En kurpa maki la imagen es de una mano sin dedos, con la que no se puede trabajar. Nota del traductor.
7. ¡En ambos lados queda por determinar el parejo desarrollo semántico!
8. En la palabra alemana Wohnsitz entran Wohn ('residir', 'vivir') y Sitz ('asiento', 'sitio'; 'estar sentado'). El autor desea hacer notar que, como en lenguas amerindias, en alemán también la noción de vivienda se asocia con una raíz (como
Sitz) que significa 'asiento', 'sentarse' (compárese con el quechua tiyay y el aimara
utjaña, que significan 'sentarse' y 'residir'). Nota del traductor.
9. Nota del traductor.
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Tomado de Stefen Liedtke: Indianersprachen Sprachvergleich una
Klassifizierung, Hamburg, 1991, Helmut Buske Verlag, pp. 72 a 85.
Traducción del alemán de Marco A. Ferrell Ramírez
Tabla de contenido
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