Fritz, un viajero
infatigable, navegó el Huallaga, el Marañón y el Amazonas fundando en
su recorrido, a orillas de estos ríos y en los cursos bajos de sus
afluentes, hasta cuarenta pueblos reuniendo a más de cuarenta mil
indios omaguas y de otras tribus vecinas. En todas partes fue recibido
con entusiasmo y afecto. El primer pueblo que fundó en 1686, como su
primer y principal estación misionera, es el de San Joaquín, llamado
así porque al pasar por Madrid la Duquesa de Arcos y Aveiro le obsequió
un hermoso lienzo de este santo para servir a la catequización de los
indígenas de América. A principios de 1689 Fritz navegó el curso bajo
del Huallaga y sobre este río, en el lugar donde fluye el Paranapura,
fundó la ciudad de Ibrimaguas bajo la advocación de la Virgen de las
Nieves, en febrero de 1689.
Fatigado por el excesivo trabajo y con la salud quebrantada, enfermo de calenturas y de hidropesía, bajó por el Amazonas a curarse en Belem do Para en 1689 y aprovechó la ocasión para observar y delimitar la parte del río que le faltaba en la confección de su carta. El gobernador, Arturo Sa de Menezes, creyendo, sin ningún fundamento, que el padre Fritz era espía de los españoles y que la enfermedad del misionero podría ser sólo una treta que le permitiera reconocer el Amazonas brasilero, ordenó su encarcelamiento comunicando el hecho al Rey de Portugal, quien, hasta 1691, no resolvió el caso. Después de casi dos años de cautiverio se le permitió volver a sus misiones de Maynas, pero escoltado por un oficial y varios soldados portugueses. El 13 de octubre de 1691, estuvo de nuevo en Yurimaguas y presentó un detallado informe sobre las pretensiones de los portugueses y los avances de éstos dentro de territorios que no les pertenecían, informó del caso al gobernador de Maynas Don Jerónimo Vaca Ebans que por entonces se hallaba en la ciudad de Lagunas quien le sugirió que era mejor viajar a Lima y poner tan importante asunto en manos del propio virrey. Fue así como a principios de 1692 Samuel Fritz se encaminó hacia Lima por la ruta de Moyobamba, Chachapoyas, Cajamarca, Trujillo llevando su mapa y la información de sus exploraciones y de las invasiones portuguesas.
Fritz se presentó en la capital del Virreinato el 2 de julio de 1692 como un personaje desconcertante. Según descripción de Juan Broinley era alto, enjuto de cuerpo, de color bermejo y luengas barbas blancas; vestía una sotana hecha de hilos de palma con unas rústicas alpargatas en los pies; portaba una tosca cruz de madera de chonta selvática y le acompañaban unos indígenas amazónicos con vestidos y
adornos
típicos(2). El padre Fritz pronunció en Lima varios sermones en los que daba cuenta de sus tareas evangelizadoras y expuso sus conocimientos de la región donde desenvolvía su ministerio.
Samuel Fritz escribió en Lima un opúsculo Apuntes acerca de la línea de demarcación entre las conquistas de España y Portugal en el río Marañón, con el objeto de reforzar su informe al Virrey. Estos Apuntes fueron publicados por otro misionero jesuita en la selva peruana,
Pablo
Maroni(3).
Samuel Fritz alcanzó a entrevistarse con el Virrey Don Melchor Portacarrero de la Vega, Conde de la Monclova, solicitándole el apoyo indispensable que garantice y consolide la jurisdicción del Virreinato del Perú sobre los territorios amazónicos frente a las pretensiones colonizadoras de los lusitanos. Fritz redactó un
Memorial(4) dirigido al Virrey relatando sus dificultades con las autoridades de Pará y reclamando la necesidad de aplicar una política más firme en las posesiones españolas fronterizas de la selva capaz de garantizar el dominio de la Corona Española y la actividad misionera. Acompañó al Memorial el primer diseño de su mapa del Amazonas y sus afluentes. El memorial y las peticiones de Samuel Fritz tuvieron una respuesta amistosa y favorable de parte del Fiscal Real, que a la sazón era Don Matías Lagúnez, pero el virrey Conde de la Monclova no sólo no entendió ni acogió sus demandas, sino que se inclinó a pensar que todo lo pintado en el mapa y lo escrito en el memorial era más el exagerado entusiasmo del misionero que la realidad y así lo comunicó al rey de España.
Las dotes persuasivas de Fritz se estrellaron, una vez más, contra la incomprensión y la falta de ayuda de las autoridades coloniales. Sin desalientos ni amarguras volvió a la selva. Al salir de Lima, en mayo de 1693, tomó el camino de la sierra y de Huánuco para cerciorarse del origen del Marañón. Siguiendo el curso de este río llegó a Jaén de Bracamoros y al Pongo de Manseriche. De allí navegó hasta sus misiones y arribó a San Joaquín en agosto de ese año retomando su labor evangelizadora y científica entre los omaguas del Huallaga, Marañón y Amazonas en cuyas riberas y bajo su dirección personal se conformaron nuevos y numerosos pueblos. El padre Samuel Fritz, establecido otra vez en Yurimaguas en 1695, dedicó su tiempo a escribir gramáticas y vocabularios de las lenguas de los omaguas y de los Jeberos, pero pronto debió enfrentar nuevas dificultades; todas estas aldeas eran sucesivamente abatidas y saqueadas por grupos armados de "bandeirantes" y esclavistas portugueses que, penetrando en los dominios del Virreinato Peruano, dejaron arrasados estos pequeños y florecientes caseríos.
Ante este avance y atropello de los portugueses, el padre Fritz solicitó a las autoridades de Lima defender nuestra Amazonía de ocupaciones extrañas. Ante la indiferencia de la administración colonial, el religioso, vencido y sin fuerzas, vio pasar a poder de la colonia portuguesa de Brasil varios territorios ganados para la peruanidad.
A fines de 1700, Fritz volvió a Quito por la vía del Napo llevando desde Yurimaguas un grupo de veintitrés nativos bautizados que fueron confirmados por el obispo Sancho de Figueroa sirviendo de padrino el Presidente de la Audiencia y con la asistencia de los notables de la ciudad y numeroso público. Fritz negoció en Quito, aparte de limosnas para sus misiones, una provisión de la Real Audiencia en la que se ordena al Gobernador de Maynas enviar cada año tropas de visita a las misiones para resguardo y protección de los misioneros. Abandonó Quito llevando consigo nuevos sacerdotes para Maynas y Omaguas. Al llegar allí el padre Fritz encontró que el cacique Payoreva, al frente de algunos omaguas, camaris, pebas y ticunas, se había rebelado contra los misioneros quemando las iglesias; Fritz solicitó, conforme a la provisión de la Audiencia de Quito, apoyo militar al Gobernador de Maynas quien envió un contingente de veinte soldados para apaciguar la rebelión. El cacique Payoreva fue apresado y enviado a Borja pero en 1702, huyó de su prisión y se fue con los portugueses a Belem do Pará.
En 1704, Samuel Fritz fue nombrado Superior de las misiones de Maynas y se estableció en Lagunas, sede de esas misiones. El año de 1707 hizo un viaje a Quito para traer nuevos misioneros a la selva. Fue el año de la publicación de su mapa y de la descripción Del Gran Río Amazonas con las misiones de la Compañía dedicados al Rey de España por intermedio de la Audiencia de Quito. En 1712 fue relevado de su cargo de Superior de las misiones por el padre Gregorio, de Bobadilla y se retiró al pueblo de Jeberos como simple párroco. Allí murió el 25 de marzo de 1725 a los 71 años de edad, cuarenta de los cuales pasó en la selva amazónica.
Murió víctima de un tormento singular, de las niguas que se apoderaron de todo su cuerpo. Se le encontró muerto una mañana, tendido en el suelo. En un ataúd que él mismo fabricó, con madera de la selva escogida y cortada por él, fue enterrado en el altar de la iglesia de Jeberos que él también construyó. Fue venerado como un santo por todas las gentes del lugar y de los pueblos vecinos. En un terremoto de 1766 cayó la Iglesia y cuando el misionero, que entonces estuvo a cargo de la Iglesia, removió los escombros, encontró sólo el ataúd con los zapatos y las vestiduras; todo lo demás, carne y huesos, fueron devorados por unas
hormigas
carnívoras(5).
El padre Samuel Fritz dejó escrito un Diario de sus viajes y exploraciones que permaneció inédito en Evora (Portugal) hasta su publicación parcial a fines del siglo pasado por Marcos Jiménez de la Espada quien lo recogió en su Noticias Auténticas del Río Marañón, (Madrid: 1890) también apareció parte del Diario de Fritz en el tomo XXIII del Boletín de la Sociedad Geográfica de Madrid (1889-1892). El Diario fue traducido al portugués por Rodolfo García (o Diario de P. Samuel Fritz. Río de Janeiro: 1918) y al inglés por D. Edrnundson (Journal of the Travels and Labours of S. F. in the River Amazonas. London: 1922).
El padre Samuel Fritz es el primer defensor de la peruanidad de las tierras amazónicas. Organizó, él solo, una tenaz campaña de defensa de los derechos territoriales del Virreinato de Lima sobre esta región frente al sistemático avance portugués que lentamente cercenaba grandes extensiones de selva sobrepasando los límites establecidos por el Tratado de Tordesillas. Estuardo Núñez, acucioso investigador de los científicos y
viajeros que han pasado por el Perú, juzgó así el trabajo de este jesuita en nuestra selva:
"La obra de Fritz constituye uno de los primeros experimentos de la aplicación de la ciencia alemana a la realidad del Perú amazónico. Al mismo tiempo, revela el fervor de un hombre puro y sabio, entregado a la obra de la culturización y sensible en medir la trascendencia de la labor colonizadora de los españoles americanos en las selvas orientales. Su admirable visión histórica vislumbra los riesgos de descuidar la delimitación entre los dominios de España y Portugal en el Amazonas. Fritz desplegó y orientó su acción y la de otros integrantes de su orden para consolidar, gracias a la evangelización, la colonización y el conocimiento científico, la jurisdicción del
virreinato
peruano"(6).
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(1) El mapa de Fritz, es el tercero que se hizo sobre la región Amazónica, anteriores son los mapas de G. Sanson (geógrafo del Rey) de 1680 y de E. Richter (mapa del Ucayali) de 1690. El más completo y moderno es el confeccionado por el padre jesuita Luis Carrés publicado en 1900 en el Atlas Geograficus Societatis Jesu N° 33. Provincia Toletanae; para trazarlo, consultó todos los mapas enviados a Roma al Superior General. El mapa de Carrés comprende las provincias jesuitas de Maynas y Moxos (Perú y Bolivia).
(2) Cf. Juan Bromley "La ciudad de Lima durante el gobierno del Conde de la Monclova". En: Revista Histórica XXII. Lima:
pp. 122 - 155. 1955 - 56.
(3) Pablo Maroni "Noticias auténticas del famoso río Marañón". En: Monumenta Amazónica.
B - 4. Iquitos: IIAPCETA pp. 332 - 335. 1988.
(4) El Memorial dirigido al virrey, con el título de El gran Río Amazonas con los misioneros de la Compañía, apareció en Quito junto con la edición del mapa amazónico en 1701 y con una descripción de él. Ambos, mapa y descripción fueron publicados después en el tomo XII de una colección de escritos instructivos y curiosos: Lettres edificiantes et curieuses écrites des misiones étrangères par quelques de la Compagne de Jesús. París: 1717, 12 vols. Parcialmente el Memorial está transcrito en MARONI, Pablo Ob. cit. pp.
328-330.
(5) Cf. José Jouanen Historia de la Compañía de Jesús en la antigua provincia de Quito. Tomo II. Quito: Editorial Ecuatoriana. p. 408. 1941.
(6) Cf. Estuardo Núñez "La obra colonizadora del jesuita alemán Samuel Fritz en el Amazonas". En: Boletín Cultural Peruano. N° 17. Lima: Ministerio de Relaciones Exteriores julio de 1965. pp.
21 - 24.
Tabla de contenido
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