
PARTE III
CONTROL SOCIAL, NEOLIBERALISMO Y DERECHO PENAL
EN UN PAIS DEL TERCER MUNDO: PERÚ
CAPITULO II
EL FUJIMORISMO (1990-2000)
Las elecciones de 1990 y el gobierno
cívico-militar. El Neoliberalismo en el Perú
En 1990, estando próximas las elecciones, la oposición principal al APRA (Alianza
Popular Revolucionaria Americana) procedía del Frente Democrático (FREDEMO), una alianza
política de derecha, cuyo candidato fue el escritor Mario Vargas Llosa.391
Este último había liderado la oposición desde el intento frustrado de Alan García en
1987 de nacionalizar la banca privada nacional. Después de la primera ronda de votaciones
Alberto Fujimori surgió como el principal obstáculo a las ambiciones de Vargas Llosa;
Alan García le ofreció el apoyo total del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).392
Mediante estos primeros contactos con el SIN, Fujimori aprendió los métodos que García
había utilizado para mantener una alianza con los militares, alianza que le permitió
gobernar sin sobresaltos y, además, demostró que los recelos históricos
institucio-nales de las Fuerzas Armadas con el APRA si bien no habían terminado (Alan se
dio maña para cooptarlos y de ese modo controlarlos) habían disminuido al borde de la
extinción. En este aspecto un antiguo capitán retirado, Vladimiro Montesinos, quien
había trabajado en el SIN, pasó a representar un papel importante cuando el FREDEMO
trató de acusar a Fujimori de evasión de impuestos con relación a un negocio de bienes
raíces del cual él y su esposa habían obtenido ingresos. Montesinos, un abogado con
buenos393 contactos en la rama judicial, logró cambiar al juez que
tenía a su cargo el caso por otro que decidió que no había caso que seguir. De esta
manera, Montesinos, demostró su utilidad desde el principio. Fujimori,
ganador sorpresivo de las elecciones, sin organización política de respaldo, sin
vinculaciones personales, ni institucionales fuera del mundo universitario, y sin proyecto
de gobierno, se encontró con el proyecto que venían manejando los organismos
multilaterales y las Fuerzas Armadas y el programa de gobierno de FREDEMO que lideraba
Mario Vargas Llosa.
La ausencia de planes de gobierno, la situación de bancarrota en la que se encontraba el
país y la interpretación local del consenso de Wáshington originaron desregulación y
liberalización en las políticas de estabilización.394 El Fondo Monetario
Internacional, el Fondo Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial tuvieran un peso
realmente decisivo y mucho mayor al que tuvieron en otros países, incluidas las
repúblicas centroamericanas. En términos prácticos, desde el momento en que al
presidente Fujimori le toca optar entre un ajuste gradual o de choque, la presencia de los
organismos multilaterales fue determinante.395 La primera reu-nión entre el
presidente Fujimori y los representantes del BID, el Banco Mundial y el FMI fue propiciada
por el entonces secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuellar,396
y se realizó en Nueva York. A dicha reunión el presidente Fujimori habría llevado un
documento de trabajo preparado por Carlos Rodríguez Pastor, ex ministro de Economía
durante el segundo gobierno de Fernando Belaúnde.397 Posteriormente, Fujimori398
viaja a Japón y a su regreso a Lima ya habría optado por implementar un ajuste de
electro shock optando, además, por prescindir del equipo económico liderado por Santiago
Roca. El objetivo del programa de estabilización de agosto de 1990 fue:
a. Pagar la deuda externa.
b. Volver al sistema financiero internacional; y,
c. Reducir drásticamente la hiperinflación de 7750 dejada por el gobierno corrupto de la
social democracia latinoamericana que encabezó Alan García Pérez.399
Todo lo anterior se podía implementar si se practicaba una democracia autoritaria o
democracia dirigida (en los términos del Libro Verde de las Fuerzas Armadas o del
Servicio de Inteligencia Nacional). En el caso de la subversión fue necesario aplicar
políticas de contrainsurgencias radicales que garantizaran un gobierno fuerte, es decir,
en ley y orden que generaran una estabilidad necesaria para poner en práctica el nuevo
modelo económico, el neoliberal, y de ese modo atraer la inversión
extranjera que posibilitara poner en orden las finanzas públicas que estaban en
estado catastrófico.
Téngase presente que en el ámbito internacional éramos un país no elegible (inelegible
para los organismos financieros internacionales desde la época de Alan García, quien no
logró reinsertarnos pese a que finalmente luego de un discurso antiimperialista y
antipago de la deuda externa de los primeros años de su gobierno aceptó las cartas
de intención del FMI, en el último Periodo de sus Gobierno fines del 88 al 90400
) para las inversiones extranjeras. En consecuencia fue necesario que el ajuste de los
precios relativos y el equilibrio macroeconómico fueran en resultado subordinado al tipo
de programa escogido para disminuir la inflación y para reconstituir las reservas
internacionales netas. Para esto jugó un papel importante la dolarización generada por
la hiperinflación precedente, que condicionó el tipo de ajuste y dio bases para el
atraso cambiario. Los ejes del programa de estabi-lización fueron: a) la disciplina
fiscal; y, b) la elección de una política monetaria.401
La política monetaria fue extremadamente restrictiva donde la expansión de la oferta
monetaria y el tipo de cambio dependían del superávit fiscal. Este tipo de programa de
estabilización requirió de recursos monetarios adicionales, entonces las reformas, sobre
todo la privatización, fueron considerados como complementos indispensables por el flujo
de divisas que generaron. La reac-tivación estuvo basada en un esquema de política
centrada en el sector fiscal; prácticamente como único instrumento de política
económica se puso en marcha la reforma de la administración fiscal, la misma que hizo
parte tanto del programa de estabilización como de las reformas.
Por un lado, en concordancia con el plan, se procedió a aumentar rápidamente los
ingresos fiscales; y, por otra parte, fue necesario reconstruir el sistema de cobro de
impuestos que la hiperinflación había debilitado. Había que incrementar el número de
contribuyentes para aumentar los ingresos fiscales en el mediano y largo plazo para lo
cual se reformó la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT) y se
le concedió autonomía. Así las cosas, las reformas económicas tuvieron dos objetivos:
- En el corto plazo: Completar el programa de estabilización.
- En el largo plazo: Aplicar los dogmas de un capitalismo de economía de mercado
(neoliberalismo), paralelamente a la reducción del tamaño del Estado y el cambio de sus
funciones.
Se esperaba que el resultado final fuera el cambio del patrón de crecimiento en uno
basado en un incremento sustantivo de las exportaciones y que el régimen de acumulación
de capital estuviera basado en el ahorro e inversión privados. Para tal fin se cambiaron
las reglas de juego sobre todo en lo relacionado con la asignación de recursos; por ello,
en el fondo las reformas macroeco-nómicas tenían por objetivo cambiar los
comportamientos micro-económicos, hacerlos más individualistas y privatistas, a través
de los incentivos puestos en marcha por las políticas económicas que se implementaron.
Los medios instrumentales de esta política fueron:
a. Se dio inicio a la liberalización comercial y financiera, acompañados por un proceso
de desregulación de todo lo económico (interna y externamente).402
b. Posteriormente se comenzó la privatización de las empresas públicas.403
c. Luego, la reforma de la administración fiscal y la priva-tización del sistema de
pensiones de jubilación.404
El modelo económico neoliberal aplicado por el régimen fue la versión más extrema del
paquete de medidas conocidas como Consenso de Wáshington, receta para el
desarrollo de América Latina propugnada en la década de los 80 por los
organismos multilaterales como el Banco Mundial, BID y el FMI.
El Consenso de Wáshington proponía, originalmente, establecer precios relativos de
equilibrio que lograran estabilidad macroeconómica y las bases de un crecimiento sano,
controlando la inflación y buscando cerrar la brecha externa. Para ello se debían
implementar shocks que lograran un sinceramiento de precios, y
políticas de ajuste fiscal y monetario. También, medidas de liberalización comercial,
financiera, del mercado de trabajo,405 etc., así como la privatización de las
empresas estatales. El gobierno se ha manteniendo invariable en la aplicación del
Consenso de Wáshington, desde el shock de agosto de 1990 y el paquete de medidas del
ministro Boloña del año siguiente, que configuró el modelo actualmente vigente.406
Fue un modelo privatizador de nuestra economía que:
a). Postergó la industria y al sector exportador de mayor valor agregado debido a que
encareció el crédito para hacer atractivo el mercado de capitales externos, favoreciendo
el ingreso de dólares y subvaluando el tipo de cambio.
b). Sacrificó los objetivos de empleo e ingresos, al privilegiarse el crecimiento de los
sectores como la minería, pesca, y ciertos servicios que requerían una alta tasa de
inversión pero que objetivamente generaban poco empleo.
El economista Javier Iguíñiz dijo al respecto: La política antilaboral que se
implementó durante los 90 tuvo resultados negativos en la población económicamente
activa (PEA)... El resultado ha sido que en la década anterior el empleo legal y
permanente ha sido un 20% menor de lo que se tenía cuando comenzó el gobierno
fujimorista.407
c). Acentuó la dependencia de las importaciones y del capital extranjero: el dólar
barato y la apertura comercial contribuyeron a la disminución de la inflación, pero con
efectos perniciosos en la balanza comercial. En consecuencia, mientras las exportaciones
totales aumentaron en 77,1%, entre 1990-1997, las importaciones lo hicieron en 124%.408
Resulta oportuno citar el trabajo de los economistas Santiago Roca y Luis Simabuko:
Primarización y nivel de vida: el caso peruano 1950-1997, publicado por ESAN, cuya
conclusión es contunde al respecto: ... en el Perú en los últimos cincuenta
años ha existido una relación inversa entre la primarización de las actividades
económicas y el nivel de vida o ingreso de la población. Por cada punto adicional de
participación en actividades extractivas o primarias el consumo per cápita empeoró en
2,6%, los sueldos (remuneraciones para trabajadores de cuello blanco), en 5,4% y los
salarios (trabajadores manuales), en 7,4%. Por cada punto porcentual adicional de
manufactura el consumo per cápita ha aumentado en 4,2%; los sueldos en 10,6%, y los
salarios en 15,5%.
Las exportaciones que más crecieron durante este último Periodo fueron justamente las de
productos tradicionales pesqueros. Mientras las exportaciones tradicionales totales
crecieron en 107,7% durante 1990-1997, las exportaciones de productos pesqueros aumentaron
en 226% (aunque durante 1998 se produjo una drástica caída del sector debido al
fenómeno de El Niño). En el grupo de exportaciones, los productos que más crecieron
durante el mismo Periodo fueron los correspondientes a la industria procesadora de
recursos primarios (harina de pescado, azúcar, refinación de petróleo, minerales.)
El Programa de Ajuste Estructural (PAE) en el Perú se caracterizó por su radicalidad
neoliberal. Se pudo concretar en sus rápidos resultados en el plano del control de la
inflación, el reordenamiento fiscal, el crecimiento del Producto Bruto Interno y por sus
lentos efectos en el empleo, los ingresos y el bienestar social.409 En otras
palabras, en el Perú se ha obtenido lo que normalmente se espera de un modelo
extremadamente neoliberal: crecimiento410 sin desarrollo.411
El PAE ha tenido cuatro momentos (desde 1990 hasta el 2000) claramente definidos. El
primero (agosto 1990-enero 1991) se dio el Fujishock o el superajuste de precios
relativos. En el segundo momento (1991-diciembre 1992) se iniciaron las
reformas económicas, bajo el lema todas al mismo tiempo; sin
embargo, entre esta etapa y las siguientes hubo algunos acontecimientos políticos
inesperados,412 como el auto golpe de 1992 y la captura del líder de Sendero
Luminoso, que favoreció la orientación cada vez más neoliberal (Boloña).
En el plano del control total de la sociedad para la mejor aplicación del modelo, se
aprovechó la coyuntura para radicalizar la legislación antiterrorista, por un lado; y,
de aplicar métodos psicosociales para intimidar y aterrorizar a la población
manipulándola alrededor del Proyecto Fujimori que se presentaba como un gobierno duro,
pero que garantizaba la seguridad nacional y la seguridad de los ciudadanos contra el
terrorismo. En el tercer momento o Periodo (enero 1993-marzo 1996) se dio un
crecimiento tan alto como inesperado, se aprobó la nueva constitución que
consagró el modelo neoliberal y Fujimori se hizo reelegir. Se legitimó de ese modo la
cúpula cívico-militar y el autoritarismo del gobierno.
El cuarto momento (desde abril de 1996-hasta nuestros días, primer semestre del 2000) se
inició con un reajuste ortodoxo; terminó con la renegociación de la deuda externa y el
PAE comenzó a bloquearse y a mostrar su incapacidad para pasar a un auténtico
crecimiento o desarrollo (para usar la categoría de Baran).413 La cúpula
cívico-militar, para sostener socialmente el modelo neoliberal que siguió implementando,
y controlar las reacciones de los sectores más necesitados o más desposeídos, copó la
administración de los programas sociales de emergencia que fueron centralizados en el
Ministerio de la Presidencia, una suerte de secretario de Estado encargado de varios
programas: FONCODES (Fondo Nacional de Compensación y Desarrollo Social), PRONAA
(Programa Nacional Agro Alimentario) INABIF (Instituto Nacional de Bienestar Familiar). El
FONCODES ha sido el programa de emergencia que contó con mayor presupuesto; gastó 542
millones de dólares entre noviembre de 1991 y agosto de 1995, o sea, 141 millones por
año (13 dólares por cada persona en situación de pobreza o 30 dólares por cada peruano
extremadamente pobre, lo que representaba apenas el 2,5% del salario mínimo anual.
Este proceso de ajuste estructural llegó a una situación de parálisis, la misma que fue
el resultado de cómo se hizo el PAE. Además, por la débil participación de los agentes
económicos nacionales en el diseño de las políticas y por la alianza entre presidente
Fujimori, los organismos internacionales y los militares,414 que no permitieron
una revisión y corrección de esta situación con la premisa de no perder credibilidad.
Estos hechos no dieron paso a un auténtico crecimiento o desarrollo con sostenibilidad y
equidad, no sólo por razones instrumentales sino, sobre todo por razones institucionales
y políticas. El peso de la deuda externa sobre: a. el gasto público, b. el ahorro
interno y c. la balanza de pagos limitó las posibilidades de crecimiento futuro.
A lo anterior hay que agregar que el Perú ha desembolsado un promedio de 1840 millones de
dólares anuales a partir de 1997 para servir el conjunto de la deuda externa, lo que
equivalía a un cuarto de las exportaciones y un quinto del gasto público. Esto
significaba en concreto, una reducción de los recursos para el crecimiento y una presión
fiscal sobre los contribuyentes muy elevado.
El déficit de las reformas del Estado provino del estilo de gobierno y de la alianza
política del presidente, así como por la dificultad o desinterés del gobierno para
llevar a cabo reformas democráticas integrales del Estado. Estas reformas debían ser
capaces de convertir la maquinaria gubernamental en un sistema de instituciones modernas y
eficientes, no sólo para promover la economía de mercado y la inversión privada, sino
también para redistribuir y descentralizar los niveles de gobierno. Es decir, para
contribuir a generar un estado de confianza basado en instituciones estables y
democráticas y no dependientes de la persona del Presidente y de sus aliados temporales.
Hacerlo o ponerlas en práctica hubiera significado la democratización de la sociedad y
del Estado, que era todo lo contrario de lo que Fujimori venía haciendo en lo social y
estatal: un hibridismo de autoritarismo y dictadura.
Este problema se reforzó toda vez que la política macroeco-nómica no sólo se había
convertido en el principal, sino en el único determinante del conjunto de políticas en
todos los sectores de la actividad gubernamental. En ese sentido, consideraciones
relacionadas con el mantenimiento de los equilibrios macroeco-nómicos: austeridad fiscal,
políticas de endeudamiento público, reducción del número de funcionarios
gubernamentales, asignación de recursos para el pago de la deuda externa, entre otros
condicionaron fuertemente el diseño y la ejecución de políticas sectoriales.
Con relación al Poder Judicial y al sistema electoral, para los cambios que
se produjeron en estos sectores existieron motivaciones claramente reeleccionistas, así
como dirigir sus actuaciones, esto es, que respondieran a los requerimientos del
Ejecutivo, suprimiendo la independencia de este Poder del Estado.415 Todo lo
cual explicará por qué una vez que Alberto Fujimori dejó de ejercer la Presidencia de
la República en noviembre del 2000 su llamada reforma judicial y electoral ha sido
desactivada, en tanto fuente viva de corrupción institucional y de tráfico de
influencias. La característica de coparlo todo, controlarlo todo, es una de las formas de
las dictaduras. Quisieron ser como el gran ojo de Dios que todo lo ve y que todo lo sabe.
Para lograrlo destinaron ingentes recursos para desarrollar un Servicio de Inteligencia
Nacional (SIN) ramificado en todas las esferas de la sociedad y del Estado. El estilo de
conducción del gobierno no promovió una gestión transparente debido a que existió
escaso debate público y no se materializaron procedimientos de consulta abiertos a
sectores significativos de la sociedad.
En general, la gestión pública privilegió procesos de consulta selectivos y cerrados
que descartaban la formulación de consensos, aun en aquellos temas de interés nacional
que requerían un amplio acuerdo. Predominó el acto gerencial desde arriba y para arriba,
fueron decisiones verticales, nunca horizontales o de abajo para arriba o de consenso. El
Congreso de la República se convirtió en caja de resonancia del Ejecutivo;
sus acciones demostraron que los constitucionalistas que rodearon a Fujimori se encargaron
de bloquear cualquier posibilidad real de peso y contrapeso entre los denominados
poderes del Estado (checks and balances). Por lo que se puede aseverar que los
congresistas de la mayoría como los funcionarios vinculados a órganos de control no
cumplieron sus funciones básicas de fiscalización al Poder Ejecutivo.416 Por
eso afirmamos que el gobierno de Fujimori fue una dictadura democrática y
autoritaria o un modelo de democracia restringida, forma institucional predilecta de los
organismos financieros internacionales para la aplicación en Perú de una economía de
mercado (neoliberalismo).417
En este orden de cosas la mayoría de las políticas en los ámbitos de la macroeconomía
y de los diferentes sectores se formularon sin tomar en cuenta la diversidad de
situaciones locales. Durante todo el gobierno del fujimorismo se centralizaron las
decisiones que deberían tomarse en los niveles regional y local; la mayor parte del
presupuesto nacional terminó siendo manejado por los Ministerios de Economía y Finanzas
y de la Presidencia. Adicionalmente, no se definieron con claridad las políticas de
muchos sectores del Poder Ejecutivo, particularmente en el ámbito social, ni la manera en
que éstas debían coordinarse con las políticas y decisiones en el nivel provincial y
distrital. Todo ello se debió fundamentalmente al pragmatismo e inmediatismo desplegado
por los principales dirigentes del fujimorismo en el ejercicio del poder real.
Por último, se mantuvieron las deficiencias existentes en los principales mecanismos para
igualar oportunidades (programas de salud, educación, empleo, capacitación laboral)418
. Esto se explica tanto por la prioridad otorgada a los programas temporales de lucha
contra la pobreza y compensación social, como por la carencia e ineficiencia de programas
de mediano y largo plazo destinados a reforzar los ministerios, municipalidades y otras
agencias encargadas de los programas sociales.419 Las reformas
económicas produjeron una mayor desigualdad del ingreso y del consumo y un crecimiento en
la brecha entre los peruanos ricos y pobres. Este aumento en los índices de desigualdad,
que se añade al deterioro que produjo la crisis económica de fines del decenio de los
ochenta, es entre otras, causa del incremento en los índices de criminalidad y de
violencia política. Estos impases se pudieron revertir habiendo hecho revisiones en las
políticas económicas o cambiando de gobierno, como está ocurriendo al momento de
terminar de escribir este trabajo. O, lo que es lo mismo, humanizando los programas
macro-económicos y diseñando auténticas medidas que posibiliten un crecimiento o
desarrollo sostenido para la población peruana.
Hacer lo que proponemos pasa por posibilitar un gran consenso de todas las fuerzas
políticas del país y diseñar un programa de unidad, en lo político; con una Comisión
de la Verdad que posibilite fortalecer a la sociedad civil frente al Estado; instrumente
el saneamiento del aparato burocrático del Estado y que seamos capaces de sentar en el
banquillo de los acusados a los verdaderos responsables de la sistemática violación de
los derechos humanos (torturas, desaparecidos, ejecuciones sumarias extrajudi-ciales,
asesinatos, genocidios, sentencias sin pruebas o en abierta violación a los
procedimientos penales de las sociedades democráticas, o sea, sin el debido proceso de
ley). Un futuro sin perdón y olvido como está ocurriendo en Argentina, Chile y
Guatemala, recientemente (2000).
El fracaso no ha sido sólo de Fujimori, lo es también de la cúpula militar, de la clase
social que lo apoyó en la instrumen-talización de sus políticas macroeconómicas. Estas
fuerzas, que estuvieron de acuerdo con el autogolpe, son los nuevos ricos que se
encuentran ubicados controlando los medios de comunicación masiva como, radio, TV (señal
abierta y cerrada), periódicos, revistas amarillas, cable privado, radio telefonía,
electrónica e informática, banca y la industria exportadora-extractiva,
fundamentalmente. Sin embargo, la información que manejamos es que este sector civil que
se benefició del poder en la época del fujimorismo,420 ahora resucita y
apertura puentes con el neo-populismo en el poder con Paniagua a la cabeza.421
Éste es un gobierno de transición que pasará a la historia dependiendo cómo haga la
transición: como demócrata o como una caricatura de demócrata. La tarea no es fácil.
Diez años de fujimorismo han sido bastante y el costo social incalculable. Éste es el
límite de este gobierno de transición. El próximo debe continuar con los procesos por
la violación a los derechos humanos y corrupción en los 20 años precedentes al de
Fujimori. Ésa será la vara de medición moral y ética del nuevo gobierno, sino veremos
como se perfecciona el poder para seguir en lo mismo, cualitativamente, o sea, hacer más
ricos a los ricos y más pobres a los pobres. El país de hoy está devastado, en
bancarrota.
Para usar una expresión puertorriqueña popular, la corrupción ha sido de tal magnitud,
que Fujimori, su asesor Vladimiro Montesinos, la cúpula militar y su entorno
civil vinculados a los partidos tradicionales, incluido el Partido Aprista se
llevaron no sólo los clavos de la cruz, se llevaron la cruz y, también, se llevaron al
Cristo de la cruz.422 Un pillaje nunca antes visto en la historia republicana.
Pensábamos que después de Alan García Pérez (APRA) ya no se volvería a repetir los
altísimos niveles de corrupción institucionalizada. Pero se repitió y de manera más
perniciosa. ¡Qué vigente está Paul Baran en América Latina y en el Perú en
particular!
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Un fundamentalista del
neoliberalismo, nacionalizado español, ya en España en sus artículos de El País
postulaba la eliminación del Estado de bienestar. Véase Mario Vargas Llosa. La
Hora de Todos. El País, edición Cataluña, Sección Opinión, p. 13, domingo 25 de
febrero de 1996. Citado por Vicenç NAVARRO, op. cit., p. 62. |
392
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OBANDO, Enrique. Fujimori y
las Fuerzas Armadas. En John Crabtree y Jim Thomas, El Perú de Fujimori. Instituto
de Estudios Peruanos (IEP), Universidad del Pacífico, Centro de Investigación, pp.
353-378, 1999. En adelante este autor será tomado en cuenta en esta parte en tanto entre
sus credenciales está el de haber sido Asesor de la Secretaría de Defensa Peruana
(1984-1989), o sea, durante el período del último gobierno de Belaúnde y el de Alan
García. Las razones por las que perdió Vargas Llosa y ganó Fujimori las elecciones de
1990 las narra objetivamente Víctor Carranza en su obra citada especialmente desde la p.
28 ¿El futuro diferente? hasta la p. 58 Razas y Etnias; pero
permítasenos reproducir lo siguiente del mismo autor: Si dijéramos que Fujimori
fue un invento de la ansiedad de las masas, por causa del descolocamiento de los partidos
políticos en un contexto de aguda crisis económica, de la expansión de la economía
informal, y del acentuado terror político nos quedaríamos sólo con la mitad de la
historia. La otra mitad, o parte de ella, es que Fujimori, quien representaba al interior
del Perú a una etnia oprimida, y en el exterior a una etnia de prestigio, recibió
también la adhesión electoral por cuanto expresaba la diversidad social de los peruanos.
Serán pues las propias condiciones de existencia de sus desconcertados electores la clave
del misterio de la opción asumida. Op. ct., p. 53. |
393
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Basado fundamentalmente en la
corrupción de funcionarios públicos, como se está demostrando en los últimos meses del
año 2000 y los del 2001. Desde fines del año pasado están siendo procesado por tráfico
de influencias, narcotráfico, lavado de dinero del narcotráfico, tráfico de armas,
corrupción de funcionario público, asesinato político, violador de derechos humanos y
eventualmente será procesado por delitos de lesa humanidad (genocidio), etc. Fue miembro
pagado hasta el 16 de setiembre del 2000 por la Central de Inteligencia de los Estados
Unidos de América, según lo declarado por el Embajador John Hamilton: Diario La
República, sábado 24 de febrero del 2001, sección política, p. 9, Lima. |
394
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Véase el libro inédito de
Vicente Camino (prof. vasco), Globalización..., edición restringida para los estudiantes
del Programa Doctoral en la Facultad de Derecho Eugenio María de Hostos, Mayagüez,
Puerto Rico. PALOMARES LERMA, op. cit. MENDIZABAL, Antón. La globalización. Perspectivas
desde Euskal Herria. País Vasco, Ediciones Iru, 1998. |
395
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Javier Iguiñiz dijo sobre el
particular: La confianza del gobierno en el capital extranjero y su dependencia
respecto a él se manifestaron en 1990. El primer indicador se presentó en 1990 cuando el
gobierno tomó la decisión unilateral de comenzar a pagar la deuda externa. Durante este
período las instituciones multilaterales, como el FMI, El Banco Mundial y el Banco
Interamericano de Desarrollo jugaron un papel clave en las estrategias adoptadas para
estabilizar y liberalizar la economía. La celeridad con que se autorizaron los incentivos
para promover la inversión extranjera fue sólo otro indicador de la importancia del
apoyo económico internacional para sostener al gobierno y sus políticas. En
IGUIÑIZ, Javier. La estrategia económica del gobierno de Fujimori: una visión
global. En John Crabtre y Jim Thomas, El Perú de Fujimori: 1990-1998. Lima,
Instituto de Estudios Peruanos (IEP), Universidad del Pacífico, Centro de
Investigaciones, p. 19, 1999. |
396
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El 22 de noviembre del 2000 el
nuevo Presidente del Perú, Valentín Paniagua (luego de no haber aceptado la renuncia de
Fujimori hecha desde Tokio el 19 de noviembre del 2000 [http://cnnenespañol.com] y haber
declarado la vacancia de la Presidencia de la República por conducta inmoral) en su
discurso de aceptación anunció a la comunidad internacional de que el nuevo Primer
Ministro sería Pérez de Cuellar. |
397
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Jefe fundador del partido
Acción Popular. Fue Presidente de la República del Perú entre 1963-68 [derrocado por un
golpe de Estado, entre otras razones por corrupcción, la recuperación de chatarra y
pozos petroleros de manos norteamericanas a cambio de onerosos pagos, que aparecían en
una famosa página 11, la misma que desapareció del contrato celebrado entre la empresa
norteamericana y el Gobierno peruano, en ese año], ganó las elecciones y fue Presidente
constitucional entre 1980-85. (Se había abstenido de participar en la Asamblea
Constituyente del año 79). El 21 de noviembre del 2000 su ex Ministro de Educación (ver
nota precedente, Valentín Paniagua militante de Acción Popular), es elegido
Presidente Transitorio del Perú para gobernar entre el 22 de noviembre del 2000 al 28 de
julio del 2001 en que entregará la presidencia al candidato que salga electo en las
elecciones anunciadas para el 8 de abril del 2001. ¿Coincidencia? Como la
coincidencia de estar en suelo peruano [según dijo en conferencia de prensa
del 22/11/2000] del funcionario de más alto rango para América Latina del Departamento
de Estado y el de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, saludando la elección del
nuevo presidente peruano. |
398
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Recién hoy, a propósito de su
renuncia en noviembre del 2000, se sabe que es ciudadano japonés por ser hijo de
ciudadano japonés. Tiene pasaporte japonés. Japón no tiene tratado de extradición con
Perú. En caso de ser procesado penalmente, el Perú estaría impedido jurídicamente de
pedir su extradición. La salida diplomática sería la figura jurídica de la
reciprocidad; estaría por verse cuál sería el papel del Gobierno japonés de
presentarse esta situación en el futuro. Estaremos pendientes del desenlace de uno de los
mejores peones del neoliberalismo en los países del Tercer Mundo. |
399
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Ha regresado al país en año
2001 como candidato presidencial, luego que su partido negociara su regreso mediante un
pacto secreto en París con el candidato presidencia Alejandro Toledo. Sus congresitas
votaron por una ley especial para el regreso de Alan García Pérez. No hay que olvidar
que el brazo derecho del gobierno de Alan García durante los años de 1985 a 1990, el Sr.
Mantilla, Ministro del Interior y cabeza visibles de los Comandos Rodrigo Franco
(emulaciones de los comandos paramilitares de derecha de la Alianza Anticomunista
Argentina las tristemente conocidas como las triples A) según los videos
encontrados en el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) que dirigía un agente de la
CIA, Vladimiro Montesinos le entregó dinero, a su petición, y según declaraciones de
Mantilla a la prensa ese dinero fue destinado para financiar parte de la campaña
electoral del Partido Aprista en las elecciones del 2000. Con los votos de los
parlamentarios electos en esa elección regresó Alan García Pérez. Estaremos atentos a
las elecciones del 8 de abril del 2001 para ver el comportamiento político de los hoy
candidatos presidenciales Alejandro Toledo y Alan García Pérez. |
400
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Es el período en el que el APRA,
con Alan García, crean los comandos paramilitares para combatir a sus opositores
políticos uno de nefasta recordación es el comando terrorista Rodrigo Franco para
liquidar a los enemigos de la Patria. ¿Patria de quién? Esta práctica va a continuar
durante el gobierno cívico-militar de Fujimori y las Fuerzas Armadas, el comando
terrorista o Grupo Molina será uno de ellos; se creó para liquidar opositores, supuestos
subversivos, hacer trabajo sucios e imputárselos a los grupos alzados en armas
senderistas o del MRTA. |
401
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El mentor intelectual de
esta corriente fue el profesor Friedman, sobre quien Paul Samuelson ha dicho: Podrá
pensarse que un monetarista como el profesor Friedman, convencido de que sólo importa el
dinero, o de que es lo más importante, desearía controlar la oferta monetaria para
luchar contra las altas y las bajas de la actividad económica. Pues tal opinión estaría
equivocada. El profesor Friedman insiste en que de nada valen refinamientos. El dinero es
más importante que todo lo demás, pero ni siquiera sus efectos son perfectamente
predecibles, existiendo siempre desfases inciertos entre la causa y el efecto. Reforzando
su escepticismo sobre tales refinamientos, está la postura filosófica de Friedman de que
deben prevaler las normas y no la autoridad discrecional de personas o comisiones. Su
única recomendación respecto a la política monetaria es, por tanto, elegante por su
sencillez.
Los monetaristas recomiendan a la Reserva Federal que estabilice el crecimiento de la
oferta monetaria anual o mensualmente a un tipo constante previamente
convenido p. ej. un 4,5 por 100 al año, o al menos dentro del margen del 5 por 100.
Después, olvidando la política fiscal activa y todos los demás refinamientos, que sea
el mercado el que se encargue del resto del tipo de interés, del paro y del nivel
de precios. Esta receta monetarista de Friedman, en la era de Reagan-Busch, se puso
en pleno apogeo en los organismos internacionales y se instrumentalizó como políticas de
desarrollo a seguir luego del Conseso de Wáshinton, en la década de los 80 por los
organismo internacionales. SAMUELSON, Paul. Curso de economía moderna. España, Editorial
Aguilar, p. 364, 1975. Ver Cap. 17 La Política Monetaria del Banco Central,
p. 347 ss. y el Cap 18 Síntesis de la política monetaria y de la Teoría de la
Renta, del mismo autor y libro, p. 368 ss. |
402
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Esto posibilitó el ingreso de
mercancías de mejor calidad y a menor precio principalmente de países llamados los
tigres asiáticos. Nuestra infraestructura productiva no estaba preparada para
ese cambio brusco, no podía competir eficazmente con los productos extranjeros, la
tecnología era obsoleta y la productividad ineficiente. Ésta será la causa del
posterior proceso recesivo y la quiebra de muchas empresas. De acuerdo con los nuevos
ideólogos económicos las distorsiones del mercado fue la causa, no las políticas del
Estado. |
403
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Hasta febrero de 1997 se habían
privatizado alrededor de 100 empresas públicas generando un ingreso por ventas del orden
de los US$ 7 022,54 millones de dólares proyectando una inversión de US$ 7 526,80;
Fuente: COPRI. Véase KISIC, op. cit., p. 89. |
404
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La privatización de este
sistema posibilitó el nacimiento de un sector de clase burgués-financiero criollo y, por
lo tanto, de nuevos ricos con dinero que es de los trabajadores. Se convirtieron en
administradores financieros por mandato del Estado neoliberal. Veamos lo que dice Jim
Thomas: Al planificar las reformas del sistema de seguridad social y pensiones,
muchos países latinoamericanos tuvieron a Chile [Nota mía: se refiere al Chile de
Augusto Pinochet, el mismo que a finales del 2000 tiene más de 158 proceso penales por
violador a los derechos humanos, asesinato, secuestro, tortura, genoci-dio, en Argentina y
Chile] como modelo, puesto que éste había pasado de un sistema estatal a otro que
dependía mayormente de los seguros sociales privados.... En THOMAS, Jim. El
mercado laboral y el empleo. En John Crabtree y Jim Thomas, El Perú de Fujimori.
Lima, Instituto de Estu- dios Peruanos (IEP), Universidad del Pacífico, Centro de
Investigación, p. 283, 1999. |
405
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Contratos de trabajo sin
estabilidad, sin beneficios sociales, a plazo fijo, a medio tiempo, sin compensación por
tiempo de servicios, disciplina laboral autoritaria, o sea, el reino de la libertad de
empresa. Lo que condujo, como es evidente, a la radicalización de desmovilizar al
movimiento obrero; pero felizmente no liquidado totalmente. Han dado muestras de
resurrección en las movilizaciones luego del fraude electoral de abril del 2000 que dio
como ganador a Fujimori. Su participación ha jugado un rol importante en la caída de
éste en noviembre del 2000. Por esto no estoy de acuerdo con la conclusión a la que
llega Jim Thomas, op. cit., p. 287 donde asevera: Las relaciones laborales han sido
menos problemáticas bajo Fujimori que durante los ochenta, y puede que esto refleje la
combinación de la incapacidad de los sindicatos para proteger a sus afiliados de los
efectos de la hiperinflación y el incremento en el número de trabajadores temporales o
de corta duración. Es probable que esto continúe en el corto plazo, a menos que los
sindicatos encuentren algo sobre lo cual reconstruir su apoyo o que un nuevo presidente
sea elegido con la intención de resucitar el movimiento sindical. Nos da la
impresión que mira el árbol y no el bosque, mira la parte y no el todo, mira el dato sin
la significación política, ideológica, económica y social del problema. Esta tesis es
una refutación a esta conclusión infeliz, por decir lo menos. |
406
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El gobierno de transición del
residente Paniagua no ha dado pasos significativos en la dirección contraria. Por el
contrario, su Ministro de Economía sigue aplicando el mismo modelo neoliberal |
407
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Javier
Iguiñiz, disertación
oral en el Tercer Foro para el Desarrollo y Lucha Contra la Pobreza, auspiciado por el
Banco Interamericano de Desarrollo, diario La República, Lima, Perú, sección economía,
10 de enero del 2001, p. 22. |
408
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GONZÁLEZ DE OLARTE, Efraín.
Ajuste estructural y reforma de la economía fiscal en el Perú. Lima, Documento de
Trabajo N° 64, Instituto de Estudios Peruanos (IEP), 1997. |
409
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En 1997, según cifras oficiales,
se conocía que 10,5 millones de peruanos (45 %) viven bajo el nivel de pobreza
ganan un promedio de US$ 1.75 (dólares) por día; pero además casi el 20% de la
población (4,5 millones) están condenados a extrema pobreza, es decir, que carecen de
US$ 1.10 (dólares) al día para cubrir una dieta mínima. (Antonio Raluy, Agence
France-Press, Periódico Nuevo Día, del 25 de enero de 1997, p. 39. |
410
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Paul Baran dirá:
Permítaseme definir el crecimiento o desarrollo económico, como el
incremento de la producción per capita de bienes materiales en el transcurso del tiempo.
En esta definición sería permisible hacer caso omiso de la dificultad inherente a la
comparación de la producción en diferentes períodos, dificultad que surge siempre que
las producciones que se comparen consten de más de un bien, en cuyo caso los cambios de
la producción afectan a sus diversos componentes en forma desigual, y cuando ciertos
bienes que aparecen en la producción de un período no figuran en el otro. BARAN,
op. cit., p. 35. Nótese que Baran equipara crecimiento y desarrollo en esta definición.
Fija su posición cuando se comparan dos período distintos en la producción llega a
decir (p. 36): En realidad, las comparaciones entre diversos períodos amenazan
francamente con hacerse engañosas. Por eso la expresión crecimiento
sin desarrollo. |
411
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... el desarrollo
económico, históricamente, siempre ha significado una transformación de vasto alcance
en la estructura económica, social y política de la sociedad, en la organización
dominante de la producción, de la distribución y del consumo. El desarrollo económico
siempre ha sido impulsado por clases y grupos interesados en un nuevo orden económico y
social, encontrando siempre oposición y obstáculos por parte de aquellos que pretenden
la preservación del statu quo que están enclavados en los convencionalismos sociales
existentes y que derivan beneficios innumerables y hábitos de pensamiento de las
costumbres prevalecientes y de las instituciones. BARAN, op. cit., pp. 19-20. |
412
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Inesperados para la población.
El golpe o autogolpe estaba siendo reclamado por todos aquellos políticos que
consideraban que las cámaras (el Legislativo) estaban obstruyendo el trabajo del
Ejecutivo, que constituían un freno a las reformas necesarias para reactivar el
aparato productivo y atraer la inversión extranjera. |
413
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Para ver el programa de
reducción de la pobreza del gobierno de Fujimori véase SAGASTI, Francisco y Alcalde
Gonzalo. Políticas sociales y lucha contra la pobreza en el Perú. Una
aproximación de conjunto. En Pobreza, exclusión y estrategias de desarrollo: una
aproximación preliminar. Lima, Agenda-Perú, pp. 88-115, 1997. |
414
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GONZÁLEZ DE OLARTE, Efraín y
Cecilia Lévano. Precios relativos, brechas macroeconómicas e impactos sectoriales: un
nuevo modelo de crecimiento. Lima, Instituto de Estudios Peruanos
(IEP), 1997. |
415
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Las normas legales que
tienen que ver con estas aseveraciones las precisaremos en el capítulo III de esta parte. |
416
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Al inicio de esta tesis tenía
una gran insertidumbre de cómo demostrar estas aseveraciones, que no sean sólo a partir
de inferencias lógicas y coherentes. Ésta pudo ser una de las grandes debilidades en un
mundo académico donde lo que se afirma hay que probarlo. Felizmente, luego de la caída
de Fujimori los medios de comunicación masiva a nivel mundial se han encargado de
informar acerca de las comprobaciones fácticas de estas afirmaciones teóricas. Así,
como lo hemos expresado supra la corrupción lo corroía todo desde el centro del poder el
Servicio de Inteligencia Nacional y la Presidencia. Como decía un político de fines del
siglo XIX, don Manuel González Prada, donde usted pone el dedo sale pus, para significar
los gobiernos de fines de ese siglo, muy particularmente, aquellos que tuvieron lugar
durante y después de la guerra con Chile. Los peruanos estuvieron sometidos a un
verdadero estado policiaco. |
417
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Los fundamentalistas neoliberales
estaban de plácemes con Fujimori, él demostraba que sus teorías eran
correctas y fundaba sus argumentos en la comparación de los indicadores
económicos con el gobierno del APRA. Con el APRA se llegó a 7000% de inflación en 1990,
Fujimori logró bajarlo al 7%; las reservas netas internacionales (RNI) que eran de US$
300 000, en 1990, con Fujimori subieron a cerca de US$ 11 300 000 000; el Producto Bruto
Interno (PBI) llegó a crecer desde 1% en 1989 hasta 13% en 1994 (el mayor
crecimiento en el mundo). La condición de ineligible que nos dio el FMI fue
transformada en la reinserción financiera vía el Plan Brady. A lo que tenemos que
agregar, que, al mismo tiempo, en 1992 se pagó US$ 900 millones que representó el 30% de
las exportaciones nacionales, y el 20% del presupuesto de la República de ese año. Esa
tendencia se amplió en los siguiente años: en 1997 llegamos a pagar 2703 millones de
dólares por concepto de deuda externa. Estas recetas aumentaron el desempleo y el
subempleo. Esto es lo que hemos denominado crecimiento sin desarrollo dado que los
exitos económicos estuvieron basados en las inversiones extranjeras, es
decir, en el crecimiento del ahorro externo, el modelo peruano ha puesto en juego
sus propios intereses (inversión extranjera). Mostrando una extra-ordinaria
vulnerabilidad frente al poder del capital transnacional cuyos erráticos movimientos,
generalmente especulativos, no pueden anticiparse ni articularse a un proyecto de
desarrollo integrado; el gobierno terminará agravando los déficits en la balanza de
cuenta corriente, los desequilibrios del mercado interno y la exclusión de la mayor parte
de la población. Los ejemplos de México y de los países asiáticos así lo
confirman. Víctor Carranza, op. cit., pp. 120 y 121, notas 155 y 156. Esto ha sido
confirmado en los meses de setiembre y diciembre del 2000. |
418
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La ineficacia de los mecanismos
para generar empleo adecuadamente remunerado y suministrar servicios sociales básicos con
un mínimo de calidad ampliaron la brecha entre ricos y pobres. Es decir, aumentó la
pobreza expresada en términos de las diferencias de ingresos entre las familias de
niveles socioeconómicos altos y medios (A y B) versus los ingresos de las familias de
ingresos bajos [niveles de pobreza] (C) y muy bajos [niveles de extrema pobreza] (D).
Según encuestas de Apoyo S. A., los ingresos mensuales de las familias del nivel A
pasaron de US$ 2823 a US$ 4040 entre 1991 y 1996. Tuvieron un aumento de sus ingresos
equivalente a US$ 1113. Por su parte, el nivel B registró, en el mismo período, un
aumento de sus ingresos mensuales equivalente a US$ 396. En contraste, el aumento de los
ingresos mensuales de las familias de los niveles C y D sólo ascendió a US$ 92 y US$
107, respectivamente, al año. |
419
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En tanto el neoliberalismo no
posibilitó un crecimiento real o desarrollo de la economía nativa que las políticas de
ajustes generarían más niveles de pobreza llevándolos a los extremos. Los organismos
internacionales diseñaron programas de asistencialismo que apoyarían las políticas
sociales del gobierno cívico-militar. |
420
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Que en cierta medida fueron
los mismos que se beneficiaron en el gobierno del APRA con Alan García. Es el grupo que
se denominó los 12 apóstoles, y son los grupos: Romero (el actual Ministro
de Economía Javier Silva Ruete estaría vinculado a este Grupo, fue Ministro de Economía
durante la dictadura de Morales Bermúdez [1975-1980]), Brescia, Raffo, Ferreyros, Wiese,
Nicolini, Bentín, Lanata Piaggio, La Fabril extranjero ligado a la transnacional
Bunge y Born, Picasso, Olaechea-Alvárez Calderón, Cogorno. Grupos vinculados a la
banca, las finanzas, ligados al capital internacional o transnacional, la industria de
exportación y los grandes estudios jurídicos. Que apoyaron a Morales Bermúdez, FREDEMO,
al APRA con Alan García, a Fujimori y ¡cuidado! podrían ser los mediadores entre este
gobierno de transición y el nuevo que salió electo en las elecciones del 8 de abril del
2001; además como son los más articulados como estructura de poder serán los directos
beneficiarios del financiamiento internacional. Ver CARRANZA, op. cit., en el capítulo
Coordenadas étnicas y de clase, pp. 68-76. |
421
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Por la limitación de esta
investigación el estudio del gobierno de transición del Presidente Paniagua lo haremos
en un futuro no lejano. |
422
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Al mes de marzo del 2001, según
las conclusiones preliminares de la Comisión del Congreso que investiga a Montesino,
Fujimori y a su entorno militares y civiles vinculados al poder, éstos se habrían
apoderado ilícitamente de dinero que es del país, en una cantidad de aproximadamente mil
millones de dolares. |
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