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CAPÍTULO 7

 

CLASIFICACIÓN DIAGNÓSTICA EN PSIQUIATRÍA

Juan Enrique MEZZICH

Javier E. SAAVEDRA

El diagnóstico es un concepto fundamental en psiquiatría, tanto como actividad central del profesional de salud así como teoría de la realidad clínica. Con respecto a lo primero, no es, pues, sorprendente que la capacidad de diagnosticar sea ampliamente considerada como una de las habilidades esenciales para el desempeño profesional efectivo. Por otro lado, como teoría, el diagnóstico define el campo de la psiquiatría, es decir precisa el rango de problemas y asuntos que le son pertinentes, estructura la información correspondiente, intentando representar y clasificar adecuadamente las formas reconocibles de enfermedad y discapacidad y los factores biopsicosociales que contribuyen a su emergencia y curso. Este capítulo considera, en primer lugar, conceptos generales sobre clasificación psiquiátrica, seguidos de los avances metodológicos recientes y de las contribuciones latinoamericanas a la nosología. Complementariamente trata de los sistemas de clasificación diagnóstica, presentando una reseña histórica y un esbozo general de la Décima Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) (Organización Mundial de la Salud, 1992) y del DSM-IV (Asociación Psiquiátrica Americana, 1994).

Nociones Básicas

Hasta hace dos décadas la importancia del diagnóstico en psiquiatría no era tan evidente como en las otras ramas de la medicina, debido a que las implicaciones terapéuticas y pronósticas del diagnóstico psiquiátrico se mostraban relativamente débiles y poco confiables (Kendell, 1975). Estos problemas se hicieron más visibles al intentar nuevas clasificaciones de los trastornos mentales, siendo una de las dificultades fundamentales la falta de acuerdo entre psiquiatras con respecto a los conceptos sobre los que el diagnóstico debía basarse. Además, los trastornos no eran descritos objetivamente y la misma condición se definía bajo un número variado y confuso de nombres (Stengel, 1959). Los recientes avances metodológicos en el diagnóstico psiquiátrico reflejan la intención de corregir tales deficiencias.

Los sistemas diagnósticos representan modelos de la realidad, en forma de enunciados sucintos de la condición clínica del paciente. Deben ser razonablemente precisos y específicos, por un lado, y comprensivos y cabales, por otro, aunque tales objetivos tienden a estar en conflicto. Finalmente, deben ser codificados para facilitar el registro, procesamiento y recuperación de la información contenida, tanto para uso clínico como para fines administrativos y de investigación científica.

Los propósitos del diagnóstico psiquiátrico son: 1) facilitar la comunicación entre profesionales pertinentes, tales como clínicos, investigadores y especialistas en salud pública; 2) orientar el planeamiento terapéutico; 3) optimizar el pronóstico sobre la evolución del paciente y sus condiciones mórbidas; y 4) potenciar la investigación sobre factores etiológicos, modalidades de tratamiento, organización de servicios y políticas de salud pública. La eficacia de un determinado sistema diagnóstico se basa en la consecución de los objetivos mencionados. Complemen-tariamente, su solidez requiere la demostración de su confiabilidad, la cual, usualmente, se estima a través del grado de acuerdo interevaluador obtenido entre diagnosticadores que aplican tal sistema al mismo grupo de pacientes.

El interés por fortalecer la confiabilidad y validez de los sistemas diagnósticos ha llevado, en años recientes, a avances metodológicos significativos en dos áreas importantes: 1) descripción psicopatológica precisa y 2) formulación diagnóstica integral. En relación a la primera, destacan en las nuevas clasificaciones el énfasis sindrómico y el uso de criterios diagnósticos específicos que han facilitado el diseño y empleo de entrevistas estandarizadas; en cuanto a la segunda, el uso de esquemas multiaxiales.

Criterios Diagnósticos Específicos

Constituye un avance metodológico referido a las reglas utilizadas para asignar categorías diagnósticas al paciente examinado En comparación con las definiciones tradicionales, son más claras, denotativas y objetivas; tienden a considerar tanto cláusulas de inclusión como de exclusión (p.ej., lo que el sujeto no debe presentar para ser candidato a la categoría en cuestión).

El desarrollo considerable de los criterios operacionales fue iniciado, cronológi-camente, por José Horwitz y Juan Marconi (1966) en América Latina; Peter Berner (1969) en Austria; y John Feighner y colaboradores en los Estados Unidos. Los criterios diagnósticos de este último grupo, modificados y expandidos, fueron incorporados en el DSM-III. Más recientemente, criterios diagnósticos explícitos han sido propuestos para el componente psiquiátrico de la CIE-10. Aunque la claridad representada por los criterios diagnósticos específicos los hace valiosos para el trabajo clínico y, particularmente, para el investigativo, conllevan elementos controvertidos tal como el número, frecuentemente arbitrario, de elementos requeridos para asignar un determinado diagnóstico o el percibido sacrificio de validez por confiabilidad.

El Modelo Multiaxial

Mezzich ha señalado que este enfoque de formulación diagnóstica constituye una de las innovaciones arquitectónicas más importantes en la nosología psiquiátrica mundial. El modelo considera sistemáticamente varios aspectos críticos de la condición del paciente (p.ej. síndromes psicopatológicos, problemas físicos concomitantes, factores psicosociales), y los evalúa a través de variables altamente informativas llamadas ejes. Intenta, así, describir al paciente en su condición clínica integral, configurándolo en su dimensión biopsicosocial. Los ejes o aspectos propuestos contienen escalas categóricas, típicamente focalizadas en condiciones patológicas, y escalas cuantitativas o dimensionales que flexibilizan el diagnóstico y cubren otros aspectos cruciales para entender los procesos de salud y enfermedad. El origen internacional de este modelo está documentado por los esquemas multiaxiales propuestos hace unas cuatro décadas por Essen-Moller y Wohlfahrt (1947) en Suecia; Lecomte y colaboradores (1947) en Francia; Bilikiewicz (1951) en Polonia; y Leme Lopes (1954) en Brasil. Éstos y los varios otros sistemas multiaxiales publicados desde entonces típicamente contienen cuatro o cinco ejes elaborados alrededor de dos aspectos diagnósticos fundamentales: descripción fenomenológica, por un lado, y factores biopsicosociales causativos o asociados, por otro.

Los objetivos de este enfoque diagnóstico son los siguientes: 1) proveer una visión comprensiva de la condición del paciente; 2) articular los elementos críticos de un problema psiquiátrico (p.ej., las manifestaciones y las causas de un síndrome orgánico cerebral); 3) desplegar información pertinente a la preparación de un plan integral de tratamiento (p.ej., identificación de un síndrome psicótico que requiere medicación neuroléptica; de conflicto marital, que puede sugerir el uso de terapia familiar; y de dificultades crónicas para trabajar, lo que podría indicar la necesidad de entrenamiento vocacional); 4) optimizar la educación profesional en psicopatología; y (5) potenciar la investigación clínica y epidemiológica y promover el descubrimiento de nuevos patrones nosológicos.

Contribuciones Latinoamericanas a la Nosología

Distinguimos en primer lugar, los avances fundamentales en la conceptualización de la enfermedad mental aportados por Carlos Alberto Seguín, en cuanto al rol del estrés; de Horacio Fábrega, quien sentara las bases para un enfoque etnomédico; y de Javier Mariátegui, a través de su análisis del contexto etnohistórico del alcoholismo. En cuanto a la sistematización de la descripción psicopatológica, se debe mencionar la obra conceptual de Honorio Delgado sobre organización nosológica y diferenciaciones diagnósticas; así como las contribuciones del brasileño José Leme Lopes, uno de los pioneros mundiales en el desarrollo de sistemas multiaxiales.

La interfase entre la epidemiología y la nosología ha sido foco de significativos trabajos latinoamericanos entre los cuales destacan aquellos de Carlos León en Colombia concernientes al Estudio Piloto Internacional sobre Esquizofrenia; y las investigaciones de psiquiatría social en el Perú, conducidas por Baltazar Caravedo, Humberto Rotondo y Javier Mariátegui, publicadas en 1963.

En el área de sistemas de clasificación diagnóstica, cabe mencionar el enjundioso Segundo Glosario Cubano de la Clasificación Internacional de Enfermedades Psiquiátricas, que constituye una adaptación substancial del CIE-9 a una determinada realidad nacional (Acosta-Nodal y colab. 1983). Más recientemente, como parte del desarrollo del Tercer Glosario Cubano de Psiquiatría, se ha publicado una adaptación de esquema multiaxial de la CIE-10 (Otero, 1994).

También en nuestro medio han aparecido propuestas con enfoques abarcativos y holísticos de corte multiaxial. Delgado (1955) propuso, en la línea del diagnóstico multidimensional de Kretschmer, la distinción entre factores patogénicos y factores patoplásticos, y la necesidad de "sondear el proceso íntimo de la experiencia morbosa en relación a la vida del sujeto, como realidad única, sin lo cual la aprehensión nosogénico-nosográfica se frustra en lo que respecta a la condición humana del paciente y su relación personal con el médico". Saavedra (1965) al analizar criterios y requisitos nosológicos consideró que ni lo sindrómico ni lo etiológico pueden servir aisladamente para una clasificación internacional, y propuso, en la línea de Essen-Moller & Wohlfahrt, que lo conveniente sería usar ambos criterios. Finalmente, Rotondo (1970) percibió la utilidad de formular los diagnósticos en dos niveles: a) el sindrómico, y b) el etiopatogénico. Además, en este último respecto, propuso un diagnóstico etiológico multiaxial con factores orgánicos, psicológicos y sociales.

Sistemas de Clasificación Diagnóstica

Entre los sistemas diagnósticos de alcance internacional se reconocen actualmente la reciente revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades y el sistema Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales DSM-IV. Estos instrumentos nosológicos y sus predecesores se esbozan a continuación.

1. Reseña Histórica

1.1 Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE). La versión primera de la CIE se originó en París, en 1893, dirigida a la elucidación comparativa de causas de muerte como estimación del nivel de salud pública. Desde aquel entonces ha sufrido revisiones aproximadamente cada diez años; la quinta revisión, en 1938, incluyó por primera vez una categoría psiquiátrica, subdividida en deficiencia mental y trastorno mental.

La sexta revisión (1948) extendió la cobertura de la clasificación a la morbilidad, además de la mortalidad. La novena revisión (1977) tuvo como uno de sus aspectos notables el uso, por primera vez de un glosario aplicado a la definición de trastornos mentales. Esta revisión contiene 17 capítulos principales. El quinto corresponde a los trastornos mentales, y abarca 30 categorías de tres dígitos, organizadas en: 1) condiciones psicóticas orgánicas; 2) otras psicosis; 3) trastornos neuróticos, de personalidad y otros no-psicóticos; y, 4) retardo mental. Dado que en nuestro medio la CIE-9 será oficial aún por unos años más, se incluye un cuadro referencial con sus principales categorías (cuadro Nº 1).

1.2 DSM-III y DSM-III-R. En 1980, la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) publicó en Washington la Tercera Edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-III). El DSM-III alentó prontamente un interés notable en el diagnóstico psiquiátrico, no sólo en su país de origen sino, también, en varias otras partes del mundo. La versión oficial en español apareció en 1983. Sus características innovativas principales incluyeron: 1) uso de criterios explícitos y específicos para la definición de trastornos mentales; 2) reordenamiento de la lista de trastornos mentales, en base mayormente a patrones fenomenológicos o descriptivos; y 3) empleo de un esquema multiaxial para la formulación diagnóstica. En 1987, la APA publicó una revisión moderada, el DSM-III-R, manteniendo los principios básicos ya mencionados. La mayor parte de las modificaciones estuvieron dirigidas al refinamiento de criterios diagnósticos para un buen número de categorías de trastorno mental.

1.3 DSM-IV. El proyecto para el desarrollo del DSM-IV empezó brevemente después de la aparición del DSM-III-R, no sin crear cierta preocupación por la premura de su elaboración pues se trataba de mantener consistencia con la CIE-10. Entre sus características principales está la de haberse desarrollado con una mayor base académica que las clasificaciones anteriores. Existieron tres etapas en su elaboración: 1) la revisión sistemática de la literatura; 2) el análisis del banco de datos disponible para responder preguntas existentes; y 3) los trabajos de campo focalizados en las nuevas proposiciones nosológicas. En general, se trató de aprovechar la experiencia obtenida con el DSM-III y el DSM-III-R.

Finalmente, se desarrolló trabajos de campo en áreas clasificatorias conflictivas tales como el trastorno de personalidad antisocial, autismo, trastorno mixto ansiedad y depresión, trastorno de conducta y la esquizofrenia. En estos trabajos se trató de comparar los criterios del DSM-III, del DSM-III-R y de la CIE-10 frente a los nuevos criterios propuestos para el DSM-IV.

Reflejando la acuciosidad académica empleada en su desarrollo, el DSM-IV constituye una entrega más voluminosa y detallada que sus predecesores. Entre sus innovaciones substantivas está la redistribución de los síndromes orgánicos-cerebrales entre las diferentes secciones fenomenológicas del manual (de modo que, por ejemplo, el antiguo trastorno orgánico-cerebral de ansiedad es ahora diagnosticado primero como un trastorno de ansiedad y luego como debido a un determinado trastorno físico). Otra innovación ha sido la consideración del marco cultural de la nosología psiquiátrica, a través de la inclusión de párrafos sobre consideraciones culturales para el uso de los criterios diagnósticos específicos, de un glosario de síndromes culturales, y de pautas para una formulación cultural de la identidad del paciente, de su enfermedad y ámbito, y de la relación entre clínico y paciente. El cuadro Nº 2 enumera las categorías mayores de trastorno mental incluidas en el DSM-IV.

1.4 La Décima Revisión de la Clasificación Internacional (CIE-10). La preparación de la Décima Revisión de la CIE se inició en 1979, el mismo año en que saliera a la luz su Novena Revisión. Una característica fundamental de la CIE-10 es que constituye una familia de clasificaciones, abarcando no sólo enfermedades sino también otros problemas y factores relacionados con la salud.

Otra innovación general de la CIE-10 es el empleo de un código alfanumérico, una letra seguida por varios dígitos. El primer carácter, una letra, indica el capítulo (F para los trastornos mentales); el segundo, numérico, una de diez clases mayores de síndromes psiquiátricos (p.ej., F3: Trastornos afectivos); y el tercero, también numérico, identifica hasta 100 categorías psicopatológicas básicas (p.ej., F30: Episodio maníaco). Algunas de las 100 opciones han sido dejadas en blanco para permitir futuras adiciones. Los primeros cuatro caracteres del código son oficialmente internacionales. Los lugares del quinto y sexto carácter están disponibles para adaptaciones con propósito local o especial. El Cuadro Nº 3 enumera las categorías principales de trastorno mental incluidas en la CIE-10.

Otra característica importante de la CIE-10 es el de la presentación de las definiciones categoriales con cuatro niveles de especificidad. Uno muy breve se incluye en el texto general para el uso de codificadores y estadígrafos. El segundo, de pautas diagnósticas, es de mayor especificidad que la del glosario de la CIE-9, se propone para la atención clínica general y estudios abarcativos. El tercero, de criterios diagnósticos, con una especificidad similar a la del DSM-IV, está dirigido principalmente a la investigación científica. Finalmente, es importante resaltar el desarrollo de una versión de la CIE-10, Capítulo V de Trastornos Mentales y del Comportamiento para atención primaria de salud (ICD-10 PHC), que focaliza 24 condiciones frecuentemente vistas en atención primaria y que podrían ser utilizadas efectivamente por médicos generales. La clasificación involucra el uso de una tarjeta para cada una de sus categorías, que contiene, por un lado, pautas diagnósticas, y por otro, pautas sobre su utilización. Es también innovadora su presentación Multiaxial, desarrollada por la División de Salud Mental de la OMS y potencialmente pertinente para todas las especialidades de la medicina. La versión de 1993 del esquema multiaxial de la CIE-10 contiene los tres ejes siguientes:

. Diagnósticos clínicos. Incluye los trastornos mentales así como los médico-generales.

II. Discapacidades. Valora las consecuencias de la enfermedad en términos de impedimento en el desempeño de roles sociales básicos, como son el cuidado personal, el funcionamiento ocupacional (como trabajador remunerado, estudiante o labor en casa), el funcionamiento con la familia y otros habitantes del hogar (evaluando tanto regularidad como calidad de las interacciones con los familiares) y el comportamiento social en general (interacción con otros individuos y la comunidad en general y actividades de tiempo libre).

III. Factores contextuales. Se trata aquí de describir el contexto de la enfermedad, incluyéndose problemas relacionados con la familia o grupo primario de apoyo, ambiente social general, educación, empleo, vivienda y economía, asuntos legales, historia familiar de enfermedad y estilo de vida personal. Se basa en los códigos-Z seleccionados del capítulo XXI de la CIE-10 "Factores que Influyen sobre el Estado de Salud y sobre el Contacto con Servicios de Salud".

Colofón

El gran interés existente por el diagnóstico psiquiátrico se debe tanto a los avances hechos en su sistematización y confiabilidad como en la posibilidad de su creciente validez y utilidad. Proyectar estos logros a la práctica clínica requiere, tanto del profesional experimentado como del estudiante, atención diligente a las estructuras nosológicas ofrecidas en los nuevos sistemas diagnósticos. Esto implica familiarización amplia con las clasificaciones de trastornos mentales y no-mentales, y los sistemas multiaxiales que los articulan y complementan. Asimismo, se requiere consultar los manuales correspondientes al evaluar a cada paciente, de modo que se apliquen competentemente los criterios diagnósticos y escalas pertinentes a cada caso. Finalmente, es importante mantener una actitud crítica al utilizar las teorías de la realidad, que son los conceptos diagnósticos y una actitud atenta y receptora al escuchar al paciente y su familia, de modo que el diagnóstico no devenga en rótulo burocrático sino en genuino entendimiento de la condición del paciente, prometedor de un proceso terapéutico efectivo y profundamente humano.

LECTURAS RECOMENDADAS

1. ACOSTA-NODAL C, MIGNAGARAY R, NOGUEIRA G, DUARTE FD, MAGRIÑAT JM. Segundo Glosario Cubano de la Novena Clasificación Internacional de Enfermedades Psiquiátricas. La Habana: Editorial Científico-Técnica, 1983.

2. ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA AMERICANA. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. Fourth Edition (DSM-IV). Washington, D.C.: Author, 1994.

3. MEZZICH, J.E., KLEINMAN, A., FABREGA, H., PARRON, D.C. Culture and psychiatric diagnosis. Washington, D.C.: American Psychiatric Press. In press.

4. OTERO, O. Adaptación cultural del esquema multiaxial de la CIE-10. Cuba: Hospital Psiquiátrico de la Habana, 1994.

5. SARTORIUS, N. Progress in the Development of the Classification of Mental Disorders in the ICD-10. En: Mezzich, J.E., Honda, Y., Kastrup, M.C., Springer-Verlag, editors. Psychiatric Diagnosis: A World Perspective. New York, 1994.

6. World Health Organization. International Clasification of Diseases and Health Related Problems. Tenth Revision (ICD-10). Geneva: Author, 1992.

7. PICHOT, P., LÓPEZ IBOR, J., VALDEZ, M., editors. DSM-IV. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. España. Ed. Masson, 1995.

 

CUADRO Nº 1

CATEGORÍAS MAYORES DE TRASTORNO MENTAL INCLUIDOS EN LA

NOVENA REVISIÓN DE LA CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DE

ENFERMEDADES (CIE-9)

 

Condiciones Psicóticas Orgánicas (290-294)

290. Condiciones Psicóticas Orgánicas Seniles y Preseniles

291. Psicosis Alcohólicas

292. Psicosis Inducidas por Drogas

293. Condiciones Psicóticas Orgánicas Transitorias

294. Otras Condiciones Psicóticas Orgánicas (Crónicas)

Otras Psicosis (295-299)

295. Psicosis Esquizofrénica

296. Psicosis Afectivas

297. Estados Paranoides

298. Otras Psicosis No Orgánicas

299. Psicosis con Origen Específico en la Niñez

Trastornos Neuróticos, Trastornos de Personalidad y Otros Trastornos Mentales No Psicóticos (300-316)

300. Trastornos Neuróticos

301. Trastornos de Personalidad

302. Trastornos y Desviaciones Sexuales

303. Síndrome de Dependencia Alcohólica

304. Dependencia de Drogas

305. Abuso No-Dependiente de Drogas

306. Condiciones Físicas Surgidas de Factores Mentales

307. Síntomas y Síndromes Especiales No Clasificados en Otra Parte

308. Reacción Aguda al Estrés

309. Reacción de Adaptación

310. Trastornos Mentales Específicos No-Psicóticos a Consecuencia de Daño Cerebral Orgánico

311. Trastorno Depresivo, No Clasificado en Otro Lugar

312. Alteraciones de Conducta No Clasificadas en Otro Lugar

313. Alteraciones Emocionales Específicas de la Niñez y Adolescencia.

314. Síndrome Hiperquinético de la Niñez

315. Retrasos Específicos en el Desarrollo

316. Factores Psíquicos Asociados con Enfermedades Clasificadas en Otro Lugar.

Retardo Mental (317-319)

317. Retardo Mental Leve

318. Otro Retardo Mental Específico

319. Retardo Mental Inespecificado

 

CUADRO Nº 2

CATEGORÍAS MAYORES DE TRASTORNO MENTAL

INCLUIDAS EN LOS EJES I y II DEL DSM-IV

 

1. TRASTORNOS DE INICIO EN LA INFANCIA, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

Retardo Mental

Trastornos del aprendizaje

Trastornos de la habilidad motora

Trastornos de la comunicación

Trastornos profundos del desarrollo

Trastornos de déficit de atención y de conducta perturbadora

Trastornos de la alimentación de la infancia o niñez temprana

Trastornos de tic

Trastornos de la eliminación

Otros trastornos de la infancia, la niñez y la adolescencia

2. TRASTORNOS MENTALES ORGÁNICOS

Delirio

Demencia

Trastornos amnésicos

Otros trastornos cognoscitivos

3. TRASTORNOS MENTALES DEBIDOS A CONDICIÓN MÉDICA GENERAL NO CLASIFICADOS EN OTRA PARTE

4. TRASTORNOS RELACIONADOS CON SUSTANCIAS

Trastornos relacionados con alcohol

Trastornos relacionados con la cafeína

Trastornos relacionados con cannabis

Trastornos relacionados con la cocaína

Trastornos relacionados con los alucinógenos

Trastornos relacionados con los inhalables

Trastornos relacionados con la nicotina

Trastornos relacionados con los opioides

Trastornos relacionados con la fenciclidina

Trastornos relacionados con los sedantes, hipnóticos o ansiolíticos.

Trastornos relacionados con polisustancias

Trastornos relacionados con otras sustancias (o desconocidas)

5. ESQUIZOFRENIA Y OTROS TRASTORNOS PSICÓTICOS

6. TRASTORNOS DEL HUMOR

Trastornos depresivos

Trastornos bipolares

7. TRASTORNOS DE ANSIEDAD

8. TRASTORNOS SOMATOMORFOS

9. TRASTORNOS FACTICIOS

10. TRASTORNOS DISOCIATIVOS

11. TRASTORNOS DE LA IDENTIDAD Y GÉNERO SEXUAL

12. TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN

13. TRASTORNOS DEL SUEÑO

14. TRASTORNOS DEL CONTROL DE LOS IMPULSOS NO CLASIFICADO EN OTROS APARTADOS

15. TRASTORNOS ADAPTATIVOS

16. TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

17. OTRAS CONDICIONES QUE PUEDEN SER FOCO DE ATENCIÓN CLÍNICA

 

CUADRO Nº 3

LISTA DE LAS CATEGORÍAS MAYORES DE TRASTORNO

MENTAL EN LA CIE-10

 

F0 Trastornos mentales orgánicos, incluidos los sintomáticos

F00 Demencia en la Enfermedad de Alzheimer

F01 Demencia vascular

F02 Demencia en otras enfermedades

F03 Demencia no especificada

F04 Síndrome amnésico orgánico (no inducido por alcohol/drogas)

F05 Delirio (no inducido por alcohol o drogas)

F06 Otros trastornos mentales debidos a daño cerebral, disfunción o enfermedad física.

F07 Trastornos de personalidad o conductuales debidos a enfermedad o daño o disfunción cerebral

F09 Trastorno mental orgánico o sintomático no especificado

F1 Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de sustancias psicotrópicas

F10 Trastorno mental o de conducta debido a uso de alcohol

F11 Trastorno mental o de conducta debido a uso de opiodes

F12 Trastorno mental o de conducta debido a uso de canabinoides

F13 Trastorno mental o de conducta debido a uso de sedativos o hipnóticos

F14 Trastorno mental o de conducta debido a uso de cocaína

F15 Trastorno mental o de conducta debido a uso de otros estimulantes, incluido cafeína.

F16 Trastorno mental o de conducta debido a uso de alucinógenos

F17 Trastorno mental o de conducta debido a uso de tabaco

F18 Trastorno mental o de conducta debido a uso de solventes volátiles

F19 Trastorno mental o de conducta debido a uso de drogas múltiples y uso de otras sustancias psicoactivas

F2 Esquizofrenia, estados esquizotípicos y trastorno delusivos

F20 Esquizofrenia

F21 Trastorno esquizotípico

F22 Trastornos delusionales persistentes

F23 Trastornos psicóticos agudos y transitorios

F24 Trastorno delusional inducido

F25 Trastorno esquizoafectivo

F28 Otros trastornos psicóticos no orgánicos

F29 Psicosis no orgánica no especificada

F3 Trastornos del humor (afectivos)

F30 Episodio maníaco

F31 Trastorno afectivo bipolar

F32 Episodio depresivo

F33 Trastorno depresivo recurrente

F34 Trastornos del humor (afectivos) persistentes

F38 Otros trastornos del humor (afectivos)

F39 Trastornos del humor (afectivos) no especificados

F4 Trastornos neuróticos, relacionados con estresores y somatomorfos

F40 Trastornos de ansiedad fóbicos

F41 Otros trastornos de ansiedad

F42 Trastorno obsesivo-compulsivo

F43 Reacción a estrés severo y trastornos de adaptación

F44 Trastornos disociativos

F45 Trastornos somatomorfos

F48 Otros trastornos neuróticos

F5 Disfunciones fisiológicas vinculadas a factores mentales y del comportamiento

F50 Trastornos de la alimentación

F51 Trastornos no orgánicos del sueño

F52 Disfunción sexual no causada por trastorno o enfermedad orgánico

F53 Trastornos mentales y conductuales asociados al puerperio no clasificados en otra parte

F54 Factores psicosociales y conductuales asociados con trastornos o enfermedades clasificados en otra parte

F55 Abuso de sustancias no productoras de dependencia

F59 Síndromes inespecíficos conductuales asociados con disturbios

fisiológicos y factores físicos

F6 Anomalías de la personalidad y del comportamiento en el adulto

F60 Trastorno de personalidad específico

F61 Trastorno mixto y otros de personalidad

F62 Cambios de personalidad duraderos, no atribuibles a daño o enfermedad cerebral

F63 Trastornos del hábito y del impulso

F64 Trastornos de identidad de género

F65 Trastornos de la preferencia sexual

F66 Trastornos psicológicos y conductuales asociados con el desarrollo y la orientación sexual

F68 Otros trastornos de la personalidad y la conducta del adulto

F69 Trastornos de la personalidad y la conducta del adulto no especificados

F7 Retraso mental

F70 Retraso mental leve

F71 Retraso mental moderado

F72 Retraso mental severo

F73 Retraso mental profundo

F78 Otro retraso mental

F79 Retraso mental no especificado

F8 Trastornos del desarrollo psicológico

F80 Trastorno específico del desarrollo del habla y el lenguaje

F81 Trastorno específico del desarrollo de habilidades escolares

F82 Trastorno específico del desarrollo de la función motora

F83 Trastorno específico del desarrollo mixto

F84 Trastorno profundo del desarrollo

F88 Otros trastornos del desarrollo psicológico

F89 Trastornos del desarrollo psicológico no especificados

F9 Trastornos del comportamiento y de las emociones de inicio preferente durante la infancia o la adolescencia

F90 Trastornos hiperquinéticos

F91 Trastornos de conducta

F92 Trastornos mixtos de la conducta y las emociones

F93 Trastornos emocionales de inicio preferente en la infancia

F94 Trastornos del funcionamiento social de inicio preferente en la infancia y la adolescencia

F95 Trastornos de tic

F98 Otros trastornos del comportamiento y de las emociones de inicio preferente durante la infancia o la adolescencia

F99 Trastorno mental, no especificado en otra parte

 

CAPÍTULO 7: PRUEBA DE CONOCIMIENTOS

CLASIFICACIÓN DIAGNÓSTICA EN PSIQUIATRÍA

 

1. Como teoría la clasificación diagnóstica en psiquiatría (Señale la que no corresponda):

( ) Define sólo los trastornos psiquiátricos severos

( ) Precisa el rango de problemas pertinentes a la psiquiatría

( ) Clasifica las formas reconocibles de enfermedad y discapacidad

( ) Clasifica los factores biopsicosociales que se constituyen a la emergencia del trastorno

( ) Es un concepto fundamental en psiquiatría

2. La importancia del diagnóstico en psiquiatría hasta hace dos décadas no era tan evidente por:

( ) Las implicancias diagnósticas y terapéuticas no eran muy confiables

( ) Se usaba terminología muy compleja

( ) Faltaba acuerdo sobre los conceptos que lo fundamentaban

( ) La primera y la segunda son válidas

( ) La primera y la tercera son válidas

3. Dos avances metodológicos han sido relevantes (señale la que no corresponde):

( ) Descripción psicopatológica precisa

( ) Descubriento de neurotransmisores

( ) Formulación diagnóstica integral

( ) La segunda y la tercera son válidas

( ) La primera y la tercera son válidas

4. El desarrollo considerable de los criterios operacionales se debe en América latina a:

( ) José Horwitz y Humberto Rotondo

( ) Juan Marconi y Honorio Delgado

( ) Juan García y .A. Seguín

( ) José Horwitz y Juan Marconi

( ) Honorio Delgado y Humberto Rotondo

5. El modelo multiaxial NO considera:

( ) Síndromes psicopatológicos

( ) Problemas físicos concomitantes

( ) Factores psicosociales

( ) Factores psicodinámicos

( ) Ejes diagnósticos

 

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