Defectos Ópticos
Dra. Mirna Anchante Castillo
1. EMETROPIA
En la emetropía los rayos de luz
paralelos se enfocan en la retina, por lo tanto el punto lejano en el emétrope está en
el infinito, y éste conjuga con la retina (Lámina 11, Esquema 2).
2. AMETROPIA
En la ametropía axial la longitud del
ojo es anormalmente más larga (miopía) o más corta (hipermetropía). En la Ametropía
refractiva el poder total del ojo es anormal: excesivo en la miopía e inadecuado en la
hipermetropía con una longitud axial normal.
3. MIOPIA
Se trata de un defecto de refracción por
el que los rayos paralelos que inciden en el ojo van a enfocar por delante de la retina.
Los rayos que entran divergentes formarán foco más cercano a la retina. Por ello el
sujeto verá mal los objetos situados a partir de cierta distancia, pero siempre existirá
un punto próximo en donde su visión será correcta (Lámina 11,Esquema 3).
3.1.
Clasificación
Desde el punto de vista óptico la
miopía puede ser:
Axial.- Por aumento del diámetro anteroposterior
del ojo; es el tipo más frecuente.
De Curvatura.- Por el incremento de la curvatura de
la córnea o del cristalino, como ocurre en el queratocono o en la esferofaquia. Sujetos
jóvenes sometidos a una acomodación frecuente (hipermétropes), pueden desarrollar una
falsa miopía por espasmo del músculo ciliar.
De Índice.- Por el aumento de la potencia
dióptrica del cristalino; muy típico de la esclerosis nuclear del cristalino.
Otra clasificación de la miopía hace
referencia al defecto como una mera anomalía de la refracción o como una situación de
verdadera patología ocular. Al primer tipo, denominado miopía simple, no se asocian
lesiones degenerativas y la cuantía del defecto no superan la 5 - 6 dioptrías. La
segunda forma o miopía degenerativa suele hacerse evidente antes de los diez años de
edad y progresa hasta incluso más tarde de los 30 años. Las lesiones degenerativas se
inician a partir de los 50 años, siendo anteriores en el tiempo las de la periferia
retiniana que las de la región macular; esta forma de miopía es más frecuente en
mujeres y tiene un carácter altamente hereditario.
3.2. Etiología
La etiología de la miopía no se conoce
en el momento actual y algunas de las teorías clásicas no han podido ser confirmadas.
La Hipertensión Ocular: No demostrada a pesar de
que algunos estudios apuntan hacia una mayor presión intraocular en personas miopes que
en normales; el uso de hipotensores no influye en el desarrollo de la miopía. Por
añadidura el adelgazamiento escleral no obedece a un estiramiento, sino que parece un
fenómeno metabólico activo.
El uso de la acomodación: Es posible que tenga una
influencia, pero el empleo de los bifocales o de atropina no hace variar su evolución.
Puede ser que ese defecto de la proximidad y no de la acomodación o la convergencia, el
elemento que puede influir en la aparición y la evolución de la miopía. Esta hipótesis
considera que la imagen desenfocada es transformada bioquímicamente en una elongación
del segmento posterior.
La deprivación visual: se puede provocar una
miopía en animales provocando deprivación visual y en ocasiones puede tener expresión
clínica, pero no explica la mayor parte de los casos en los seres humanos.
Factores hereditarios: no hay duda de que
intervienen de forma sustancial en el desarrollo de la miopía, existiendo un tipo de
herencia variable.
Los datos obtenidos a partir de los
estudios clínicos y experimentales sugieren que la retina es el lugar en donde se
encuentra la clave de la miopía. El metabolismo de la dopamina en las células amacrinas
parece estar involucrado en el proceso de miopización.
3.3.
Epidemiología
El porcentaje de miopes varía entre
diferentes estudios dependiendo de la población. Así, es mayor en la raza oriental y
más aún en sujetos con estudios superiores, lo que la asocia al trabajo de lectura
intenso. En cualquier caso, existen evidencias de que la prevalencia de la miopía
crecerá en las próximas décadas.
La miopía es responsable del 5 al 10% de
todas las causas de ceguera legal en los países desarrollados.
3.4.
Progresión
El pronóstico para conocer el defecto
dióptrico final en una miopía es difícil de establecer, pero algunos datos pueden ser
de utilidad. En contra de lo esperado, muchas miopías congénitas no progresan de forma
apreciable. Los antecedentes familiares y el incremento rápido del defecto durante la
primera década de la vida indican un pronóstico hacia la miopía, magna.
En contra de lo comúnmente aceptado, el
progreso del defecto puede continuar incluso hasta más tarde de los 40 años de edad, de
forma más evidente en aquellos casos con mayor defecto. No hay evidencia que sugiera que
el uso de la computadora sea un factor de riesgo en la progresión de la miopía.
La mayoría de inicio tardío se debe casi invariablemente al incremento de la densidad
del núcleo cristaliniano, siendo un signo de catarata incipiente. En esta situación
dejan de precisar corrección para la visión próxima y muy a menudo conservan una
aceptable agudeza visual con lentes negativos.
3.5.
Clínica
El síntoma típico de la miopía es la
mala visión de lejos. Por esta razón el miope se acerca a los objetos o entorna los
párpados para hacer el efecto estenopeico. La buena visión de cerca y mala de lejos
tiende a crear en el miope un carácter más retraído con más afición a la lectura que
a actividades al aire libre, haciendo más complicada la controversia en torno al papel
del trabajo próximo como causa o efecto de la miopía.
La visión empeora al anochecer por 3
motivos:
1.- Dilatación de la pupila (efecto
contrario al estenopeico).
2.- La refracción en la zona periférica del cristalino es más miopizante.
3.- Las longitudes de onda cercanas al azul tienden a refractarse más. Por añadidura en
la miopía elevada la función de los fotorreceptores está alterada.
3.6. Complicaciones
La miopía simple cursa sin otras
anomalías oculares. Ciertas patologías del ojo: anomalías de la pupila, retinopatía de
la prematuridad, etc., se acompañan de miopía elevada. También es frecuente que
opacidades corneales sufridas en los primeros años de la vida se asocien a elongación
del globo ocular.
Las enfermedades que pueden ocurrir en
ojos con miopía elevada son fundamentalmente:
1.- Glaucoma
2.- Catarata
3.- Maculopatía
4.- Desprendimiento de retina
El glaucoma puede ser de tipo pigmentario
o crónico simple. La catarata del miope aparece en edades anteriores a la senilidad y su
localización es sobre todo subcapsular posterior. El desprendimiento de retina se debe a
degeneraciones periféricas vítreorretinianas.
Uno de los síntomas que más ansiedad
produce en muchos miopes es la visión de moscas volantes, consecuencia de las
alteraciones que sufre el vítreo. La maculopatía miópica es más frecuente en mujeres
adultas, con miopía superior a 10 dioptrías.
Por estos motivos, el sujeto con miopía
superior a 6-8 dioptrías debe ser sometido a revisiones periódicas que incluyan medida
de la PIO y estudio detallado del fondo del ojo.
3.7. Corrección
Óptica
El tratamiento de la miopía está basado
en la corrección del defecto con gafas o lentes de contacto. Una de las cuestiones más
debatidas es la forma en que esta corrección se lleva a cabo, especialmente en niños. La
prescripción de la corrección completa está basada en mejorar la visión al máximo y
desarrollar una relación acomodación-convergencia normal. Esto permitirá un mejor
desarrollo educacional y mental. El uso de bifocales para relajar la acomodación no ha
demostrado ser eficaz, aunque continúa contando con partidarios. Incluso se defiende la
teoría contraria, es decir, hipercorregir al sujeto miope para controlar mejor su
progresión.
En miopes superiores es útil la
prescripción de unas segundas gafas hipocorregidas para trabajos prolongados de cerca. No
se debe despreciar la capacidad de los miopes superiores para ver pequeños objetos a
distancias muy cortas.
El uso de lentes de contacto, aparte de
las ventajas cosméticas y físicas, mejora la capacidad visual en proporción al grado de
miopía y permite la corrección de anisometropías.
El déficit visual que provoca la
maculopatía miópica puede mejorarse por medio de ayudas ópticas para baja visión, con
mayor eficacia si el tamaño del escotoma es reducido.
3.8.
Corrección Quirúrgica
Aunque desde hace mucho tiempo se han
venido describiendo técnicas quirúrgicas para la corrección de la miopía, solamente en
los últimos años se han desarrollado nuevos métodos más seguros y eficaces.
La queratotomía radial (QR) es la
realización de cortes profundos radiales en la córnea y es la técnica que más
difusión ha tenido. La tendencia actual intenta evitar zonas ópticas inferiores a 3 mm,
profundidad excesiva de 8 cortes, con el fin de evitar complicaciones como la perforación
o la hipermetropización a largo plazo. De esta forma la indicación de la QR se reduce a
miopías menores de 4 dioptrías.
La Fotoqueratectomía Refractiva con
Láser Excimer (FQR) consiste en la ablación de una parte central de la superficie
corneal para reducir su potencia dióptrica. La (FQR) se ha mostrado eficaz y precisa en
miopes inferiores a 8 dioptrías, siendo el principal problema el desarrollo de una
cicatriz superficial (haze) que puede durar varios meses y provoca deslumbramiento.
La queratomileusis in situ es la
extirpación de tejido estromal, tras levantar un tapete de córnea con un
micro-querátomo. La extirpación se puede hacer con el microque-rátomo o con láser
Excimer en la queratomileusis asistida con láser. El rango de dioptrías que corrige
oscila entre 6 y 20.
El implante de lentes intraoculares
negativos en cámara anterior ofrece la ventaja de la precisión, la sencillez de aparatos
y la rápida recuperación, pero como contrapartida tiene la apertura del ojo y los
desconocidos efectos a largo plazo sobre la córnea. Puede corregir entre 10 y 22
dioptrías.
La extracción del cristalino
transparente es un concepto antiguo revitalizado por las posibilidades técnicas
ac-tuales.
Se trata de realizar una extracción
extracapsular (en general son núcleos blandos que no requieren facoemulsificación), con
el implante de un lente intraocular, como si se tratase de una catarata, pero tiene como
inconveniente mayor la mutilación que supone y la pérdida de la acomodación, además,
al ser previsible la necesidad de capsulotomía YAG, existe un riesgo elevado de
desprendimiento de retina por lo que se debe hacer siempre una fotocoagulación retiniana
preventiva.
Es importante precisar que, cualquiera
que sea la técnica quirúrgica de la miopía, no modifica su evolución, tanto en
dioptrías como en las posibles complicaciones propias del proceso.
3.9. Prevención y
medidas generales
La tendencia del niño miope es la de
evitar situaciones en que se requiere una buena visión de lejos, así que tiene tendencia
a refugiarse en la lectura o los juegos de ordenador y prescindir del deporte o de
actividades al aire libre.
La corrección óptica adecuada evitará
estas situaciones.
La apropiada iluminación durante el
trabajo de cerca parece relevante si se considera que la ausencia de contraste (por
cataratas o por opacidad corneal) es un estímulo para la miopización.
En cuanto al tiempo de lectura, no se
debe limitar, pero es aconsejable un descanso periódico, durante el cual se tratará de
relajar la acomodación mirando a lo lejos.
4. HIPERMETROPIA
La hipermetropía (hiperopía) es una de
las forma de defecto refractivo en el que los rayos que inciden en el ojo, enfocan por
detrás de la retina. Se trata de un defecto muy frecuente, pero en su mayoría alcanza
pocas dioptrías; a diferencia de la miopía, no es un defecto progresivo y carece de tan
graves complicaciones (Lámina 11, Esquema 4).
4.1.
Etiología
En la mayor parte de los casos existe un
desajuste en el sistema óptico del ojo, con longitud axial normal. La hipermetropía se
asocia a veces con ojos pequeños en los que no sólo el diámetro del ojo es menor, sino
que la córnea puede ser más pequeña de lo normal. De cualquier forma, raramente la
longitud axial es menor de 20 mm.
El acortamiento puede aparecer de forma
patológica por un tumor orbitario que comprime el globo desde fuera o por un edema que
desplaza la mácula anteriormente.
Menos frecuente es la hipermetropía de
índice (por cambios cristalinianos), de curvatura (por córnea plana) por desplazamiento
posterior del cristalino.
4.2. Clasificación
Aparte de la etiológica, la
hipermetropía se puede clasificar según el comportamiento de la acomodación.
Considerando que un ojo hipermétrope puede compensarse por efecto de la acomodación,
existe una forma de hipermetropía latente, en la que esta compensación es total y por
tanto no se puede medir si no es bajo ciclopléjico.
La hipermetropía manifiesta tiene dos
formas de presentación: aquella en que la acomodación se relaja al utilizar lentes
correctoras (facultativa) y la que no puede ser corregida por la acomodación (absoluta).
Puede existir solapamiento entre una y otra forma
clínica, siendo común el paso de los años y el déficit consecuente de la capacidad de
consideración.
4.3.
Clínica
Debido a que ocupa un lugar clave en la
hipermetropía, el estado de la acomodación determinará sus síntomas.
Los niños no suelen mostrar déficit
visual, siendo las manifestaciones más importantes las cefaleas o el cansancio
relacionados con el esfuerzo visual (astenopía acomodativa) y el estrabismo acomodativo.
Algunos casos de hipermetropía elevada cursan con retraso en el aprendizaje o con falsa
dislexia.
En adultos jóvenes pueden presentarse
síntomas de astenopía e incluso de mala visión próxima intermitente por claudicación
del músculo ciliar. Ciertos casos, por el contrario, manifiestan una falsa miopía por
espasmo muscular.
La mayor parte de las hipermetropías no
se manifiestan hasta poco antes de la edad correspondiente a la presbicia. Los síntomas
entonces son de mala visión de cerca, para que al cabo de unos años también se afecte
la visión de lejos.
Los ojos con hipermetropía elevada
presentan una cámara anterior poco profunda, con riesgo de glaucoma de ángulo estrecho,
y en el fondo de ojo un característico aspecto de seudopapile-dema.
Se ha establecido por los hallazgos
encontrados que la hipermetropía es un factor de riesgo para la neovascularización
coroidea en los pacientes que presentan degeneración macular en relación a la edad.
4.4. Tratamiento
Aquellas personas que presentan un
defecto bajo, sin síntomas oculares y en ausencia de desequilibrios musculares, no deben
ser corregidos. Los niños con esotropía, por contraste, deben utilizar la corrección
completa bajo cicloplejía.
Al existir una hipermetropía
fisiológica en los niños, solamente aquellos que presenten síntomas requerirán
corrección óptica. Se debe aconsejar la utilización de las gafas según la necesidad de
cada caso.
Aunque la evolución natural de la
hipermetropía en el niño es hacia su disminución, en ocasiones pueden observarse
incrementos del defecto. Esto obedece a un desenmascaramiento de una fracción latente de
la hipermetropía, por el propio uso de las gafas.
La corrección en adultos dependerá de
los síntomas y éstos a su vez, no sólo del defecto sino también del tipo de trabajo.
En estas circunstancias y en edad preprésbita, se debe prescribir la máxima corrección
que tolera sin ciclopejía. En aquellos casos en que las gafas no mejoren los síntomas se
deberá efectuar el estudio de la refracción bajo ciclopéjico para precisar la cuantía
del defecto.
Por regla general, a mayor edad, menor
deberá ser la hipocorrección de las gafas.
En edades de presbicia la situación se
hace complicada al requerir corrección adicional. En estos casos las lentes multifo-cales
presentan una buena indicación. Es aconsejable que desde el primer momento se prescriba
este tipo de gafas con adiciones leves para que la adaptación sea lo más satisfactoria
posible.
La utilización de lentes de contacto en
la hipermetropía es posible, pero presenta dos inconvenientes en relación a la miopía:
no mejora la visión y el grosor central de la lente es mayor para las mismas dioptrías.
En cuanto al tratamiento quirúrgico, las
técnicas de la hipermetropía continúan teniendo una eficacia tan relativa como para no
estar suficientemente implantada. Aparte del empleo del Láser Excimer, una de las
alternativas es la extracción del cristalino transparente con implante de lente
intraocular. Estos casos presentan como ventaja que el riesgo de desprendimiento de retina
es muy inferior al de los miopes.
5. ASTIGMATISMO
Es una entidad en la que los rayos de luz
no llegan a formar un foco, pues el sistema óptico no tiene la misma capacidad
refractaria en todos los meridianos. El fenómeno óptico ha sido explicado por medio del
conoide de Sturm; prácticamente todas las personas presentan algún grado de
astigmatismo, pero el concepto se refiere a aquellas situaciones en que el defecto se hace
significativo.
5.1. Clasificación
Se divide en dos grandes formas: regular
e irregular.
El astigmatismo regular es aquel en que se producen, en
vez de un punto focal, dos líneas focales perpendiculares entre sí. Entre ambas se
encuentra un intervalo focal con una zona en que los rayos se encuentran más concentrados
(círculo de menor difusión). Este tipo de error puede ser corregido con lentes
cilíndricas.
A su vez, el astigmatismo regular, dependiendo de su
relación con la retina, puede ser de varias formas:
* simple, en que uno de los focos se encuentra en la
retina, por lo que se corregirá con un cilindro.
* compuesto, asociado a un defecto esférico.
* mixto, en donde uno de los focos es hipermétrope y el
otro es miope (Lámina 11, Esquema 6).
Tanto la forma simple como la compuesta
puede ser miope o hipermétrope. Según la localización de los ejes principales, el
astigmatismo puede ser:
1.- Directo o a favor de la regla (eje
más positivo vertical)
2.- Inverso o en contra de la regla (eje más positivo horizontal)
3.- Oblicuo
Es más frecuente la primera forma en
personas jóvenes y la segunda en personas mayores.
En el astigmatismo irregular no existen
unos focos definidos, por lo que no se puede hacer la corrección con lentes
convencionales. Esta situación aparece sobre todo en casos de patología como queratocono
o cicatriz corneal, siendo necesaria la utilización de lentes de contacto rígidas para
hacer uniforme la superficie corneal.
5.2. Etiología
El astigmatismo regular tiene su origen
la mayor parte de las veces en la córnea, de ahí el valor de las pruebas
queratomé-tricas. Se trataría de un astigmatismo de curvatura. También el cristalino
puede dar lugar a efectos similares, pero con menor frecuencia e intensidad.
El astigmatismo es un defecto que aparece
en edades tempranas de la vida y no tiende a evolucionar. Una forma adquirida, con gran
relevancia en la actualidad, es el astigmatismo postquirúrgico, especialmente referido a
la cirugía de la catarata y la queratoplastía. Una incisión quirúrgica será tanto
más astigmatógena cuanto mayor y más cercana esté de la pupila. Los puntos de sutura
tensos incrementarán la curvatura en ese eje y la incisión relajada provocará un
aplanamiento. De esta forma, es la norma la existencia de un astigmatismo directo tras la
cirugía, que tiende a hacerse inverso una vez que se han retirado los puntos de la
sutura. La cirugía con pequeña incisión en la catarata disminuye este riesgo.
Tras la queratoplastía, el astigmatismo
puede ser modulado por la extracción selectiva de suturas o por el deslizamiento de la
sutura continua hacia el eje positivo.
5.3. Clínica
Los síntomas de astigmatismo varían
dependiendo de la cuantía y del tipo. Los defectos altos cursan con una mala visión que
puede ser mejorada con el entorno palpebral, tanto de lejos como de cerca. El uso de la
acomodación en las formas hipermetrópicas puede permitir enfocar uno de los meridianos
en la retina, provocando síntomas de astenopía acomodativa.
En los astigmatismos inferiores la
agudeza visual puede ser buena y predominan la astenopía y los episodios de visión
borrosa pasajera. Debe resaltarse que estos síntomas no siempre están en proporción con
el defecto, por lo que es difícil interpretarlos cuando existen defectos menores.
5.4. Tratamiento
La prescripción de gafas debe acercarse
al máximo valor que sea bien tolerado por el paciente. La tolerancia dependerá de las
dioptrías, el eje peor si es oblicuo, la relación binocular y el defecto esférico
asociado. En astigmatismos superiores, la corrección parcial mejorará la visión, pero
puede provocar síntomas de astenopía acomodativa.
Las lentes de contacto tóricas permiten
la corrección del defecto, pero no siempre lo hacen totalmente. Las lentes rígidas se
adaptan mejor en formas a favor de la regla y son imprescindibles en astigmatismos
irregulares. Las lentes blandas tóricas son una buena alternativa cuando se trata de
defectos pe-queños.
Las técnicas quirúrgicas que permiten corregir el
astigmatismo no son tan satisfactorias como las de la miopía.
Básicamente son de dos tipos:
1.- Relajantes, que pretenden aplanar el
eje en que se actúa.
2.- Traccionales, con el fin de aumentar la curvatura.
Las primeras han sido desarrolladas y
existen múltiples descripciones y tablas. Las segundas consisten en resecar una cuña
corneal en semiluna y suturar la tensión. Tanto unas como otras presenta una gran
variabilidad en los resultados.
Existen también posibilidades de actuar
sobre la superficie corneal por medio de Láser Excimer, realizando una ablación tisular
de acuerdo con el defecto astigmático a corregir.
6. ANISOMETROPIA
La anisometropía consiste en una
diferencia en el error refractivo de los dos ojos. Las combinaciones presentan un gran
número de posibilidades tanto en tipo de defecto como en cuantía. Se trata con
frecuencia de un problema congénito, pero no siempre es detectado precozmente.
La importancia de la anisometropía es
por suponer un factor predisponente de la ambliopía y del estrabismo. También por
plantear problemas peculiares en la corrección óptica.
No se pueden definir los límites de la
anisometropía. Se han sugerido que dos dioptrías de diferencia entre ambos ojos sería
el límite, pero esto no es satisfactorio, pues los síntomas y los inconvenientes pueden
aparecer con mayor o menor frecuencia. Otros factores que influirán son: capacidad de
fusión, correcciones ópticas previas, tipos de defecto, edad y cambios refractivos.
6.1.
Clínica
La visión en estos sujetos puede ser
monocular, binocular o alternante. En la primera situación los síntomas dependerán del
ojo dominante.
La visión binocular en sujetos
anisométropes es posible cuando las diferencias no son muy marcadas. En condiciones
desfavorables para el ojo dominado dicha visión binocular puede desaparecer. En estas
circunstancias aparece ya algún grado leve de ambliopía que debe ser detectado.
La visión alternante posiblemente es muy
frecuente en anisometropías miópicas durante la infancia. Esto explicaría que grandes
miopías monolaterales cursen con visiones muy aceptables una vez que sean corregidas. Por
el contrario, las situaciones de anisometropía hipermetrópica o astigmática tiene mayor
tendencia a la ambliopía exanopsia por carecer de alternancia.
6.2. Tratamiento
La prevención de la ambliopía es el
primer problema a resolver ante un paciente anisométrope. Las medidas clásicas como la
oclusión y el uso de la corrección adecuada son especialmente importantes en los casos
de anisometropía. Debido a la diferente prescripción en cada ojo, el tamaño de las
imágenes no es homogéneo, lo que se denomina aniseiconia. Esto provoca síntomas que van
desde la astenopía a la diplopia o la visión borrosa. Para disminuir este fenómeno, la
elaboración de las gafas requiere unas consideraciones especiales:
1.- Máxima proximidad de la lente más
potente al ojo.
2.- Máxima distancia de la lente menos potente al ojo.
3.- Mínima curvatura en la cara anterior de la lente más positiva (o menos negativa).
Otra posibilidad de corrección en niños
con ambliopía moderada es la penalización del ojo con menor defecto, lo que puede
permitir compensar la corrección.
En adultos, la corrección estará basada
en la tolerancia de la refracción subjetiva, pudiendo hipocorregir el ojo con mayor
defecto. En estos casos, las lentes de contacto permiten evitar el inconveniente de la
aniseiconia y suponer una solución muy satisfactoria. Asimismo, la cirugía refractiva,
dependiendo del defecto, tiene un buen campo de aplicación en personas con anisometropía
de difícil corrección por los medios habituales.
7. ACOMODACIÓN
La acomodación es la capacidad del sistema óptico del
ojo para cambiar su poder dióptrico, gracias a un aumento en la curvatura del cristalino.
Esto es debido a la contracción del músculo ciliar, que relaja la zónula y permite que
el cristalino se abombe. La amplitud de acomodación va disminuyendo con la edad a medida
que el cristalino se va endureciendo.
De forma conjugada a la acomodación
tienen lugar dos fenómenos: 1. Convergencia; 2. Miosis. La convergencia permite mantener
los objetos próximos enfocados en la fóvea, mientras que la miosis aumenta la
profundidad de foco.
8. PRESBICIA
En condiciones normales, es suficiente
que la acomodación permita enfocar los objetos entre el infinito y la distancia de
lectura. Esto quiere decir que cuando la amplitud de acomodación disminuye pueden existir
dificultades en la visión próxima. Esta situación es normal a partir de los 45 años y
progresa aproximadamente hasta los 55 a 60 años.
Los síntomas de presbicia son muy
típicos: 1. Alejamiento del plano de lectura; 2. Dificultad para el trabajo de cerca; 3.
Retraso en el reenfoque de lejos tras el uso continuado de la acomodación y 4. Los
síntomas anteriores se acentúan con poca luz y al final del día. Es posible que los
pacientes ancianos mejoren la visión próxima como consecuencia de la miopía inducida
por la esclerosis del cristalino y la miosis senil.
La corrección de la presbicia se realiza con lentes
convexos para suplir la falta de acomodación. Para ello es necesario determinar
previamente el defecto que presenta la visión de lejos y tener en consideración la edad
y las ocupaciones del sujeto.
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