Tuberculosis
Osteoarticular
Dr. Víctor Laguna Castillo
LOCALIZACIONES MÁS FRECUENTES EN ADULTOS
Y NIÑOS; CLÍNICA GENERAL Y FOCAL; TRATAMIENTO MÉDICO-QUIRÚRGICO
Es la localización del bacilo de KOCH a
nivel del hueso y/o de las articulaciones. Generalmente afecta las articulaciones
(osteoartritis) y es menos frecuente en los huesos (osteomielitis).
1. Historia
Mientras que los primeros datos que sobre
tuberculosis se tienen se remontan a las momias egipcias (tuberculosis de columna), los
primeros conocimientos médico-científicos corresponden al Corpus Hipocraticum, en
el que se describe la enfermedad y se sugiere su relación con las lesiones pulmonares.
Galeno confirma estos datos y es el primero en denominar xifosis a la deformación
característica de la tuberculosis de columna. La tuberculosis se confundía con las
infecciones piógenas hasta que Wiseman describe la tuberculosis de rodilla, a la que
denomina "tumor blanco". Pott, en 1779, describe con detalle la parálisis
asociada a la tuberculosis de columna. Köster completa los estudios de patología
describiendo el tubérculo característico. Koch, en 1882, con el descubrimiento del
bacilo, culmina nuestros conocimientos etiológicos. En este siglo, Hibbs logra la
artrodesis de columna dando un arma terapéutica de extraordinario valor para esta lesión
tuberculosa.
2. Etiología
La enfermedad puede afectar a personas de
cualquier edad, pero es más común en niños de 2 a 5 años, disminuyendo luego y
aumentando nuevamente entre los 18 y 25 años en ambientes de bajo nivel económico y la
virulencia del germen. No hay predilección por ningún sexo. Ocurre en cualquier parte
del mundo.
Existen los bacilos humano y bovino. El
bovino es común en Europa y se transmite a los niños por la leche no pasteurizada. El
humano es común en América y se transmite de persona a persona.
El contagio es por descarga de lesiones
pulmonares abiertas, por medio del esputo, saliva, tos, estornudo, besos, respiración,
etc., pero puede ser también transmitido a través de alimentos y objetos, especialmente
en niños, por la costumbre que tienen de llevar los objetos a la boca.
Es una enfermedad general del organismo con un foco osteo-articular.
3. Patogenia
Proviene de siembras hematógenas a
partir de adenopatías hiliares, que pueden dar simultáneamente lesiones del árbol
urinario y del pulmón. Se explica la localización bacteriana en hueso, porque los vasos
son más finos y en mayor número en las epífisis y metáfisis de los huesos largos,
sustancia esponjosa de los cuerpos vertebrales y huesos del carpo y tarso. En falanges,
metacarpianos y metatarsianos la afección se localiza en diáfisis, antes de los 4 años
de edad, por contener gran cantidad de tejido esponjoso.
4. Patología (Lámina 41:1)
Una vez colonizado el émbolo bacteriano,
la reacción está a cargo del tejido conjuntivo intraóseo. Esa reacción da lugar al
típico folículo de Köster: Célula gigante central, capa de células
epitelioides, capa de linfocitos. La reunión de estos folículos da lugar al tubérculo
miliar, de 1 mm de diámetro; es común que su centro tenga alguna caseificación.
Alrededor de los tubérculos se forma una barrera de tejido conjuntivo-vascular
(granulaciones).
Partiendo de esta lesión inicial, según
que predominen las granulaciones reactivas o la caseificación, tenemos las formas
granulosa y caseosa.
En la forma granulosa (productiva,
folicular) se indica un equilibrio en la lucha entre organismo y germen, con poca
caseificación. A veces toma la forma de fungosidades que van reabsorbiendo el hueso
lentamente.
En la forma caseosa (exudativa) se rompe
este equilibrio y predomina la acción tóxica del germen y el tejido óseo se necrosa
(secuestros), su tejido conectivo ha sufrido una necrosis de coagulación conformando una
masa blanquecina homogénea, parecida al queso, llamada casium. A veces van
quedando en una cavidad, constituyendo los microabscesos fríos, cavernas óseas y
abscesos fríos rodeados por una pared de fungosidades.
La infección ósea TBC es un proceso lítico
con muy poca tendencia a la neoformación ósea. La reparación se hace por tejido fibroso
gris (anquílosis fibrosa) que engloba las lesiones, pudiendo éstas reavivarse a raíz de
un estado anérgico.
Cualquiera de estas lesiones, al
perforarse hacia el exterior, puede dar fístulas. El absceso frío, por
licuación, puede discurrir a favor de la gravedad por los intersticios perivasculares o
intermusculares, afectando otras articulaciones: absceso frío osifluente.
5. SIntomatología
Fuera de los síntomas de impregnación
toxicobacilar de índole general: fiebre, malestar, pérdida de peso, el enfermo se queja
ante todo de dolor y de dificultad funcional.
5.1. Tríada Inicial
Dolor.- Al principio espontáneo,
luego provocado localmente o por compresión en el eje del miembro afectado. En los niños
se describe el "grito nocturno" por relajamiento de la contractura
muscular durante el sueño.
Impotencia funcional.- Traducido
por claudicación en la marcha (cojera) o actitudes especiales, por ejemplo: giva
en el mal de Pott.
Contractura muscular.- Que provoca
posiciones viciosas en las articulaciones y con el tiempo rigidez de las mismas.
5.2. Tríada Intermedia
Posiciones viciosas.- Propias de
cualquier artritis.
Atrofia muscular.- Por desuso.
Tumefacción de las partes blandas.- No es roja ni caliente (tumor blanco),
abultamiento globuloso de las partes blandas.
5.3. Síntomas Tardíos
Absceso frío.- Por
contraposición al absceso piógeno "caliente y rojo".
Fístulas.- Puertas de escape del casium y puerta de entrada para la
sobreinfección piógena.
Deformaciones.- Posiciones viciosas que sobrevienen por destrucción
articular.
Rigideces.- Limitación funcional que puede terminar en anquílosis o artrodesis.
Acortamientos.- Por destrucción parcial articular, luxación o actitud viciosa.
Parálisis.- En el mal de Pott por compresión medular o radicular.
6. Radiología
Marcha retrasada respecto a la
sintomatología clínica. El tejido de granulación TBC, el casium y la fibrosis tienen la
misma densidad radiográfica que las partes blandas. Hay osteólisis con poca
neoformación ósea reactiva (esclerosis), dado que la reparación es a base de fibrosis.
La osteopenia regional es la
manifestación radiológica más precoz, sobre todo si tiene poca actividad el paciente.
Está disminuido el espesor de la cortical y poroso el hueso esponjoso.
Las lesiones articulares se aprecian por
el pinzamiento articular, con irregularidad de los contornos, "imágenes en mordisco
de ratón".
La invasión ósea de las fungosidades de
la sinovial produce muescas, "caries seca de Volkmann", se ven en el húmero.
En la columna vertebral se produce la
destrucción de los cuerpos vertebrales y los espacios intervertebrales, provocando
colapso de los mismos, y una masa de tejido blando paraespinal, absceso frío, cuya
densidad contrasta con la imagen aérea torácica.
En huesos tubulares cortos puede verse
una lesión expansiva característica con destrucción trabecular y falta de reacción
perióstica, "espina ventosa tuberculosa en dedos".
Secuelas: Fusión de cuerpos vertebrales,
subluxaciones, deformaciones.
También son útiles la fistulografía,
la tomografía y la resonancia magnética para el mejor estudio de los tejidos óseo y
blando.
7. Laboratorio
Para la investigación etiológica
contamos con: La intra-dermorreacción de tuberculina (Mantoux o similares), la eritrosedimentación,
la investigación del bacilo de Koch en el esputo o en el líquido de lavado gástrico, cultivo
y la inoculación al cobayo. La biopsia quirúrgica sinovial da certeza
diagnóstica a la microscopía. También se usa la biopsia ganglionar.
La eritrosedimentación es más elevada
en las caseosas (hasta 140 milímetros) que en las granulosas. Sirve para vigilar la
evolución de las lesiones tuberculosas.
Se dispone también del llamado
"índice de campos", que consiste en dividir los linfocitos entre los monocitos
en el hemograma. Cuando esta relación es mayor de 5 se dice que es anormal.
Una leucocitosis con neutrofilia hace
pensar en sobreinfección piógena.
La enfermedad se acompaña de anemia.
8. Diagnóstico
Se basa en la anamnesis (focos de
contagio familiar o laboral), signos de impregnación tóxico-bacilar (febrículas,
adelgazamiento, astenia física y psíquica, sudores nocturnos). La sintomatología local:
inflamación articular fría, aparición insidiosa, marcadas atrofias musculares. La
radiografía regional, la radiografía de tórax. Pruebas de laboratorio. La biopsia.
Se diferencia de las infecciones
piógenas porque éstas se originan en forma brusca y aparatosa, leucocitosis con
neutrofilia. Con las artritis reumáticas, por el laboratorio y la biopsia. Con la
osteocondritis por la radiografía y el laboratorio. Ocasionalmente puede confundirse con
una neoplasia.
9. Tratamiento
Debe combinarse:
1. El tratamiento médico general:
Higiene, reposo, aire fresco, dieta balanceada, vitaminas, soporte psíquico.
2. El ortopédico incruento local:
Inmovilización de la articulación afectada con aparatos de yeso para el reposo de la
misma y evitar las deformaciones durante el tratamiento, eventualmente buscando la
anquílosis en aquellas articulaciones destruidas.
3. La antibioterapia: Dura 1 año.
Las drogas que se usan son:
a) Isoniacida (INH): 5 mg/kg de peso por
día
tab. de 100 mg 3 por día
b) Rifampicina (RFP): 10 mg/kg de peso por día
tab. de 300 mg 2 por día
(en ayunas)
c) Pirazinamida (PZA): 25 mg / kg de peso por día
tab. de 500 mg 3 por día
d) Etambutol (ETB): 20 mg / kg de peso por día
tab. de 400 mg 3 por día
4. La cirugía
a) Tratamiento quirúrgico de las
fístulas y abscesos que con el tratamiento medicamentoso no remiten, más aún si son
causantes de síntomas compresivos, absceso póttico, por ejemplo.
b) La artrodesis: Para estabilizar una articulación destruida, dolorosa. Para corregir
posiciones viciosas. Operación que se realiza pasado el período de invasión, cuando el
estado inmunológico es favorable, eritrosedimentación en franco descenso y con un buen
soporte medicamentoso.
10. MAL DE POTT (Lámina 41:3)
La enfermedad fue descrita por Pott en
1779. Producida más frecuentemente por el bacilo de Koch humano, por contagio
interpersonal por la vía aérea y la colonización vertebral por bacteriemia a partir de
un "complejo primario" pulmonar. Es más frecuente en niños de 2 a 5 años de
edad y en la columna dorsal, menos en la lumbar y rara en la columna cervical.
10.1. Patogenia
El bacilo llega por la arteria vertebral
posterior, compromete primero el disco intervertebral, infecta el cuerpo vertebral y
tiende a respetar su estructura posterior. Forma absceso, que tiende a progresar:
a) Hacia adelante, bajo el ligamento
longitudinal común anterior, vértebras inferiores; a lo largo de las costillas en la
columna dorsal; los abscesos lumbares a lo largo de la vaina del psoas, y retrofaríngeos
en la columna cervical.
b) Hacia atrás, produciendo compresión medular o radicular, con la posibilidad de
paraplejias, casi siempre de buen pronóstico.
10.2. Sintomatología
Al comienzo, signos generales de
impregnación tóxico-bacilar, alteración del carácter del niño. Más adelante aparece
dolor, impotencia funcional adoptando actitudes típicas buscando descargar su lesión,
por ejemplo, apoyando las manos en la posición de sentado o parado. Al caminar lo hace en
lordosis o se toma la cabeza si la lesión es cervical. Actitud en flexión de la cadera
por irritación del psoas iliaco por un absceso osifluente.
Más adelante puede apreciarse la giba con disminución de la estatura y acercamiento de
las costillas a la pelvis. Pueden aparecer trastornos neurológicos: Motores, sensitivos y
neurove-getativos. Hiperreflexia patelar y aquiliana y el clonus de rótula y pie,
expresión de irritación del haz piramidal.
10.3. Laboratorio
Tratado ya en generalidades.
10.4. Radiología
La imagen temprana muestra el pinzamiento
intervertebral propio de la destrucción del disco, la masa fusiforme paraver-tebral del
absceso frío; más adelante el colapso del o los cuerpos vertebrales, dando la giba y
tardíamente la anquílosis ósea.
10.5. Tratamiento
Tratamiento general más lecho de yeso o
corset.
a) Tratamiento local.- Los
abscesos pueden tratarse conservadoramente o punzarse u operarse si las complicaciones
obligan a ello.
b) Quirúrgico.- La artrodesis se indica para
estabilizar la columna y evitar posiciones viciosas, puede ser por vía posterior:
Técnica de Hibbs (1911) avivando, cureteando las apófisis interarticulares y abatiendo
las apófisis espinosas más inmovilización en cama de yeso, "lecho de Lorenz".
La técnica de Albee agrega injerto óseo de tibia autógeno. Luego viene la artrodesis
por vía anterior si lo requiere la lesión, las vías que se usan son:
Costotransversectomía o transabdominal, según sea la columna dorsal o lumbar la
intervenida. Como la enfermedad afecta las vértebras adyacentes, se fijan también 2
vértebras por encima y 2 por debajo de la vértebra lesionada.
11. TBC DE LA CADERA (COXALGIA) (Lámina
41:2)
Sigue en frecuencia al mal de Pott. Más
frecuente en niños de 3 a 12 años de edad. Compromete toda la articulación de la
cadera: sinovial, cabeza, cuello y cótilo. La destrucción puede llegar a extremos tales
que reduce la epífisis del fémur a un muñón, provocando luxación patológica. El pus
forma absceso que fistuliza anterior o lateralmente a la articulación.
11.1. Clínica
Aparte de los síntomas generales, el
dolor suele ser el primer síntoma, luego la cojera (claudicación). La cadera tiende a
adoptar una posición antálgica en flexión, además adducción y rotación
interna. Esta deformidad, al comienzo funcional, posteriormente se fija por los cambios
estructurales. La maniobra de Thomas con el paciente en D.D., evidencia la actitud en
flexión de la cadera afectada y el hueco poplíteo del mismo miembro inferior no apoya en
el lecho. Esta técnica consiste en eliminar la hiperlordosis flexionando totalmente la
cadera opuesta.
11.2. Radiología
Los signos radiológicos son más
tardíos que la clínica. Al principio sólo hay osteopenia, luego viene el pinzamiento
articular y la destrucción ósea con escasa reparación.
El diagnóstico diferencial habría que
hacerlo con la Enfermedad de Perthes y las artritis inespecíficas y las piógenas.
11.3. Tratamiento
a) Tratamiento general (ya mencionado).
b) Inmovilización con espica
(pelvipedio) de yeso en posición funcional hasta revertir el proceso o llevar a la
anquílosis.
c) Quirúrgico: Artrodesis para el
tratamiento de las posiciones viciosas, incluye osteotomías. Estabilización de una
anquílosis fibrosa dolorosa. La artrodesis puede ser extraarticular (iliofemoral o
isquiofemoral tipo Britain) e intraarticular retirando todo el tejido necrótico y
granulomatoso de la articulación fijándola con elementos metálicos (clavos,
clavo-placa) en posición funcional más injerto óseo más espica de yeso por 3 meses. La
rehabilitación debe estar presente en todas las etapas del tratamiento.
12. TBC DE LA RODILLA (Tumor Blanco) (Lámina
41:1)
A diferencia del Pott o la coxalgia, que
son generalmente caseosas, la TBC de la rodilla es más frecuentemente granulomatosa, por
eso puede haber restitución completa. La caseosa es más destructiva.
El gran aumento de volumen y la poca
intensidad de los signos inflamatorios caracterizan la denominación de "tumor
blanco".
12.1. Clínica
Dolor, claudicación, deformidad y
rigidez son los signos y síntomas más importantes. La rodilla toma una actitud
antálgica en flexión que lleva después al equino del pie por aparente acortamiento del
miembro. Posteriormente este acortamiento es real a medida que la destrucción ósea
avanza. Hay atrofia muscular, crujidos articulares y eventualmente una fístula.
Ocasionalmente llega a la anquílosis.
12.2. Radiología
Osteopenia, irregularidad, destrucción
de los extremos articulares, pinzamiento. Más adelante imágenes en "mordisco de
ratón" de las superficies articulares.
Diagnóstico diferencial con
osteoartritis piógena, con la articulación de Charcot, con la sinovitis vellonodular,
neos.
Es decisivo el estudio del líquido
sinovial o las biopsias (articulación, ganglios satélites).
12.3. Tratamiento
a) Tratamiento general.
b) Inmovilización con yeso muslopedio.
c) Quirúrgico: Sinovectomía o artrodesis según sea la intensidad de la lesión de la
rodilla.
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