Complicaciones de las Fracturas
Dr. Alfredo Aybar Montoya
RETARDO DE CONSOLIDACIÓN Y
PSEUDOARTROSIS, TRATAMIENTO ORTOPÉDICO Y QUIRÚRGICO: USO DE FIJACIÓN EXTERNA. OTRAS
COMPLICACIONES: INMEDIATAS, MEDIATAS Y TARDÍAS; LESIONES TRAUMÁTICAS ARTICULARES:
CLASIFICACIÓN,
CLÍNICA Y TRATAMIENTO
Las fracturas pueden presentar
complicaciones, por una parte derivadas del propio accidente, y de otra, como verdaderas
complicaciones producto del tratamiento.
Tras el accidente, una fractura puede traer las siguientes principales complicaciones:
- Embolia grasa
- Síndrome compartamental
- Síndrome de aplastamiento
- Sección del paquete vásculo-nervioso principal
- Daño tendinoso-muscular
Como consecuencia que devienen del
tratamiento, las siguientes son las principales complicaciones de las fracturas:
- Infección
- Retardo de consolidación
- Pseudoartrosis
- Consolidación viciosa
- Rigidez articular
- Atrofia ósea de Sudek
- Artrosis secundaria
1. EMBOLIA GRASA
Son las gotas de grasa provenientes de la
médula ósea de la zona fracturada que ingresan al torrente venoso, las cuales al llegar
a los capilares finos, taponan la circulación distal, ocasionando un cuadro bien definido
según la zona que es afectada. Cuando se trata de los pulmones, existe agitación
súbita, disnea, tos con espectoración sanguinolenta y cianosis. Afortunadamente es poco
frecuente.
2. SÍNDROME COMPARTAMENTAL
Es más frecuente de lo que se piensa, y
puede pasar desapercibido por un médico inexperto. Es el aumento de la presión en un
espacio delimitado por las fascias o tabiques aponeuróticos llamados
"compartimientos" que existen en las extremidades. Pueden ocurrir tanto en
fracturas cerradas como abiertas. Este aumento de la presión intracompartimental altera
la adecuada perfusion tisular, llevando a la isquemia de los tejidos allí contenidos,
principalmente nervios y músculos.
Clínicamente, se observa dolor que va en
aumento progresivo, aumento de volumen y a tensión, parestesias, frialdad, palidez,
muchas veces con pulso presente distalmente. Si no se actúa rápidamente, la isquemia se
transforma en necrosis irreversible, que dependiendo de la magnitud, puede llegarse hasta
la amputación. Es tan importante, que su reconocimiento debe hacerse con tiempo para su
tratamiento, que consiste en hacer amplias fasciotomías del compartimiento afectado, a
fin de lograr la descompresión tisular.
3. SÍNDROME DE APLASTAMIENTO
Es un cuadro que se presenta por la
liberación de sustancias tóxicas provenientes de los tejidos aplastados, como sucede en
derrumbes que mantienen aplastadas por varias horas las extremidades originando una
necrosis muscular, y al ser decomprimidas, entran al torrente sanguíneo, toxinas en forma
de pigmentos musculares (miohemoglobina), potasio, creatinina, etc., y produciendo un
taponamiento renal que amerita su tratamiento inmediato.
4. SECCIÓN DEL PAQUETE VÁSCULO
NERVIOSO PRINCIPAL
La sección de vasos arteriales
importantes es frecuente en las fracturas abiertas, aunque también se ven en fracturas
cerradas. La reparación debe hacerse pronto, antes de las seis u ocho horas de producido
el accidente, de lo contrario se presentará una gangrena isquémica distal, que
terminará en amputación. Se recomienda que la sutura sea realizada por un cirujano
vascular, para garantizar un buen resultado. Existe el riesgo de complicarse en el
postope-ratorio, con un síndrome compartimental.
Los troncos nerviosos seccionados, pueden
esperar para su sutura, siempre en manos del neurocirujano o del microcirujano.
5. INFECCIÓN
Las fracturas abiertas son las que tienen
más riesgo de infectarse, aunque también una fractura cerrada que ha sido intervenida
para osteosíntesis, puede complicarse con una infección ósea. La causa por lo general,
se debe a un inadecuado desbridamiento inicial y al demasiado manipuleo quirúrgico. Se
trata de una típica infección exógena, diferente en su fisiopatología, de la
osteomielitis hematógena de los niños. Su tratamiento no gira únicamente en base a la
antibioticoterapia, sino a repetidos desbridamientos.
6. RETARDO DE CONSOLIDACIÓN
Se dice así, cuando una fractura bien
reducida y bien inmovilizada, después de haber transcurrido el tiempo suficiente para
consolidar, aún no se ve la unión ósea completa, y radiográ-ficamente, todavía se
observa la línea de fractura. No hay dolor ni movimientos anormales en el foco de
lesión.
7. PSEUDOARTROSIS
Se llama pseudoartrosis, cuando después
de haber transcurrido el tiempo suficiente para la unión ósea, no se ve el callo que
puentea los extremos fracturados; existe movilidad anormal en el foco y radiográficamente
se observa radiotransparencia en la zona de fractura. Se presenta escaso dolor, o sin
dolor.
Se habla de pseudoartrosis hipertrófica, cuando se
observa intento de formación del callo, como una expresión exhuberante en la periferia
del trazo, y que se debe a la presencia de macromovimientos continuos durante el
tratamiento.
Se habla de seudoartrosis atrófica,
cuando no hay signos de intento de formar callo; por el contrario, los extremos estan
afilados, separados unos de otros, y se debe a la pérdida ósea, o también a daño por
necrosis avascular.
8. CONSOLIDACIÓN VICIOSA
Se dice así, cuando los extremos de la
fractura consolidan en mal posicionamiento trayendo deformidades o disfunciones.
9. RETARDO DE CONSOLIDACIÓN -
PSEUDOARTROSIS
-CONSOLIDACIÓN VICIOSA. FISIOPATOLOGÍA
El retardo de consolidación, las
pseudoartrosis y la consolidación viciosa, son alteraciones que se presentan durante el
proceso de consolidación fracturaria. Para entender mejor la fisiopatología de estas
complicaciones, es bueno recordar, cómo es el proceso de consolidación normal, y de qué
depende para llegar a un final de tratamiento satisfactorio.
La ruptura de un hueso se restituye
cuando reúne las siguientes condiciones: (1. que los extremos óseos estén bien
acomodados recíprocamente; buena reducción (BR), (2) que exista una buena
inmovilización (BI) de esta acomodación, manteniéndose por el tiempo que sea
necesario, y, (3) que llegue al ambiente fractura, un normal aporte vásculo-sanguíneo
(NAVS). Si no se presentan factores de interferencia, bastan estos tres requisitos para
alcanzar la consolidación normal (CN). Estas condiciones, clínicamente, pueden
formularse de la siguiente manera:
BR + BI
= CN
NAVS
Pero cuando además, concomitantemente a
la ruptura del hueso, existen otros factores agregados, tales como: (1. el daño con o sin
pérdida de tejidos blandos, (2) la pérdida ósea, (3) la infección, y (4) transtornos
estructurales en el propio hueso (osteoporosis, necrosis avascular), entonces, se
requieren además de otras actitudes curativas específicas (ACE), actitudes
dirigidas a resolver el problema de cada uno de estos factores de interferencia. Se trata
de actitudes médico-quirúrgicas a realizarlas en su momento terapéutico, (MT).
Clínicamente podría reformularse así:
BR + BI
+ ACE/MT = CN
NAVS
Si alguno de estos factores falla,
entonces no se llegará a la consolidación normal. Cuando la reducción no es buena, es
decir, cuando se ha hecho un mal afrontamiento pero con buena inmovilización, la
evolución es a la formación del callo óseo, entonces el caso terminará en
CONSOLIDACIÓN VICIOSA; si la reducción es mala por interposición de partes blandas, no
habrá consolidación por esta razón, complicando a la PSEUDOARTROSIS. En este caso
normo-trófica.
Si la inmovilización no es buena
(presencia de macromovi-mientos continuos o excesiva rigidez), entonces se presentarán
anormalidades atribuibles al medio inmovilizador tratante, impidiendo lograr la formación
del callo, es decir complicando a PSEUDO-ARTROSIS (hipertrófica o hipotrófica). Si
algún fragmento de la fractura estando bien reducida y bien inmovilizada, tiene
alteraciones del normal aporte vásculo sanguíneo, este fragmento complicará con
necrosis avascular, por lo tanto no habrá formación de callo, es decir habrá una
complicación de PSEUDOARTROSIS (atrófica). Si el caso es una fractura abierta donde
algún fragmento se complica con infección y este fragmento luego se cae, no habrá
unión ósea por pérdida de hueso, es decir tendremos una complicación de PSEUDOARTROSIS
(atrófica).
Si durante el tratamiento no llega sangre
suficiente al foco de fractura, el tiempo de formación del callo óseo puede demorar en
presentarse, entonces estamos ante una complicación de RETARDO DE CONSOLIDACIÓN.
Las complicaciones, entonces, aparecerán
cuando se alteran o manejan inadecuadamente los factores anteriormente formulados. Esto
puede ocurrir por responsabilidad del médico tratante (por ejemplo, no hizo buena
reducción), o del paciente (por ejemplo se retira el medio inmovilizador antes de tiempo,
malogrando la "buena inmovilización"), o por la gravedad de la pérdida ósea
en el momento del accidente.
10. RIGIDEZ ARTICULAR
Es la complicación que compromete a la
articulación vecina a la fractura, ocasionándole pérdida de la amplitud de movimientos,
generalmente debido al medio inmovilizador que mantiene demasiado tiempo inmóvil a la
articulación. Es reversible con la fisioterapia.
11. ATROFIA ÓSEA DE SUDECK
Complicación poco frecuente de causa no
muy bien conocida (distrofia neurovascular refleja) que compromete a los huesos
periarticulares cercanos a la fractura originando una rarefacción ósea con
manifestaciones clínicas de dolor a veces intenso, tumefacción, limitación de los
movimientos, piel lisa tirante, brillante, con aumento de la temperatura. Toma tiempo para
curar en base a fisioterapia y analgésicos antiinflamatorios.
12. ARTROSIS SECUNDARIA
Es una complicación exclusivamente
articular como consecuencia de fracturas del cartílago hialino que no fueron bien
reducidas, o también como consecuencia de fracturas no articulares que consolidaron con
deformidades por mala reducción, deformidades que alteran los ejes normales de la
mecánica articular. El dolor y la pérdida progresiva de los movimientos son sus
principales síntomas.
13. USO DE LA FIJACIÓN EXTERNA
Se conoce con el nombre de
"fijación externa" a un recurso más dentro del arsenal terapéutico para el
manejo de lesiones traumáticas y ortopédicas. Es una alternativa de tratamiento que
tiene indicaciones precisas. En la actualidad se ha acumulado tal experiencia mundial, que
ya no cabe duda de sus bondades. Probablemente permanecerá por mucho tiempo vigente, aun
en contra de los más escépticos. Su lugar definido, sin competidores, son las graves
fracturas abiertas en las zonas de la pierna. Son muchos los reportes que demuestran que
la fijación externa en manos de cirujanos experimentados, puede ser tan útil como
opción electiva a otros medios de osteosíntesis. Sin embargo, en manos de inexpertos
puede ser todo un fracaso, obviamente conlleva riesgos, y como cualquier otra disciplina,
exige una buena preparación y entrenamiento del cirujano para aplicarla.
Hacer fijación externa, quiere decir
introducir clavos a través de los tejidos blandos hasta anclarlos en el hueso, e intentar
con ellos a distancia, algunos movimientos necesarios para la reducción o para aplicar
fuerzas desplazantes a los extremos óseos (fuerza de compresión, de distracción,
deflexivas, cizallantes o de arrastre). No siempre la fijación externa es para aplicar
fuerzas o para el intento de reducción, sino simplemente para sostener. Aparte de las
fracturas, son ejemplos de simple sostenimiento, los casos de fijaciones externas para
inmovilizar articulaciones en posición funcional mientras se curan sus tejidos blandos
lesionados, o, para sostener transitoriamente "injertos por colgajos a pierna
cruzada". También la fijación externa funciona como un excelente complemento
sostenedor, coadyuvante, para mantener temporalmente casos de osteotomía o de
osteosíntesis interna donde los implantes no garantizan una buena estabilización.
Con la estructura externa del propio
fijador, las movilizaciones de los extremos óseos pueden realizarse de manera rápida o
lentamente, y, una vez lograda todas las movilizaciones, se mantiene al hueso in situ
firmemente sin posibilidades de desplazamientos futuros. Los medios conectores externos
son los que permiten ejercer estas movilizaciones e igualmente sostener a los clavos, los
cuales a su vez son los que sostienen al esqueleto.
En el Perú el Dr. Alfredo Aybar M.,
creó en 1977, el método de "fijación externa descartable" o Sistema FED, como
una forma más de osteosíntesis extrafocal con clavos introducidos percutáneamente tal
como lo hace cualquier aparato fijador externo. Se hace uso por lo tanto, de clavos
transfixiantes o no transfixiantes y elementos conectores externos para conformar su
estructura exterior basados en varillas alumínicas y cemento acrílico dental. Con el
procedimiento FED se ha solucionado tanto un problema médico como social. El método FED
es tan bueno como el mejor de los fijadores externos del mundo desarrollado, e incluso en
algunos casos, resulta ser mucho mejor. Es de técnica sencilla, seguro y económico. En
su forma, "en neutralización y provisional", incluso puede ser aplicada por
cirujanos generales.
La metodología de FED tiene una estrecha
relación con los siguientes conceptos:
(1) "maniobras para lograr una reposición
exacta o simple alineamiento" de los extremos fracturados. Dicho de otro modo,
maniobras para aplicar fuerzas pasivas y/o activas a los extremos óseos, bien sea con
nuestras manos o haciendo uso de "aparatos" interconectados a los clavos, con la
intención de acomodar los fragmentos, de comprimir, de traccionar, de deflexionar o de
desrotar, y
(2), "medios para mantener o
hacer una buena inmovilización" de la fractura después de haber conseguido el
objetivo anterior.
El punto (1) se hace con las manos y/o
con el "tractocompresor" y el punto (2) con el "Set FED".
Según Aybar, hacer fijación externa
descartable no significa edificar montajes de cualquier forma, no se trata de
introducir clavos por doquier ni hacer junturas encementadas grotescas con singulares
medios de unión. En esencia, el sistema FED intenta lograr una correcta inmovilización
de la fractura después de haber hecho su apropiada reducción, mediante sencillos
montajes no rígidos, confortables y de buena apariencia. El sistema permite futuras
correcciones y/o la aplicación de fuerzas deflexivas o tractocompresoras. Con el sistema
FED se puede trabajar en todas las regiones y en todas las patologías meritorias de la
Fijación Externa. El autor le da mucho valor a la adecuada perforación, introducción y
anclaje de los clavos.
La metodología del FED, por su
versatilidad, mantiene abierta una ventana a la creatividad del cirujano en el arte de
reducir e inmovilizar cualquier condición patológica ósea con la misma seguridad
biomecánica del mejor de los aparatos fijadores externos pero dentro de un contexto
médico económico-social. Da la oportunidad de plasmar la imaginación del cirujano.
Obviamente, como toda técnica necesita de su curva de aprendizaje, del conocimiento y
aplicación de su fundamentación y de toda su aparatología: el tractocom-presor, los
clavos FED (autodesbrocantes, sistema antitermonecrosis, paso de hilo delgado, espaciado,
cortante y profundo), varillas externas, cánula-guía, tope de profundidad, plantilla
antiequino, trefinas, acrílico de fraguado rápido, etc.
13.1. Complicaciones en FED
Como con cualquier técnica de
tratamiento, en FED también existen las probabilidades de presentarse complicaciones,
errores o dificultades durante su aplicación. En general, las complicaciones atribuidas
al FED son de muy bajo porcentaje y están en relación con la disponibilidad del
instrumental y equipos y con el grado de preparación del cirujano traumatólogo. Más son
los errores de técnica que las verdaderas complicaciones del método. Describiremos
sucintamente las complicaciones que se presentan, en conjunto por un lado los errores de
técnica y por otro, de manejo de la propia lesión.
13.2. Complicaciones intraoperatorias
Daños en los tejidos blandos
- Atravezar las partes blandas sin tomar
hueso y dañar elementos nobles
(paquete neurovascular), por no hacer uso del
reparo-aguja y/o de la
cánula-guía y el tope de profundidad.
- Deflecar el músculo (enrrollarse) con la broca por no
usar la cánula-guía.
Daño óseo
- Perforación intraarticular, por falta
de reparo y control radiográfico.
- Hipercalentamiento del clavo termonecrosis en hueso y tejidos blandos.
- Fijar sin reducir o fijar en mala reducción (camino a consolidación en
mala posición); problema de técnica
operatoria.
Daños a los cirujanos
- Pincharse con la punta del clavo
transfixiante riesgo de transmisión del
SIDA, por falta de protección inmediata.
13.3. Complicaciones en el
postoperatorio inmediato
- Pronto aflojamiento en la interfase
clavo-hueso.
- Infección-necrosis de hueso y tejidos blandos.
- Inflamación dolorosa en las heridas de los clavos.
- Sangrado por las heridas de los clavos.
13.4. Complicaciones en el
postoperatorio alejado
- Infección a nivel de las heridas de
los clavos.
- Granulomas periclavo.
- Necrosis avascular de terceros fragmentos.
- Desplazamiento del montaje de FED y/o desplazamiento de la fractura
con riesgos de consolidación viciosa o de
pseudoartrosis.
- Aflojamientos con desmontajes en la interfase clavo-varilla-cemento que
también puede originar
desplazamientos óseos terminando en
consolidación viciosa, o, si se
acompaña de macromovimientos
continuos, complicar a pseudo-artrosis.
- Rajadura o rotura del cemento.
- Osteítis periclavo por termonecrosis o por microfracturas.
- Rotura de clavos (más común en montajes FED unilateral).
- Periostitis en la zona de los clavos.
- Rigideces articulares (falta de uso de la plantilla y la indicación de
ejercicios).
- Pseudoartrosis por retiro prematuro del fijador.
- Pseudoartrosis consecuente al gran daño traumático.
- Refracturas por retiro prematuro del montaje FED
- Escaras de apoyo del marco FED.
- Edemas pertinaces.
- Drenajes por los orificios tras el retiro de los clavos (secuestros por
termonecrosis).
14. LESIONES TRAUMÁTICAS ARTICULARES
Dentro de las lesiones traumáticas de
las articulaciones se encuentran las luxaciones, las fracturas y las lesiones de partes
blandas. Las lesiones más importantes corresponden a las fracturas. Las luxaciones o
subluxaciones son verdaderas emergencias en lo que se refiere a su inmediata reparación
si se quiere obtener una buena función articular futura. Afortunadamente las fracturas y
las luxaciones no son frecuentes. Las lesiones únicamente de partes blandas son mucho
más frecuentes, pero asimismo son simples de tratar salvo excepciones como las serias
rupturas de ligamentos. En la rodilla son los meniscos los que más se lesionan.
Las fracturas intraarticulares por lo
general bloquean el movimiento articular. Son de pronóstico severo cuanto más complejo
es el trazo y cuanto más tiempo se demora en lograr su reducción, que siempre tiene que
ser exacta y anatómica. Se complican con artrosis secundaria.
14.1. Clasificación de las fracturas
intraarticulares
(según Aybar)
Se toman en cuenta sólo dos grupos y en
todos los casos con o sin desplazamiento:
1. Fractura articular simple,
aquélla con uno o dos trazos bien definidos, de franca factibilidad, de acomodación
exacta sólo por la vía quirúrgica, directa, e inmediata; de buen pronóstico (100% de
opciones en casos agudos) para la función articular. Si son fracturas sin desplazamiento,
sólo ameritan a una simple inmovilización por variadas técnicas, desde el reposo,
pasando por las férulas o aparatos de yeso.
2. Fractura articular conminutiva,
aquélla de múltiples trazos, incluyendo las impactadas con hundimiento. Se consideran
dos subgrupos:
a) "moderadas conminutas",
tienen pocos trazos, dos o tres, grandes, de relativa probabilidad de ser armadas sólo
por la vía quirúrgica, requieren de osteosíntesis mínima y ayuda artroscópica; tienen
un 50% de opciones de reconstrucción exacta aun siendo casos agudos; son de pronóstico
reservado, y
b) "gran conminutas" cuando
tienen muchísimos trazos, con grandes hundimientos y hasta con pérdida ósea, imposibles
de ser reducidos anatómicamente, sin opciones de reconstrucción exacta; son casos para
realizar únicamente un simple alineamiento a foco cerrado, de pésimo futuro para la
función articular (100% de opción a complicar con artrosis a corto plazo).
Los medios de fijación varían según los fragmentos.
Pueden usarse tornillos, clavos transfixiantes o combinaciones con placas y/o por
fijadores externos con técnica de "ligamentotaxis". Cualquier trazo articular
que se pretenda reducir y fijar más allá de la segunda-tercera semana ("casos
antiguos"), su pronóstico empeora. Del mismo modo, cuando la articulación es
profunda (cadera, hombro), las vías de abordajes no siempre permiten comodidad para ver,
reducir y fijar, por lo tanto, desmejoran su pronóstico. Igual que las fracturas simples,
cuando no tienen desplazamientos, sólo ameritan una simple inmovilización, sea
únicamente con reposo o con férulas o aparatos de yeso.
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