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Peritonitis
Dra. María Luisa Huamán Malla
El capítulo de Peritonitis constituye uno de los más importantes en la Cirugía General,
específicamente en la de Urgencia. Es uno de los problemas infecciosos más serios a los
que se enfrentan los médicos.
A pesar de los múltiples adelantos en cuanto a terapia antimicrobiana y cuidados de
sostén en las unidades de cuidados intensivos, a donde generalmente llegan estos
pacientes, seguimos teniendo morbilidad extensa y considerables tasas de mortalidad.
Para comprender en su verdadera dimensión esta patología debemos entender que la cavidad
peritoneal es mucho más que un saco biológicamente inerte; es un órgano altamente
evolucionado que se encarga de preservar la integridad de los órganos intraabdo-minales.
La superficie extraordinariamente grande unida al hecho de su gran capacidad de absorción
explica la gravedad del cuadro. El peritoneo tiene, como veremos, algunos mecanismos
defensivos contra la infección como son: El Epiplon Mayor, su topografía en espacios y
la exudación peritoneal de fibrina como elemento aislador y retardador de la absorción
de bacterias.
RECUERDO EMBRIOLÓGICO Y ANATÓMICO
La importancia que adquiere el peritoneo y el gran epiplon en los procesos abdominales
justifica el recuerdo anatómico de estas estructuras.
El peritoneo se extiende en una superficie aproximadamente de 1,5 a 2 metros cuadrados.
El peritoneo deriva del tejido mesódermico. El celoma primitivo es dividido por el Septum
transversalis entre la cuarta y séptima semana de la vida intrauterina en dos cavidades
completamente separadas, la cavidad pericárdica y la cavidad peritoneal.
Esta serosa recubre las vísceras y paredes abdominales sin solución de continuidad en el
hombre. En la mujer hay comunicación a través de las Trompas de Falopio. En sentido
estricto no contiene órganos, éstos son retroperitoneales pero se les dice
intrape-ritoneales.
A medida que el peritoneo envuelve las vísceras en el curso del desarrollo embrionario se
van formando numerosos comparti-mientos.
Se divide en Peritoneo Visceral, que reviste los órganos y mesenterios y Peritoneo
Parietal, que reviste las paredes laterales, posterior, anterior, diafragma y pelvis. La
parte anterior y lateral está reforzada por la fascia transversalis.
Esta cavidad se divide en Cavidad Peritoneal Mayor y la Transcavidad de los Epiplones
unidos a través del Hiato de Winslow. El colon transverso, su mesocolon y el epiplon
mayor dividen a la cavidad en dos regiones, el compartimiento supramesocólico y el
inframesocólico.
En cuanto a su Anatomía Microscópica, está formada por dos capas de células: una
Superficial de mesotelio (capa simple de células escamosas) y otra Profunda de tejido
conectivo laxo que contiene fibras elásticas, colágenas, grasas, reticulares,
macrófagos, eosi-nófilos, cebadas, etc., en donde hay una rica red de capilares y de
linfáticos.
La superficie del peritoneo es normalmente lisa y brillante y está lubricada por un
líquido peritoneal normal que contiene entre 2000 a 2500 células por milímetro cúbico,
que en los procesos inflamatorios son macrófagos, linfocitos y polimorfonucleares.
La inervación del peritoneo es muy importante, especialmente la del peritoneo parietal,
provisto de nervios aferentes sómaticos de los 6 últimos intercostales, que son muy
sensibles a toda clase de estímulos. Da un dolor agudo y localizado, rigidez
involuntaria, hipersensibilidad y rebote. Sin este tipo de inervación no podríamos hacer
el diagnóstico de abdomen agudo.
El peritoneo visceral es relativamente insensible, sólo registra estímulos si son muy
intensos o prolongados, tipo tensión como: aumento de presión intraabdominal y aumento
de presión de tejidos. Este dolor es vago y sordo, se localiza generalmente en la parte
media del abdomen, mediado por inervación esplácnica.
El gran epiplon, ese doble pliegue de peritoneo que usualmente cargado de grasa cuelga del
estómago y del colon transverso como un delantal sobre el intestino, desempeña un
preponderante papel en la defensa del peritoneo en virtud de su gran movilidad y función
activa en el control de la inflamación supurativa y de la infección dentro de la cavidad
peritoneal. Lo mismo que la división en compartimientos de la cavidad peritoneal, que
impide la diseminación de los cuadros supurativos.
FISIOLOGÍA DEL PERITONEO
El peritoneo es en esencia una membrana dializadora y constantemente secreta y absorbe
líquido seroso.
Es una membrana muy permeable por la que atraviesan agua, electrolitos, sustancias
tóxicas endógenas y exógenas.
El peritoneo mediante la exudación acompañada o no de trasudación, la absorción, la
fagocitosis y el bloqueo establecido por la formación de adherencias se defiende de la
agresión y utiliza sobre todo sus funciones.
La exudación se establece gracias a la riquisíma circulación sanguínea, se produce
vasodilatación acompañada de aumento de permeabilidad con extravasación de plasma,
elementos corpuscu-lares de la sangre y coloides.
La resorción y absorción se produce mayormente en el abdomen superior sobre todo en la
región diafragmática y en el delantal de los epiplones, siguen luego el mesenterio, el
peritoneo visceral y menos en el peritoneo parietal. De ahí que Fowler preconizó la
posición semisentada en los cuadros peritoneales.
Ciertas circunstancias modifican la absorción. El aumento de la presión intraabdominal
la favorece, lo mismo que el calor y la hiperemia, mientras que el frío y la
vasoconstricción la dificultan. El peristaltismo y el movimiento la aumentan, de ahí el
peligro de alimentación, los purgantes, los enemas y la deambulación, cuando la
reabsorción supone el paso de productos nocivos o bacterias tóxicas.
DEFINICIÓN DE PERITONITIS
PERITONITIS.- Se define peritonitis como el proceso inflamatorio general
o localizado de la membrana peritoneal secundaria a una irritación química, invasión
bacteriana, necrosis local o contusión directa.
ETIOLOGÍA DE LA PERITONITIS
La inflamación del peritoneo puede producirse por:
Llegada de gérmenes a la cavidad
abdominal: por infecciones agudas como son la apendicitis, colecistitis, úlceras
perforadas, diverticulitis, pancreatitis, salpingitis, infecciones pélvicas, etc. Por
perforaciones agudas debidas a cuadros infecciosos o traumáticos o estrangulación o
infarto intestinal.
Presencia de sustancias químicas
irritantes: ej. Pancreatitis.
Por la presencia de cuerpos extraños:
gasa, talco, almidón, etc.
Por la presencia de sustancias raras
(endógenas o exógenas): escape anastomótico, contaminantes como sangre, bilis, orina,
etc.
Es importante anotar que dependiendo de
la naturaleza de la sustancia habrá mayor o menor reacción peritoneal, así de mayor a
menor, tenemos: líquido pancreático, líquido intestinal, sangre, bilis y orina.
Los gérmenes pueden invadir el peritoneo
por tres vías:
Vía Directa o local.- En donde la
contaminación puede tener lugar por:
a. Ruptura de víscera hueca de causa inflamatoria o traumática,
b. Ruptura de proceso séptico asentado en cualquier víscera,
c. Invasión de la serosa.
Vía sanguínea.
Vía linfática.
1. HISTORIA
NATURAL DE LA PERITONITIS
Normalmente la cavidad peritoneal es lisa y brillante merced a unos 100 cc de líquido
lubricante que se encuentra en ella. El estímulo mecánico, químico o bacteriano genera
una reacción inflamatoria que transforma el peritoneo en una superficie granulosa y
opaca. Posteriormente empieza a exudar líquido, el cual se enturbia con la aparición de
leucocitos y fibrina, elementos que más tarde formarán pus. Cuando el proceso
patológico incluye un sector restringido del peritoneo, es decir, se encuentra
localizado, se llama Peritonitis Localizada.
La fibrina, el pus y el epiplon pueden formar membranas para localizar el proceso y
entonces puede llegar a formarse un plastrón o absceso localizado, entendiéndose por
plastron a una reacción plástica de origen inflamatorio caracterizada por tumefacción o
tumoración consecutiva a un proceso séptico o no. Cuando se produce supuración, se dice
que el plastron se ha abscedado. En la formación del plastón interviene por excelencia
el epiplon mayor acompañado o no de las vísceras circundantes.
Cuando los procesos no se tratan o los eventos anotados son incapaces de localizarlo, la
infección invade el resto de la cavidad y compromete todo el peritoneo dando origen así
a las Peritonitis Generalizadas o Difusas. Con ella se producen cambios en el medio
interno consistentes en hipovolemia, desbalance hidroelectrolítico y choque séptico que
pueden llevar a la muerte (Lámina 1:1).
Si el paciente sobrevive, el exudado se transforma en pus y éste forma abscesos en todos
los fondos de saco posibles: subfrénico derecho o izquierdo, subhepático o de Morisson,
las goteras parietocólicas derecha o izquierda, interasas y fondo de saco de Douglas. La
fibrina forma una pared continente de estos abscesos. Los sacos de pus así formados
producen síntomas de abscesos hasta que el sistema inmunológico logra esterilizar las
cavidades o el paciente fallece.
La resolución de la peritonitis, ya sea por intervención quirúrgica o por evolución
espontánea deja como resultado una gran cantidad de adherencias laxas y firmes.
A través de un mecanismo desconocido, estas adherencias posteriormente desaparecen
quedando sólo unas pocas, las más firmes unidas a las bridas que también se forman y
que son, con las anteriores, las causantes de obstrucciones intestinales a posteriori.
2. CLASIFICACIÓN DE LA PERITONITIS
La peritontis puede clasificarse de la siguientes maneras:
POR SU EXTENSIÓN: Pueden ser:
Localizadas o Focalizadas
Generalizadas, Difusas o Propagantes
POR SU AGENTE CAUSAL: Pueden
ser:
Sépticas
Asépticas
POR EL INICIO DE ACCIÓN DEL
AGENTE CAUSAL O SU ORIGEN: Pueden ser:
PRIMARIAS (no causa intraabdominal, monobacteriana).
SECUNDARIAS (causa abdominal, polimicrobiana).
POR SU EVOLUCIÓN: Pueden ser:
Agudas
Crónicas
Peritonitis Localizadas o Focalizadas.-
Como su nombre lo indica son aquellas que se localizan en un determinado espacio a
consecuencia de inflamación de una víscera abdominal, por ejemplo: Fosa Ilíaca Derecha.
Peritonitis Generalizadas o Difusas.- Localizadas en toda la cavidad peritoneal provienen
de una localización específica inicialmente circunscrita.
Peritonitis Sépticas.- Aquellas de causa bacteriana, cuando la presencia de bacterias
supera los mecanismos de defensa peritoneal. Las más comunes son: por bacilos coliformes
aeróbicos gram negativos (Escherichia coli) y anaerobios (Bacteroides fragilis) y de
origen ginecológico (Clostridium y Gonococo).
Peritonitis Asépticas.- Se deben a irritación del peritoneo por causa no bacteriana.
Puede ser provocada por la introducción en la cavidad peritoneal de ciertos líquidos o
preparaciones químicas con fines terapéuticos (por ejemplo, polvo de guantes, talco o
almidón) o por el escape hacia la cavidad peritoneal de sangre, bilis, quimo, jugo
gástrico o jugo pancreático pero que en tales casos, si bien el exudado peritoneal al
principio no está infectado, tarde o temprano ocurre invasión bacteriana y la
peritonitis, luego de un tiempo de no encontrar gérmenes, se torna infecciosa.
Peritonitis Primarias.- Peritonitis de causa no aparente y cuando no existe una lesión
iniciadora discernible dentro de la cavidad abdominal. Estas peritonitis en sentido
estricto son de naturaleza secundaria ya que los organismos infectantes, que habitualmente
son estreptococos o neumococos, llegan al peritoneo de algún foco distante por medio del
torrente circulatorio, por los canales linfáticos o a través del tracto genital
femenino.
Peritonitis Secundarias.- Son entidades que pueden complicar casi cualquier patología
abdominal ya sea traumática, infecciosa, ulcerosa, obstructiva o neoplásica. La
peritonitis postquirúrgica es una causa frecuente en cirugía de mucha gravedad.
Generalmente son polimicrobianas.
Peritonitis Agudas.- Aquí tenemos a la mayoría de las peritonitis secundarias que
producen procesos, como su nombre lo dice, agudos: infecciosos, perforación de víscera
hueca, estrangulación o infarto intestinal que se producen en un tiempo corto y
evolución rápida.
Peritonitis Crónicas.- Patologías peritoneales que inflaman al peritoneo pero cuyo
cuadro clínico demora en su forma de presentación, ejemplo típico de ello es la
peritonitis crónica tuberculosa, actinomicosa, granulomatosa por cuerpos extraños, etc.
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2.1.
Clasificación de las Lesiones Causales
I.- Primarias
A. Estreptocócicas.
B. Neumocócicas.
C. Tuberculosas.
Peritonitis Primarias
Son cuadros de peritonitis raras donde no es posible demostrar una fuente intraabdominal
como punto de partida, la infección generalmente es transportada por la sangre o el
tracto genital femenino.
Su frecuencia está en verdadera declinación y es mucho más frecuente en la edad
pediátrica que en la adulta.
Pueden identificarse por lo menos cinco subgrupos de peritonitis primaria:
1. En lactantes y niños pequeños aparentemente
normales.
2. Asociada a síndrome nefrótico
(característicamente en niños).
3. En cirrosis (alcohólica o postnecrótica,
reportándose un 6% y un 18%
habitualmente asociada a
ascitis; siendo la Escherichia coli el germen más
común).
4. En huéspedes inmunocomprometidos.
5. En la Perihepatitis Gonocócica en la mujer.
De ahí que algunos identifiquen dos formas en este tipo de patología:
Bacteriana Aguda (neumococo,
estreptococo betahemo-lítico, coliformes, etc.), la cual se instala entre las 48 a 72
horas y se caracteriza por un abdomen agudo con leucocitosis elevada como complicación de
cuadros respiratorios o de escarlatina o nefritis, etc.
Crónica (con la peritonitis
tuberculosa como máximo exponente, gonocócica, granulomatosa, quilosa, etc.).
II.- Secundarias
A. Causadas por enfermedades o lesiones del tracto
gastrointestinal.
- Apendicitis.
- Perforación de úlcera gástrica o duodenal.
Úlcera anasto-mótica, neoplasia
gástrica.
- Perforación causada por traumatismos (heridas
contusas o penetrantes).
B. Inflamación o lesión intestinal.
- Perforaciones traumáticas.
- Perforaciones : Diverticulitis, Necrosis de una
Neoplasia Maligna, Úlcera
tuberculosa, Fiebre tifoidea, Enfermedad
de Crohn, etc.
- Perforación de asa intestinal estrangulada, debido
a brida, vólvulo,
intususcepción, etc.
C. Lesiones del tracto biliar y del páncreas.
- Colecistitis supurativas.
- Necrosis pancreática aguda.
- Peritonitis biliar.
- Perforación de absceso hepático.
D. Lesiones de órganos genitales femeninos:
- Salpingitis gonorreica.
- Aborto séptico.
- Sepsis puerperal.
E. Post-quirúrgicas:
- Filtración de la línea de sutura de una anastomosis.
- Continuación de la peritonitis por la que se
llevó a cabo la intervención.
- Cuerpos extraños dejados en la cavidad peritoneal.
- Contaminación quirúrgica del peritoneo.
- Lesiones quirúrgicas de los conductos biliares,
pancreático, uréter, etc. |
3. CAMBIOS
ANATOMOPATOLÓGICOS Y CLÍNICOS EN EL CUADRO PERITONITIS:
Los cambios anatomopatológicos que suceden en las peritonitis varían considerablemente
según:
1.- Origen de la infección,
2.- La gravedad de la infección,
3.- La edad, el sexo, estado general, y la resistencia del huésped,
4.- La prontitud y la eficacia del método terapéutico, médico o
quirúrgico.
La peritonitis puede ser de comienzo súbito o gradual. Pero cuando las bacterias
patógenas tienen libertad de multiplicarse en la cavidad peritoneal, el sujeto presenta
el siguiente patrón de respuesta:
A. Respuesta Primaria
A.1. Inflamacion de la Membrana.- El peritoneo se torna
hiperémico, hay dilatación de vasos, aumenta la diapedesis y paso de electrolitos,
proteínas, depósitos de albúmina. Llegan los neutrófilos y se produce el paso humoral.
Edema de las células mesoteliales (aumento de volumen y de grosor que se aprecia
radiográficamente). Se produce exudado que contiene fibrina que aísla el proceso en
forma primaria y produce adherencias para localizar el proceso. Cuando se resuelve el
proceso éstas se hacen fibrosas y firmes.
A.2. Respuesta Intestinal.- Ante la injuria se produce
parálisis intestinal con dilatación tanto de gas como de líquido (Íleo Adinámico).
A.3. Hipovolemia.- Por trasudado y secuestro (muchas veces grandes
cantidades, 6-7 litros) se produce hipovolemia y entonces comienza a secretarse hormona
Antidiurética y Aldosterona (reteniendo sodio y eliminando potasio).
B. Respuesta Secundaria: (Fallas a diferentes niveles
del organismo por manejo tardío).
B.1. Respuesta Endocrina.- El paciente se encuentra
pálido, sudoroso y taquicárdico.
B.2. Respuesta Cardiaca .- Disminuye el retorno venoso
y la Presión Venosa Central por el secuestro de líquidos y disminuye el gasto cardiaco,
entonces disminuyen los nutrientes en general. Disminuye el oxígeno y hay toxemia y puede
existir daño en el miocardio y alteración en la contracción cardiaca.
B.3. Respuesta Respiratoria.- Hiperventilación con
disminución de la Oxigenación.
Hipoxemia (atelectasias y menor
movilización del diafragma).
B.4. Respuesta Renal.- Disminuye la filtración glomerular por
disminución del gasto cardíaco por secuestro y se produce mayor Acidosis por falta de
eliminación de catabolitos.
B.5. Respuesta Metabólica.- Se altera el metabolismo
de los hidratos de carbono, grasas y proteínas. El metabolismo aeróbico cambia a
anaerobio y hay aumento de ácido láctico.
Respuesta general del organismo a
la Peritonitis Generalizada
Ver
esquema01
Ver esquema02
Ver esquema03
4.
BACTERIOLOGÍA DE LA PERITONITIS
En los casos de Peritonitis Primaria pueden obtenerse cultivos puros de un solo organismo
(Neumococos, Estreptococos beta-hemolítico o gonococos generalmente).
En las Peritonitis Bacterianas Secundarias, desde el trabajo realizado en ratas por el
Doctor Barren y publicado en 1982 se acepta el componente bimodal de la infección
intraabdominal; existe un sinergismo de la flora mixta del tracto intestinal o de los
anexos, como son los organismos gram negativos Aeróbicos como Escherichia coli,
Klebsiella y Proteus y otros como Strepcococos fecalis, Pseudomona aureoginosa,
Estafilococo y gérmenes anaerobios especialemente Bacteroides fragilis, Clostridium y
Estreptococus.
El conocimiento de la bacteriología probable es de decisiva importancia para el
tratamiento inicial concebido generalmente para actuar con gérmenes aeróbicos
gram-negativos y anaerobios.
El olor característico fétido asociado al pus de la peritonitis de origen
gastrointestinal se debe a la producción de ácidos grasos libres y de sus estéres como
resultado de la acción bacteriana anaerobia y no de la Escherichia coli, cuyo pus causa
poco olor.
Signo o Síntoma |
Infec. Aeróbica |
Anaeróbica |
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SIGNOS LOCALES LOCALES DE INFECCION |
- Edema |
Presente |
Marcado |
- Calor y Enrojecimiento |
Marcado |
Variable, No |
- Dolor al Paladar |
Presente |
Marcado |
- Caract. del Pus |
Espeso |
Aguado |
- Olor del Pus |
Espeso |
Aguado |
SÍNTOMAS TIPICOS |
- Tº mayor a 38º |
Variable |
a menudo |
- Leucocitosis(-20 000) |
Variable |
a menudo |
- Escalofríos, Rigidez |
Frecuente |
menos frecuente |
- Estado mental |
Letárgico |
Confuso, coma |
- Ictericia |
Variable |
Frecuente |
- ShockSéptico |
a menudo |
menos frecuente |
5. DIAGNÓSTICO
La mayor preocupación del cirujano debe ser el diagnóstico precoz y para ello debe
contar con tres elementos fundamentales:
- el dolor abdominal,
- la contractura muscular, y
- los síntomas y signos de repercusión tóxica infecciosa.
Recordar que los signos físicos son más valiosos que la historia clínica en algunos
casos. Asimismo recordar que lo fundamental en este cuadro de abdomen agudo es la
investigación minuciosa del dolor abdominal. Recordar también que el pronóstico de los
cuadros peritoneales se hace de acuerdo como todo abdomen agudo a lo temprano del
diagnóstico y comienzo de las medidas terapéuticas.
Así tenemos que el diagnóstico se realiza mediante:
- Una HISTORIA CLÍNICA exhaustiva.
- Una EXPLORACIÓN FÍSICA minuciosa.
- Los EXÁMENES COMPLEMENTARIOS necesarios.
- Y los PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS más indicados.
Manifestaciones Clínicas
El comienzo y la evolución pueden variar según cada caso individual. Súbito en los
casos de perforaciones y en otras gradual o insidioso en lesiones no perforadas o en
ciertos casos post-quirúrgicos.
En la mayoría de los casos el ataque de peritonitis aguda es de causa secundaria y la
enfermedad responsable es obvia; o a veces es fácilmente diagnosticada con el examen
físico. En otros en cambio no existen signos ni síntomas de la lesión causal, la cual
sólo se logra encontrar luego de una laparotomía exploradora.
El curso es variable dependiendo de la causa; es decir la naturaleza de la lesión
primaria y de las defensas naturales del huésped.
Algunos pacientes mueren en pocos días por sepsis, pero también existen casos donde la
muerte es casi fulminante. Generalmente la muerte ocurre por toxemia bacteriana,
distensión abdominal paralítica, oligohemia, insuficiencia renal, a lo cual se suma
falla respiratoria y circulatoria.
Sintomatología:
Podemos dividirla en sintomatología local y de repercusión sistémica.
A) Dolor Abdominal.- Es el síntoma más importante y
constante de los cuadros peritoneales. Puede ser súbito o gradual. Varía según el
agente causal, así, por ejemplo, en la peritonitis de causa química (pancreatitis) es
muy intenso y en algunos casos el dolor es bastante sordo dependiendo de lo que esté
irritando al peritoneo, por ejemplo: orina.
El dolor también puede ser difícil de evaluar en pacientes muy debilitados o ancianos.
B) Náuseas y Vómitos.- Pueden existir o no
dependiendo de la causa y si el paciente ha ingerido o no líquidos o alimentos. Al inicio
son por acto reflejo luego son tóxicos por el íleo paralítico.
C) Hipo
D) Trastornos de la Evacuación Intestinal.- Puede existir diarrea o
Estreñimiento.
E) Anorexia
F) Sed
Signos Físicos
El examen debe ser minucioso, completo y con frecuencia es imperativa la evaluación
repetida por los mismos médicos cuando no se ha logrado un diagnóstico preciso
rápidamente.
Los pacientes con cuadros peritoneales en el examen general pueden presentar:
A) Apariencia general o aspecto.- El paciente
generalmente se encuentra demacrado, postrado, inmóvil por el dolor con las piernas
flexionadas en posición de gatillo o mahometana por el dolor.
B) Shock.- Los signos de choque son frecuentes en perforaciones
y luego por la toxemia y septicemia bacteriana. Signos de falla de perfusión tisular con
hipotensión, Presión Venosa Central disminuida, volumen urinario disminuido, hematocrito
disminuido y presencia de ácido láctico aumentado y bicarbonato disminuido (acidosis
metabólica).
C) Temperatura.- Puede ser muy variable, al principio puede ser
normal con tendencia a elevarse. Su caída es de grave significación. Y en casos
fulminantes es subnormal.
D) Pulso.- Frecuencia cardiaca aumentada, taquicardia, al
principio lleno y saltón, luego débil y rápido cuando el proceso continúa.
E) Respiraciones.- Pueden ser rápidas y superficiales
(Taquip-nea). De tipo torácico por inmovilidad de los músculos abdominales y del
diafragma.
F) Apariencia de la Lengua.- Saburral y húmeda al principio y
luego seca y acartonada.
G) Ictericia
En el Examen Preferencial de Abdomen, que es lo más importante para el diagnóstico de
esta patología, tenemos que, en una etapa inicial, se puede encontrar mediante la:
INSPECCIÓN.- Tenemos un abdomen con ausencia o
marcada disminución de los movimientos respiratorios abdominales. El paciente se
encuentra con las piernas flexionadas, inmóvil por el dolor. El abdomen se encuentra algo
distendido y generalmente es en forma simétrica si el paciente no ha tenido
intervenciones quirúrgicas y no hay cicatrices. Si es un cuadro de mayor tiempo la
distensión será también mayor.
AUSCULTACIÓN.- Los ruidos intestinales aislados conservados en los
periodos tempranos, son sustituidos por el silencio abdominal a medida que progresa el
proceso peritoneal. En el íleo paralítico presente en las peritonitis reina un
silencio sepulcral en el abdomen.
PALPACION.- Para realizar la palpación, siempre pidiendo al paciente que
miccione o defeque previamente si es posible para detectar las áreas de dolor y mayor
sensibilidad o detectar la presencia de alguna masa o líquido anormal.
Se busca a la palpación superficial un aumento de la tensión superficial cuya
exploración es dolorosa y constituye el signo más útil y más decisivo para el
diagnóstico de los cuadros peritoneales; cual es la contractura abdominal o defensa
muscular, Vientre en Tabla, rigidez o espasmo reflejo muscular común a todas
las peritonitis.
Esta rigidez abdominal, desafortunadamente en el obeso y en anciano, así como en los
cuadros peritoneales de muchas horas o días, puede darse el caso de no existir o no
objetivarse bien.
Buscamos el Signo de Blumberg o de Rebote, que es el dolor a la descompresión.
Dolor sobre la región afectada al ejercer presión sobre una porción no afectada de
peritoneo (Signo de Rovsing).
Existen dos conceptos importantes a tener en cuenta cuando hablamos de Peritonitis, como
son el concepto de Peritonismo y Abdomen Vencido.
Se entiende por Peritonismo a los cuadros de origen médico que simulan cuadros de abdomen
agudo, en donde los signos de irritación peritoneal son provocados por un mecanismo
reflejo sin compromiso inflamatorio del peritoneo, o sea, sin tener sustrato orgánico,
que puede tener causa orgánica o funcional y su origen puede ser:
A) Abdominal:
- Hematoma del músculo recto anterior
- Desgarro de los músculos oblicuos
- Adenitis Mesentérica
- Hepatitis
- Abscesos Hepáticos No Rotos
- Pancreatitis No Exudativa
- Infección Urinaria
- Hidronefrosis
- Retención Urinaria
- Psoitis
- Enfermedad Inflamatoria Pélvica
- Folículo de Graff Roto
- Dilatación Aguda del Estómago
- Duodenitis
- Gastroenteritis
- Enterocolitis
- Fiebre Tifoidea
- Parasitismo Intestinal
Es necesario tener en cuenta que varios de estos procesos pueden progresar hasta una
peritonitis.
B) Extraabdominal, en este grupo se pueden encontrar
casos como:
- Histerismo
- Simulación
- Herpes Zoster
- Afecciones Pleurales
- Afecciones Pulmonares
- Tuberculosis
- Infarto de Miocardio
- Pericarditis
- Aneurisma disecante de aorta
- Osteomielitis y TBC de la columna
- Artritis séptica de cadera
- Migraña abdominal
- Drepanocitosis, etc.
C) Sistémica, en este grupo se encuentran:
- Porfirias
- Precoma diabético
- Tetania
- Intoxicación por Plomo, Talio, Arsénico.
- Uremia
- Leucemia
- Hemocromatosis
- Hiperlipemia esencial
- Púrpura
- Paludismo
- Drogadicción
El concepto de Abdomen Vencido o Agotado es muy importante para el diagnóstico de cuadros
de Peritonitis; es el concepto de la falta de contractura o reacción peritoneal en
pacientes ancianos u obesos o en la fase final de los cuadros peritoneales, importante
también para tener en cuenta en los cuadros de abdomen agudo postquirúrgicos o
peritonitis por materiales no tan irritantes como la bilis o la orina.
El examen clínico no puede estar completo si no se realiza Tacto Rectal y Vaginal.
DIAGNÓSTICO:
- Anamnesis y examen físico
- Radiografía simple de abdomen
- Ecografía
- Hemograma y Hematocrito
- TAC
- Videolaparoscopía
6. TRATAMIENTO
La clave del tratamiento de la peritonitis es la prevención. Es posible evitar el
comienzo de una peritonitis aguda secundaria realizando una cirugía a tiempo y en forma
depurada.
Así tenemos que la prevención de la peritonitis secundaria consiste en:
1) Diagnóstico temprano de las lesiones causales.
2) Evaluación del riesgo de que se produzca una peritonitis.
3) Eliminación temprana de las causas probables.
4) Cirugía depurada.
Existen algunos casos en donde el tratamiento definitivo no es sinónimo de intervención
quirúrgica inmediata, como pueden ser los casos de:
Plastrón Apendicular No Complicado, en
donde la clínica es de una tumoración localizada en fosa ilíaca derecha sin dolor, sin
cuadro de obstrucción o fiebre.
Peritonitis gonócocica, generalmente
de infección ascendente en las mujeres que se comporta como una pelviperitonitis.
Peritonitis Primarias en Niños,
Cirróticos, etc.
Peritonitis en pacientes Moribundos,
etc.
En todos los casos anteriores la
intervención quirúrgica no es muchas veces lo indicado sino el tratamiento conservador o
médico, como tratamiento único o previo al quirúrgico definitivo.
En cambio, en el resto de causales de peritonitis secundarias la intervención quirúrgica
es lo indicado y sobre todo si se realiza en el momento indicado, que generalmente es lo
más tempranamente posible dedicando el tiempo previo al mejoramiento de las condiciones
del paciente (reponiendo pérdidas hidroelectrolíticas a través de vías adecuadas, ya
sea por catéteres centrales o flebotomías que sirvan para medir la presión venosa
central, aspirando contenidos gástricos e intestinales, colocando sondas vesicales para
asegurarse una buena diuresis antes, durante y después de la cirugía, corrigiendo
anemias o alteraciones sanguíneas y administrando anti-bioticoterapia efectiva), asimismo
se debe aprovechar el tiempo para planear el acto quirúrgico a realizar interconsultando
con el clínico, el anestesiólogo y la unidad de cuidados intensivos si fuera nece-sario.
Medidas Quirúrgicas
Medidas Específicas.-
Comprende medidas como:
Eliminación del foco séptico.
Aspiración del contenido peritoneal
infectado.
Drenaje del foco infeccioso (absceso) o
del peritoneo (peritonitis).
Para ello la técnica quirúrgica se
planea cuidadosamente, eligiendo incisiones amplias generalmente verticales en casos
peritoneales de adultos y transversas en niños por mejor exposición pero siempre para
lograr un mejor acceso a la lesión causal, así, por ejemplo, para una peritonitis por
apendicitis aguda se elige una paramediana derecha o una incisión mediana y para
patología supraumbilical que no sea vesícula biliar, mediana supraumbilical. Cuidando
siempre de proteger la pared del foco séptico sobre todo el celular subcutáneo, que es
lo que más se contamina y produce los abscesos de pared tan frecuentes en el
postoperatorio de estas patologías.
La limpieza mecánica de cavidad, que generalmente se realiza con gasa humedecida con agua
o solución de cloruro de sodio es una de las maniobras quirúrgicas más usadas para
limpiar fondos de saco. Asimismo el lavado de la cavidad peritoneal cuando existe una
peritonitis generalizada, para lo cual se aconseja exteriorizar todas las asas
completamente y tener una buena aspiración y dejar de lavar con líquido tibio cuando
salga el agua completamente clara. Algunos agregan algún antibiótico diluido al líquido
de lavado, pero sin que ello haya sido estadísticamente demostrado que aumente la
supervivencia en este tipo de pacientes.
Generalmente las intervenciones deben ser lo más rápidas posibles, ya que el cirujano
siempre tratará de hacer lo absolutamente necesario, dejando establecido que se hará lo
estrictamente esencial quedando todo otro procedimiento que no revista urgencia para
después. Generalmente el procedimiento a realizar dependerá de la causa de la
peritonitis.
Por ejemplo, en las peritonitis por Apendicitis Agudas Complicadas el tratamiento
quirúrgico será la Apendicectomía con limpieza mecánica de la cavidad o lavado y
drenaje si es necesario.
En cuanto al manejo de la herida quirúrgica, ésta se cierra si no se ha contaminado la
pared, ya que de lo contrario, como es lo más frecuente en casos de peritonitis, sobre
todo generalizadas, se cierra el peritoneo, la fascia y se deja el tejido celular
subcutáneo y piel abiertos sobre los que se aplica una gasa seca o con solución salina y
se puede cerrar con mariposas de esparadrapo o steri-strip. Si en el transcurso de los
días se encuentra infectada se prosigue con las curaciones diarias y se espera el cierre
por segunda intención hasta que esté completamente limpia y pueda cerrarse con sutura
simple. No es infrecuente en este tipo de pacientes colocar puntos de contención que
tomen planos totales o generalmente la aponeurosis con los cuales se evita la posibilidad
de evisceraciones por infección.
Los drenajes siguen siendo algo controvertidos entre las diferentes escuelas quirúrgicas
cuando se trata de peritonitis localizadas o existen abscesos y existe aún más
controversia en las difusas en donde luego del lavado algunos prefieren no realizarlo.
Nosotros no compartimos esa opinión y luego de un lavado enérgico preferimos colocar
buenos drenajes que se sacan cuando ya no funcionan, siendo esto diferente en cada
paciente.
En general se debe establecer drenaje en los siguientes casos:
Cuando hay un absceso localizado o se
trata de patología perforada con colección circundante (absceso Apendicular, Hepático,
Subfrénico, etc.)
Cuando no se pueda extirpar una
víscera necrótica completamente (Colecistectomía de Vesícula Gangrenada y Perforada,
Pancreatitis Necrotizante, etc.)
Cuando se realice una sutura de una
perforación del tubo digestivo u otra víscera hueca y el cierre no parezca ser seguro
(Cierre primario en úlcera perforada o perforación intestinal en donde el tejido no
esté en las mejores condiciones, cierre de rotura de vejiga intraperitoneal, etc.).
Cuando queda un lecho friable o
seminecrótico luego de la extirpación de una víscera inflamada.
Los drenajes siempre se localizan en los
sitios de declive, como los fondos de saco, donde por gravedad tienden a coleccionarse las
secreciones en las peritonitis. Cuando las secreciones han sido totalmente eliminadas lo
mismo que el foco infeccioso que le dio lugar no es necesario colocar estos drenajes que
por lo general se colocan y salen por contraberturas de las heridas operatorias para
facilitar el cierre de éstas así como para evitar hernias incisionales o eventraciones
por infecciones postoperatorias tan frecuentes en estas patologías.
Existen casos en donde tampoco se colocan drenajes, como por ejemplo: las Peritonitis
Primarias.
Medidas de Sostén:
Intubación nasogástrica
Aspiración del contenido abdominal
(aire y líquidos).
Restitución de Volúmenes de líquido
extracelular secuestrado (fluidoterapia).
Corrección de deficiencias de
electrolitos séricos.
Transfusiones de sangre total, paquetes
globulares, plaquetas, plasma, etc., corrigiendo cualquier anomalía sanguínea existente.
Alimentación con sustancias
asimilables y uso de vitamina C.
Mantener adecuado aporte de oxígeno.
Antagonizar las bacterias y sus toxinas
con el tratamiento antimicrobiano apropiado desde el diagnóstico.
Medidas Postquirúrgicas:
Básico mantener el estado nutricional
y equilibrio hidro-electrolítico del paciente, administrando para ello soluciones de
fácil asimilación y en algunos casos nutrición parenteral y enteral temprana (oral o
por ostomías realizadas para ello).
Posición semisentada (Fowler) para
evitar abscesos subfrénicos, lo mismo que insistir en la movilización y deambulación
temprana.
Tratamiento Antibiótico (enérgico,
generalmente combinado según patología).
Estar alerta para el diagnóstico
temprano de cualquier complicación postoperatoria.
Tratamiento del Íleo postoperatorio
que se extiende por más tiempo que lo normal (72 horas) en estos casos.
Manejo Multidisciplinario cuando el
paciente está en Shock Séptico y necesita cuidados de diferentes especialistas.
7. PRONÓSTICO
y MORTALIDAD
El pronóstico de las peritonitis dependerá de la causa de ella así como de varios otros
factores como son:
Diagnóstico temprano de la patología
causal (a mayor tiempo peor pronóstico).
Edad del paciente y algunas condiciones
especiales (lactantes, ancianos, embarazadas).
Estado inmunológico y resistencia del
paciente (pacientes con tuberculosis, desnutrición alcoholismo, HIV positivo).
Prontitud en que se aplicó el
tratamiento médico y quirúrgico.
Efectividad del tratamiento (tipo de
intervención, antibióticos adecuados, etc.).
Efectividad en el tratamiento de las
complicaciones.
La mortalidad por Peritonitis varía
considerablemente según la etiología. Así podemos afirmar que las Peritonitis que
tienen la mortalidad más alta son las postoperatorias o postquirúrgicas que implican que
el paciente ya había sido operado anteriormente y presenta una complicación o que no ha
sido resuelto el foco séptico que le dio lugar. De ahí la importancia de la primera
intervención quirúrgica, de su oportunidad, de su planeamiento adecuado y de su
seguimiento para reintervenir apenas se diagnostique una complicación.
La mortalidad en este tipo de peritonitis llega en algunos casos hasta el 50 a 60% siendo
el shock séptico la causa de muerte más frecuente.
Las Peritonitis Colónicas le siguen en altas tasas de incidencia de mortalidad (20% en
algunas series), explicables por el tipo de gérmenes que conlleva. Sin embargo la
peritonitis por Apendicitis Aguda perforada ha disminuido por efecto de la técnica
quirúrgica más depurada que se aplica y medidas de sostén (1-5% dependiendo de las
diferentes series).
Las Peritonitis por Perforaciones Duodenales también presentan una incidencia algo alta
de mortalidad (10%) por la gravedad de las lesiones que conllevan generalmente
Otras peritonitis que presentan altas tasas de mortalidad son las Peritonitis Biliares
cuyo factor principal es que se dan en pacientes de muy avanzada en edad (primera causa de
abdomen agudo en el anciano).
Se han ideado algunos métodos para predecir el pronóstico de los pacientes con cuadros
peritoneales, así tenemos, por ejemplo, el Sistema Apache, que por sus siglas en inglés
significa Acute Physiology and Chronic Health Evaluation, que requiere de 12 valores de
mediciones fisiológicas sistémicas que al dar una puntuación nos dan una idea de
perspectivas de muerte. Lo mismo sucede con otros sistemas como el Score de Goris, que
mide la insuficiencia sistémica orgánica múltiple y también nos da una idea de la
suerte del paciente.
8. COMPLICACIONES
Las complicaciones de los cuadros peritoneales pueden ser AGUDAS y a largo plazo TARDÍAS.
Dentro de las AGUDAS principalmente tenemos:
1) Shock, que es la evidencia de presencia de perfusión tisular
insuficiente. Las variantes para determinar el estado de shock desde el punto de vista
fisiopatológico son básicamente tres:
P.A. Sistólica menor de 90mmHg.
P.V.C. menor de 7 cm de H20.
Volumen Urinario de 30 ml/hora o menos.
Además tenemos:
Hematocrito disminuido
Ácido Láctico aumentado con bicarbonato disminuido.
2) Insuficiencia
Respiratoria con problemas serios para mantener el P02 alto y el CO2 bajo necesitando
muchas veces de intubación y colocación en respiradores por condiciones tan serias como
el pulmón de shock. La fiebre que se presenta dentro de las primeras 24 horas sugiere
atelectasia pulmonar.
3) Insuficiencia Renal Aguda con azoemia prerrenal y disminución de la
velocidad de flujo urinario. Infección Urinaria es otra complicación en el
postoperatorio inmediato que puede darse sobre todo en pacientes a los cuales se les han
colocado sondas y debe pensarse cuando la fiebre se da en las primeras 48 horas.
4) Insuficiencia Hepática generalmente asociada a Abscesos Hepáticos y
Pileflebitis, entendiéndose como pileflebitis a la tromboflebitis de la vena porta, la
cual es una complicación bastante rara, caracterizada por fiebre e ictericia.
5) La más frecuente de las complicaciones agudas es la infección de la
herida quirúrgica y el absceso de pared, éstas pueden ser precoces o tardías. Precoces
suelen producirse a las 48 horas de la operación y en la mayoría de los casos puede ser
por estreptococo hemolítico beta aeróbico o a un clostridium anaerobio y las infecciones
tardías de la herida que se manifiestan al partir del 4to a 5to. día postoperatorio, en
donde seguramente el cultivo será mixto y las bacterias implicadas en ella son las
representantes de la microflora del órgano que ha sido quirúrgicamente abierto. Estas
infecciones generalmente tardías se manifiestan por induración, eritema y dolor. La
fiebre aparece generalmente a las 72 horas del proceso.
La desbridación y drenaje es el mejor tratamiento, así como el retiro de todo el
material necrosado. Pero también el uso de antibióticos sobre la base de los resultados
de la coloración Gram y el cultivo son útiles en las infecciones extensas y abscesos
complicados.
La producción de seromas, que es la colección de líquido seroso en espacios muertos no
drenados o la colección de sangre en los hematomas pueden dar lugar a que se produzca
infección de la herida operatoria y abscesos de pared.
Existe un tipo especial de infección polimicrobiana postope-ratoria, la Fasceítis
Necrotizante, que afecta los tejidos epifasciales de la herida quirúrgica. Al principio
la piel suprayacente puede mostrar sólo un edema leve. Es esencial el desbridamiento
quirúrgico agresivo retirando todo el tejido necrótico. Puede ser muy agresivo y
fulminante o bien permanecer latente durante 6 días o más antes de iniciar su rápida
propagación. Una necrosis subcutánea y fascial acompaña a la socavación de la piel que
deriva en gangrena. Son útiles combinaciones de antibióticos como:
penicilina/clindamicina/aminoglicósidos.
Otras complicaciones pueden ser las infecciones formadoras de gas que precozmente
presentan signos de sepsis y que progresan a crepitación y shock, generalmente producidas
por clostridiums u organismos Gram positivos o negativos microae-rófilos sinérgicos.
Dentro de las complicaciones TARDÍAS tenemos:
1) Formación de Abscesos Intraabdominales que aparecen como resultado
de los procesos fisiológicos de resolución y curación de las catástrofes
intraabdominales que son las peri-tonitis. Los sitios de localización más frecuente
están regidos por el sitio de contaminación, las divisiones mesentéricas y recesos
peritoneales, la fuerza de la gravedad y las gradientes de presión intraperitoneal,
siendo los lugares más frecuentes los abscesos localizados en los espacios:
Subfrénico o Subdiafragmáticos
Subhepáticos
Fondo de saco de Douglas o Rectovesical
o Pelviano
Inframesocólicos
Interasas
En parietocólicos derecho e izquierdo
En fosas ilíacas derecha o izquierda
Los abscesos se forman por drenajes
inadecuados de algún líquido después de cirugía biliar o pancreática, escurrimientos
pequeños subclínicos de anastomosis intestinales, colección de sangre y líquido
peritoneal contaminado. Los residuos, el material extraño y tejido necrótico son
factores más importantes en la formación de abscesos que la simple presencia de
bacterias. Generalmente el tipo de germen está en relación a la patología tratada
aunque con frecuencia son polimicrobianos y predominan los gérmenes anaerobios.
La fiebre persistente que comienza a elevarse en forma escalonada es el signo clásico,
algunas veces precedida de escalofríos. En la inminencia de perforación o de extensión
a estructuras subyacentes la fiebre se hace más alta y existe hipoten-sión.
La manifestación clínica más obvia de un absceso abdominal es la disfunción de un
órgano remoto, principalmente insuficiencia respiratoria, renal, hepática y anemia.
El diagnóstico se hará por ecografía, tomografía o centelleo-grafía, pero sin embargo
es necesario recordar que estos pueden dar datos falsos positivos o negativos.
El tratamiento de los abscesos será: Quirúrgico con re-laparotomías si son en sitios de
difícil acceso por vía percútanea, ultrasonido o TAC o son de mediano a gran volumen y
en caso de que sean muy pequeños se rotará o se hará cambio de antibióticos vía
sistémica con evaluación continua por medios radiológicos o drenaje guiado con
asistencia radiológica.
2) Otra de las complicaciones tardías son las OBSTRUCCIONES
INTESTINALES aunque debe reconocerse que éstas pueden darse en cualquier momento del
postoperatorio tardío inmediato, pero con más frecuencia se dan en el postoperatorio
tardío, muchas veces muchos años después de ocurrido el su-ceso.
Las cuadros de obstrucción son de tipo mecánica, generalmente por Bridas y Adherencias
que son adquiridas por procesos inflamatorios intraabdominales siendo la peritonitis la
principal causa. Estas causan fijaciones anormales entre las superficies peritoneales
entre los órganos abdominales, entre éstos y las paredes del abdomen, que pueden ser
fibrosas o fibrinosas aparecen como adhesiones firmes o laxas (ADHERENCIAS) con
vascularización o no y otras se presentan como cordones gruesos, elásticos o rígidos
(BRIDAS) preferentemente entre el mesenterio y el intestino o entre el epiplon de una
parte y la pared abdominal de otra que actúa como eje sobre el cual se volvulan asas o
epiplon u órganos. En ambos casos se producen por inflamación de la serosa que induce a
la producción de fibrina que luego es invadida por fibroblastos apareciendo el proceso
fibroso. El proceso inflamatorio es iniciado por manipulación, líquidos
intraperitoneales, pus, sangre, polvo de guantes, trauma por gasas o instrumentos.
Las adherencias por lo general dan oclusiones simples al pegarse superficies adyacentes en
forma de membranas mientras que las bridas provocan obstrucción generalmente con
estrangulación, constituyendo ambas situaciones la primera causa de obstrucción
intestinal en todas las series a nivel mundial.
9. PERITONITIS ESPECIALES
Peritonitis Tuberculosa
Es la más frecuente de las peritonitis crónicas; en nuestro medio su incidencia es
bastante alta. Los organismos pueden llegar al peritoneo desde:
un ganglio linfático mesentérico,
el apéndice o ciego comprometido,
una úlcera ileal,
tracto genital femenino enfermo
(Trompas de Falopio),
tracto urinario enfermo,
absceso en pared o músculos contiguos.
La mayoría de los casos se asocian a
foco pulmonar, aunque existen casos en donde no hay tal compromiso.
Se pueden distinguir dos tipos de infección:
- AGUDA: cuadro poco frecuente en donde existe fiebre,
escalofríos, anorexia, náuseas, vómitos, malestar y distensión abdominal, diarreas,
aumento de volumen del abdomen y dolorabi-lidad difusa, entre otras cosas. Éste pasa
desapercibido muchas veces o no es diagnosticado.
- CRÓNICA : La forma crónica, la más común, se inicia de
modo insidioso con anorexia, hipertermia leve, pérdida de peso por síndrome de mala
absorción y los hallazgos abdominales pueden ser variables.
Ascítico: Existe gran
cantidad de líquido peritoneal que contiene alta concentración de Proteínas.
Adhesivo: Se palpan masas y el
líquido ascítico que se reabsorbe forma adherencias entre las asas intestinales y el
epiplon mayor.
Enquistado: Al reabsorberse el
líquido puede quedar enquistado y formar abscesos.
Ulceroso o fistuloso:
Generalmente complica las formas adhesivas; las fístulas pueden ser internas o externas
hacia la piel en donde la región umbilical es la más frecuente.
En ambos tipos se pueden dar cuadros de abdomen agudo, como son las perforaciones
intestinales que dan peritonitis y cuadros de obstrucción intestinal.
El tratamiento de la peritonitis
tuberculosa es médico y sólo es quirúrgico si se complica.
Peritonitis Gonocócica
Es una complicación de la infección gonocócica generalmente ascendente, a menudo
produce dolor abdominal intenso, fiebre y signos peritoneales. Al examen vaginal revela
secreción de pus amarillo que al cultivo nos da diplococos gram positivos. El tratamiento
es médico de esta enfermedad pélvica inflamatoria y sólo está indicado el tratamiento
quirúrgico:
Cuando hay evidencias de peritonitis
diseminada a pesar de tratamiento médico, en aquellas mujeres donde se produzca la
ruptura del piosalpinx o absceso.
Cuando existe un absceso pelviano que
presenta manifestaciones de obstrucción.
Pacientes con diagnóstico dudoso y no
se pueda realizar laparoscopía, por ejemplo con relación a apendicitis aguda.
Es importante tener en cuenta que cuando se interviene esta patología no debe practicarse
ninguna otra intervención (ejemplo: resecciones intestinales, apendicectomías
profilácticas, etc.).
Peritonitis Granulomatosa
La peritonitis granulomatosa resulta de la contaminación de la cavidad peritoneal en el
momento de una laparotomía con sustancias como:
- almidón en polvo,
- talco (salicilato de magnesio),
- fibras de celulosa,
- material de sutura,
- fragmentos de gasa,
- fragmentos de algodón,
- masas sólidas de antibiótico en polvo,
- aceite de pinzas, etc.
Estos pueden causar granulomas,
adherencias y peritonitis. Se desconoce la causa de este síndrome, pero el cuadro
clínico consiste en dolor abdominal, fiebre e hipersensibilidad abdominal. Generalmente
el diagnóstico se hace por laparotomía y el diagnóstico diferencial se realiza con
tuberculosis y carcinomatosis.
Peritonitis Biliar
La peritonitis biliar es una complicación que se encuentra con mayor frecuencia en
pacientes de la tercera edad ya que como se sabe es la primera causa de abdomen agudo en
esta etapa de la vida. Pero puede darse en todo el espectro de la vida.
Generalmente las peritonitis biliares pueden ser causadas por:
- Perforación de Vesícula o Colédoco por inflamación aguda.
- Trasudación de bilis a través de paredes de vesícula gangrenada y/o
perforada.
- Filtración tras procedimiento quirúrgico.
- Traumatismo de vesícula biliar o conductos biliares.
- Ruptura de empiema vesicular, absceso hepático o colangítico.
En la mayoría de casos el tratamiento quirúrgico es lo indicado. Y su mortalidad no es
nada despreciable.
Peritonitis de causa Pancreática
Provocada principalmente por Pancreatitis Aguda, pasa inadvertida con facilidad y sólo se
diagnostica cuando la enfermedad está bien establecida.
Al ser una peritonitis de tipo químico muy irritante, es como una quemadura. Puede variar
de edematosa a hemorrágica y necrotizante, siendo secundariamente bacteriana.
Peritonitis Hemática
Se produce por:
- Ruptura de vísceras sólidas,
- Ruptura de Embarazo Ectópico,
- Ruptura de Folículo de Graff,
- Sangrados post-operatorios,
- Ruptura de Quiste de Ovario Hemorrágico, etc.
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