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Opinión suelta / Francisco Mostajo

 

No me entusiasma la poesía vanguardista; pero tampoco me encandaliza: la comprendo. Creo que no durará. Lo primero que de ella ha de tragarse el Minotauro del tiempo es su deshumanización y, con ésta, la deliberada prescindencia del divino tema: la mujer amada. Pero de la poesía vanguardista quedarán en la poesía eterna, enriqueciéndola en sus formas e intensificándola en su esencia, tres factores, asaz fecundos: la acracia métrica y rítmica, la metaforización remota y la independencia del yugo de la lógica intelectual. Basta y sobra para que la poesía vanguardista tenga carta de recomendación abierta en el Arte, mientras cumple su misión ineludible de renovación estética.

  

Chirapu, Arequipa, 1928, Nº 3.

  

 


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