Calidad de intubación endotraqueal
con succinil colina vs. bromuro de rocuronio en cirugía abdominal : Hospital Arzobispo
Loayza. Poma Hermoza, Margot |
|
MARCO TEÓRICO
El uso del bloqueador neuromuscular ocupa un lugar importante en la práctica anestésica
así como en terapia intensiva.
Con el desarrollo e introducción de nuevos bloqueadores neuromusculares no
despolarizantes, se abre un amplio espectro de interés en el estudio de la relajación
muscular y su medida cuantitativa. Debido a la duración intermedia de la acción de los
nuevos bloqueadores neuromusculares no despolarizantes, se requiere un régimen de
dosificación óptimo para mantener un bloqueo adecuado durante intervenciones
quirúrgicas prolongadas y mucho más pues debe permitirnos una adecuada y rápida
intubación endotraqueal.
Por ello constantemente se estudia las propiedades que debe poseer un bloqueador
neuromuscular las cuales se resumen así: no despolarizante, rápido inicio, corta
duración, rápida recuperación, sin efecto acumulativo ni efecto sobre el sistema
cardiovascular, nula liberación de histamina, reversible al efecto de los
anticolinesterásicos, potencia elevada y metabolitos inactivos.
SUCCINIL COLINA
La succinilcolina fue descrita en 1906 por Hunt y Taveau, en una serie de análogos de la
colina, que al ser probado en gatos curarizados, no fueron descubiertas las propiedades
bloqueadoras de la placa neuromuscular.
Su estructura química es semejante a dos moléculas de acetil colina unidas por una
función éster a partir de los grupos etilo, cada una conservando su grupo amonio
cuaternario.
La succinilcolina es un compuesto inestable en solución acuosa a temperatura ambiente,
perdiendo lentamente su potencia a lo largo del tiempo. La succinilcolina es degradada en
el plasma por hidrólisis enzimática a causa de la butiril colinesterasa, pseudo
colinesterasa o colinesterasa plasmática que también se encuentra en el hígado.
La fugacidad de los efectos de la succinilcolina se debe a la rapidez de dicha reacción
metabólica y accesoriamente a su redistribución. Luego de la inyección intravenosa de
succinilcolina en pacientes adultos con actividad de colinesterasa normal, el relajante
exhibe una rápida eliminación, con una vida media de entre 2 y 4 minutos. Se puede
llegar a metabolizar hasta el 70 - 80 % de una dosis de succinilcolina a los 2 minutos de
la administración, indicando que sólo una pequeña proporción de un total inyectado
basta para su efecto relajante. El volumen de distribución de la succinilcolina es de
difícil precisión dada su veloz biotransformación.
La succinilcolina es bien absorbida por las vías subcutánea, intramuscular e
intraperitoneal, además de la usual intravenosa, aunque su efecto está reducido en
potencia e influido por el solvente empleado. Produce un bloqueo neuromuscular de tipo
despolarizante, o sea que responde a la neuroestimulación con depresión proporcional al
grado de bloqueo de la contracción (frecuencia menor o igual a 0,1 Hertz), ausencia de
fatiga tetánica a 50 Hertz o al Tren de cuatro a 2 Hertz, y facilitación post tetánica
no significativa en el miomecanograma o ausente al electromiograma. Es un relajante de
gran potencia y con las dosis utilizadas en clínica al inicio de la anestesia (1mg/Kg)
siempre produce un bloqueo al 100% con duración de 8,5 minutos. Luego de la recuperación
se observa que las respuestas a la neuroestimulación exceden el nivel previo al bloqueo,
constituyendo una manifestación más de la actividad facilitadora de la succinilcolina.
Los efectos colaterales con las fasciculaciones, aumento de la presión intraabdominal,
intracraneal, intraocular, mialgias, mioglobinemia, aumento de la CPK, hipertermia
maligna.
El motivo fundamental para no abandonar su uso es debido a que sigue siendo el bloqueador
neuromuscular más rápido cuando se requiere una intubación traqueal de emergencia y
más aún si se supone que ésta puede resultar dificultosa. Otras indicaciones
importantes son: la inducción de anestesia general en pacientes con estómago lleno
(sangrantes de vías digestivas altas, hernias de hiato, embarazadas, obesidad mórbida,
etc.); el laringoespasmo, la terapia anticonvulsiva (basta con unos 0,3 mg/kg), las
intervenciones cortas como endoscopías, reducción de fracturas o luxaciones.
BROMURO DE ROCURONIO
El Bromuro de Rocuronio es un nuevo bloqueador neuromuscular no despolarizante
aminoesteroideo, con un perfil relajante similar al del vecuronio, pero con una importante
excepción; presenta un tiempo de latencia y un desarrollo del bloqueo muy rápido, lo
cual incide en un comienzo de acción extraordinariamente corto, que permite unas
condiciones de intubación, a los 60 segundos, similares a las obtenidas con la
succinilcolina, pero con una excelente estabilidad cardiovascular.
El Bromuro de Rocuronio produce a concentraciones clínicas adecuadas, parálisis muscular
por antagonismo competitivo con la acetilcolina en los receptores nicotínicos, de la
unión neuromuscular. Esta parálisis ocurre primero en los grupos musculares bien
prefundidos y por último en el diafragma. La musculatura adductora de la laringe se
afecta antes que la musculatura de las extremidades.
La actividad relajante del Bromuro de Rocuronio finaliza por disociación gradual del
receptor, desplazando el equilibrio agonista/antagonista a favor de la acetilcolina,
según gradiente de concentraciones. Su acción es fácilmente revertida por los
anticolinesterásicos.
La farmacocinética del Bromuro de Rocuronio ha sido proporcionada por estudios europeos
bajo anestésicos inhalatorios como halotano, sevofluorano e isofluorano, así como en
pediatría, ancianos, insuficiencia renal y hepática, con estudios tanto europeos como
norteamericanos. Presenta una vida media de distribución de 3 a 5 minutos y una vida
media de eliminación de 60 a 120 minutos.
Su eliminación es hepato-biliar y sólo cantidades que oscilan entre 15 y 25% de la dosis
total administrada se encuentran en orina de 24 horas. Tanto en plasma como en orina o
bilis hay ausencia de metabolitos medibles. La acumulación del rocuronio depende de la
dosis administrada y de su distribución y eliminación.
La potencia del Bromuro de Rocuronio es aproximadamente 5 a 6 veces menor que la del
vecuronio. Los resultados obtenidos en diferentes estudios indican que posee un tiempo de
latencia y un comienzo de acción dos veces más rápido que los del vecuronio. A la dosis
de 0,6 mg/kg de peso, las condiciones de intubación son excelentes a los 60 segundos en
la mayoría de los pacientes. Presenta una duración clínica del efecto relajante y un
índice de recobro similar a los de otros bloqueadores neuromusculares no despolarizantes
de acción intermedia. El comienzo de acción puede ser más rápido y la duración del
efecto más larga cuando se usan técnicas inhalatorias en comparación con técnica
intravenosas. La reversión del bloqueo se obtiene fácilmente con los
anticolinesterásicos.
La duración del efecto es proporcional a la dosis administrada, por ello puede utilizarse
en procedimientos de duración variable. Utilizando una dosis estándar de 0,6 mg/kg, la
duración de la acción es de 30 a 32 minutos, utilizando dosis bajas (0,3 a 0,45 mg/kg)
se acorta la duración del efecto relajante hasta 22 minutos. Dosis altas de 1mg/kg, sin
efectos de liberación de histamina (éstas altas dosis no pueden utilizarse con los
bloqueadores neuromusculares no despolarizantes bencilisoquinoleinicos), producen efecto
relajante hasta 60 a 70 minutos.
El índice de recuperación espontánea del 25 al 75%, es de 12 a 20 minutos. Los factores
que influyen en la reversión son los relacionados con el bloqueador neuromuscular,
anestésicos y antagonistas: la neostigmina antagoniza el bloqueo intenso con mayor
eficacia que el edrofonio, la dosis oscila entre 0,04 a 0,08 mg/kg, en un tiempo de 5 a 10
minutos, previa administración de atropina a 0.01 mg/kg de peso.
La seguridad de un bloqueador neuromuscular puede evaluarse considerando los siguientes
factores: liberación de histamina, efectos cardiovasculares, respuestas a las
colinesterasas, tendencia a provocar reacciones alérgicas o anafilácticas, acumulación,
reversibilidad y/o actividades de los metabolitos. Con Rocuronio, las curvas de dosis
respuesta obtenidas para bloqueo ganglionar, bloqueo vagal y liberación de histamina,
están muy separadas de la dosis que produce bloqueo neuromuscular en animales de
experimentación, por ello el margen de seguridad autonómico y de liberación de
histamina es muy alto. A dosis clínicas, rocuronio no posee actividad sobre otros tipos
de receptores que no sean los receptores nicotínicos colinérgicos del músculo
esquelético. El ligero efecto vagolítico que puede ocasionar cuando se utilizan dosis
muy altas, puede ayudar a prevenir la bradicardia intraoperatoria producida, por ejemplo
por dosis muy altas de narcóticos. Su relativa ausencia de bloqueo ganglionar o efectos
simpático miméticos no origina problemas en pacientes bajo tratamientos comunes hoy en
día (antidepresivos, betabloqueadores, etc.) y cuyo órgano diana es el sistema
simpático.
El Bromuro de Rocuronio produce un bloqueo inicial muy rápido, produciendo unas
condiciones de intubación tan buenas como la succinilcolina; pudiendo ser administrado
tanto en dosis repetidas como en infusión continua durante procedimientos de larga
duración. Asimismo podría utilizarse en procedimientos cortos o en cirugía ambulatoria.
|