Características clínicas
y manejo de las parálisis oculomotoras de 0 a 17 años atendidos en el
ISN desde 1997 a 2001. Arrayan Carpio, Patricia.
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INTRODUCCIÓN
Las parálisis oculomotoras son relativamente frecuentes en la práctica de la
oftalmología general y neurooftalmología constituyendo una patología particularmente de
difícil manejo por la gran variedad de signos y síntomas que muchas veces no pueden
conciliarse entre sí.
Según Romero los estrabismos paralíticos representan el 4% de todos los estrabismos y su
presentación puede ser a cualquier edad considerando desde el nacimiento ( 2, 3, 5)
Actualmente se considera que la mayoría de las limitaciones de los movimientos oculares
no son verdaderas parálisis si no paresias ya que generalmente se encuentra cierta
acción del músculo afectado (2,3,10)
Desde un punto de vista topográfico la lesión que origina el estrabismo paralítico
puede localizarse en el núcleo, fascículo (fibras aferentes del SNC), tronco (fibras
eferentes fuera del SNC), órbita y placa neuromuscular. ( 4, 5,7, 9, 10)
Las parálisis oculomotoras en los niños tienen como causa más frecuente de origen
congénito (hipoplasia del núcleo, anomalías de las fibras) siendo menos frecuentes las
adquiridas (traumatismos, NM) lo que lo diferencia de los adultos en quienes la causa más
frecuente es de origen vascular (isquemia) y tumoral. ( 3, 8, 10, 12, 14)
Las manifestaciones clínicas varían de acuerdo al nervio craneal afectado III, IV o VI.
En los casos congénitos hay ausencia de síntomas por el sistema sensorial inmaduro
quién propicia a la supresión y en los casos adquiridos existe diplopia, cefalea y
torticolis.(10, 12, 15).
Son entidades que plantean difícil diagnóstico, siendo importante realizar una buena
anamnesis y un adecuado examen. La exploración motora: ducciones, versiones permite
catalogar el tipo de parálisis y el grado de afectación. Los exámenes deben
complemetarse con ducciones pasivas, bielchowsky y exámenes auxiliares, los cuales deben
individualizarse de acuerdo a los hallazgos clínicos (2,3,4,7,8)
Se sugiere el diagnóstico de parálisis de iniciación reciente cuando hay una
desviación mayor en el campo de acción del músculo parético, visión doble e
incremento de la desviación con el ojo parético. Es importante distinguir entre las
parálisis de uno o varios músculos extraoculares y la forma concomitante de estrabismo o
no, porque la identificación correcta del músculo o dos músculos ayudará a plantear el
tratamiento apropiado, sino además por que la paresia o parálisis adquirida pueden
indicar una anomalía general o neurológica. (3,7,9,11,14,16)
En nuestro medio se desconoce cuál es la frecuencia de la afección de los nervios
oculomotores, etiologías, y respuesta al tratamiento de las parálisis del III, I V y VI
nervio congénito e infantil por tal motivo es que se realiza el presente estudio.
OBJETIVOS
1. ESTABLECER LA PREVALENCIA DE PARALISIS
OCULOMOTOR (III, IV, Y VI) CONGENITO E INFANTIL SEGÚN EL SEXO Y EDAD EN EL ISN DESDE 1997
A 2001
2. DETERMINAR CUAL ES LA ETIOLOGIA Y/0 FACTORES ASOCIADOS DE LA PARALISIS OCULOMOTORA
3. EVALUAR LA AGUDEZA VISUAL, ALINEAMIENTO OCULAR Y TORTICOLIS PREQUIRURGICO Y
POSTQUIRURGICO EN PACIENTES CON PARALISIS OCULOMOTOR DE III, IV, Y VI.
4. ESTABLECER COMPARACIONES DE PREVALENCIA, ETIOLOGIA Y ALINEAMIENTO OCULAR CON OTROS
REPORTES HISTORICOS
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