Rev. Per. Neurol.    -  Vol 4   Nº 1-3     1998


HISTORIA DE LA NEUROLOGÍA

La Salpétriere

Dr. Carlos Cosentino

Hasta el siglo XVI la pólvora para las municiones del armamento francés se preparaba en el barrio parisiense del Arsenal, sobre la margen derecha del río Sena. Sin embargo, las constantes explosiones que ahí se producían, como aquella famosa del 20 de enero de 1563 y en donde murieron decenas de personas, hizo que el rey Luis XIII decidiera trasladar el local al otro lado del Sena, en las afueras de París, a una región aún poco habitada y alejada del río a la que se llamó Petit Arsenal. 


Con el transcurrir de los años, y de manera casi insensible, ese nuevo lugar recibe la denominación de Salpétriére, nombre que evocaba directamente la materia prima de la cual estaba conformada la pólvora en ese entonces (Salpétre = sal de piedra con una mezcla de azufre y carbón). Sin embargo, esa construcción con sus edificios alineados paralelamente al no junto a una pequeña capilla dedicada a San Denis es posteriormente abandonada.

En aquella época, la pobreza se incrementa de manera alarmante en toda Francia, y especialmente en París, principalmente a costa de la migración de gente de la provincia a la capital y en poco tiempo París se ve asolada por miles de mendigos, vagabundos, ladrones y prostitutas. París contaba entonces con una población de trescientos mil habitantes.

Ya desde el siglo XIV los poderes civiles habían intentado reglamentar la mendicidad sin mayor éxito, confundiendo muchas veces la caridad con la represión. Es así que, el 27 de abril de 1656, Luis XIV promulga el edicto que establece una nueva categoría de instituciones, los Hospitales Generales en París, con el propósito de albergar a toda esta población marginal. Así surgen el Hospital de Bicétre reservado a la población masculina La Pitié para niños y la Salpétriére para mujeres y niñas.

El rey justifica su edicto de la siguiente manera: "... se debe considerar a esos pobres mendigos como miembros vivientes de Jesucristo y no como miembros inútíles del Estado... y se actúa no por orden de la policía sino por caridad.." De inmediato la mendicidad es prohibida en las calles de París y se desencadena una feroz persecución contra prostitutas, mendigos y vagabundos. Sin embargo, esta medida se torna insuficiente y, el 7 de marzo de 1657, el famoso "edicto del encierro" es leído y publicado y el 14 de mayo cientos de mujeres y niñas mendigas son encerradas en la Salpétriére. Rápidamente, los edificios de la Salpétriére se vuelven insuficientes propiciando que hacia fines de 1657 se inicien las primeras construcciones de ampliación. Muchos hombres prominentes de la época como el Cardenal Mazarin, el Superintendente Fouquet y el Primer Presidente del Parlamento Pomponne de Bellievre donan importantes sumas de dinero para la construcción de nuevos edificios, que llevarían posteriormente sus nombres. Es Louis Le Vau, arquitecto del Rey, a quien se encarga dichos trabajos de ampliación. En 1669, Luis XIV decide reemplazar la muy modesta capilla de San Denis por un edificio mas adecuado al esplendor del reino. Esta capilla, dedicada a San Luis y conocida en la actualidad como Chapelle de Saint-Louis, fue terminada en 1678 y podía albergar a cuatro mil fieles.

En 1657, la población constaba de 800 pensionarios, en 1663 de 2,000 y en 1788 llegaron a 8,000. En el siglo XVIII. La Salpétriére se convierte en el mayor hospicio de Europa para las mujeres pobres, prostitutas, locas e incurables. En este siglo aparece un vasto movimiento alrededor de la reforma de los hospitales, impulsado por Tenon. Se discuten conceptos tales como higiene, circulación del aire, ventilación, agua, etc. Se empieza a manifestar el problema de introducir una cierta especialización, el hospital debía estar constituido por un equipo de salud destinado a los enfermos. El progreso de la medicina promueve además, otras nuevas exigencias; a los médicos les compete el tratamiento y cuidados y a otros la caridad o la beneficencia. Ministros de Luis XVI, como Turgot y Necker, no permanecen indiferentes a estos cuestionamientos, iniciándose así la medicalización de la Salpétriére. Con el transcurrir de los años, y con la instalación del Consejo General de Hospicios Civiles de París en 1801, la Salpétriére se orienta hacia dos tipos de actividades: por un lado ser hospicio de mujeres ancianas, y por el otro, asilo de alienados. Personajes como Pinel y luego Esquirol, le confieren la imagen de ser un establecimiento particularmente eficaz dedicado al tratamiento de enfermedades mentales.

En 1795, en plena Revolución, se decide retirar a los mendigos y toma el nombre de Hogar Nacional de Mujeres. El 12 de enero de 1849, una ley de la Asistencia Pública establece que la Salpétriére continuaría como Hospicio de la Vejez-Mujeres, Cuando en 1862, Charcot y Vulpian llegan por vez primera a la Salpétriére, esta cuenta ya con 45 edificios, 31 hectáreas y con una población de 5035 personas, que comprende 2600 enfermos indigentes y epilépticos no alienados.

La historia de la Salpétriére inspiró a escritores y artistas que se sirvieron de esta ciudad gris; así Gericault tomó como ejemplo a los insanos y el abad Prevóst situó un episodio de su novela Manon Lescaulten este hospital. Sin embargo, fue Charcot, y su erudición, quien dio a la Salpétriére el carácter internacional.

Tiempo después, el mismo Charcot decía de la Sal pétriére: "Este gran asilo encierra una población de 5000 personas, entre las cuales figura un gran número, bajo el título de incurables admitidos de por vida, de sujetos de toda edad afectados de enfermedades crónicas de todo género, en particular aquellas que afectan el sistema nervioso... Las formas clínicas se muestran a la observación, representados por numerosos ejemplares que permiten considerar la afección al mismo tiempo de una manera permanente, pues los vacíos que se generan de tiempo en tiempo, en tal o cual categoría, son llenados rápidamente. En otras palabras, nos encontramos en posesión de una especie de museo patológico viviente cuyos recursos son considerables..." El periodo de Charcot se ve acompañado de un gran auge del trabajo y el prestigio de la Salpetriére, debido fundamentalmente a una organización nueva y ejemplar, modelo para la época. Esta organización fue descrita por Charcot de la siguiente manera: "Al hospicio se viene ajuntarla consulta externa y a esta un servicio de hospital limitado a la recepción de enfermos del sistema nervioso. Todo ello forma un conjunto cuyas partes se concatenan lógicamente y que complementan otros servicios conexos. Poseemos un museo anatomopatológico al que se anexa un taller de molduras y de fotografía; un laboratorio de anatomía y de fisiología patológica bien equipado que contrasta singularmente con la sala estrecha y mal iluminada, único refugio que mis alumnos y yo hemos tenido a nuestra disposición los últimos quince años y al que llamamos pomposamente "el laboratorio" un consultorio de oftalmología, complemento obligatorio de un instituto neurooftalmológico; el anfiteatro de enseñanza en donde tengo el honor de recibirlos y que esta provisto de todos los aparatos de demostración. En fin, poseemos un servicio ricamente dotado de todos los aparatos necesarios a la práctica de electrodiagnóstíco y electroterapia..."

Sin embargo, si bien una nueva era se abrió con Charcot, la imagen de la Salpétriére, al iniciar el presente siglo, sigue siendo el de un hospicio de mujeres ancianas albergadas en divisiones para indigentes. La especialidad neurológica de la institución va a confirmarse gracias a personajes como Brissaud, Raymond, Déjerine, Marie y otros más. La actividad de servicios que trataban enfermedades mentales empieza a disminuir y los alienados son enviados progresivamente a los asilos recientemente implementados en las afueras de París y el interior de Francia. La Salpétriére pierde definitivamente su función de asilo en 1921. Gracias a un esfuerzo de la municipalidad entre 1905 y 1911 se construye el nuevo hospital de la Pitié, al costado de la Salpétriére.

Los periodos de las guerras mundiales fueron críticos para los hospitales franceses y especialmente la Salpétriére. Esta situación preocupante se prolonga hacia los años 60 careciendo de recursos económicos para invertir. La reforma de los estudios de medicina, en 1958, conduce a una profunda reestructuración de los hospitales, obligándolos a agruparse y abrirse al exterior. La constitución del Grupo Pitié-Salpétriére, en 1964, es consecuencia de ello. En la actualidad alberga a la Facultad de Medicina y constituye el hospital más extenso de Europa. Las divisiones y construcciones más antiguas de la Salpétriére son calificadas como monumentos históricos en 1976.

La Salpétriére es considerada como una rueda muy importante del sistema hospitalario francés y las contribuciones científicas con repercusión mundial son innegables. Por ejemplo, el instituto Pásteur aisló por vez primera el VIH, a partir de la muestra sanguínea de un paciente de la Pitié-Salpétriére. Las unidades de investigación del INSERM han generado importantes hallazgos y figuras como Agid, Brunet, Hauw, Laplane, Pierrot-Dessilligny, Fardeau, que entre otros, continúan confiriendo a la Salpétriére la vigencia y supremacía en el ámbito neurológico mundial que siempre tuvo. Por todo ello, por las similitudes históricas con el Hospital Refugio de incurables de lima y por los lazos que aun se mantienen con muchos neurólogos peruanos, es que se decidió iniciar esta nueva sección de Historia de la Neurología, recordando los orígenes de este grandioso Hospital de la Salpétriére.