Tacna
Ni altos edificios, ni palacios señoriales, ni escudos solariegos, ni conventos o
iglesias imponentes, ni balcones morunos, ni rejas lujosas, ni ruinas seculares habían en
Tacna. La ciudad, pequeña en sentido horizontal, con sus diez mil habitantes, lo era
también en la medida vertical: dos pisos a lo más y, casi siempre, un piso en las casas
de bellos y típicos techos muchas veces en la linda forma del mojinete que hoy, por
desgracia, van desapareciendo y con las paredes de la calle pintadas de colores variados
pero sin estridencias: amarillo púrpura, naranja o zapallo, verde lechuga. La vida
y la historia.
Foto Fanal
|