Sordera
Dr. Pedro Luis Alonzo Escudero
Variedades Clínicas
Mediante el interrogatorio averiguamos si la sordera es reciente o antigua.
1. SORDERA RECIENTE
Por la otoscopía vemos si hay alteraciones del conducto o del tímpano.
1.1. Alteraciones en el Conducto
Cerumen: El CERUMEN
impactado es el caso más evidente, se acompaña de hipoacusia intermitente, sobre todo
cuando le entra agua al conducto al bañarse. Si la masa de cerumen es suave se tira de la
oreja hacia arriba y hacia atrás y se lava el oído con una jeringa con agua tibia y con
moderada fuerza.
Tapón Epidérmico: En
otros casos el tapón es formado por gran cantidad de escamas, debido a una dermitis
exfoliativa. El TAPÓN EPIDÉRMICO es muy difícil de desprender. Su tratamiento será a
base de sustancias que disuelvan la epidermis. Ejemplo:
Ácido Salicílico 0,50 g.
Aceite de Almendras 50,00 g.
seguidas de extracción con pinzas y cureta. Para prevenir las recidivas se harán
instilaciones de alcohol absoluto.
Cuerpos Extraños
Cuerpos extraños impactados en el conducto auditivo externo. Son frecuentes en los
niños y mucho más peligrosos por las tentativas de extracción mal realizadas, que por
su presencia.
El niño siempre lo niega. Además de la sordera hay trastornos inflamatorios del meato
con enrojecimiento y secreción.
Otitis Externa
La OTITIS EXTERNA por edema de las paredes del conducto pueden provocar sordera. La
causa puede ser un eczema infectado o un forúnculo.
1.2. Con alteraciones timpánicas y
conducto auditivo externo normal
Otitis media aguda
La otitis aguda es la causa más frecuente de este tipo de hipoacusia y puede ser
purulenta o no purulenta.
La otitis purulenta puede ser cerrada o acompañarse de perforación espontánea o
provocada por paracentesis. La otitis no supurada generalmente se debe a un catarro
tubario agudo, provocado por inflamación nasal o por cambios bruscos de presión.
Perforaciones de
membrana timpánica
La perforación traumática del tímpano por una cachetada en la oreja, un palo de
tejer o por un explosivo.
Fractura de hueso
temporal
En los casos de traumatismos del hueso temporal tenemos el caso de las fracturas:
éstas pueden ser longitudinales y transversales. Las transversales pasan por lo regular
por el laberinto óseo y dan sordera neurosensorial grave permanente y puede acompañarse
de parálisis facial y otoliquorrea. Las fracturas longitudinales dan sorderas conductivas
y son más frecuentes que las transversales en una proporción de 5 a 1.
Otra manifestación de fractura del temporal es el hemotímpano, que se caracteriza por
abultamiento de la membrana timpánica y color azulado del tímpano.
Otitis media serosa
Otro caso es la OTITIS MEDIA SEROSA, frecuente en los niños con vegetaciones
adenoides y amígdalas hipertróficas por la inflamación de este tejido linfoide, la
Trompa de Eustaquio, se oblitera permanentemente o se inflama, no penetra aire en la caja
timpánica y se produce un transudado seroso, hay pérdida de audición en los tonos
graves y agudos, incrementándose la conducción ósea y una sensación de plenitud en el
oído afectado.
1.3. Sin alteraciones en el conducto
ni en el tímpano
Sordera súbita
Tenemos el caso de la SORDERA SÚBITA en la cual, para obtener un buen resultado, se
requiere un reconocimiento inmediato. Es una sordera neurosensorial que se presenta sin
causa evidente, la mayoría de los casos son unilaterales. El hecho de que muchos casos se
recuperen totalmente hace pensar que la disfunción está al nivel de la estría vascular,
que es el lugar donde se generan los potenciales endococleares, en el cual se produciría
una ruptura de la barrera sanguínea coclear.
La clasificación de las sorderas
súbitas desde el punto de vista etiológico (Jaffe):
a) Lesiones localizadas en el hueso temporal
- Neuroma acústico
- Tumores de ángulo pontocerebeloso
- Fistulas de la ventana redonda u oval
- Aneurisma de la arteria cerebelosa ántero inferior
b) Enfermedades sistemáticas que envuelven el hueso temporal.
- Infecciones virales
- Coagulación acelerada
- Hiperviscocidad (policitemia vera, macroglobulinemia)
- Arteriosclerosis (Edad, hipertensión, diabetes, hiperli-pidemia)
- Enfermedades del colágeno
- Esclerosis múltiple
- Sífilis
El tratamiento de la sordera súbita
idiopática consiste fundamentalmente en reposo absoluto, más aplicaciones endovenosas de
Dextrosa al 5% medio litro, xilocaína al 2% sin epinefrina 15 c.c., Nicergolina de 4 mlgs
(2 ampollas), Metil Prednisolona de 40 mlgs (0.5 mlgs de Solu Medrol por Kilo de peso). A
goteo lento 40 gotas por minuto con control de la presión arterial y controles
audiométricos permanentes.
Otro tratamiento es el de los anticoagulantes Heparina 200 mlgs. (200,000 unidades) cada doce horas, por vía I.M., E.V.
o subcutánea hasta que el tiempo de retracción del coágulo sea de 15 a 20 minutos (dos
a tres veces lo normal). Después del segundo día se sigue con Cumarina por cuatro
semanas.
Otro tratamiento de la sordera súbita consiste en colocarle al paciente Dextrano al 10%
(Rheomacrodex) cada doce horas durante tres días seguidos.
Infecciones virales
Otro caso lo constituyen las Infecciones virales, las cuales producen sordera de tipo
neurosensorial durante la etapa febril, ya sea de una Parotiditis, un Sarampión o una
influenza. Estas ocurren con frecuencia en la niñez y no hay tratamiento específico,
afortunadamente gran parte de estos enfermos tienen una afección unilateral. El Herpes
ótico puede producir sordera neurosensorial. El único tratamiento preventivo efectivo
son los programas de vacunación.
Trauma caja timpánica
En los casos de Interrupción de cadena postraumática generalmente por luxación del
yunque, se produce una sordera de tipo conductivo de alrededor de 40 decibeles de
promedio. El tratamiento es quirúrgico.
Angiopatía laberíntica
Otro caso es el de la Angiopatía laberíntica, ésta puede ser de causa estenosante
(arteriosclerosis, sífilis) o de causa obliterante (trombosis y embolias), puede ser
también funcionales hipotónicas, hipertónicas, por distonía, neurovegetativa, por
lesiones de la columna cervical, anemias, leucemias. Sus síntomas básicos son: Acúfenos
que al principio son transitorios y luego se hacen permanentes (como gas o chorro de
vapor) y que preceden a la hipoacusia. La hipoacusia es neuro-sensorial y comienza con una
caída gradual a nivel del tono de 1000 cps.
Ictus del octavo par
craneal
Cuando el proceso se instala en forma brusca y acompañado de síndrome vertiginoso
toma el nombre del Ictus del Octavo Par.
Sordera psicógena
También debemos recordar la SORDERA PSICÓGENA, relativamente más frecuente en el
medio militar la cual se trata con narco análisis con una solución de Pentothal Sódico
al 5% a la velocidad de 0,1 grs por minuto a la vena. El estado crepuscular se produce a
las 0,25 a 0,8 grs. Se realiza el tratamiento por 20 a 30 minutos.
2. Sordera antigua
Las podemos dividir por el examen otoscópico en sorderas con perforación timpánica
y sin perforación timpánica.
2.1. Con perforación timpánica
Tenemos el amplio capítulo de las otitis medias crónicas con perforación marginal
postero superior y colesteatoma, así como las perforaciones aticales colesteatomatosas
que dan sorderas de tipo conductivo de diversos grados y cuyo tratamiento es eminentemente
quirúrgico. Tenemos también las perforaciones mesotimpánicas con pólipos de la caja
que se extienden hacia el conducto.
2.2. Sin perforación timpánica
Tenemos las que se acompañan de sordera conductiva y las que se acompañan de sordera
neurosensorial:
Otitis media adhesiva
Dentro de las que presentan sordera de tipo conductivo tenemos la OTITIS CRÓNICA
ADHESIVA, podemos decir que la moderna quimioterapia ha eliminado la otitis supurativa
pero en cambio ha acentuado su forma adhesiva, la cual se produce cuando una reacción
inflamatoria persiste y lleva a la proliferación fibrosa, en estos casos a la otoscopía
se la puede apreciar en los nichos de ambas ventanas, en el espacio de Prussak y en el
epitímpano. La membrana timpánica está retraída hacia el promontorio y el espacio del
oído medio colapsado.
Timpanoesclerosis
Otro caso es el de las TIMPANOESCLEROSIS que consiste en depósitos de tejido
de granulación hialinizado y con frecuencia fibrótico y calcificado. A la otoscopía se
puede apreciar en las distintas capas de la membrana timpánica, en el promontorio y en el
ático, rodeando y fijando los huecesillos.
Otoesclerosis
Otra sordera generalmente conductiva, pero que en algunos casos puede ser
neurosensorial es la OTOESCLEROSIS. Se trata de una enfermedad hereditaria por un gen
autosómico dominante cuya prevalencia es mayor en la raza blanca, siendo más rara en
orientales y negros. Aparece en la época post puberal 20 a 25 años y se exacerba con el
embarazo. Los sitios de predilección son la ventana oval y redonda, pero también puede
localizarse en la parte de la cápsula ótica, dando la forma neurosensorial de Manasse.
El tratamiento médico consiste en calcificar los focos de desmineralización u
otoespongiosis con grandes dosis de Floruro Sódico por la vía oral 20 mlg tres veces al
día durante seis meses o más.
El tratamiento quirúrgico consiste en la estapedectomía. También se obtienen buenos
resultados con las prótesis auditivas.
Luego tenemos un grupo de sorderas que se
acompañan de sordera neurosensorial:
Enfermedad de Meniere
En primer lugar tenemos la ENFERMEDAD DE MENIERE caracterizada por la triada de
sordera del oído interno, vértigo objetivo y tinnitus. Presenta hipoacusia fluctuante en
el 85% de los casos en un solo oído, envolviéndose el otro oído en ocasiones a los tres
años. En la etiopatiogenia habría una disfunción a nivel de la estría vascular que
hace que el oído interno retenga el sodio con edema del aparato cocleo vestibular, el
cual produciría hipoacusia fluctuante a nivel de los tonos graves, acúfenos y vértigo
rotatorio que dura de 30 minutos a horas, con náuseas, vómitos y postración.
El tratamiento consiste en reposo en cama durante el período de vértigo, dieta
hiposódica, vasodilatadores y sedantes del laberinto.
Trauma acústico
Luego tenemos el TRAUMA ACÚSTICO, según la oficina Sanitaria Panamericana se la denomina
PAIR (Pérdida Auditiva Inducida por Ruido), se lo define como una alteración del Umbral
Auditivo en la frecuencia de 4000 Hertz de tipo neurosensorial progresivo e irreversible
por el ruido en sus diversas formas.
En un inicio no se alteran las tres frecuencias tonales conver-sacionales, posteriormente
pueden ser afectadas ocasionando trastornos en la comunicación.
La prevención del trauma acústico se realiza mediante los exámenes preocupacionales
(para descubrir los casos susceptibles) y mediante los exámenes periódicos de control
por lo menos una vez al año. En los ambientes ruidosos se recomienda el uso de tapones
protectores en ambos oídos y el uso de zapatos con suela de jebe.
La muesca en forma de «V» en los 4000 Hertz tiene dos motivos para explicarla: una dice
que el órgano de Corti es más susceptible al daño por la debilidad del riego sanguíneo
en dicha zona y el otro motivo sería la amplitud asimétrica de desplazamiento de la
membrana basilar.
El trastorno se inicia primero con lo que se llama la
FATIGA ACÚSTICA, que en las mediciones se traduce por una disminución del umbral de
audibilidad en frecuencia de 4000 Hz no mayor de 15 decibeles, acompañada de intolerancia
diplacusia y acúfenos, debida al cansancio neuronal por la acumulación de productos
metabólicos en las células del órgano de Corti. Hasta aquí el proceso es reversible si
el paciente se aleja del entorno ruidoso.
Luego según Larsen se produce el trauma
acústico de 1º grado con una caída de 20 a 30 decibeles en forma permanente en la
frecuencia de 4000 Hertz. En el 2º grado de pérdida es de 40 decibeles y en el 3º grado
es de 60 decibeles.
Desde el punto de vista histológico los
cuerpos de Nissel de las células iliadas se borran, aparecen vacuolas en el protoplasma,
cristales de colesterina y gotas de grasa.
Presbiacusia
Otro caso de sordera neurosensorial es la PRESBIACUSIA, se trata de una sordera
bilateral simétrica, que toma generalmente las frecuencias agudas y que se asocia con
cambios degenerativos en el órgano de Corti y se presenta después de los 40 años de
edad, en que se pierde medio decibel por año.
Según Schuknecht existen cuatro tipos de
presbiacusia:
- Sensorial: Con la atrofia del órgano de Corti y del nervio auditivo en la base
de la cóclea. Se caracteriza por una caída abrupta de los tonos agudos.
- Neural: Con pérdida de las células ganglionares y degeneración de las fibras
nerviosas. Hay gran transtorno de discriminación de la palabra en relación a la curva de
tonos puros (regresión fonémica de Gaeth). El 75% de las células ganglionares pueden
perderse y mantenerse bien el umbral de tonos puros.
- Metabólica: Caracterizada por atrofia de la estría vascular, tiene una curva
audiométrica aplanada y una relativa buena discriminación de la palabra.
- Mecánica: Con curva auditiva con pendiente a la derecha por decremento lineal de
la función auditiva.
Se debe a rigidez de la membrana basilar con hialinización y depósitos de calcio (Mayer
1919).
Neurinoma del acústico
Otro caso de sordera neurosensorial se presenta en el NEURINOMA DEL ACÚSTICO, el cual
representa el 80% de los tumores del ángulo pontocerebeloso. Se caracteriza por una
hipoacusia neurosensorial unilateral progresiva, con tinnitus desde los 20 años y de
inestabilidad que se manifiesta al subir escaleras, sin embargo un escaso 10% presenta
vértigo episódico tipo Meniére.
En la exploración auditiva sorprende una curva de tonos puros bastante buena; con una
pésima discriminación de la palabra y los fenómenos de fatiga notables del nervio
auditivo.
Se acompañen de abolición de la respuesta de los canales verticales del lado opuesto a
la lesión.
Herodosífilis
Otra lesión que provoca sordera del oído interno es la HEREDOSÍFILIS, la cual es
PRECOZ cuando se presenta antes de los cinco años (Según Tamari y Itkin, un 17% de los
casos presenta sordera); después de los cinco años de edad se presenta la sífilis
tardía (un 18% de los casos presenta sordera), ésta es parte de la triada de Hutchinson,
es muy grave pues va a la sordera completa, presenta el signo de Hennebert de la fístula
sin fístula con la prueba neumática y con el tambor de Barany aplicado al oído el
fenómeno de Tullio: nistagmo y vértigo.
En la sífilis PRECOZ la sordera es súbita, severa y generalmente bilateral y simétrica.
En la sífilis TARDÍA la hipoacusia es asimétrica y fluctuante con episodios de vértigo
y tinnitus. Cabe aquí recalcar que la Neurosífilis sintomática da un 80% de sordera.
La anatomía Patológica de esta enfermedad revela lesiones osteíticas de la cápsula
Ótica, infiltración mononuclear y endarteritis obliterante, fibrosis inflamatoria e
hidrops endolinfántico. Muchas veces se acompaña de queratitis intersticial de la
córnea.
Ototoxicosis
Luego tenemos las sorderas neurosensoriales por OTOTO-XICOSIS, las cuales
etiológicamente podemos dividir en endógenas y exógenas.
Entre las primeras tenemos las sorderas por diabetes y uremia en primer término y luego
los transtornos hormonales, las enfermedades del colágeno, los tóxicos endógenos
producidos por gérmenes como la difteria, escarlatina, tifus, disentería, brucelosis.
Entre las causas exógenas tenemos algunos medicamentos, productos industriales y medios
de consumo como la nicotina, el alcohol y los narcóticos.
Entre los medicamentos tenemos: La estreptomicina, neomicina, kanamicina, vancomicina,
quinina, arsenicales, aceite de quenopodio, yoduro de potasio, cloroformo y alcaloides
(como la estricnina, pilocarpina, escopolamina).
Entre los productos industriales tenemos: el monóxido de carbono, los gases de guerras,
plomo, mercurio, fósforo, plata, nitrobenzol, anilinas.
En su anatomía patológica se encuentran: tumefacción y degeneración nuclear de las
células ciliadas externas, necrosis de las células ciliadas internas; degeneración del
ganglio espiral y del nervio del octavo par; estría vascular estrechada, con vasos
dilatados y quistes; alteraciones centrales del núcleo ventral.
Sordera congénita
En este capítulo de las sorderas hablaremos de la SORDERA CONGÉNITA.
Podemos decir que «Todo niño nace mudo», es más tarde, con el sentido del oído, que
aprende el lenguaje articulado.
Todo niño sordo será mudo, es la sordomudez congénita, alteración resultante de la
herencia de la consanguinidad de los padres o de una enfermedad infecciosa de la madre
durante el embarazo.
Un tercio de los casos de sordera congénita son hereditarios, un tercio son adquiridos y
otro tercio de causa indeterminada.
La sordera hereditaria es debida a influencias genéticas, la prenatal es la que es debida
a influencias patológicas que actúan en el embrión, en el útero.
La perinatal a influencias patológicas que actúan al nacimiento, durante las primeras
horas del nacimiento.
En la patología de la sordera congénita
podemos encontrar las siguientes fallas del desarrollo según Ormerod:
1.- Tipo Sheibe: El laberinto
óseo es normal; lo que encontramos es una aplasia cocleosacular del laberinto membranoso.
Con epitelio sensorial de tipo fetal, escala media colapsada, con estría vascular
degenerada con escasos vasos.
2.- Tipo Mondini - Alexander: Da
desarrollo incompleto del laberinto óseo y membranoso. La cóclea está representada por
un simple tubo curvo, con un inmaduro desarrollo del vestíbulo y los canales. La ausencia
de desarrollo no siempre es bilateral y ocurre entre la 6º y 7º semana de gestación.
3.- Tipo Bing-Siebenmann: Poco
común, hay un buen desarrollo del laberinto óseo. Con aplasia del laberinto vestibular
(con o sin aplasia del laberinto coclear). En algunos casos se halla asociada a retinitis
pigmentosa y varios grados de idiocia.
4.- Tipos Michael: Falta completa de desarrollo
del oído interno (del laberinto óseo y membranoso). Hay buena formación del oído
externo y del oído medio. Generalmente hay ausencia del estribo y del músculo
estapedial. Se produce por ingestión de talidomida en el primer mes del embarazo.
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