LA SEMIOSIS
(O ACCIÓN DE LOS SIGNOS)
III.5. Divisiones y distinciones pertinentes en cuanto a los signos - lenguaje
Un conjunto de divisiones se despliegan luego
de la división de los términos simples en hablados, escritos y concebidos; a saber,
términos categoremáticos y sincategoremáticos (donde reaparece con fuerza la
distinción semántica/sintaxis), nombres concretos y abstractos (cuestión relativa a la
densidad semántica de los categoremáticos), términos absolutos y connotativos
(cuestión semántica relativa a la posibilidad de relativizar un nombre o no). De las
muchas distinciones y divisiones dadas por Ockham debemos seleccionar ahora unas cuantas
ligadas al tema de nuestra monografía. Junto a aquellas que venimos viendo en relación
al término simple se trata, esta vez, de aquellas que conciernen a la intención, a la
imposición y, luego, a la suposición.
Primera y Segunda Intención
Una distinción que jugará un rol importante en la teoría de la
suposición de Ockham y, consecuentemente, en su teoría de la verdad es la distinción
entre primeras y segundas intenciones. El tema es, sin embargo, algo complicado porque
esta distinción divide no solamente los signos-de-lenguaje mental sino también los
signos-de-lenguaje hablado donde habrá que introducir una nueva distinción: la de
primera y segunda imposición. El concepto de intención va a cobrar una gravitación
clave al momento de interpretar la acción de los signos en el marco de la arquitectura
filosófica de Ockham. Por el momento veamos su irrupción en la lógica.
Primero presentaremos la distinción más simple de primera y
segunda intención en lo relativo a los signos-de-lenguaje mental.
La intención es usualmente tomada en el sentido de conceptus
animae, passio animae, intellectus, similitudo rei, esto es, en el sentido de una palabra
mental en oposición a la palabra hablada y escrita.158 Las intenciones son,
por consiguiente, signos-de-lenguaje natural en oposición a los signos de lenguaje
artificial. Puesto que son signos-de-lenguaje natural son aptos por su propia natura para
tomar el lugar de las cosas significadas por ellos en las proposiciones mentales; en otras
palabras, pueden supositar por los significados o pueden ser partes de proposiciones
mentales, como por ejemplo los syncategoremata.
Una importante distinción debe ser hecha con las intenciones de
esta clase. Todas las intenciones significan naturalmente algo, sea separadas o juntas con
otra intención. No obstante, algunas intenciones significan naturalmente sólo signos
naturales como son las intenciones; otras significan naturalmente, separadas o juntas con
otras intenciones, cosas que no son signos. La intención o el concepto de la mente genus,
por ejemplo, significa naturalmente las intenciones o signos naturales animal,
color, etc. que a su turno significan animales, colores, etc. Porque la proposición
mental: Animal es un género, es una proposición significativa. Sin embargo,
animal y color no significan signos naturales, significan cosas.
Luego, la primera intención es un signo natural de algo que en
sí mismo no es un signo. Si incluimos también en la clase de las primeras intenciones
los syncategoremata, tomamos primera intención en su significación lata; si los
excluimos, la tomamos en su significación estricta.
De otro lado, la segunda intención es un signo natural que
significa signos naturales o primeras intenciones, o es un signo natural que significa
naturalmente signos naturales. Mientras que, por ejemplo, la intención o el concepto
hombre significa todos los hombres y cada hombre individual, y por lo tanto
significa algo que no es un signo; la segunda intención species es un signo
del signo natural hombre y de otras intenciones-especies, luego
hombre como concepto es significado por la intención species.159
La distinción entre primera y segunda intención abre el camino para una clara
comprensión de las Praedicabilia y Praedicamenta, aquéllas son segundas intenciones,
éstas primeras.
Nombres de Primera y Segunda Imposición e Intención
Mientras que los signos-de-lenguaje mental son o de primera o de
segunda intención, puesto que son signos naturales y por consiguiente independientes del
acto voluntario del hombre, los signos-de-lenguaje artificial, que son símbolos creados
por el hombre, admiten otra división general. Las palabras habladas o nombres (en sentido
amplio) son o de la primera o de la segunda imposición, y en esta distinción general de
nombres, la distinción de primera y segunda intención es solamente una subclase.
Todos los nombres artificiales, esto es, todos los
signos-de-lenguaje hablado (y proporcionalmente todos los signos-de-lenguaje escrito),
están arbitrariamente (ad placitum) conectados con ciertos significados, esto es, son
impuestos por el hombre a ciertos objetos por la relación de significación. Tales
términos hablados, o nombres, son de dos principales tipos: nombres de la primera y
nombres de la segunda imposición. Los nombres de la segunda imposición son nombres de
nombres, esto es, son signos artificiales o términos hablados que significan signos
artificiales o términos hablados, si y sólo si son signos. Así, el término hablado
nombre significa todo nombre, por ejemplo, hombre,
animal, blanco, etc.
Si restringimos la significación del término segunda
imposición a la significación de esos nombres que solamente expresan propiedades
del lenguaje hablado, esto es, de propiedades tales que no tienen instancias
correspondientes en el lenguaje mental, entonces tomamos el término segunda
imposición en su significación restringida; luego, los nombres que son
exclusivamente usados por los gramáticos y en los que los lógicos no están interesados
serán nombres de segunda imposición. Ahora bien, si incluimos aquellos nombres de
nombres que tienen instancias correspondientes en el lenguaje mental, entonces tomamos el
término segunda imposición en un sentido lato. Así, el nombre
conjugación es un nombre de segunda imposición en sentido estricto ya que no
hay primera o segunda conjugación en el lenguaje mental; los nombres nomen y verbum no
son nombres de segunda imposición en sentido estricto puesto que tienen instancias
correspondientes en el lenguaje mental; no obstante, son nombres de segunda imposición en
sentido lato desde que son nombres de nombres.160
De otro lado, los de primera imposición no son nombres de la
segunda imposición ni en sentido estricto ni en sentido lato. Si confinamos la extensión
del término nombre de primera imposición solamente a aquellos términos que
no son sincategoremáticos entonces tomamos nombre de primera imposición en
sentido estricto; si incluimos también a los términos sincategoremáticos entonces
tomamos nombre de primera imposición en sentido lato.
Dentro de la clase de nombres de primera imposición en sentido
estricto Ockham introduce la distinción arriba mencionada entre nombres de primera y
segunda intención aplicada aquí desde luego a palabras habladas y no a intenciones o
signos-de-lenguaje mental. Los nombres de segunda intención son aquellos que son
impuestos precisamente en orden a significar intenciones del alma que son signos naturales
y otros signos que son instituidos ad placitum o signos que siguen a tales signos. tales
signos son por ejemplo: género, especie, universal,
predicable.
Los nombres de primera intención son todos aquellos nombres que
ni en sentido amplio ni en sentido estricto son de segunda intención. Tales nombres
precisamente significan cosas u objetos que no son signos y que no son derivadas de
signos, como por ejemplo Platón, blancura, etc. Sin embargo,
algunos nombres como unum, verum, bonum; esto es, los trascendentales, significan cosas y
signos, pero con todo son considerados nombres de primera intención.
De aquí Ockham puede concluir, resumiendo en algo lo precedente:
De todo esto se puede inferir lo siguiente: ciertos
nombres precisamente significan signos instituidos ad placitum y solamente cuando son
signos; ciertos nombres, también significan precisamente signos, pero tanto aquellos que
son instituidos ad placitum como aquellos que son signos naturales; ciertos significan
precisamente cosas que no son signos en tanto partes de una proposición; ciertos
indiferentemente significan cosas tales que no son partes de una proposición o del
lenguaje y también cosas; tales son los nombres: cosa, ser,
algo, uno, etc. 161
Los primeros son nombres de segunda imposición, los segundos son
nombres de segunda intención en sentido amplio, los terceros y cuartos son nombres de
primera intención. Los primeros conciernen a la estructura gramatical del habla, los
segundos a la estructura lógica del pensamiento, los terceros y los cuartos a la
estructura ontológica de la realidad. Los primeros pertenecen a la Gramática, los
segundos a la Lógica, los terceros a la ciencia de la realidad (scientia realis), los
cuartos a la Metafísica. Dice Boehner que todo esto puede ser afirmado como existente, al
menos, ad mentem Ockham. Hay clara certeza de que las ciencias son
discursivas, pertenecen todas a la esfera del lenguaje. La ciencia no es el conocimiento
de las cosas mismas sino de proposiciones acerca de las cosas.
Presentamos un cuadro aclaratorio que ayude a percibir estas
distinciones;
Descripción |
Denominación |
Articulación |
Ciencia |
Ciertos nombres sig-nifican
signos instituidos ad placitum |
Nombres de segunda
imposición. |
Estructura gramatical
del habla. |
Gramática |
Ciertos nombres
también significan signos pero no tanto signos instituidos ad placitum como signos
naturales. |
Nombres de segunda
intención. |
Estructura lógica del
pensamiento. |
Lógica |
Ciertos nombres
significan cosas que no son signos en tanto partes de una proposición. |
Nombres de primera intención |
Estructura
ontológica de la realidad. |
Scientia Realis |
Ciertos nombres
significan indiferentemente tanto cosas que no son signos en tanto que partes de una
proposición como cosas en tanto cosas. |
Nombres de primera intención |
Estructura
ontológica de la realidad. |
Metafísica |
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158 Summa Logicae, I, 12.
159 Summa Logicae I, 12.
160 Summa Logicae I, 11.
161 Summa Logicae, I, 11. Cit por Boehner, Ph., 1958: 229. La traducción es
nuestra. |
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