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A LOS JÓVENES DEL CENTRO DE DIAGNÓSTICO Y REHABILITACIÓN DE TRUJILLO
Señor Presidente de la Corte Superior de Justicia de la Libertad, Señor Alcalde de Trujillo, Señoras, señores y jóvenes: Hace unos días leía en mi Despacho un recorte de una picaresca columna periodística aparecida en un diario local, la cual me emocionó por que la redactora calificaba de "Triunfadores" a varios de ustedes que viajaban a Lima, representando a la Ciudad de TRUJILLO al Campeonato Nacional de Pesas celebrado en el Callao, y la reportera conocida con el seudónimo de "CRITICONA" acertó, porque han regresado doblemente triunfadores, trayendo incluso la Medalla de Oro. En este mundo de adversidad y de extremas diferencias, los seres humanos tenemos que desplegar roles que aporten al bienestar; ustedes, si bien habían equivocado el camino correcto, no están lejos de reencaminarse por la senda de una vida productiva, como lo han soñado sus padres y hermanos, para quienes ustedes siguen siendo sus criaturas, sus hijos mimados. Los errores cometidos han sido la causa de que pierdan el más sublime y excelso derecho de la persona humana, que es el de la LIBERTAD, condición por la que sufren, más que ustedes, vuestros seres queridos. Pero mi fe, esperanza, confianza y expectativa en cada uno de ustedes, se acrecienta inmensamente cuando constato vuestra férrea voluntad de cambio y vehemente deseo que tienen de superar el pasado. Por eso, me ratifico en esa aseveración de que ustedes, a pesar de las deficiencias y carencias experimentadas, son absolutamente triunfadores y esos triunfos no los pueden ensombrecer con actos delictivos o con inconductas o faltas que hay que apartarlas y desterrarlas definitivamente. En el afán de compenetrarme en la historia de estos centros, he encontrado una referencia digna de recordar; hace 40 años se formó aquí una orquesta de violines, cuyos componentes llegaron a ser eximios concertistas que viajaron al extranjero, bastando mencionar a EDGAR CABRERA, que conforma la Sinfónica de Ecuador, y a FRANCISCO AQUINO, de la Filarmónica de México, y así muchos otros más. Imítenlos, supérenlos, triunfen, porque a ustedes que han pasado sufrimientos y equivocaciones, les toca y les corresponde ser grandes ciudadanos, para satisfacer las expectativas puestas en ustedes y ser el orgullo de vuestras familias y de toda la sociedad.
¡¡VIVA EL CENTRO JUVENIL DE TRUJILLO!! Trujillo, Agosto de 1998 |