EFECTO BIOLÓGICO
DEL FOSFATO TRICÁLCICO BALANCEADO EN LOS DEFECTOS
ÓSEOS PERIAPICALES
Luis H. Galvez*
RESUMEN
La siguiente investigación fue realizada en una muestra de 32 dientes unirradiculares de
ocho perros de raza desconocida.
Después de las maniobras preliminares los animales fueron tratados endodóntica y
quirúrgicamente bajo anestesia general con clorhidrato de ketamina.
Se emplearon 32 dientes unirradiculartes cuyo tratamiento endodóntico fue realizado
"in situ" ampliándose los canales radiculares con escariadores hasta el # 80,
sobreinstrumentando en 2 mm apicalmente. Simultáneamente el tejido gingival adyacente fue
reflejado en un amplio colgajo mucoperióstico exponiendo el proceso alveolar en el que
fue preparado el defecto óseo periapical. La sobreinstrumentación permitió establecer
la conexión del ápice con el defecto óseo correspondiente.
Inmediatamente después, en 16 dientes del lado izquierdo los óseas periapicales fueron
obturados con fosfato tricalcico balanceado (FTB) endodónticamente, sellados oclusalmente
con amalgama de plata.
Después de 15 días el análisis histológico de los defectos óseos, mostraron un tejido
de granulación compuesto por PMN neutrófilos, proliferación fibroblástica, neovasos y
signos de actividad osteocementogénica. Después de 45 días el tejido conectivo fue de
tipo mucoide y leve infiltración inflamatoria con trabéculas óseas de tipo celular
colagenoso en incremento.
En conclusión el FTB es un biomaterial que induce el proceso de reparación, acelerando
la proliferación celular, síntesis de colágeno y mineralización de la matriz proteica.
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ANTECEDENTES
Continúan siendo un problema preocupante las lesiones periapicales con gran destrucción
ósea consecutiva a la degeneración pulpar.
Se han utilizado un gran número de materiales con la intención de corregir estos
defectos tisulares3, 9, 11. Una reciente encuesta a los programas de endodoncia
norteamericanos sobre el uso del hidróxido de calcio, reveló una tendencia de su uso
indiscriminado en endodoncia clínica. Sin embargo, la experiencia permite aseverar que
los beneficios o efectos de este medicamento no es el factor principal del éxito, siendo
lógico también atribuir los buenos resultados a la obturación del sistema de conductos.
Motivado por los numerosos rasgos atípicos de la anatomía de los conductos radiculares,
los que sin duda exigen de un tratamiento endodóntico quirúrgico, y ante la
imposibilidad de determinar los niveles de inflamación pulpar y degradación por
coagulación de tejidos inflamatorios, en el presente estudio se utilizará el fosfato
tricálcico como agente inductor del proceso reparativo de los defectos óseos
periapicales consecutivo a la degeneración pulpar.
MATERIAL Y MÉTODO
Esta investigación fue realizada de una muestra de 32 piezas dentarias unirradiculares de
8 perros de raza desconocida, tres hembras y cinco machos de edad mediana con aparente
buen estado nutricional.
Antes de las maniobras quirúrgicas, los animales fueron sometidos a estricto régimen
alimenticio durante 30 días con la finalidad de balancear su estado nutricional,
simultáneamente se efectuaron pequeños trabajos preliminares referente a la elaboración
del material de injertación, denominado "cemento de fosfato tricálcico
balanceado" (FTB), que se logró incorporando el polvo de fosfato tricálcico (FT) a
una solución alcalina, de hidróxido de sodio balanceado a 12,3 de ph en estado coloidal;
las proporciones de mezcla fueron de 1:2 respectivamente, realizada con una cuchareta
granulada de 120 mg para el polvo de FT y un dispensador gotero para la solución
alcalina. En estas condiciones el cemento de FTB resultó ser una sustancia blanquecina,
de consistencia pastosa, capaz de fluir a través de una aguja hipodérmica, radiopaco y
de fácil manejo, con fraguado entre 15 a 25 minutos aproximadamente.
Se preparó también un dispositivo inyector que ha permitido llevar el cemento FTB al
defecto óseo periapical vía conducto radicular, construido con una jeringa hipodérmica
de plástico de 3 ml de capacidad, en la que fue aperturada una ventanilla a una distancia
de 10 mm de la zona de eyección. La aguja hipodérmica fue acodada a 45° obviamente para
facilitar el acceso al conducto radicular.
Con el objeto de comprobar el grado de operatividad de las maniobras de obturación con
cemento FTB, se emplearon 30 raíces de dientes humanos preparados adecuadamente. Se
adaptaron cápsulas gelatina en cada ápice radicular simulando ser un defecto óseo
periapical, luego los conductos fueron ampliados hasta el escariador # 80 y
sobreinstrumentados en 2 mm apicalmente. A través de la cápsula transparente se observó
el ingreso del cemento FTB impulsado por el dispositivo inyector desde el sector cervical
del conducto radicular.
Fraguado el material, las piezas radiculares fueron seccionadas (corte longitudinal a lo
largo del conducto radicular incluyendo la cápsula de gelatina) y examinadas con una lupa
de gran aumento, observándose en la mayoría de los casos una sustancia blanquecina (FTB)
adaptada a la pared axial del conducto radicular y a la pared quística. Tres casos
mostraron defectos en la interfase por presencia de celdillas. La superficie de corte del
cemento FTB fue de aspecto esmerilado e irregular con zonas de fractura.
Luego de este período preliminar, los animales fueron sometidos a maniobras endodónticas
y quirúrgicas bajo anestesia general con ketamina, administrándose una dosis de 5 mg/kg
de peso por vía endovenosa.
Los 32 dientes unirradiculares considerados para la investigación fueron tratados
endodónticamente, de acuerdo al método establecido. En forma simultánea, previo colgajo
gingival se prepararon los defectos óseos periapicales de aproximadamente 5 mm de
diámetro, la sobreinstrumentación endodóntica logró mantener la relación entre un
conducto radicular ampliado y un defecto óseo preparado (fig. 1). La osteotomía fue
realizada a baja velocidad y con relativa refrigeración estimulando áreas de necrosis e
infección.
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Fig. 1. Colgajo
vestíbulo-mandibular amplio que muestra debridamiento endodóntico con sobre
instrumentación y defecto óseo quirúrgico de 5mm. |
Inmediatamente después,
en 16 dientes del lado izquierdo, los conductos radiculares ampliados y los defectos
óseos correspondientes fueron obturados con cemento FTB (fig. 2) y sellados con amalgama,
finalmente el colgajo gingival fue reposicionado y suturado con hilo dexon reabsorvible
000. Los otros 16 dientes homólogos del lado derecho, fueron obturados convencionalmente
con gutapercha-endofil.
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Fig.2 Aplicación del
cemento FTB en los defectos óseos vía endodóntica. Se observa el cemento FTB antes de
la reposición del colgajo. |
Luego de un período de
evolución de 15, 20, 30, 45, 75 y 90 días, bajo anestesia general con ketamina las
muestras fueron biopsiadas en blockes dentoseomucoperiósticos en condiciones
histofisiológicas, fijadas en formol al 10 % por más de 72 horas y descalcificadas en
ácido nítrico al 5 % a temperatura ambiente por 30 días aproximados. Finalmente las
muestras fueron incluidas en paraplast de 56° y luego cortadas y coloreadas en
hematoxilina eosina.
RESULTADOS
Después de 15 días de tratados los defectos óseos periapicales con cemento FTB, se
examinaron al microscopio de luz y mostraron un tejido de granulación formado
básicamente por PMN neutrófilos con proliferación fibroblástica, neovasos y con signos
de actividad osteocementógena (figs. 3, 4, 5).
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Fig.3
Defecto óseo periapical tratado con FTB luego de 15 días, se observa tejido de
granulación formado básicamente por PMN neutrófilos, invasión fibroblástica con
gruesos haces de colágeno y neovasos con signos de cementogénesis y osteogénesis.
Aumento 10 x H.E. |
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Fig.4
Marcada actividad osteocementógena que muestra proliferación de células mesenquimales y
diferenciación celular, luego de 15 días de tratado con FTB. Aumento 40 x H.E. |
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Fig. 5 Trabécula ósea en
formación, 15 días después de estimulada con FTB, se observa sumamente celular con
algunos osteoplastos característicos. Aumento 40 x H.E. |
Luego de 45 días el
tejido conectivo es de aspecto mucoide con menos infiltrado inflamatorio, las trabéculas
óseas de aspecto celular colagenoso van en aumento (fig. 6). Posterior a los 75 días
hubo ausencia de células inflamatorias (fig. 7) y luego de 90, el defecto óseo
periapical se encontró ampliamente reparado.
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Fig. 6. Trabécula
osteocelular fibrilar grueso en formación . Aumento 40 x H.E. |
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Fig 7.
Reparación apical con osteocemento, después de 75 días de tratados con FTB los defectos
óseos periapicales. Tejido conectivo mucoide adyacente al ápice con ausencia de células
inflamatorias. Aumento 40 x H.E. |
Los defectos óseos
periapicales tratados con endodoncia convencional (gutapercha-endofil) fueron ocupados
luego de 20 días con tejido inflamatorio linfoplasmocitario, edematoso con neoformación
vascular, sin aposición de cemento sobre la dentina (fig. 8). En 30 días el tejido de
granulación es invadido por fibroblastos y colágena con discreta actividad osteogénica.
Uno de los casos mostró un cuerpo extraño de color ocre pulverulento (endofil), envuelto
por tejido conectivo y en contacto con macrófagos que fagocitan el material; se aprecian
también células gigantes a cuerpo extraño. En otro caso se apreció un material de
obturación sobreextendido (gutapercha), que provocó la formación de tejido conectivo
fibroso y reacción inflamatoria persistente a células plásmaticas.
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Fig 8. Tejido
periodontal con infiltrado inflamatorio linfoplasmocitario en el área periapical, luego
de 20 días de tratados con endodoncia convencional. No hay signos de reparación en zonas
adyacentes a la dentina. Aumento 10. x H.E. |
DISCUSIÓN
El fosfato tricálcico balanceado ha mostrado ser un material biocompatible, biodegradable
e inductor de los mecanismos reparativos osteocementogénicos, acorde con los postulados
de Himel Van T. y col.
En términos generales, las imágenes histológicas de los tejidos mineralizados
estimulados con FTB es de aspecto celular con marcada acidofilia y de gruesos haces de
colágena, semejante al tejido óseo fibrilar grueso. El conectivo es sumamente denso y
vascularizado en áreas osteogénicas y cementogénicas. La organización, la estrecha
relación y las características tintoriales de los elementos celulares en las estructuras
trabeculares, son muestra de la intensa actividad proliferativa con mecanismos acelerados
de síntesis seguida de coagulación y mineralización inmediata de la matriz, hecho que
podría deberse al elevado ph alcalino del componente líquido del cemento FTB, que no da
tiempo al distanciamiento adecuado entre los osteocitos de la matriz proteica.
Se pretendió comparar la influencia del ph en el comportamiento biológico de los
procesos reparativos, empleando en algunos casos FT neutro y en otros FTB a 12,3 de
alcalinidad; por problemas de difusión del material, observado en el momento de la
aplicación, los resultados fueron similares en ambos casos, imposibilitando el deslinde
con los trabajos de Smith8 y Gordon6, quienes afirman categóricamente la influencia del
ph en los procesos de inducción. Otros estudios indican que el ph elevado modifica la
acidez del medio y controla la producción de fosfatasa ácida elaborada por los
osteoclastos1, 6, 7, 19. También por difusión, la superficie vestibular del hueso
alveolar estimulada con FTB en el momento de la reposición del colgajo gingival, mostró
en algunos casos líneas de incremento por aposición osteoide colagenoso, y en otros
casos se observó un marcado engrosamiento del periostio correspondiente.
No fue objetivo de la investigación estudiar el origen de la mineralización de la
sustancia reparatriz, si proviene del FTB usado como relleno de los defectos óseos6 o si
deriva del sistema circulatorio14; pero claro está, que el contacto directo entre el FTB
y los tejidos periapicales ha provocado una acelerada acción inductiva de los procesos
reparativos, como el hidróxido de calcio15. La degradación de material, la ausencia de
tejido necrótico adyacente a éste, y la total inocuidad de la obturación sobreextendida
son reflejos inherentes de máxima biocompatibilidad3, 11.
Después de seis semanas de tratarse los defectos óseos periapicales con FTB los tejidos
fueron viables sin células inflamatorias, con resultados similares a Heller et. al8. que
afirman que se trata de un material antiinflamatorio. La presencia de células
inflamatorias en la primera semana de la reparación es consecuencia al trauma
quirúrgico, sin ser incompatible con los procesos de genes de los tejidos mineralizados,
lográndose en aproximadamente dos semanas (15 días) 450 u de espesor de material
osteocementoide depositado sobre la dentina apical, con mejores resultados que Levin M. P.
y col10. Durante el período de evolución del trabajo experimental los tejidos
periapicales no se vieron involucrados con estados necróticos, similares a los resultados
de Himel Van T.9, Getter L. y col.5, Levin M. P. y col.10, y Mors W. A. y col.25.
Selve17, Torneck20, Phillips13, y recientemente Benatti y col.2, preconizan el
ensanchamiento del diámetro de la porción apical del conducto radicular como uno de los
factores más importantes de la reparación periapical. En este trabajo no sólo se
amplió el foramen apical sino que además se preparó un defecto óseo de 5 mm de
diámetro que lo diferencia de los estudios de Benatti2, obturándose en la mitad de los
casos con FTB. Lamentablemente los cortes histológicos de este grupo, no mostraron
objetivamente conductos con invasión de tejido conectivo y mineralizado que propicie de
cierre biológico; sin embargo, la abrumadora aposición de matriz osteocementoide sobre
la dentina apical después de 75 días de evolución, más los resultados del examen
macroscópicos nos da razones más que suficientes para pensar que FTB logra la
obliteración biológica del foramen apical. Reiteramos que en tan sólo 15 días se ha
logrado unas 450 u de espesor de osteocemento sobre la dentina apical, con marcada
proliferación fibroblástica a gruesos haces de colágena y neoformación vascular,
superando al cemento de óxido de Zn-eugenol (CRCS) que sólo al cabo de 90 días produjo
reacción fibroblástica marcada en los estudios Zimener y col21.
Respecto a los casos obturados convencionalmente con gutapercha-endofil, la reparación de
los tejidos periapicales en 20 días fue encontrado en fase de granulación con infiltrado
linfoplasmocitario, sin signos de actividad genésica de tejidos mineralizados;
apareciendo tardíamente, (30 días después) con relación a los tratados con FTB, siendo
lento el proceso reparativo. Los resultados fueron similares a los estudios de Davis et.
al4. en el sentido resolutivo, sin importar el tiempo de los acontecimientos.
Finalmente, el tratamiento periapical con FTB en conductos sobreinstrumentados sin la
preparación adicional del defecto óseo periapical, motivó la formación de un tejido
conectivo denso fibroblástico viable sin células inflamatorias, observadas en cortes de
54 días de evolución. Los resultados fueron semejantes a aquellos tratados con
gutapercha-endometasona o con cemento Rickett obturados a 3 mm del foramen2, 4; sin
embargo, para Seltzer y col16. los conductos instrumentados y tratados convencionalmente
mantienen una persistente reacción inflamatoria, incluso un año después. Por tanto, el
empleo del FTB en conductos sobreinstrumentados sin perjuicio de la sobreobturación es
positiva, porque produce reacción fibroblástica y no inflamatoria.
CONCLUSIÓN
El cemento FTB es un biomaterial inductor del proceso reparativo, actúa acelerando los
mecanismos de proliferación celular, síntesis de colágena y de mineralización de la
matriz proteica. Puede ser potencialmente empleado en la solución de grandes defectos
óseos, y entre otros como recubridor directo de los compromisos pulpares.
Bibliografía
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* Prof. Asc. D. E.
Postgrado del departamento de Ciencias Básicas de la Facultad de Odontología de la
Universidad Nacional mayor de San Marcos; Investigador del Instituto de Investigación
Estomatológica. LIMA. PERÚ
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