BRONQUIECTASIAS:
PATÓGENOS MÁS FRECUENTES Y SU
SENSIBILIDAD IN VITRO A ANTIMICROBIANOS
INTRODUCCIÓN
Autora: Dra Jessy del Pilar Sánchez
Pesantes
Coautores: Dr Carlos Iván Ruíz Cruzado, Dr. Jorge Arturo Rodríguez Reyna, Dr. José
Elías Cabrejo Paredes, Dr. Elcira Tandaypán Anticona, Obst. Bettina Janet Sánchez
Pesantes, Dra. Luz Milagros Jara Pereda, Dr. Carlos García Zavaleta, Mgblgo. Steve Tony
Hurtado Escamilo, Dra. Lourdes Armas Fava, Mblga. María Ayala Ravelo
. INTRODUCCIÓN
.
MATERIAL Y MÉTODO
.
RESULTADOS
.
DISCUSIÓN
.
RESUMEN Y CONCLUSIONES
Las bronquiectasias se definen como dilatación anormales y permanentes de los
bronquios de mediano calibre, debido a la destrucción de los componentes estructurales de
la pared bronquial, y usualmente está asociada a infección crónica (1 - 4). Laenec
1819, las describió por primera vez, constituyendo una patología bastante frecuente
especialmente antes de la era de los antibiótico (4,5). En la actualidad, es un problema
menor en países desarrollados a diferencias de los países en vías de desarrollo (6-8).
Las bronquiectasias deben considerarse como una unidad anatomopatológica con diferentes
mecanismos etiopatogénicos y relacionadas a distintas enfermedades, las que modifican o
destruyen las estructuras de soporte a la pared bronquial, produciéndose infecciones
bacterianas persistentes (9-12).
El desarrollo y la progresión de las bronquiectasias se centra en la inflamación que
sigue a la colonización bacteriana, "teoría flogística".
Independientemente del proceso desencadenante, se establecería un " círculo vicioso
" de colonización-inflamación-lesión tisular, en el cual existiría una infección
persistente (4,13).
La severidad y características clínicas de las bronquiectasias, ampliamente descritas en
la literatura, varían de paciente en paciente, dependiendo del tiempo y extensión de la
enfermedad y de la infección crónica (4,13,14).
El diagnóstico definitivo de la bronquiectasia es a través de la tomografía computada
de alta resolución (HRCT) (10,13), sin embargo, la radiografía simple de pulmones
asociada a la sospecha clínica nos permite alcanzar una sensibilidad del 87,8% y una
especificidad del 74,4% (15,16).
La progresión de las bronquiectasias depende de la persistencia de la infección
bacteriana y aunque ésta es difícil de erradicar, debe reducirse su carga. Siendo los
antibióticos la base del tratamiento, estos deben dirigirse a los gérmenes específicos
(1,9,10,17,-21). Así, se hace importante tener un medio de ayuda para identificar a
dichos gérmenes, convirtiéndose el cultivo de esputo en uno de los más seguros para
este tipo de pacientes, proporcionando además el antibiograma respectivo, como guía para
el tratamiento (6,9).
Los estudios realizados hasta el momento, revelan una variedad de gérmenes etiológicos
desde los que constituyen la flora mixta orofaríngea (9,22), hasta aquellos patógenos
reconocidos como son: Pseudomonas aeruginosa, Haemophylus influenzae, Klebsíella
pneumoniae y Staphylococcus aureus; otros menos comunes son anaerobios, micobacterias
atípicas y Aspergillus sp. (16,22-27).
En el ámbito local no existe trabajos que documenten la etiología de la exacerbación
infecciosa de las bronquiectasias, a esar de ser una causa importante de morbimortalidad
en mayores de 60 años (28) por tal motivo, se consideró importante conocer los
patógenos más frecuentes en pacientes con dicha entidad en el Hospital II ESSALUD
Chocope y su sensibilidad "in vitro" a antimicrobianos, para contribuir de esta
manera al uso racional de antibióticos y disminuir el fracaso terapéutico, la
resistencia bacteriana, la estancia hospitalaria y los costos.
El presente estudio de
tipo descriptivo, prospectivo y de corte transversal se desarrolló para determinar
cuáles son los patógenos más frecuentes en pacientes con exacerbación infecciosa de
bronquiectasias y su sensibilidad "in vitro" a antimicrobianos, en el
departamento de Medicina del Hospital II ESSALUD Chocope, distrito de Chocope, Provincia
de Ascope, durante los meses de abril a agosto del 2000.
1. Universo:
El universo estuvo conformado por todos los pacientes adultos con diagnóstico clínico y
radiológico de bronquiectasias cuya infección fue adquirida ambulatoriamente y que
cumplieron los siguientes criterios de inclusión y exclusión
1.1.CRITERIOS DE INCLUSIÓN:
- Pacientes adultos de ambos sexos quienes tuvieron previamente diagnóstico clínico y
radiológico de bronquiectasias, y se encontraron en sus fases infectadas en el momento de
la captación de la información.
1.2. CRITERIOS DE EXCLUSIÓN:
- Pacientes con infección respiratoria aguda debida a otras causas.
- Pacientes con dificultad para obtener la muestra de esputo, ejm. trastorno de
conciencia, distrofias musculares, enfermedades vasculoencefálicas, etc.
- Pacientes con hemoptisis franca.
- Pacientes con tratamiento antibiótico hasta un mes previo a la toma de muestra.
- Pacientes con radiografía de pulmones normal o con aumento de la trama solamente.
- Pacientes con diagnóstico de infección respiratoria intrahospitalaria.
2. Muetra
Los pacientes que conformaron la muestra fueron 32:15 del sexo femenino y 17 de sexo
masculino. La edad varió entre 35 y 83 años, con un promedio de 64 años. Estos
pacientes tuvieron otros antecedentes patológicos como tuberculosis pulmonar, asma
bronquial, bronquitis crónica, etc.
3. Procedimiento:
Los pacientes fueron seleccionados considerando el orden de llegada hasta completar el
tamaño de muestra requerido. Se seleccionaron 24 pacientes con manejo ambulatorio y 8
pacientes con manejo hospitalario.
La captación de los pacientes se realizó en el momento de su atención por consultorios
externos o en el momento de su hospitalización. Se realizó una historia clínica que
confirmó el diagnóstico clínico previo de bronquiectasias y el diagnóstico de
exacerbación infecciosa de bronquiectasias que fue el motivo de consulta. El diagnóstico
radiológico se confirmó haciéndose una nueva revisión de las radiografías con el
médico neumólogo del hospital, considerando los criterios de Gudbjerg (15).
Las muestras de esputo se tomaron previo al inicio de tratamiento antibiótico con las
recomendaciones establecidas en la literatura (30) y fueron procesadas en el laboratorio
del hospital dentro de las 2 horas de su recolección. Se realizó examen microscópico
directo con tinción Gram con el cual se determinó la calidad de la muestra según los
criterios de Murray y Washington, que consideran muestras de importancia clínica a
aquellas que contengan más de 25 PMN y menos de 10 células epiteliales por campo (30), y
se hizo también una identificación preliminar de los gérmenes presentes.
Se utilizaron los medios de cultivo: agar sangre, agar MacConkey, caldo tioglicolato y
agar Sazbouraud. Se realizaron las siguientes pruebas bioquímicas: prueba de optoquinasa
para estreptococos, coagulasa y catalasa para estafilococos. Para la identificación de
enterobacterias se realizó la bioquímica presuntiva con los siguientes medios: agar
triple azúcar-hierro (TSI), agar lisina-hierro (LIA), sulfuro-indol-motilidad (SIM) y
agar citrato de Simmons. Los resultados se interpretaron según la tabla de
diferenciación de enterobacterias por tesis bioquímicos del anual Merk (31). Para la
identificación de Candida Albicans se realizó la prueba de tubos germinales en suero
humano colocado a 37ºC por 2 horas.
Los cultivos se incubaron a 37ºC por 24 horas en condiciones aerobias y con una
atmósfera de 5-10% de CO 2 que se obtuvo por el método de la vela. Se cultivaron
colonias de S. aureus y muestras de esputo para la búsqueda de H. Influenzae, para
obtener desarrollo de colonias satélites (30).
La interpretación de los cultivos se realizó evaluando las características de
crecimiento de las colonias y las reacciones en los medios de agar sangre, MacConkey,
caldo tioglicolato, TSI, LIA, SIM, etc.
La prueba de sensibilidad a los antibióticos se realizó por el método de difusión en
disco de Kirby - Bauer y cols (32,33). Se utilizó el medio de agar Möeller Hinton donde
se inoculó el germen en estudio y se enfrentó con los discos de sensibilidad marca DIFCO
de los antibióticos seleccionados según el tipo de germen, según la literatura revisada
(30) y según el esquema de tratamiento utilizado en el Hospital de Chocope:
Para bacterias gramnegativas: amikacina, gentamicina, ampicilina, cotrimoxazol,
ciprofloxacino, cefazolina, ceftriaxona, ceftazidima, imipenem.
Para bacterias grampositivas: clindamicina, amoxicilina, amoxicilina-ác clavulánico,
eritromicina, dicloxacilina, penicilina, cotrimoxazol, vancomicina, ciprofloxacina y
ceftriaxona.
La interpretación de los resultados se realizó de acuerdo a las normas interpretativas
provistas por el Comité Nacional para la Normatización de los Laboratorios Clínicos
(NCCLS). Se manejaron los criterios de sensible, intermedio y resistente (30).
4. Análisis e Interpretación de la Información.
Los patógenos aislados se expresan en frecuencias determinándose los gérmenes más
comunes y se presentan en tablas simples y en gráficos.
La sensibilidad antimicrobiana se expresa en porcentajes para cada antibiótico y se
presenta en tablas de doble entrada.
Toda la información se procesó utilizando el paquete estadístico SPSS versión 7.5 para
PC.
En la Tabla 1 y Gráfico 1, se presenta
el total de microorganismos patógenos aislados. Las bacterias gramnegativas conforman el
grupo más frecuente con 23 (47%) gérmenes, seguidos por las bacterias grampositivas con
16 (32,7%) gérmenes y finalmente por los hongos oportunistas con 10 (20,3%) aislamientos.
Staphylococus aureus, es el patógeno más frecuente de los microorganismos aislados con 9
(18,3%) gérmenes. Dentro de las bacterias gramnegativas, Pseudomona aeruginosa junto a
Klebsiella pneumoniae, ocupan el primer lugar de frecuencia con 7 (14,3%) gérmenes cada
una. Las bacterias potencialmente patógenas son poco frecuentes, como 4 (8,3%) gérmenes
para Streptococcus A-hemolítico y un (2,0%) germen para Staphylococcus coagulasa
negativo. En el grupo de hongos, Candida Albicans es el más frecuente, con 8 (16,3%)
aislamientos y los menos frecuentes son Aspergillus Fumigatus y Aspergillus Terreuscon 1
(2,0%) aislamiento cada uno.
En la tabla 2 se presenta el tipo de aislamiento único y múltiple de los patógenos
aislados en 32 pacientes. El aislamiento único fue el más frecuente en 19 (40,3%)
pacientes.
Tabla 2: Aislamiento
únicos y múltiples de microorganismos patógenos en pacientes con exacerbación
infecciosa de Branquiectasias. Hospital III EsSalud Chocope. Abril - Julio del 2000
|
Microorganismos
aislados |
PACIENTES |
N° |
% |
Microorganismos únicos |
19 |
59,7 |
Microorganismos múltiples |
13 |
40,3 |
Sólo bacterias |
3 |
9,3 |
Bacterias y hongos |
10 |
31,0 |
TOTAL |
32 |
100 |
En la tabla 3 se presenta
el asilamiento único de patógenos, el cual está conformado por sólo bacterias. Las
más frecuentes fueron las bacterias gramnegativas aislándose en 10 (31,5%) pacientes y
en este grupo, Pseudomona aeruginosa fue la más frecuente, aislándose en 4 (12,7%)
pacientes. Las bacterias grampositivas se aislaron en 9 (28,2%) pacientes y S. aureus fue
el patógeno más frecuente aislándose en 6 (18,8%) pacientes.
Tabla 3:
Aislamientos únicos de Microorganismos Patógenos en pacientes con exacerbación
infecciosa de Branquiectasias. Hospital II EsSalud Chocope. Abril- Julio del 2000
|
Microorganismos
aislados |
PACIENTES |
N° |
% |
Bacterias Gramnegativas |
10 |
31,5 |
Pseudomonas aeruginosa |
04 |
12,7 |
Klebsiella pneumonide |
01 |
3,1 |
Klebsielle sp. |
02 |
6,3 |
Pseudomonas sp. |
02 |
6,3 |
Citrobacter freundii |
01 |
3,1 |
Bacterias Grampoitivas |
09 |
28,2 |
Staphylococcus -hemolítico |
06 |
18,8 |
* Staphylococcus coagulosa negativo |
02 |
6,3 |
* Bacterias potencialmente patógenas |
01 |
3,1 |
En la tabla 4 se presenta
el aislamiento múltiple de patógenos. La asociación de bacterias y hongos fue la más
frecuente, aislándose en 10 (31 %) pacientes y predominó la asociación de Klebsiella
Pneumoniae y Candida Albicans en 3 (9,3%) pacientes. En todos los casos de aislamiento
múltiple se aisló una bacteria gramnegativa.
Tabla 4: Aislamientos
Múltiples de Microorganismos Patógenos en pacientes con exacerbación infecciosa de
Bronquictasias
Hospital II EsSalud Chocope Abril-Julio del 2000
|
Microorganismos
aisladoa |
PACIENTES |
N° |
% |
Solo Bacterias |
10 |
31,5 |
K. pneumoniae + Streptococcus B-
hemolítico |
04 |
12,7 |
P. aeruginosa + Streptococcus
B-hemolítico |
01 |
3,1 |
|
02 |
6,3 |
|
02 |
6,3 |
|
01 |
3,1 |
Bacterias Grampositivas |
09 |
28,2 |
Staphylococcus aureus |
06 |
18,8 |
* Streptococcus a -hemolítico |
02 |
6,3 |
* Staphylococcus caogulosa negativo |
01 |
3,1 |
* Bacterias
potencialmente patógenos |
En la tabla 5 se
presenta la sensibilidad a antimicrobianos de las diferentes bacterias gramnegativas
aisladas.
Pseudomona Aeruginosa fue 100% sensible a
Ciprofloxacino y 85,7% a ceftazidina y fue 100% resistente a Ampicilina, Cefazolina y
Cotrimoxazol . Pseudomonas sp, fue 75% sensible a Ceftazidima, Ciprofloxacino y fue 100%
resistente a Cotrimoxazol, Cefazolina y Ampicilina. Klebsiella Pneumoniae fue 100%
sensible a Ciprofloxacino y 85,7% a Ceftazidima, Ceftriaxona e lmipenen y fue 100%
resistente a Ampicilina. Klebsiella sp fue 100% sensible a Ceftazidima y Amikacina y fue
100% resistente a Ampicilina.
En la tabla 6 se presenta la sensibilidad antimicrobiana de las diferentes bacterias
grampositivas aisladas. S. Aureus fue 100% sensible a vancomicina Streptococcus
ß-hemolítico fue 100% sensible a ceftriaxona y fue 100% resistente a Cotrimoxazol.
Streptococcus a-hemolítico fue 75% sensible a Vancomicina y Amoxicilina-ác. clavulánico
y fue 75% resistente a Amoxicilina y Cotrimoxazol.
En la tabla 7 se presenta el
consolidado de la sensibilidad a antimicrobianos de las bacterias gramnegativas que fueron
87% sensibles a Ciprofloxacino y Ceftazidima, 61 % a lmipenem; fue 100% resistente a
Ampicilina, 74% a Cotrimoxazol y 65% a Cefazolina.
En la tabla 8 se
presenta la consolidación de la sensibilidad a antimicrobianos
de las bacterias grampositivas que fueron 93,7% sensibles a Vancomicina, 68,8% a
Ciprofloxacina y a Amoxicilina-ac clavulánico, y fueron 68,8% resistentes a Penicilina y
Amoxicilina, y 62,6% a Cotrimoxazol y Clindamicina.
El presente trabajo
diseñado para determinar la frecuencia de patógenos y sus sensibilidad in vitro a
antimicrobianos en pacientes bronquiectásicos, con exacerbación infecciosa, se realizó
en el Servicio de Medicina del Hospital II ESSALUD Chocope entre los meses de abril a
julio del 2000.
La etiología de la exacerbación infecciosa de las bronquiectasias hallada en este
trabajo presenta un amplio espectro, en el cual predominan las bacterias gramnegativas
como grupo, seguido de las bacterias grampositivas y finalmente los hongos (gráfico 1). Sin
embargo, como cepa individual, Staphylococcus Aureus fue el microorganismo más frecuente
y se considera como uno de los principales patógenos en la exacerbación infecciosa de
bronquiectasias (45). Su predominio en este estudio se debería a varias causas; entre
ellas, la alteración de los mecanismos locales de defensa (2, 7, 16), la depresión
inmunológica del huésped, ya que la infección depende más del estado inmune de éste
que de la virulencia del propio germen; al aumento de la colonización del microorganismo
en la población y de la alta frecuencia tanto de infecciones estafilocócicas, como de
los portadores. Además por el prolongado uso de antibióticos al que están sometidos
estos pacientes, se altera la flora orofaríngea y proporciona el estado apropiado para su
mayor proliferación (36,37) . Un estudio demostró que los pacientes bronquiectásicos
crónicamente infectados con S. Aureus tiene una significativa asociación con variantes
atípicas de fibrosis quística y aspergilosis broncopulmonar alérgica (ABPA) hecho que
debe ser motivo de una evaluación cuidadosa para excluir dichas entidades, en estos
pacientes (46). Los hallazgos anteriormente mencionados concuerdan con lo referido por
Al-Mobeireek et al (6), Chávez (26) y Ponce de León (27) quienes reportaron a los
bacilos gramnegativos como microorganismos predominantes y difieren en relación con S.
aureus, quienes lo consideran un microorganismo poco frecuente, aislándolo entre el 3,0 y
el 15,4% de los pacientes (6,16-18, 26,27). Entre los microorganismos gramnegativos,
encontramos en el presente estudio a P. aeruginosa y K. Pneumoniae como los más
frecuentes (tabla 1). Estos resultados concuerdan con lo referido en la literatura, donde
también se hallaron a estos gérmenes como los más frecuentes (6,26,27). La presencia de
ellos se debería al uso crónico de antibióticos, lo cual produce el reemplazo de la
flora orofaríngea por bacilos entéricos gramnegativos o Pseudomonas, los que
producirían la infección en pacientes bronquiectásicos (17,19,36).
Por otro lado el sobrecrecimiento de P. aeruginosa está asociado también a pacientes con
hospitalizaciones anteriores, ya que es un microorganismo frecuente en infecciones
intrahospitalarias, a formas más severas de bronquiectasias y al uso de antibióticos de
amplio espectro que no erradicaron a este microorganismo, llegando a ser un importante
colonizador y patógeno en bronquiectasias (6,47,48).
Otras bacterias aisladas fueron Pseudomonas sp., Klebsiella sp. y Streptococcus.
b-hemolítico. Estos gérmenes también son reportados por otros autores con porcentajes
variables (6,16,18,26,27). Esto se debería a que cada región tiene un patrón de
gérmenes característicos que sufre modificaciones en relación al uso de antimicrobianos
y al tipo de infección endógena o exógena que se produce en el paciente (36,37,49).
Streptococcus A-hemolítico y Staphylococcus coagulasa negativo fueron gérmenes menos
frecuentes, estas bacterias normalmente habitan como flora orofaríngea y también se
encuentran colonizando las vías aéreas distales en pacientes bronquiectásicos (17). En
ciertas circunstancias, estos microorganismos podrían causar enfermedad gracias a sus
factores de virulencia y a la alteración de los mecanismos locales de defensa que sufren
estos pacientes (37), por tanto, su rol en la exacerbación infecciosa podría
considerarse. Sin embargo, debido a la baja frecuencia encontrada en el presente estudio y
por no haber sido reportado en otras investigaciones (6,26,27), no es posible atribuir a
estos microorganismos, la etiología de la exacerbación infecciosa en bronquiectasias.
Entre los hongos oportunistas, Candida Albicans se identificó como el más frecuente
(Tabla 1) y siempre estuvo asociado con una o dos bacterias (Tabla 5). Aunque la
literatura no describe su rol en las bronquiectasias, este microorganismo ha emergido como
uno de los principales patógenos aislados en neumonías nosocomiales (50), surgiendo como
resultado de un aumento en la susceptibilidad del huésped y de la sobreinfección a causa
de la terapéutica empleada. Su hallazgo en el presente trabajo se explicaría porque en
estos pacientes se usan ampliamente corticoides orales e inhalados que predisponen a la
colonización, además del uso crónico de antibióticos lo que disminuye la flora
endógena del huésped y facilita la sobreinfección (36,50). Sin embargo, la presencia de
C. AIbicans en el tracto respiratorio de pacientes bronquiectásicos no está definido y
se requieren estudios con métodos que eviten Ia contaminación orofaríngea para tener la
seguridad de estos resultados, los cuales contrastan con lo reportado por Chávez (26)
quien lo aisló en el 11 % de los pacientes y no fue identificado en otros estudios
(6,16-18,27).
Aspergillus sp. fue el hongo que con menor frecuencia se identificó. Este microorganismo
es el agente etiológico de la ABPA que a su vez está asociada a bronquiectasias
centrales y requiere de métodos inmunológicos para su diagnóstico. Se cree que el
mecanismo desencadenante de las bronquiectasias en ABPA es la colonización del árbol
bronquial por las esporas del hongo lo cual produciría una reacción
alérgica-inflamatoria lesionando la pared bronquial (51,52). El hallazgo contrasta con lo
reportado por Chávez (27) quien lo aisló en el 25% de los pacientes.
En general, las diferencias de la etiología de la exacerbación infecciosa de las
bronquiectasias mostradas en este estudio, con relación a otras investigaciones, se
explicaría porqué los pacientes incluidos presentan características epidemiológicas
diferentes, así como distintos antecedentes patológicos (anexo 2). También
intervendrían otros factores tales como: el grado de compromiso pulmonar, los gérmenes
predominantes en una determinada área geográfica y las interrelaciones entre ellos, los
gérmenes colonizadores en dichos pacientes, el esquema de tratamiento utilizado
comúnmente, la resistencia antimicrobiana y las técnicas empleadas para la recolección
de la muestra (36-41).
Existen métodos invasivos confiables para la recolección de la muestra, sin embargo, en
este tipo de pacientes con deterioro de la función pulmonar, implica riesgos. Es así,
como a pesar de su discutida utilidad, el examen de esputo es el más usado, ya que si se
aisla un germen que no forma parte de la flora orofaríngea, su utilidad es innegable
(42-44).
Un aspecto importante en este sentido es el aislamiento de microorganismos asociados. Se
aislaron asociaciones de dos bacterias, de una bacteria más un hongo y de dos bacterias
más un hongo (Tablas 2,4), condición que estuvo presente en la tercera parte de los
pacientes aproximadamente. En otras investigaciones sobre el tema, se informa sobre la
asociación entre bacterias en menor porcentaje que en el presente trabajo (26,27) y no
documentan la asociación entre bacterias y hongos.
La asociación de microorganismos tiene implicancias terapéuticas, pues la elección de
un antimicrobiano que cubra ambos tipos de bacterias, debería considerarse en la quinta
parte de los pacientes y un tratamiento antimicótico en la tercera parte. Cuando exista
una asociación entre una bacteria patógena con otra potencialmente patógena, el
tratamiento estaría dirigido a la primera, pues tiene mayor probabilidad de ser la causa
de la infección, ya que en otros trabajos no se reportan aislamientos de microorganismos
potencialmente patógenos en la exacerbación de bronquiectasias (6,26,27).
En relación con la sensibilidad antimicrobiana, en el presente estudio se encontraron
bajos porcentajes de bacterias sensibles para la mayoría de antibióticos probados (Tabla
5,6,7). Este hallazgo se explicaría en parte por el uso crónico de antibióticos al que
están expuestos estos pacientes y se observó que los antimicrobianos con mayor
sensibilidad fueron aquellos que se prescribieron con menor frecuencia o no se usaron.
Actualmente la resistencia bacteriana ha llegado a ser un gran problema por su incremento
progresivo de los últimos años (53), lo cual depende de múltiples factores (54).
En los pacientes bronquiectásicos predomina la infección por gérmenes gramnegativos,
siendo P. Aeruginosa el patógeno con mayor agresividad debido a que produce formas más
severas de bronquiectasias con deterioro rápidamente progresivo de la función pulmonar
en relación con otros gérmenes y está asociada a una peor calidad de vida (39,40,55).
Por ello es importante detectarlo precozmente y brindar un tratamiento adecuado a los
pacientes que coloniza o infecta.
En el presente trabajo, P. Aeruginosa presentó mayor porcentaje de sensibilidad
Ciprofloxacino, seguido por Ceftazidima, Imipenem y Amikacina,
convirtiéndose en los antibióticos de elección. Para elegir un antibiótico, hay que
considerar su habilidad para penetrar en la mucosa y secreciones
bronquiales, siendo las quinolonas más potentes que los ß-Iactámicos, cefalosporinas y
aminoglucósidos. Sin embargo, se producen cepas multirresistentes por mecanismos de
hiperproducción de lactamasa cromosómica, ADN girasa alterada y
cambios de membrana que disminuyen la acumulación de la droga (48,56,57). Para disminuir
la velocidad de la emergencia de cepas resistentes, algunos clínicos han recomendado que
las quinolonas deben ser reservadas para el tratamiento de la
exacerbación aguda de la infección producida por P. Aeruginosa y no deben ser usadas
profilácticamente (22,58,59). Así pues, a pesar de la
efectividad y seguridad del Ciprofloxacino en el tratamiento a largo plazo de las
bronquiectasias, la emergencia de P. Aeruginosa resistente es de cuidado (3,4,24). Cuando
el
Ciprofloxacino no tiene actividad sobre este microorganismo en la
exacerbación aguda, suele ser necesario la administración
intravenosa de un aminoglucósido en combinación con una Cefalosporina de tercera
generación o imipenem (3,4,22). Por otro lado, p. Aeruginosa presentó al
tos porcentajes de resistencia a Ampicilina, Cefazolina, Cotrimoxazol y
Ceftriaxona, hallazgos que se deberían a la resistencia innata y adquirida que posee esta
bacteria a múltiples antimicrobianos (45,60). La diferencia de sensibilidad que presentó
para Amikacina y Gentamicina se debería a la codificación de la resistencia bacteriana
en diferentes genes y en la que pueden intervenir más de un gen con diferentes mecanismos
de acción (45,56). La sensibilidad antimicrobiana reportada para P. Aeruginosa en este
estudio, difiere con los resultados hallados por otros autores, encontrándose en algunos
casos mayor porcentaje de sensibilidad y en otros menor porcentaje para los distintos
antibióticos (27,61,62), sólo se encontró porcentajes semejantes para Imipenem (61) y
Ampicilina (27). Hay que considerar que las demás especies de Pseudomonas, fueron menos
sensibles a los antimicrobianos, dejando como alternativa de tratamiento a Ceftazidima y
Ciprofloxacino.
En relación con el género Klebsiella, la más frecuente fue K. pneumoniae que presentó
mayores porcentajes de sensibilidad para Ceftazidima, Ceftriaxona, Ciprofloxacino,
Amikacina e Imipenem, considerándose como los antibióticos de elección. También
presentó sensibilidad para Cotrimoxazol, esto suele suceder in vitro, sin embargo
estudios clínicos han demostrado que no es eficaz in vivo (63). La sensibilidad de K.
pneumoniae reportada en este estudio, difiere con lo documentado en otras investigaciones,
encontrándose en algunos casos mayor porcentaje de sensibilidad y en otros casos menor
porcentaje para los distintos antimicrobianos (61,62), solo se halló porcentajes
semejantes para Cefazolina (27,62). Para las demás especies de Klebsiella, los
porcentajes de sensibilidad fueron semejantes a los de K. Pneumoniae, asimismo,
Cítrobacter Freundiil presentó mayor porcentaje de sensibilidad para Ceftazidima e
imipenem; sin embargo, por el número reducido de bacterias aisladas, estos datos no
pueden ser concluyentes.
Considerando que S. Aureus fue el germen más frecuente y que presentó el mayor
porcentaje de sensibilidad para Vancomicina, este sería el fármaco de elección, no
obstante, la aparición de cepas resistentes en los últimos años sugieren reservarlo
para los casos necesarios y optar por otras alternativas igualmente efectivas (63,66),
como lo encontrado en este trabajo para Ciprofloxacino y Amoxicilina-ác.clavulánico,
considerando también que los Staphylococcus sp han presentado resistencia a
Ciprofloxacino semejante a P. aeruginosa (58,67). S. Aureus, en este trabajo presenta
altos porcentajes de resistencia para los antimicrobianos ß-lactámicos probados, esto se
debería a la acción de la ß-lactamasa codificada por plásmidos o inducible por el uso
de algún ß-lactámico (45). Al enfrentar este germen con Dicloxacilina se observó
resistencia, haciendo suponer la presencia de S. aureus meticilino resistentes (SAMR) y
sin embargo, al probarlos con vancomicina y Ciprofloxacino fueron sensibles. El hallazgo
de este tipo de S. Aureus explica también la resistencia múltiple de los B-lactámicos
probados por alteración de las proteínas fijadoras de penicilina (PBP 2') de afinidad
extra baja (45). La resistencia a la Eritromicina se debería a una disminución de la
permeabilidad celular hacia el antibiótico, a la alteración de los receptores en los
ribosomas y por alteración en el ARN de los ribosomas (45). SAMR presenta resistencia
innata a la Clindamicina y ésta a su vez presenta resistencia cruzada con eritromicina.
En este trabajo, los porcentajes de sensibilidad de S. Aureus contrastan con los
reportados por otros autores, encontrándose en algunos casos mayor porcentaje de
sensibilidad y en otros casos menor porcentaje para los distintos antibióticos (61, 62),
sólo se halló un porcentaje semejante para Dicloxacilina y Vancomicina (62).
En el presente trabajo, Streptococcus A-hemolítico tuvo mayor porcentaje de sensibilidad
para Amoxicilina-ác clavulánico, concluyendo que estos antimicrobianos serían de
elección para su tratamiento. Además Streptococcus B-hemolítico y estafilococo
coagulasa negativo presentaron sensibilidades variables, de acuerdo a la literatura (45),
sin embargo, estas bacterias se aislaron en un número reducido, por lo tanto no es
posible concluir con estos datos.
Las bacterias gramnegativas presentaron mayores porcentajes de sensibilidad para
Ciprofloxacino, Ceftazidima, Imipenem y Amikacina (Tabla 7), sugiriendo que estos
antimicrobianos serían de elección en este grupo de bacterias, asimismo, estos gérmenes
presentaron mayor porcentaje de resistencia a Ampicilina, Cotrimoxazol y Cefazolina, lo
cual indicaría que estos fármacos no deberían prescribirse cuando se sospeche de
infección por bacterias gramnegativas.
Las bacterias grampositivas aisladas en este trabajo presentaron mayor porcentaje de
sensibilidad a Vancomicina, Ciprofloxacino y Amoxilina-ác. clavulánico (Tabla 8),
antibióticos que se considerarían de elección. Además, estos gérmenes presentaron
mayores porcentajes de resistencia a Penicilina, Amoxicilina, Cotrimoxazol y Clindamicina,
los cuales no deberían ser indicados cuando se sospecha de infección por estos
microorganismos.
No todos los antimicrobianos con mayor porcentaje de sensibilidad anteriormente
mencionados forman parte del petitorio farmacológico del Hospital de Chocope, tal es el
caso de Vancomicina, Amoxicilina-ác clavulánico e Imipenem. Los cuales deberían ser
incluidos dentro de su petitorio farmacológico para mejorar el tratamiento antibiótico
en los pacientes con bronquiectasias de dicho nosocomio, ya que de esto depende la
progresión de la enfermedad y de la calidad de vida (19,39,40,58). Además, los
antimicrobianos que presentaron mayor porcentaje de resistencia no deberían ser indicados
en estos pacientes, ya que aumenta el fracaso terapéutico, la resistencia antimicrobiana,
la estancia hospitalaria y los costos.
Los resultados in vitro no siempre reflejan la realidad in vivo. Esto sugiere que la
ventaja puede estar no sólo en la erradicación del microorganismo sino también en la
disminución de la carga bacteriana (19). Por tanto, la elección del tratamiento no sólo
estaría gobernado por la identificación del patógeno y su sensibilidad antimicrobiana
(3,4,13,19,22), sino también por la concentración efectiva del antibiótico en el tejido
pulmonar y se ha sugerido que dosis mayores son necesarias para obtener adecuadas
concentraciones en el esputo (45). O bien, la administración de antibióticos nebulizados
por la que consigue una concentración suficiente del medicamento en el mismo lugar de la
infección (1,4,13,21,23). En relación a lo expuesto, sería ideal consignar al fármaco
de acuerdo a su sensibilidad antimicrobiana y su acción efectiva en el tejido o líquido
biológico a enfrentar, lo que redundaría en su mayor eficacia.
El presente estudio de
carácter descriptivo, prospectivo y de corte transversal se realizó en el Servicio de
Medicina del Hospital II ESSALUD Chocope, entre abril y julio del 2000. La finalidad del
trabajo fue determinar los patógenos más frecuentes en pacientes con exacerbación
infecciosa de bronquiectasias y su sensibilidad in vitro frente a Penicilina, Amoxicilina,
Ampicilina, Dicloxacilina, Amoxicilina-ác clavulánico, Imipenem, Cefazolina,
Ceftriaxona, Ceftazidima, Eritromicina, Clindamicina, Vancomicina, Gentamicina, Amikacina,
Ciprofloxacino y Cotrimoxazol. Se seleccionaron a 32 pacientes que cumplieron con los
criterios clínicos y radiológicos de bronquiectasias, cuya exacerbación infecciosa se
produjo ambulatoriamente. Sus edades fluctuaron entre 35 y 83 años, con un promedio de
edad de 64 años, correspondiendo el 46,9% al sexo femenino y el 53,1 % al sexo masculino.
Entre los microorganismos aislados predominaron las bacterias gramnegativas con el 47,0%
seguido por las bacterias grampositivas con el 32,7% y finalmente por los hongos
oportunistas con el 20,3%. El germen más frecuentemente aislado fue Staphylococcus Aureus
con el 18,3% seguido por Candida Albicans con el 16,3%, Pseudomonas Aeruginosa y
Klebsiella Pneumoniae con el 14,3% cada uno, Pseudomonas sp. y Streptococcus A-hemolítico
con el 8,3% cada uno, Klebsiella sp. con el 6,1 %, Streptococcus B-hemolítico con el 4,1
% y otros con el 2% cada uno.
Las bacterias gramnegativas fueron sensibles a Ciprofloxacino, Ceftazidima e Imipenem, y
resistentes a Ampicilina, cotrimoxazol y cefazolina, mientras que las bacterias
grampositivas fueron sensibles a Vancimicina, Ciprofloxacino y Amoxicilina-ác.
clavulánico, y resistentes a Amoxicilina, Penicilina, Cotrimoxazol y Clindamicina.
En este trabajo se concluye lo siguiente:
Las bacterias gramnegativas como grupo, fueron los patógenos más frecuentes en la
exacerbación infecciosa de bronquiectasias y como cepa individual, Staphylococcus Aureus.
Las bacterias gramnegativas presentaron mayor sensibilidad a Ciprofloxacino, Ceftazidima,
Amikacina e Imipenem, constituyéndose en fármacos de elección, y presentaron alta
resistencia a Ampicilina Cotrimoxazol y Cefazolina.
Las bacterias grampositivas presentaron mayor sensibilidad a Vancomicina, Ciprofloxacina y
amoxicilina-ác. clavulánico y presentaron alta resistencia a Penicilina, Amoxicilina,
Cotrimoxazol y Clindamicina.
Bibliografía
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