Enfermedades del Tórax   2002; 45 : 14-22

 

BRONQUIECTASIAS: PATÓGENOS MÁS FRECUENTES Y SU
SENSIBILIDAD IN VITRO A ANTIMICROBIANOS
INTRODUCCIÓN

Autora: Dra Jessy del Pilar Sánchez Pesantes
Coautores: Dr Carlos Iván Ruíz Cruzado, Dr. Jorge Arturo Rodríguez Reyna, Dr. José Elías Cabrejo Paredes, Dr. Elcira Tandaypán Anticona, Obst. Bettina Janet Sánchez Pesantes, Dra. Luz Milagros Jara Pereda, Dr. Carlos García Zavaleta, Mgblgo. Steve Tony Hurtado Escamilo, Dra. Lourdes Armas Fava, Mblga. María Ayala Ravelo

 

. INTRODUCCIÓN
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MATERIAL Y MÉTODO
.
RESULTADOS
.
DISCUSIÓN
.
RESUMEN Y CONCLUSIONES

 

Las bronquiectasias se definen como dilatación anormales y permanentes de los bronquios de mediano calibre, debido a la destrucción de los componentes estructurales de la pared bronquial, y usualmente está asociada a infección crónica (1 - 4). Laenec 1819, las describió por primera vez, constituyendo una patología bastante frecuente especialmente antes de la era de los antibiótico (4,5). En la actualidad, es un problema menor en países desarrollados a diferencias de los países en vías de desarrollo (6-8).

Las bronquiectasias deben considerarse como una unidad anatomopatológica con diferentes mecanismos etiopatogénicos y relacionadas a distintas enfermedades, las que modifican o destruyen las estructuras de soporte a la pared bronquial, produciéndose infecciones bacterianas persistentes (9-12).

El desarrollo y la progresión de las bronquiectasias se centra en la inflamación que sigue a la colonización bacteriana, "teoría flogística".

Independientemente del proceso desencadenante, se establecería un " círculo vicioso " de colonización-inflamación-lesión tisular, en el cual existiría una infección persistente (4,13).
La severidad y características clínicas de las bronquiectasias, ampliamente descritas en la literatura, varían de paciente en paciente, dependiendo del tiempo y extensión de la enfermedad y de la infección crónica (4,13,14).

El diagnóstico definitivo de la bronquiectasia es a través de la tomografía computada de alta resolución (HRCT) (10,13), sin embargo, la radiografía simple de pulmones asociada a la sospecha clínica nos permite alcanzar una sensibilidad del 87,8% y una especificidad del 74,4% (15,16).

La progresión de las bronquiectasias depende de la persistencia de la infección bacteriana y aunque ésta es difícil de erradicar, debe reducirse su carga. Siendo los antibióticos la base del tratamiento, estos deben dirigirse a los gérmenes específicos (1,9,10,17,-21). Así, se hace importante tener un medio de ayuda para identificar a dichos gérmenes, convirtiéndose el cultivo de esputo en uno de los más seguros para este tipo de pacientes, proporcionando además el antibiograma respectivo, como guía para el tratamiento (6,9).

Los estudios realizados hasta el momento, revelan una variedad de gérmenes etiológicos desde los que constituyen la flora mixta orofaríngea (9,22), hasta aquellos patógenos reconocidos como son: Pseudomonas aeruginosa, Haemophylus influenzae, Klebsíella pneumoniae y Staphylococcus aureus; otros menos comunes son anaerobios, micobacterias atípicas y Aspergillus sp. (16,22-27).

En el ámbito local no existe trabajos que documenten la etiología de la exacerbación infecciosa de las bronquiectasias, a esar de ser una causa importante de morbimortalidad en mayores de 60 años (28) por tal motivo, se consideró importante conocer los patógenos más frecuentes en pacientes con dicha entidad en el Hospital II ESSALUD Chocope y su sensibilidad "in vitro" a antimicrobianos, para contribuir de esta manera al uso racional de antibióticos y disminuir el fracaso terapéutico, la resistencia bacteriana, la estancia hospitalaria y los costos.

El presente estudio de tipo descriptivo, prospectivo y de corte transversal se desarrolló para determinar cuáles son los patógenos más frecuentes en pacientes con exacerbación infecciosa de bronquiectasias y su sensibilidad "in vitro" a antimicrobianos, en el departamento de Medicina del Hospital II ESSALUD Chocope, distrito de Chocope, Provincia de Ascope, durante los meses de abril a agosto del 2000.

1. Universo:

El universo estuvo conformado por todos los pacientes adultos con diagnóstico clínico y radiológico de bronquiectasias cuya infección fue adquirida ambulatoriamente y que cumplieron los siguientes criterios de inclusión y exclusión

1.1.CRITERIOS DE INCLUSIÓN:

- Pacientes adultos de ambos sexos quienes tuvieron previamente diagnóstico clínico y radiológico de bronquiectasias, y se encontraron en sus fases infectadas en el momento de la captación de la información.

1.2. CRITERIOS DE EXCLUSIÓN:

- Pacientes con infección respiratoria aguda debida a otras causas.

- Pacientes con dificultad para obtener la muestra de esputo, ejm. trastorno de conciencia, distrofias musculares, enfermedades vasculoencefálicas, etc.

- Pacientes con hemoptisis franca.

- Pacientes con tratamiento antibiótico hasta un mes previo a la toma de muestra.

- Pacientes con radiografía de pulmones normal o con aumento de la trama solamente.

- Pacientes con diagnóstico de infección respiratoria intrahospitalaria.

2. Muetra

Los pacientes que conformaron la muestra fueron 32:15 del sexo femenino y 17 de sexo masculino. La edad varió entre 35 y 83 años, con un promedio de 64 años. Estos pacientes tuvieron otros antecedentes patológicos como tuberculosis pulmonar, asma bronquial, bronquitis crónica, etc.

3. Procedimiento:

Los pacientes fueron seleccionados considerando el orden de llegada hasta completar el tamaño de muestra requerido. Se seleccionaron 24 pacientes con manejo ambulatorio y 8 pacientes con manejo hospitalario.

La captación de los pacientes se realizó en el momento de su atención por consultorios externos o en el momento de su hospitalización. Se realizó una historia clínica que confirmó el diagnóstico clínico previo de bronquiectasias y el diagnóstico de exacerbación infecciosa de bronquiectasias que fue el motivo de consulta. El diagnóstico radiológico se confirmó haciéndose una nueva revisión de las radiografías con el médico neumólogo del hospital, considerando los criterios de Gudbjerg (15).

Las muestras de esputo se tomaron previo al inicio de tratamiento antibiótico con las recomendaciones establecidas en la literatura (30) y fueron procesadas en el laboratorio del hospital dentro de las 2 horas de su recolección. Se realizó examen microscópico directo con tinción Gram con el cual se determinó la calidad de la muestra según los criterios de Murray y Washington, que consideran muestras de importancia clínica a aquellas que contengan más de 25 PMN y menos de 10 células epiteliales por campo (30), y se hizo también una identificación preliminar de los gérmenes presentes.

Se utilizaron los medios de cultivo: agar sangre, agar MacConkey, caldo tioglicolato y agar Sazbouraud. Se realizaron las siguientes pruebas bioquímicas: prueba de optoquinasa para estreptococos, coagulasa y catalasa para estafilococos. Para la identificación de enterobacterias se realizó la bioquímica presuntiva con los siguientes medios: agar triple azúcar-hierro (TSI), agar lisina-hierro (LIA), sulfuro-indol-motilidad (SIM) y agar citrato de Simmons. Los resultados se interpretaron según la tabla de diferenciación de enterobacterias por tesis bioquímicos del anual Merk (31). Para la identificación de Candida Albicans se realizó la prueba de tubos germinales en suero humano colocado a 37ºC por 2 horas.

Los cultivos se incubaron a 37ºC por 24 horas en condiciones aerobias y con una atmósfera de 5-10% de CO 2 que se obtuvo por el método de la vela. Se cultivaron colonias de S. aureus y muestras de esputo para la búsqueda de H. Influenzae, para obtener desarrollo de colonias satélites (30).

La interpretación de los cultivos se realizó evaluando las características de crecimiento de las colonias y las reacciones en los medios de agar sangre, MacConkey, caldo tioglicolato, TSI, LIA, SIM, etc.

La prueba de sensibilidad a los antibióticos se realizó por el método de difusión en disco de Kirby - Bauer y cols (32,33). Se utilizó el medio de agar Möeller Hinton donde se inoculó el germen en estudio y se enfrentó con los discos de sensibilidad marca DIFCO de los antibióticos seleccionados según el tipo de germen, según la literatura revisada (30) y según el esquema de tratamiento utilizado en el Hospital de Chocope:

Para bacterias gramnegativas: amikacina, gentamicina, ampicilina, cotrimoxazol, ciprofloxacino, cefazolina, ceftriaxona, ceftazidima, imipenem.

Para bacterias grampositivas: clindamicina, amoxicilina, amoxicilina-ác clavulánico, eritromicina, dicloxacilina, penicilina, cotrimoxazol, vancomicina, ciprofloxacina y ceftriaxona.
La interpretación de los resultados se realizó de acuerdo a las normas interpretativas provistas por el Comité Nacional para la Normatización de los Laboratorios Clínicos (NCCLS). Se manejaron los criterios de sensible, intermedio y resistente (30).

4. Análisis e Interpretación de la Información.

Los patógenos aislados se expresan en frecuencias determinándose los gérmenes más comunes y se presentan en tablas simples y en gráficos.

La sensibilidad antimicrobiana se expresa en porcentajes para cada antibiótico y se presenta en tablas de doble entrada.

Toda la información se procesó utilizando el paquete estadístico SPSS versión 7.5 para PC.

En la Tabla 1 y Gráfico 1, se presenta el total de microorganismos patógenos aislados. Las bacterias gramnegativas conforman el grupo más frecuente con 23 (47%) gérmenes, seguidos por las bacterias grampositivas con 16 (32,7%) gérmenes y finalmente por los hongos oportunistas con 10 (20,3%) aislamientos. Staphylococus aureus, es el patógeno más frecuente de los microorganismos aislados con 9 (18,3%) gérmenes. Dentro de las bacterias gramnegativas, Pseudomona aeruginosa junto a Klebsiella pneumoniae, ocupan el primer lugar de frecuencia con 7 (14,3%) gérmenes cada una. Las bacterias potencialmente patógenas son poco frecuentes, como 4 (8,3%) gérmenes para Streptococcus A-hemolítico y un (2,0%) germen para Staphylococcus coagulasa negativo. En el grupo de hongos, Candida Albicans es el más frecuente, con 8 (16,3%) aislamientos y los menos frecuentes son Aspergillus Fumigatus y Aspergillus Terreuscon 1 (2,0%) aislamiento cada uno.

En la tabla 2 se presenta el tipo de aislamiento único y múltiple de los patógenos aislados en 32 pacientes. El aislamiento único fue el más frecuente en 19 (40,3%) pacientes.

Tabla 2: Aislamiento únicos y múltiples de microorganismos patógenos en pacientes con exacerbación infecciosa de Branquiectasias. Hospital III EsSalud Chocope. Abril - Julio del 2000

Microorganismos aislados PACIENTES
%
Microorganismos únicos 19 59,7
Microorganismos múltiples 13 40,3
Sólo bacterias 3 9,3
Bacterias y hongos 10 31,0
TOTAL 32 100

En la tabla 3 se presenta el asilamiento único de patógenos, el cual está conformado por sólo bacterias. Las más frecuentes fueron las bacterias gramnegativas aislándose en 10 (31,5%) pacientes y en este grupo, Pseudomona aeruginosa fue la más frecuente, aislándose en 4 (12,7%) pacientes. Las bacterias grampositivas se aislaron en 9 (28,2%) pacientes y S. aureus fue el patógeno más frecuente aislándose en 6 (18,8%) pacientes.

Tabla 3: Aislamientos únicos de Microorganismos Patógenos en pacientes con exacerbación infecciosa de Branquiectasias. Hospital II EsSalud Chocope. Abril- Julio del 2000

Microorganismos aislados PACIENTES
%
Bacterias Gramnegativas 10 31,5
Pseudomonas aeruginosa 04 12,7
Klebsiella pneumonide 01 3,1
Klebsielle sp. 02 6,3
Pseudomonas sp. 02 6,3
Citrobacter freundii 01 3,1
Bacterias Grampoitivas 09 28,2
Staphylococcus -hemolítico 06 18,8
* Staphylococcus coagulosa negativo 02 6,3
* Bacterias potencialmente patógenas 01 3,1

En la tabla 4 se presenta el aislamiento múltiple de patógenos. La asociación de bacterias y hongos fue la más frecuente, aislándose en 10 (31 %) pacientes y predominó la asociación de Klebsiella Pneumoniae y Candida Albicans en 3 (9,3%) pacientes. En todos los casos de aislamiento múltiple se aisló una bacteria gramnegativa.

Tabla 4: Aislamientos Múltiples de Microorganismos Patógenos en pacientes con exacerbación infecciosa de Bronquictasias
Hospital II EsSalud  Chocope Abril-Julio del 2000

Microorganismos aisladoa PACIENTES
%
Solo Bacterias 10 31,5
K. pneumoniae + Streptococcus B- hemolítico 04 12,7
P. aeruginosa + Streptococcus B-hemolítico 01 3,1
  02 6,3
  02 6,3
  01 3,1
Bacterias Grampositivas 09 28,2
Staphylococcus aureus 06 18,8
* Streptococcus a -hemolítico 02 6,3
* Staphylococcus caogulosa negativo 01 3,1
* Bacterias potencialmente patógenos

En la tabla 5 se presenta la sensibilidad a antimicrobianos de las diferentes bacterias gramnegativas aisladas.

Pseudomona Aeruginosa fue 100% sensible a Ciprofloxacino y 85,7% a ceftazidina y fue 100% resistente a Ampicilina, Cefazolina y Cotrimoxazol . Pseudomonas sp, fue 75% sensible a Ceftazidima, Ciprofloxacino y fue 100% resistente a Cotrimoxazol, Cefazolina y Ampicilina. Klebsiella Pneumoniae fue 100% sensible a Ciprofloxacino y 85,7% a Ceftazidima, Ceftriaxona e lmipenen y fue 100% resistente a Ampicilina. Klebsiella sp fue 100% sensible a Ceftazidima y Amikacina y fue 100% resistente a Ampicilina.

En la tabla 6 se presenta la sensibilidad antimicrobiana de las diferentes bacterias grampositivas aisladas. S. Aureus fue 100% sensible a vancomicina Streptococcus ß-hemolítico fue 100% sensible a ceftriaxona y fue 100% resistente a Cotrimoxazol. Streptococcus a-hemolítico fue 75% sensible a Vancomicina y Amoxicilina-ác. clavulánico y fue 75% resistente a Amoxicilina y Cotrimoxazol.

En la tabla 7 se presenta el consolidado de la sensibilidad a antimicrobianos de las bacterias gramnegativas que fueron 87% sensibles a Ciprofloxacino y Ceftazidima, 61 % a lmipenem; fue 100% resistente a Ampicilina, 74% a Cotrimoxazol y 65% a Cefazolina.

En la tabla 8 se presenta la consolidación de la sensibilidad a antimicrobianos de las bacterias grampositivas que fueron 93,7% sensibles a Vancomicina, 68,8% a Ciprofloxacina y a Amoxicilina-ac clavulánico, y fueron 68,8% resistentes a Penicilina y Amoxicilina, y 62,6% a Cotrimoxazol y Clindamicina.

El presente trabajo diseñado para determinar la frecuencia de patógenos y sus sensibilidad in vitro a antimicrobianos en pacientes bronquiectásicos, con exacerbación infecciosa, se realizó en el Servicio de Medicina del Hospital II ESSALUD Chocope entre los meses de abril a julio del 2000.

La etiología de la exacerbación infecciosa de las bronquiectasias hallada en este trabajo presenta un amplio espectro, en el cual predominan las bacterias gramnegativas como grupo, seguido de las bacterias grampositivas y finalmente los hongos (gráfico 1). Sin embargo, como cepa individual, Staphylococcus Aureus fue el microorganismo más frecuente y se considera como uno de los principales patógenos en la exacerbación infecciosa de bronquiectasias (45). Su predominio en este estudio se debería a varias causas; entre ellas, la alteración de los mecanismos locales de defensa (2, 7, 16), la depresión inmunológica del huésped, ya que la infección depende más del estado inmune de éste que de la virulencia del propio germen; al aumento de la colonización del microorganismo en la población y de la alta frecuencia tanto de infecciones estafilocócicas, como de los portadores. Además por el prolongado uso de antibióticos al que están sometidos estos pacientes, se altera la flora orofaríngea y proporciona el estado apropiado para su mayor proliferación (36,37) . Un estudio demostró que los pacientes bronquiectásicos crónicamente infectados con S. Aureus tiene una significativa asociación con variantes atípicas de fibrosis quística y aspergilosis broncopulmonar alérgica (ABPA) hecho que debe ser motivo de una evaluación cuidadosa para excluir dichas entidades, en estos pacientes (46). Los hallazgos anteriormente mencionados concuerdan con lo referido por Al-Mobeireek et al (6), Chávez (26) y Ponce de León (27) quienes reportaron a los bacilos gramnegativos como microorganismos predominantes y difieren en relación con S. aureus, quienes lo consideran un microorganismo poco frecuente, aislándolo entre el 3,0 y el 15,4% de los pacientes (6,16-18, 26,27). Entre los microorganismos gramnegativos, encontramos en el presente estudio a P. aeruginosa y K. Pneumoniae como los más frecuentes (tabla 1). Estos resultados concuerdan con lo referido en la literatura, donde también se hallaron a estos gérmenes como los más frecuentes (6,26,27). La presencia de ellos se debería al uso crónico de antibióticos, lo cual produce el reemplazo de la flora orofaríngea por bacilos entéricos gramnegativos o Pseudomonas, los que producirían la infección en pacientes bronquiectásicos (17,19,36).

Por otro lado el sobrecrecimiento de P. aeruginosa está asociado también a pacientes con hospitalizaciones anteriores, ya que es un microorganismo frecuente en infecciones intrahospitalarias, a formas más severas de bronquiectasias y al uso de antibióticos de amplio espectro que no erradicaron a este microorganismo, llegando a ser un importante colonizador y patógeno en bronquiectasias (6,47,48).

Otras bacterias aisladas fueron Pseudomonas sp., Klebsiella sp. y Streptococcus. b-hemolítico. Estos gérmenes también son reportados por otros autores con porcentajes variables (6,16,18,26,27). Esto se debería a que cada región tiene un patrón de gérmenes característicos que sufre modificaciones en relación al uso de antimicrobianos y al tipo de infección endógena o exógena que se produce en el paciente (36,37,49).

Streptococcus A-hemolítico y Staphylococcus coagulasa negativo fueron gérmenes menos frecuentes, estas bacterias normalmente habitan como flora orofaríngea y también se encuentran colonizando las vías aéreas distales en pacientes bronquiectásicos (17). En ciertas circunstancias, estos microorganismos podrían causar enfermedad gracias a sus factores de virulencia y a la alteración de los mecanismos locales de defensa que sufren estos pacientes (37), por tanto, su rol en la exacerbación infecciosa podría considerarse. Sin embargo, debido a la baja frecuencia encontrada en el presente estudio y por no haber sido reportado en otras investigaciones (6,26,27), no es posible atribuir a estos microorganismos, la etiología de la exacerbación infecciosa en bronquiectasias.

Entre los hongos oportunistas, Candida Albicans se identificó como el más frecuente (Tabla 1) y siempre estuvo asociado con una o dos bacterias (Tabla 5). Aunque la literatura no describe su rol en las bronquiectasias, este microorganismo ha emergido como uno de los principales patógenos aislados en neumonías nosocomiales (50), surgiendo como resultado de un aumento en la susceptibilidad del huésped y de la sobreinfección a causa de la terapéutica empleada. Su hallazgo en el presente trabajo se explicaría porque en estos pacientes se usan ampliamente corticoides orales e inhalados que predisponen a la colonización, además del uso crónico de antibióticos lo que disminuye la flora endógena del huésped y facilita la sobreinfección (36,50). Sin embargo, la presencia de C. AIbicans en el tracto respiratorio de pacientes bronquiectásicos no está definido y se requieren estudios con métodos que eviten Ia contaminación orofaríngea para tener la seguridad de estos resultados, los cuales contrastan con lo reportado por Chávez (26) quien lo aisló en el 11 % de los pacientes y no fue identificado en otros estudios (6,16-18,27).

Aspergillus sp. fue el hongo que con menor frecuencia se identificó. Este microorganismo es el agente etiológico de la ABPA que a su vez está asociada a bronquiectasias centrales y requiere de métodos inmunológicos para su diagnóstico. Se cree que el mecanismo desencadenante de las bronquiectasias en ABPA es la colonización del árbol bronquial por las esporas del hongo lo cual produciría una reacción alérgica-inflamatoria lesionando la pared bronquial (51,52). El hallazgo contrasta con lo reportado por Chávez (27) quien lo aisló en el 25% de los pacientes.

En general, las diferencias de la etiología de la exacerbación infecciosa de las bronquiectasias mostradas en este estudio, con relación a otras investigaciones, se explicaría porqué los pacientes incluidos presentan características epidemiológicas diferentes, así como distintos antecedentes patológicos (anexo 2). También intervendrían otros factores tales como: el grado de compromiso pulmonar, los gérmenes predominantes en una determinada área geográfica y las interrelaciones entre ellos, los gérmenes colonizadores en dichos pacientes, el esquema de tratamiento utilizado comúnmente, la resistencia antimicrobiana y las técnicas empleadas para la recolección de la muestra (36-41).

Existen métodos invasivos confiables para la recolección de la muestra, sin embargo, en este tipo de pacientes con deterioro de la función pulmonar, implica riesgos. Es así, como a pesar de su discutida utilidad, el examen de esputo es el más usado, ya que si se aisla un germen que no forma parte de la flora orofaríngea, su utilidad es innegable (42-44).

Un aspecto importante en este sentido es el aislamiento de microorganismos asociados. Se aislaron asociaciones de dos bacterias, de una bacteria más un hongo y de dos bacterias más un hongo (Tablas 2,4), condición que estuvo presente en la tercera parte de los pacientes aproximadamente. En otras investigaciones sobre el tema, se informa sobre la asociación entre bacterias en menor porcentaje que en el presente trabajo (26,27) y no documentan la asociación entre bacterias y hongos.

La asociación de microorganismos tiene implicancias terapéuticas, pues la elección de un antimicrobiano que cubra ambos tipos de bacterias, debería considerarse en la quinta parte de los pacientes y un tratamiento antimicótico en la tercera parte. Cuando exista una asociación entre una bacteria patógena con otra potencialmente patógena, el tratamiento estaría dirigido a la primera, pues tiene mayor probabilidad de ser la causa de la infección, ya que en otros trabajos no se reportan aislamientos de microorganismos potencialmente patógenos en la exacerbación de bronquiectasias (6,26,27).

En relación con la sensibilidad antimicrobiana, en el presente estudio se encontraron bajos porcentajes de bacterias sensibles para la mayoría de antibióticos probados (Tabla 5,6,7). Este hallazgo se explicaría en parte por el uso crónico de antibióticos al que están expuestos estos pacientes y se observó que los antimicrobianos con mayor sensibilidad fueron aquellos que se prescribieron con menor frecuencia o no se usaron. Actualmente la resistencia bacteriana ha llegado a ser un gran problema por su incremento progresivo de los últimos años (53), lo cual depende de múltiples factores (54).

En los pacientes bronquiectásicos predomina la infección por gérmenes gramnegativos, siendo P. Aeruginosa el patógeno con mayor agresividad debido a que produce formas más severas de bronquiectasias con deterioro rápidamente progresivo de la función pulmonar en relación con otros gérmenes y está asociada a una peor calidad de vida (39,40,55). Por ello es importante detectarlo precozmente y brindar un tratamiento adecuado a los pacientes que coloniza o infecta.

En el presente trabajo, P. Aeruginosa presentó mayor porcentaje de sensibilidad Ciprofloxacino, seguido por Ceftazidima, Imipenem y     Amikacina, convirtiéndose en los antibióticos de elección. Para elegir un antibiótico, hay que considerar su habilidad para penetrar     en la mucosa y secreciones bronquiales, siendo las quinolonas más potentes que los ß-Iactámicos, cefalosporinas y aminoglucósidos. Sin embargo, se producen cepas multirresistentes por mecanismos de hiperproducción de lactamasa     cromosómica, ADN girasa alterada y cambios de membrana que disminuyen la acumulación de la droga (48,56,57). Para disminuir la velocidad de la emergencia de cepas resistentes, algunos clínicos han recomendado que las     quinolonas deben ser reservadas para el tratamiento de la exacerbación aguda de la infección producida por P. Aeruginosa y no deben ser usadas profilácticamente (22,58,59). Así pues, a pesar de la      efectividad y seguridad del Ciprofloxacino en el tratamiento a largo plazo de las bronquiectasias, la emergencia de P. Aeruginosa resistente es de cuidado (3,4,24). Cuando el
Ciprofloxacino no tiene actividad     sobre este microorganismo en la exacerbación aguda, suele ser necesario la     administración intravenosa de un aminoglucósido en combinación con una Cefalosporina de tercera generación o imipenem (3,4,22). Por otro lado, p. Aeruginosa presentó al     tos porcentajes de resistencia a Ampicilina, Cefazolina, Cotrimoxazol y Ceftriaxona, hallazgos que se deberían a la resistencia innata y adquirida que posee esta bacteria a múltiples antimicrobianos (45,60). La diferencia de sensibilidad que presentó para Amikacina y Gentamicina se debería a la codificación de la resistencia bacteriana en diferentes genes y en la que pueden intervenir más de un gen con diferentes mecanismos de acción (45,56). La sensibilidad antimicrobiana reportada para P. Aeruginosa en este estudio, difiere con los resultados hallados por otros autores, encontrándose en algunos casos mayor porcentaje de sensibilidad y en otros menor porcentaje para los distintos antibióticos (27,61,62), sólo se encontró porcentajes semejantes para Imipenem (61) y Ampicilina (27). Hay que considerar que las demás especies de Pseudomonas, fueron menos sensibles a los antimicrobianos, dejando como alternativa de tratamiento a Ceftazidima y Ciprofloxacino.

En relación con el género Klebsiella, la más frecuente fue K. pneumoniae que presentó mayores porcentajes de sensibilidad para Ceftazidima, Ceftriaxona, Ciprofloxacino, Amikacina e Imipenem, considerándose como los antibióticos de elección. También presentó sensibilidad para Cotrimoxazol, esto suele suceder in vitro, sin embargo estudios clínicos han demostrado que no es eficaz in vivo (63). La sensibilidad de K. pneumoniae reportada en este estudio, difiere con lo documentado en otras investigaciones, encontrándose en algunos casos mayor porcentaje de sensibilidad y en otros casos menor porcentaje para los distintos antimicrobianos (61,62), solo se halló porcentajes semejantes para Cefazolina (27,62). Para las demás especies de Klebsiella, los porcentajes de sensibilidad fueron semejantes a los de K. Pneumoniae, asimismo, Cítrobacter Freundiil presentó mayor porcentaje de sensibilidad para Ceftazidima e imipenem; sin embargo, por el número reducido de bacterias aisladas, estos datos no pueden ser concluyentes.

Considerando que S. Aureus fue el germen más frecuente y que presentó el mayor porcentaje de sensibilidad para Vancomicina, este sería el fármaco de elección, no obstante, la aparición de cepas resistentes en los últimos años sugieren reservarlo para los casos necesarios y optar por otras alternativas igualmente efectivas (63,66), como lo encontrado en este trabajo para Ciprofloxacino y Amoxicilina-ác.clavulánico, considerando también que los Staphylococcus sp han presentado resistencia a Ciprofloxacino semejante a P. aeruginosa (58,67). S. Aureus, en este trabajo presenta altos porcentajes de resistencia para los antimicrobianos ß-lactámicos probados, esto se debería a la acción de la ß-lactamasa codificada por plásmidos o inducible por el uso de algún ß-lactámico (45). Al enfrentar este germen con Dicloxacilina se observó resistencia, haciendo suponer la presencia de S. aureus meticilino resistentes (SAMR) y sin embargo, al probarlos con vancomicina y Ciprofloxacino fueron sensibles. El hallazgo de este tipo de S. Aureus explica también la resistencia múltiple de los B-lactámicos probados por alteración de las proteínas fijadoras de penicilina (PBP 2') de afinidad extra baja (45). La resistencia a la Eritromicina se debería a una disminución de la permeabilidad celular hacia el antibiótico, a la alteración de los receptores en los ribosomas y por alteración en el ARN de los ribosomas (45). SAMR presenta resistencia innata a la Clindamicina y ésta a su vez presenta resistencia cruzada con eritromicina. En este trabajo, los porcentajes de sensibilidad de S. Aureus contrastan con los reportados por otros autores, encontrándose en algunos casos mayor porcentaje de sensibilidad y en otros casos menor porcentaje para los distintos antibióticos (61, 62), sólo se halló un porcentaje semejante para Dicloxacilina y Vancomicina (62).

En el presente trabajo, Streptococcus A-hemolítico tuvo mayor porcentaje de sensibilidad para Amoxicilina-ác clavulánico, concluyendo que estos antimicrobianos serían de elección para su tratamiento. Además Streptococcus B-hemolítico y estafilococo coagulasa negativo presentaron sensibilidades variables, de acuerdo a la literatura (45), sin embargo, estas bacterias se aislaron en un número reducido, por lo tanto no es posible concluir con estos datos.

Las bacterias gramnegativas presentaron mayores porcentajes de sensibilidad para Ciprofloxacino, Ceftazidima, Imipenem y Amikacina (Tabla 7), sugiriendo que estos antimicrobianos serían de elección en este grupo de bacterias, asimismo, estos gérmenes presentaron mayor porcentaje de resistencia a Ampicilina, Cotrimoxazol y Cefazolina, lo cual indicaría que estos fármacos no deberían prescribirse cuando se sospeche de infección por bacterias gramnegativas.

Las bacterias grampositivas aisladas en este trabajo presentaron mayor porcentaje de sensibilidad a Vancomicina, Ciprofloxacino y Amoxilina-ác. clavulánico (Tabla 8), antibióticos que se considerarían de elección. Además, estos gérmenes presentaron mayores porcentajes de resistencia a Penicilina, Amoxicilina, Cotrimoxazol y Clindamicina, los cuales no deberían ser indicados cuando se sospecha de infección por estos microorganismos.

No todos los antimicrobianos con mayor porcentaje de sensibilidad anteriormente mencionados forman parte del petitorio farmacológico del Hospital de Chocope, tal es el caso de Vancomicina, Amoxicilina-ác clavulánico e Imipenem. Los cuales deberían ser incluidos dentro de su petitorio farmacológico para mejorar el tratamiento antibiótico en los pacientes con bronquiectasias de dicho nosocomio, ya que de esto depende la progresión de la enfermedad y de la calidad de vida (19,39,40,58). Además, los antimicrobianos que presentaron mayor porcentaje de resistencia no deberían ser indicados en estos pacientes, ya que aumenta el fracaso terapéutico, la resistencia antimicrobiana, la estancia hospitalaria y los costos.

Los resultados in vitro no siempre reflejan la realidad in vivo. Esto sugiere que la ventaja puede estar no sólo en la erradicación del microorganismo sino también en la disminución de la carga bacteriana (19). Por tanto, la elección del tratamiento no sólo estaría gobernado por la identificación del patógeno y su sensibilidad antimicrobiana (3,4,13,19,22), sino también por la concentración efectiva del antibiótico en el tejido pulmonar y se ha sugerido que dosis mayores son necesarias para obtener adecuadas concentraciones en el esputo (45). O bien, la administración de antibióticos nebulizados por la que consigue una concentración suficiente del medicamento en el mismo lugar de la infección (1,4,13,21,23). En relación a lo expuesto, sería ideal consignar al fármaco de acuerdo a su sensibilidad antimicrobiana y su acción efectiva en el tejido o líquido biológico a enfrentar, lo que redundaría en su mayor eficacia.

El presente estudio de carácter descriptivo, prospectivo y de corte transversal se realizó en el Servicio de Medicina del Hospital II ESSALUD Chocope, entre abril y julio del 2000. La finalidad del trabajo fue determinar los patógenos más frecuentes en pacientes con exacerbación infecciosa de bronquiectasias y su sensibilidad in vitro frente a Penicilina, Amoxicilina, Ampicilina, Dicloxacilina, Amoxicilina-ác clavulánico, Imipenem, Cefazolina, Ceftriaxona, Ceftazidima, Eritromicina, Clindamicina, Vancomicina, Gentamicina, Amikacina, Ciprofloxacino y Cotrimoxazol. Se seleccionaron a 32 pacientes que cumplieron con los criterios clínicos y radiológicos de bronquiectasias, cuya exacerbación infecciosa se produjo ambulatoriamente. Sus edades fluctuaron entre 35 y 83 años, con un promedio de edad de 64 años, correspondiendo el 46,9% al sexo femenino y el 53,1 % al sexo masculino.

Entre los microorganismos aislados predominaron las bacterias gramnegativas con el 47,0% seguido por las bacterias grampositivas con el 32,7% y finalmente por los hongos oportunistas con el 20,3%. El germen más frecuentemente aislado fue Staphylococcus Aureus con el 18,3% seguido por Candida Albicans con el 16,3%, Pseudomonas Aeruginosa y Klebsiella Pneumoniae con el 14,3% cada uno, Pseudomonas sp. y Streptococcus A-hemolítico con el 8,3% cada uno, Klebsiella sp. con el 6,1 %, Streptococcus B-hemolítico con el 4,1 % y otros con el 2% cada uno.

Las bacterias gramnegativas fueron sensibles a Ciprofloxacino, Ceftazidima e Imipenem, y resistentes a Ampicilina, cotrimoxazol y cefazolina, mientras que las bacterias grampositivas fueron sensibles a Vancimicina, Ciprofloxacino y Amoxicilina-ác. clavulánico, y resistentes a Amoxicilina, Penicilina, Cotrimoxazol y Clindamicina.

En este trabajo se concluye lo siguiente:

Las bacterias gramnegativas como grupo, fueron los patógenos más frecuentes en la exacerbación infecciosa de bronquiectasias y como cepa individual, Staphylococcus Aureus.

Las bacterias gramnegativas presentaron mayor sensibilidad a Ciprofloxacino, Ceftazidima, Amikacina e Imipenem, constituyéndose en fármacos de elección, y presentaron alta resistencia a Ampicilina Cotrimoxazol y Cefazolina.

Las bacterias grampositivas presentaron mayor sensibilidad a Vancomicina, Ciprofloxacina y amoxicilina-ác. clavulánico y presentaron alta resistencia a Penicilina, Amoxicilina, Cotrimoxazol y Clindamicina.


Bibliografía

 


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