Revista Peruana de Endocrinología y Metabolismo. 2002; 5 (1-2) : 79-83 | |
AGRANULOCITOSIS INDUCIDA
POR METIMAZOL: Nancy Loayza Urcia4. . Resumen
Una de las formas de tratamiento del hipertiroidismo es con drogas antitiroideas del grupo de las tionamidas como el propiltiouracilo, el carbimazol y el metimazol, éste último es el mAs usado en nuestro medio. Estas drogas muchas veces se usan durante periodos cortos como preparación del paciente para cirugía, terapia con yodo radiactivo o por periodos más largos (12 a 24 meses) para inducir la remisión del estado hipertiroideo. Estos compuestos no están excentos de reacciones adversas y pueden producir complicaciones serias a nivel dérmico, hepático y principalmente hematológico como es la agranulocitosis. La frecuencia de esta última complicación varia entre 0. 1 a 8% (1,2) y la morbimortalidad se incrementa notablemente por esta causa, siendo por ello importante el diagnóstico y el tratamiento lo más precoz posible. PACIENTE 1.- Mujer JMA de 30 años, transferida del Centro de Salud de Chimbote con diagnóstico de Enfermedad de Graves Basedow desde hacia un año, en tratamiento con metimazol 30 mg/día desde el inicio de su enfermedad, tenía historia de haber sido hospitalizada por insuficiencia cardiaca congestiva y descompensación tiroidea. Traía una historia de una semana con fiebre, malestar general, odinofagia, cámaras diarreicas y vómitos, con un hemograma previo donde revelaba 1250 leucocitos x mm3 y 36 neutrófilos por lo cual se le suspendió el metimazol. Al examen de ingreso presentaba FC: 104 x'min., PA 100/70 mmHg. FR. 30 x', en MEG, REH, fébril, ictérica, con ingurgitación yugular, hepatomegalia y crepitantes bibasales. Tenia exoftalmos bilateral y un bocio difuso 1.5N. Las cifras de T4 y TSH fueron de 18 ug/dl (V.N. 8-12) y 0.2 uUl/ml (VN. 0.3-5) respectivamente. El hemograma de ingreso (siete días posterior a la suspensión del metimazol) fue de 1000 leucocitos y 40 neutrófilos x mm3, la hemoglobina de 10.35 gr%, falleciendo 24 horas después de ingresar a nuestro hospital a pesar de las medidas enérgicas usadas. PACIENTE 2.- Mujer FBQ de 43 años de edad, natural del Cuzco y procedente de Lima, con diagnóstico de Enfermedad de Graves Basedow hace 10 años, había recibido tratamiento con metimazol 30 mg/día en forma intermitente hasta hace 4 años en que lo abandona. Tenia el antecedente de haber padecido de granulocitopenia por metimazol 8 meses antes de su ingreso al hospital (2050 leucocitos con 985 neutrófilos), en aquella oportunidad recibió Iopodato por espacio de 3 meses logrando con ello control de su estado tirotóxico. Al presentar nuevamente los síntomas de hipertiroidismo recibe en forma particular metimazol por espacio de 1 mes presentando malestar general, fiebre, escalofríos y odinofagia de 1 semana de evolución por lo que se hospitaliza. Traía un hemograma previo al metimazol donde mostraba 3750 leucocitos x mm3 con 2025 neutrófilos, una semana más tarde 2500 leucocitos y 1150 neutrófilos, en el momento de su hospitalización 1900 leucocitos con 200 neutrófilos. Su FC: 1 10 x min. arrítmico. PA: 90/70 mmHg, FR: 25x'min. T 38.3°C, su piel era caliente, estaba taquipneica, ictérica, con crepitantes en 1/3 inferior izquierdo, hepatomegalia y edema de miembros inferiores. Ante dicha crisis tirotóxica se empleó propranolol, hidrocortisona e iopodato. Ante Iopoclato se suspendió hidroelectrolítico y se la aísla. A los cuatro días se le prescribió Factor Estimulante de Linfocitos T que se tenia de donación. El aspirado de médula ósea revela ausencia de depósito de fierro e hipoplasia severa de la serie mieloide con incremento de monocitos y plasmocitos (48%). A la semana el hemograma revela 9200 leucocitos con 8464 neutrófilos, el aspirado de médula ósea de control informo hiperplasia mieloide con desviación a la izquierda. La inmunoelectroforesis fue normal, el mielocultivo negativo y los valores; hormonales fueron T4 libre 3.55 ng/ml. (VN 0.8-2) y TSH de 0.38 uUl/ml (VN 0.3-5). La paciente fue dado de alta mejorada y recibió Yodo radiactivo. PACIENTE 3.- Mujer MQE de 37 años, con diagnóstico de Enfermedad de Graves Basedow desde hace 4 años, recibiendo tratamiento con metimazol y propranolol en forma irregular. Un mes antes de su ingreso reinicia el metimazol en forma continua por exacerbación de su hipertiroidismo y cinco días antes comienza a presentar alza térmica no cuantificada, odinofagia y dolor en región submaxilar. El examen físico: FC: 132 x'min., PA: 150/60 mmHg, FR. 32 x'min., T 38C. Lucia en mal estado general, polipneica, ictérica, tremor fino de manos, piel caliente, con exoftalmos bilateral, amígdalas hipertróficas y supuradas, bocio difuso 2N. Aparato Cardiovascular y Respiratorio normales. El hemograma de ingreso mostró: hemoglobina de 12.3 gr%, leucocitos 1700 mm3 100% linfocitos y 0% de neutrófilos, motivo por el cual se suspende el metimazol y se inicia anti bioticoterapia de amplio espectro, e Iopodato de sodio 1gr/día. El examen de médula ósea informo: Depósito de hierro, ausente con hipocelularidad severa de serie mieloide, incremento de células linfomonocitarias en un 80% y células plasmáticas 15%, serie eritroide hipocelular. La bilirrubina estuvo incrementada a predominio directo y el tiempo de protrombina estuvo prolongado. Al cuarto día de ingreso el hemograma mostró hemoglobina de 11.04 gr% y 1850 leucocitos, 100% linfocitos y 0% de neutrófilos por lo que se inicia factor estimulante de colonias 300 ug/día en infusión por 7 días. La paciente evolucionó favorablemente. A los 14 días la cifra de leucocitos fue de 15,650 x mm3 con 82% de neutrófilos (12,833 como cifra absoluta). La médula ósea de control a los 24 días mostró hiperplasia severa de serie mieloide con predominio de bastones gigantes e incremento de macrófagos tisulares. La paciente fue dada de alta aliviada. Un problema asociado con la terapia del hipertiroidismo es la agranulocitosis que se presenta en 0.5 a 1 % de los casos tratados con metimazol (I) y otros como Wiberg incluso mencionan 8% (2). La agranulocitosis se describe como cifras absolutas de neutrófilos menores de 250 x mm3 y por presentarse a los pocos días o meses de iniciado el tratamiento (3). (Tabla 1) Los mecanismos por los cuales las drogas antitiroideas inducen agranulocitosis no han sido bien determinadas (4), una teoría incluye una reacción cruzada de mediadores inmunológicos asociada a IgE (4), mientras que Wing halló injuria directa de las drogas sobre los progenitores mieloides de la médula ósea (5). Wall menciona que existe sensibilización en pacientes afectados (6) y los anticuerpos contra los granulocitos y las células progenitoras de los granulocitos se hallan en suero de los pacientes durante el episodio agudo. Existen reportes donde el riesgo de agranulocitosis es mayor con dosis de 40 mg. o más de metimazol al día (7), sin embargo también se describe con dosis bajas como 10 mg. Werner observa una prevalencia de 0.7% con altas dosis de metimazol y propiltiouracilo y 1.9% con baja dosis de las mismas. Es de resaltar que el riesgo de adquirir agranulocitosis es mayor en las 10 primeras semanas de tratamiento (8) aunque puede presentarse después de años de haberlo tomado, como sucedió en nuestras pacientes. Cooper sostiene además, que el riesgo es mayor si el paciente tiene más de 40 años (9). La agranulocitosis debe distinguirse de la leucopenia transitoria que puede desarrollarse en más de 10% de los pacientes tratados con metimazol (II), además el hipertiroidismo no tratado puede producir leucopenia (12). Tajiri realizando monitoreo constante del hemograma detectó 55 casos de agranulocitosis de los cuales 43 fueron asintomáticos y sólo 14 desarrollaron síntomas después de 3.7 días (10). A pesar de ello no se justifica dicho monitoreo riguroso (14) y la recomendación general es que se realice regularmente un hemograma con la prudencia debida. Una de las características de la agranulocitosis inducida por metimazol es su carácter reversible (2). El promedio entre los primeros síntomas y la normalización del número de neutrófilos (más de 1500 x mm3) es de 15 días, variando entre 5 y 31 días (15). En el caso 2 se pudo observar la mejoría dramática del hemograma a los 7 días de abandono del metimazol, lo cual fue confirmado con el aspirado de médula ósea. Durante el curso de esta reacción adversa las infecciones se complican y dominan el cuadro, siendo las orofaríngeas las más frecuentes (15,16), por lo tanto se deben emplear antibióticos de amplio espectro y retirar inmediatamente el metimazol, dejando como terapia antitiroidea al propranolol, los corticoides y los compuestos yodados. Cabe destacar que la hidrocortisona podría acortar el tiempo de recuperación de los neutrófilos (13) por lo que su uso se recomendaría. En los pacientes 2 y 3 tuvimos la oportunidad de tratarlos con Iopodato de sodio por el lapso de 3 meses y de dos semanas respectivamente, logrando mantenerlos estables durante todo el seguimiento aunque con leve hipertiroidismo. Roti menciona el tratamiento por mis de 6 meses con Iopodato de sodio manteniendo valores hormonales estables durante todo el seguimiento aunque mayores que con metimazol sólo además el uso, de esta droga no contraindica el tratamiento definitivo con yodo radiactivo, pues la captación tiroidea con yodo a los 7 días de discontinuado es similar al valor de pre tratamiento (17). La paciente 2 fue tratada con factor estimulante de colonias de linfocitos y coincidió con la recuperación del hemograma. Lo que está recomendado es el uso de factor estimulante de colonias de granulocitos y macrófagos (18) como el que usamos en la paciente 3. De otro lado no se recomienda el uso de otra tionamida como el propiltiouracilo ya que existe el riesgo de reacción cruzada con el metimazol. Cabe destacar que si un paciente tiene
historia de reacción adversa, a drogas antitiroideas, esto debe poner alerta al médico
tratante porque podría incrementarse el riesgo de neutropenia severa y si tuvo
anteriormente agranulocitosis su uso, no está recomendado, como bien lo menciona Meyer -
Gebner y Col (14) en la que 4 de 10 pacientes con agranulocitosis por metimazol tuvieron
historia de reacción adversa a esta droga y 2 tuvieron agranulocitosis previa, siendo el
intervalo entre estos dos eventos hasta de 15 años. En conclusión la agranulocitosis por metimazol es un evento poco, frecuente, pero con alta morbimortalidad, siendo el diagnóstico temprano lo ideal, sin embargo éste puede ser muy difícil por la presentación brusca de la neutropenia que antecede muchas veces al cuadro clínico, por lo cual en todo paciente hipertiroideo que usa metimazol la presencia de fiebre inexplicada asociada a odinofagia debe hacernos sospechar esta grave complicación suspendiendo la droga y realizando un hemograma urgente, y de confirmarse el diagnóstico el tratamiento debe ser enérgico con monitoreo constante del hemograma. (Tablas 3 y 4) 1. Endocrinólogo del Hospital Nacional Dos de Mayo |