Revista de Neuro-Psiquiatría del Perú - Tomo LXIV Junio, Nº 2  2001

 

NECROLOGÍA

Óscar Valdivia Ponce (1919-2001)

El Dr. Óscar Valdivia Ponce nació en Mollendo el 8 de agosto de 1919. Falleció en Lima el 2 de enero de 2001. Óscar, verdadero amigo en muchas circunstancias de la vida y del trabajo, por lo cual fuiste respetado por todos. Amigo simpatético que compartiste a menudo ideas originales y actitudes precisas y prácticas.

A veces rival del maestro Seguín, pero, con más frecuencia, un magnífico colaborador. Siempre mi buen amigo Óscar, sólo con unos cuantos años de diferencia, pero con una relación fraterna, de esas que se hacen con admiración y afecto. Compartíamos el mismo eros amical, compartíamos también meditaciones profundas, recuerdos y bordeábamos la trascendencia.

Creo Óscar que tú en el fondo habías nacido un filósofo práctico. ¡Que agradable conversar contigo! Las reuniones que teníamos en las casas de nuestros colegas o en el consultorio del maestro Seguín eran verdaderos banquetes de finos diálogos y de ideas alegres y jugosas.

Apreciado por todo nuestro grupo grande, formamos una entente des ideés et de recherches. Tantos años vividos, tantas investigaciones, tantas lecturas. Recuerdo que nuestros saludos eran alegres y afectuosos. "¿Y, Óscar cómo va tu teoría de la vis medicatrix, de tu medicus internus?". Y él, sonriente, me contestaba: "¿Y tu, Sergio, qué planetas has descubierto anoche?". Sí, habíamos escudriñado el cielo y también el alma, casi alejados de los avatares sociales, en intimismos peripatéticos.

 

 

Pero, aparte, escribiste tu Historia de la Psiquiatría Peruana, creaste la técnica del Espacio Personal, aceptada en todo en el mundo y sobre la cual Seguín expuso brillantemente en el Paraninfo de la Universidad de McGill.

Recuerdo que nuestro amigo Humberto Rotondo sugirió tomar de modelo las variantes del Espacio Personal para establecer diagnósticos clínicos actitudinales. Óscar hizo el estudio de las Migraciones en el Perú, analizó el conocimiento popular de la medicina y de la terapia del paciente peruano, etc.

Relataré una de las anécdotas eutrapélicas y alegres en nuestras actividades:

En una oportunidad, en nuestros diálogos de iniciativas psiquiátricas, preparamos un "trabajo dominical" casi al alimón, con respecto al sueño y sus implicancias psicológicas y lo leímos en una reunión científica, como era costumbre. De pronto un colega, iracundo él, nos llenó inesperadamente de improperios y por poco sugirió que éramos farsantes de la ciencia. Dijo: "¿Cómo pueden perder el tiempo en semejantes tonterías en lugar de tratar de descubrir la fórmula de la Energía Universal, los Arcanos del Universo?" (Este súper científico estaba estudiando el ritual del ayahuasca). Óscar y yo nos miramos sonrientes porque sabíamos que sólo habíamos presentado un breve ensayo de relax dominical, sin pretensiones y que, sin embargo, había sido calificado por Arturo Jiménez Borja como un bello trabajo. No siendo astrofísicos ni matemáticos especializados, sin embargo, especulabamos que la esencia del universo era el espacio puro y que hacer desaparecer un metro cúbico de este espacio provocaría un nuevo Big Bang. De manera que también nos interesaban profundidades y esencias del Cosmos y de la mente humana.

Óscar, amigo mío, poco a poco comenzaste a escuchar los clarines de los sueños remotos, primero tranquilamente y después, fuertes y confusos, hasta que, como un atardecer otoñal demasiado prolongado lo fuiste durmiendo y todos tus buenos amigos, con serena tristeza, comprendimos que lo apagabas dulcemente en la injusta quietud de lo desconocido.

El 2 de enero del 2001 cerraste los ojos y te quedaste dormido: noble amigo, también hay sueños reales y sin retorno.

REQIESCAT IN PACE

Sergio ZAPATA

 


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